Mis Dios@s del Crepúsculo... ¡GRACIAS!

martes, 27 de noviembre de 2012

INOLVIDABLE


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Capítulo 43: Fiesta (PARTE I).

Bella pov.

Me retorcí de dolor cuando sentí una fuerte patada por parte de mi hijo…
-¿Otra patada?- murmuró Alice cuando cogió la plancha del pelo y comenzó a pasarla por todo mi cabello seco.
-Sí…- gemí mientras cerraba los ojos y me cogía el vientre con ambas manos.
-Tranquilízate- susurró Alice dejando la plancha encima de la encimera del baño- Seguro que está notando todos los nervios de todos estos días y ahora te está pasando factura- asentí mientras mitigaba el dolor.
Hice lo que me dijo y tomé varias respiraciones profundas y al parecer, surtió efecto.
-Ya se me está pasando…- le dije abriendo los ojos y sonriéndole.
-Bien… ¿segura que te encuentras bien para ir a la fiesta?- me miró preocupada y yo ensanché mi sonrisa para tranquilizarla.
-Seguro- me acarició la mejilla suavemente- Tienes razón, han sido todo los nervios de estos días y sobretodo, de hoy, pero estoy bien, de verdad- Alice asintió y me besó en la mejilla antes de volver a coger la plancha y pasarla por mi pelo.
Me relajé por completo mientras Alice hacía maravillas con mi pelo.
No sé cuánto tiempo pasó, pero estaba casi dormida cuando Alice me dio un apretón suave en el hombro.
-Bells, ya estás lista- abrí los ojos un par de veces antes de adaptarme a la luz y miré hacia el espejo que tenía enfrente, sonriendo al instante por mi aspecto…
Alice había recogido en una cola alta toda mi espesa melena, dejándola lisa por completo y tapando la goma del pelo con mi propio cabello, haciendo un contraste increíble entre la elegancia y la sencillez.
Justo como a mí me gustaban las cosas, al menos, la mayoría de ellas.
Pude darme cuenta de que estaba completamente maquillada ya, menos los labios. Los ojos los tenía maquillados en tonos tierras, destacando el dorado discretamente. Mis mejillas estaban de un dulce color arena, que hacía mi piel aún más radiante de lo que ya estaba.
-¿Qué tal?- preguntó Alice y la miré por primera vez desde que había abierto los ojos.
-Perfecta- me levanté y la abracé- Gracias, Al, siempre consigues lo que quiero- soltó una risilla y se separó de mí.
-Vamos o estropearás mi obra maestra- asentí y cogí su mano para salir hacia la habitación.
Me soltó para dirigirse hacia el enorme vestidor y coger la funda que ponía “Versace” en dorado y en letras distinguidas y lo dejó encima de la cama para volver hacia el vestidor y coger la caja de zapatos de la misma marca.
-Mi hermanito morirá esta noche…- susurró la enana con voz maquiavélica mientras bajaba la cremallera de la funda.
En ese momento, recordé, nuevamente, cómo tuve que soportar el cuerpo mojado de Edward, tapado con una simple toalla sobre su estrecha cintura, se paseaba delante de mí como si fuese lo más normal del mundo… y la verdad, que en parte lo era…
Pero… ¡Bienvenidas hormonas a mi cuerpo!
Pues no.
No era normal para mí…
-No quiero que le de un ataque sexual en medio de la fiesta, Alice…- la enana endemoniada soltó una enorme carcajada para su pequeño cuerpo y se encogió de hombros con una sonrisa traviesa en su rostro mientras me miraba de reojo.
-Le dará de todos modos…- dijo sin ninguna preocupación- Yo no he hecho nada… sólo he destacado tu belleza un poco- sonreí sin poder evitarlo y sacó el vestido de la percha- De verdad, estarás perfecta.
-Y todo gracias a ti- le recordé y ella negó.
-Yo sólo he puesto mi granito de arena, pero tu belleza lo es todo, cariño- se puso a mi altura y me quité la bata de seda que llevaba puesta- Toma- me tendió el vestido y comencé a subirlo por mis piernas.
-Bueno… creo que no lo luciré del todo con mi pequeñín…- susurré cuando la tela se adaptó perfectamente a mi vientre.
-Tonterías… este vestido no te quedaría tan bien si mi pequeño sobrino no estuviera ahí dentro- señaló mi vientre y solté una risilla sin poder evitarlo.
-Puede que tengas razón…- murmuré cuando me hube colocado el vestido en su sitio.
En ese momento, escuché pasos apresurados por el pasillo y en un nanosegundo, Edward estaba dentro de la habitación con mi móvil en la mano.
Estaba impecablemente vestido con un traje negro liso. Combinándolo con una corbata roja y fina y una camisa blanca.
Estaba absolutamente hermoso.
-Mi vida, es Ángela- me tendió el móvil a la misma vez que me miraba de arriba abajo.
Me tragué el gemido que estuvo a punto de salir de mi boca con esas simples y calientes palabras saliendo de su perfecta y sensual boquita.
-Yo… em, me voy- dijo Alice burlona cuando miró la cara de Edward.
Bien… sus ojos hambrientos mientras me comían con la mirada, no ayudaban, en nada, a mis revolucionadas hormonas…
-Estás preciosa…- susurró roncamente mientras me miraba directamente a los ojos.
Juro por Dios que pude escuchar una risilla desde el teléfono.
-Gracias- le sonreí- Tú, también estás muy hermoso, cariño- le cogí el teléfono y me lo puse en la oreja.
Definitivamente, Ángela se estaba descojonando de la risa a costa de su jefa…
La situación me hizo sonreír.
-¿Hola?- dije a modo de saludo.
-¡Bella!- dijo eufórica Ángela y no dejé de mirar a Edward ni un solo segundo- ¿Qué tal te encuentras?
-Muy bien, Ángela, gracias- Edward comenzó a rodearme con su perfecto cuerpo mientras me comía, literalmente, con la mirada.
-Me alegro- dijo alegre- Te llamaba para decirte que no te preocupes por más nada que por tu presencia- sonreí y le iba a contestar que ya me había enterado por Eleazar, pero me callé abruptamente cuando la cálida y varonil mano de Edward acarició mi espalda baja, haciéndome estremecer por completo.
Me quedé totalmente muda, no tenía palabras para poder decir nada…
Me había pillado totalmente desprevenida y el estado en el que me encontraba, no era el mejor para poder controlarme de las caricias ardientes de mi hermoso esposo…
Cerré los ojos en un intento vano por canalizar las sensaciones que me estaba provocando su suave mano en mi piel.
-Tienes una piel tan delicada y suave…- me susurró roncamente mientras su otra mano se posaba con delicadeza en mi cintura- Eres jodidamente preciosa, perfecta…- volvió a susurrar mientras apartaba mi cola de caballo hacia un lado y comenzaba a besar mi nuca.
-¿Bella?- abrí los ojos abruptamente cuando escuché la voz de Ángela.
Vale… me había olvidado completamente de ella…
-¿Qué decías, Ángela?- sentí la risilla de Edward golpear en mi hombro cuando intentó besarme ese trozo de piel.
-Que no te preocuparas por nada, que ya está todo controlado- me dijo con voz divertida y sentí mis mejillas arder.
-Cl… claro- dije como pude y las manos de Edward viajaron hasta mi abultadito vientre.
-Bueno, Bella, te dejo que tengo que ir y ver si está todo perfecto- sonreí ante su profesionalidad.
-Muchas gracias por todo, Ángela, nos vemos en un rato- colgué y apreté el móvil contra mi mano.
-Es imposible que te quede mejor ese vestido…- siguió diciendo.
Al parecer no tenía ninguna acertada idea de lo que sus palabras y sus caricias provocaban en mi cuerpo y en mi mente…
Tiré el móvil con cuidado encima de la cama y en ese momento, aprovechó para girarme y mirarme directamente a los ojos.
-Eres la mujer más hermosa que jamás vi, he visto y veré en la vida- pude ver que sus ojos estaban casi negros, completamente nublados por la pasión y la lujuria, y su candente boca formando una sonrisa traviesa.
-¿Te haces una jodida idea de lo que me estás provocando, Edward Cullen?- dije con una voz demasiado ronca como para dejarla pasar.
-No tengo ni idea…- dijo antes de acercarme a su fuerte pecho y levantar mi barbilla para unir nuestros labios.
Sus manos dejaron mi brazo y mi barbilla para instalarse en mi cintura, estrechándola y acariciándola mientras me volvía loca con sus labios perfectos.
Mi lengua, con unas ganas tremendas, acarició su labio inferior, moldeándolo y dibujándolo a mi gusto, provocando un gruñido por su parte que hizo que mi tanga de seda se mojara hasta límites insospechados…
Su boca se abrió para mí y me dejó vía libre para poder explorar a mi gusto mientras mis manos viajaban de su suave pelo hasta su erótico trasero…
-Joder…- gimió en mi boca, provocando que mi boca se formara en una sonrisa sensual.
Cuando supe que ya no podría más que desnudarle y subirme a su cuerpo pecaminoso para poseerlo y sentir hasta el último centímetro de la increíble piel de su cuerpo, paré en seco.
-Edward…- jadeé con la respiración errática y con demasiada fogosidad.
-Lo sé, mi vida, créeme que lo sé…- me susurró antes de coger mi mano y posarla sobre su más que excitado miembro.
Gemí sin poder contenerlo mientras bajaba mi mirada hacia sus partes bajas.
¿Qué demonios me pasaba cuando estaba a su lado?
Fácil.
Me dejaba influenciar por mis verdaderos instintos…
-Ed…- le medio advertí y le medio rogué.
-Sí, princesa, tranquila, sólo serán unas horas y después me tendrás para ti sola- subí mi mirada y la posé en sus ojos, deleitándome con esos orbes esmeraldas.
-No sé si podré sobrellevarlo…- le dije mientras dejaba de tocar su miembro- Estoy completamente excitada y necesitada por tu culpa, Edward…- el gemido que salió de su boca fue suficiente para que lo acercara casi violentamente, y estampara mis labios en los suyos.
-Bien… ya os he dejado pervertir bastante a mi pobre sobrino…- me separé de Edward abruptamente cuando la voz de Alice llegó a mis oídos.
-Al…- la llamé mientras la miraba.
-Sí, lo sé… es jodidamente complicado no abalanzarte hacia mi sexy hermanito y no hacerle el amor en este momento, pero…- advirtió con un dedo en lo alto y con voz divertida mientras miraba a Edward y su cara de pre coito completamente sensual y provocativa- Tenéis una fiesta muy importante a la que asistir, así que, Edward- le llamó y quitó su mirada de la mía para mirar a su hermana- Sal de aquí y déjame acabar con tu bella esposa- se acercó a mí y me alejó con facilidad de Edward.
-Termina pronto- fue lo único que emitió entre un gruñido antes de salir de la habitación, no sin antes guiñarme un ojo que haría que cualquier mujer mortal se desmayase…
Y yo lo hubiera hecho si Alice me hubiera dejado sin el apoyo de su cuerpo.
-Sí, lo sé, eso ha sido bastante sexy, pero, escúchame bien- dijo antes de cerrar la cremallera lateral del vestido y hacerme sentar en la cama- Tienes que estar totalmente despejada esta noche, o al menos unas horas…- dijo con una sonrisa burlona- Después podrás tener sexo del duro con mi sexy hermanito.
-Sí… eso tenlo por seguro- Alice abrió mucho los ojos ante mi clara sinceridad y comenzó a reírse.
-Jodidas hormonas…- murmuró mientras negaba con la cabeza y se dirigía hacia el baño- Créeme cuando te digo que yo estoy completamente igual o peor a como estás tú…- dijo mientras escuchaba cómo abría los cajones del mueble del baño- Simplemente una caricia, un roce o una palabra, me excita de sobremanera…- y ahí estamos, Alice y su sinceridad absoluta.
La miré con cara de no quiero saber más detalles.
-No me mires así, estoy jodidamente caliente todo el día- abrí mucho los ojos y después los rodé en un intento vano por alejar sus palabras de mi mente.
-¿Podrías dejar de hablar de los calentones que tienes con Jazz?
-Claro… pero sólo quería ayudarte- me advirtió antes de posar el labial en mis labios y pintármelos con una destreza increíble- Lista- me dijo después de un minuto.
-Gracias, Al, por todo- me levanté y la abracé con cuidado de no chocar nuestros vientres, aunque era una tarea completamente difícil.
-No tienes que dármelas, sólo disfruta, cariño- me besó en la mejilla antes de separarse de mí- Ahora, el plato fuerte- dijo cogiendo la caja de zapatos- Hoy le dará un soponcio de testosterona a mi querido hermano…
-No quiero tenerlo excitado durante toda la jodida fiesta, Alice, recuerda que tengo que dar un discurso a unas quinientas personas y no me gustaría que mi querido esposo tenga sus partes íntimas visibles para las hienas que habrá allí.
-Sí, ya… jodidamente excitado, con la polla hasta el techo… ya- abrí los ojos hacia su dirección mientras sacaba los zapatos y los dejaba encima de la cama.
-Eres una burra- le dije cuando se volvió en mi dirección.
-Ya… pero sabes que digo la absoluta verdad y no te preocupes por eso, sois adultos, podréis controlarlo- me guiñó sin creerse una palabra e hizo que me sentara en el pequeño sofá que tenía a los pies de la cama.
Deslizó los zapatos por mis finos pies y me maravillé y sonreí a la vez cuando vi cómo envolvían mis pies de forma delicada y elegante.
El negro contrastaba perfectamente con mi piel nívea, haciéndola casi irreal y perfecta.
-A pesar de ser una burra, eres un genio- vi por el rabillo del ojo cómo sonreía complacida y se levantó de su lugar.
-Lo sé y no tienes que recordármelo- rodé los ojos con ganas al escucharla- Sólo te falta el último detalle, bueno… los dos últimos detalles- se dirigió hacia mi cómoda y cogió mi perfume de Gucci y luego, hacia el vestidor y salió de él con el pequeño bolso en sus manos.
-Lo olvidaba…- le dije mientras me levantaba y sonreía al sentir mi nueva altura- Ya los estaba extrañando…- le dije mientras señalaba los zapatos.
-Pues despídete hoy de lo lindo, porque sí que los echarás de menos cuando pasen estos meses…- asentí mientras la miraba.
-Lo sé y no me lo recuerdes…- le dije mientras cogía el tarro de Gucci y me echaba dos gotas a cada lado del cuello y una gota en cada muñeca.
Olía increíblemente bien.
Alice metió mi móvil y cogió mi identificación del bolso que había llevado hoy y la metió también.
-Perfecto…- me entregó el bolso y lo cogí- Ah, espera… tienes que ponerte el abrigo.
-¿Crees de verdad que lo necesito?- me miró con una ceja alzada- No seas noña, Alice- abrió mucho los ojos en total confusión- Este vestido tengo que lucirlo completamente y no tengo ni pizca de frío, así que vamos, señorita- le cogí de la mano y soltó una carcajada asintiendo.
-Ahora sí que estás lista- murmuró antes de apagar la luz de la habitación y encaminarnos hacia el salón.
Esta noche iba a ser digna de recordar de verdad.

Edward pov.

¿Podía alguien ser más putamente sexy?
No.
No podía.
Ni siquiera podría acercarse ni un poquito a la sensualidad de mi caliente esposa…
Sólo de pensar una y otra vez en esa piel expuesta, ese jodido vestido pegado a su cuerpo y esa boca dejar escapar sus eróticos gemidos, me volvía completamente loco…
Sólo tenía ganas de quitarle ese vestido y adentrarme en su cuerpo con suavidad y fiereza a la vez…
Sintiendo su estrechez y calidez, volviéndome completamente loco, haciendo que olvidara todo y sólo existir ella y yo.
-Ey, tío- me llamó Jasper, sacándome de mis pervertidos pensamientos- Estabas en trance…- me miró burlón y yo le sonreí.
-No ha sido nada…- le medio tranquilicé, porque no iba a decirle el rumbo que estaban teniendo mis pensamientos.
Obviamente.
En ese momento, Yuna se acercó a mí y restregó su pequeña pata en mi zapato para que la cogiera.
-¿Qué quieres, princesita?- la cogí y me lamió la mano.
A los pocos segundos, se acomodó en mi regazo y se quedó completamente dormida.
-Sí, estás perfecta…- escuché la voz de mi hermana y enseguida dejé a Yuna encima del sofá, tapándola con su manta y levantándome a la vez.
Mi mirada se conectó con aquellos orbes chocolates directamente, deleitándome con su belleza innata. Bajé un poco mi mirada, encontrándome con ese rojo ardiente y sexy en sus labios, contrastando con la blancura de sus perfectos dientes.
No pude evitar bajar mi mirada desde el centro de sus pechos, hacia su pequeño vientre, dónde crecía mi hijo, hasta esos pequeños y delicados pies envueltos en unos altísimos zapatos.
Estaba absolutamente preciosa…
No tenía ninguna palabra para describir su belleza y elegancia.
Se acercó a mí con paso decidido y me sonrió sensualmente.
-Guau, estás preciosa, Bells- dijo Jasper cuando pasó por su lado y Bella le sonrió en agradecimiento.
-Gracias, Jazz- siguió su camino hacia mí y se paró frente a mí con esa sensualidad que le caracterizaba, provocando que su sensual y provocativo perfume inundara mis fosas nasales…- Estás, muy, muy guapo, mi vida- se acercó un poco más, provocando que su aliento diera de lleno en mi cara- Siempre pareces salido de una puta revista de modelos…- solté una carcajada al escuchar sus palabras y ella también me sonrió radiantemente.
-Bueno… tú sí que pareces una princesa salida de un puto cuento, de verdad…- me sonrió más ampliamente y acerqué mi boca a su oído- Pero con tu toque perfecto… esa sensualidad y provocación que te invade por completo…- escuché un corto y ronco gemido salir de su boca y mi amiguito se despertó aun más de su breve siesta- Hueles jodidamente bien…- le dije mientras aspiraba con fuerza, haciendo que su olor llegara a mí de nuevo.
-Vamos, por favor…- dijo con toda la fuerza de voluntad que pudo y no pude evitar la sonrisa de suficiencia que se instaló en mi rostro.
-Al, Jazz…- los llamé- Gracias por todo, de verdad- los dos me sonrieron.
-No tienes que agradecernos nada, cariño- Alice se acercó a nosotros- Lo hago con todo el amor del mundo- Bella se separó de mí, intentando canalizar la cordura de su mente y la locura de sus hormonas a partes iguales.
-De todas formas, gracias- la abracé y le toqué su vientre- Cuídate mucho, ¿vale, preciosa?
-Claro que sí, tengo un hombre a mi lado que me consiente en todo- Jazz soltó una pequeña carcajada y seguí yo.
-La verdad es que siempre hago todo lo que quiere- sonreí aun más y pude ver cómo Bella miraba mi boca totalmente anonadada y reía también.
-No te dejes influenciar mucho, está completamente loca…- intervino Bella, provocando las risas de Jazz y mías.
-Mejor voy a callarme o veré como las mejillas de alguien se ponen como el vestido ese- señaló el vestido de Bella y ésta dejó de sonreír abruptamente mirándola con los ojos como platos.
Miré a mi hermana  luego a Bella, quiénes se estaba retando con la mirada en total diversión por ambas partes.
-Así me gusta, calladita estás más guapa, cariño- se acercó a ella y la abrazó.
Alice le murmuró algo a Bella y ésta soltó una carcajada mientras la acercaba a su pecho.
Nos despedimos de ellos dos y abrí la puerta del Volvo para mi preciosa esposa.
Me dirigí hacia la puerta del piloto, después de cerrar la puerta a Bella.
Me puse el cinturón de seguridad y miré directamente a las desnudas piernas de Bella sin poder evitarlo, dándome cuenta que el vestido se abría cuando se sentaba, dejando ver lo justo, haciéndome enloquecer por completo.
Esa piel nívea y esas largas y torneadas piernas eran mi puta locura…
Y ni que decir de sus más que hinchados pechos envueltos en esa fina tela de gasa…
Pero lo que terminó de rematarme fue el agarre que tenía formado con sus dientes en su labio inferior…
-¿Te gusta lo que ves?- me dijo con voz burlona y en ese momento, escuché el pito del coche de Jasper, indicándome que saliera del aparcamiento para abrirle la puerta del garaje.
¿Cuánto tiempo había estado observándola?
Demasiado…
-Sí, demasiado…- gruñí y se instaló una sonrisa de suficiencia en su preciosa boca.
Saqué el Volvo con rapidez y salí del garaje en menos de treinta segundos.
Jazz me pitó cuando se desvió hacia el Noroeste de la ciudad, en dirección a su casa. Yo le devolví el pitido y sentí la mano de Bella en mi pierna…
-No sabes lo hermoso que estás esta noche…- su voz no había dejado la ronquez ni un poquito y eso hizo que la mirara en un breve segundo para después, volver mi atención a la carretera.
-Y tú no sabes lo jodidamente irresistible que estás esta noche…- pude ver por el rabillo del ojo cómo sonreía.
Llegamos en muy poco tiempo y bajé del coche a la vez que un muchacho joven le abría la puerta a Bella con educación y miradas de más…
-Vamos, mi vida- la cogí de su estrecha cintura y le besé en los labios con suavidad, dejándole en claro al tipo ese que ella era mía.
Absolutamente mía.
Bella sonrió sobre mis labios y me besó una última vez antes de coger mi mano.
Pude darme cuenta que su pintalabios no se había quitado ni un poquito…era bueno saberlo…
Le entregué las llaves al pobre muchacho, que ahora tenía una cara completamente de desilusión y se metió en el Volvo parea aparcarlo.
-¿Tienes frío?- le pregunté cuando mi mano se posó en su espalda baja y puse darme cuenta que no tenía nada encima de ese fino vestido.
-No, no te preocupes, no he querido ponerme nada encima- susurró mientras tiraba de mí y subíamos las escaleras. Ella con una soltura increíble a pesar de su vientre y sus zapatos…
-¿Y eso?- le pregunté totalmente confundido.
-Porque además de no tener frío- cogió su bolso con determinación con su mano libre- Quiero lucir este vestido tal y como es y porque después te alegrarás de tener que quitarme sólo una prenda…
Vale… quité mi mirada del movimiento que hacían sus pechos y miré al frente, encontrándonos con un salón, exquisitamente decorado, con mucha gente.
Ése fue el detonante para parar mi excitación y no cogerla aquí y ahora…
-Tu sigue hablándome así y no tendré que quitarte ese vestido para hacerte mía…- le dije antes de que el amable hombre de cincuenta y tantos años nos pidiera nuestra invitación.
-Oh, señores Cullen- dijo el hombre nada más vernos- Tomad, no hace falta vuestra invitación- nos sonrió cordialmente- Pueden pasar, por favor- asentimos con una sonrisa- Felicitaciones por su embarazo.
-Muchas gracias- murmuró mi esposa con una sonrisa antes de adentrarnos en el interior del hall del hotel.
Todas las miradas se clavaron en nosotros dos y después vinieron las sonrisas y las felicitaciones.
Todos, y cuando digo todos, es absolutamente todos, se acercaron para felicitarnos por el embarazo de Bella y por el juicio.
-Señores Cullen- nos saludó un hombre mayor con cara amable- Oh, Bella, estás bellísima- mi hermosa esposa lo miró y lo abrazó con una sonrisa.
-¡Señor Andrew!- dijo emocionada y se separó de él- Muchísimas gracias- el hombre sonrió- ¿Qué tal está?
-Oh, estoy perfectamente bien y no me llames de usted, Bella, me hace sentir más mayor de lo que soy- Bella soltó una carcajada y yo la seguí.
-Está bien, Andrew- sonrió el hombre y Bella se giró en mi dirección- L presento a mi esposo, Edward Cullen- me señaló con su mano derecha, haciendo brillar su precioso anillo- Edward, él es el señor Andrew- el hombre me ofreció su mano y yo se la estreché enseguida.
-Un placer, señor Andrew- le sonreí y el hombre me devolvió la sonrisa.
-El placer es mío, señor Cullen- negué con la cabeza a la vez que quitaba mi mano de la suya.
-Llámeme Edward, por favor- soltó una pequeña risilla y Bella sonrió divertida.
-Entonces, llámeme Andrew- asentí con una sonrisa y Bella se acercó a mi cuerpo, cogiendo mi brazo y enrollándolo con el suyo, provocando que todo su calor me inundara por completo- Hacéis muy buena pareja- los dos sonreímos.
-Muchas gracias, Andrew- le agradecí sinceramente.
-Bueno, voy a saludar a los futuros compradores- Bella y yo asentimos- Si no fuera por tu esposa, este proyecto no se hubiera llevado a cabo- sonrió antes de irse de nuestro lado y saludar a un enorme grupo de hombres de mediana edad.
-Es un encanto- dijo Bella mientras dirigía su mirada a la mía.
-Sí, al parecer te tiene mucho aprecio- le dije sinceramente.
-Sí, es un buen hombre- en ese momento, sentí una mano en mi hombro y cómo me arrebataban a Bella de un suave empujón.
-¡ELEAZAR!- gritó Bella eufórica cuando el moreno la cogió y la abrazó con efusividad.
Sonreí por la escena.
La dejó en el suelo y la miró de arriba abajo con una sonrisa divertida en su rostro.
Si no fuera porque sabía que era gay y porque quería a Bella como una hermana, ya me tendría mi puño en su cara…
-Estás absolutamente preciosa…- sonrió más ampliamente- Déjame adivinar…- se puso un dedo en la barbilla como simulando pensar- Mi prototipo hecho mujer, ¿no?- solté una pequeña carcajada al escuchar la definición que tenía de mi hermana.
-¿Quién más sería?- dijo Bella burlona y Eleazar sonrió.
-Nadie más por supuesto- su mirada se posó en la mía- Edward, tío, ¿qué tal?- se acercó a mí y me abrazó.
-Muy bien, ¿qué tal tú?
-Oh, estupendamente- se separó de mí y me sonrió- De verdad, chica, que los genes Cullen no pueden ser más perfectos…- murmuró mirándome demasiado tiempo el torso.
Tosí en completa incomodidad, lo que provocó que Bella soltara una pequeña carcajada.
-Eleazar, recuerda que su esposa está aquí- se acercó a mí y puso su brazo en mi espalda- Es sólo mío, búscate a otro- sonreí sin poder remediarlo ante sus palabras.
-Claro que sí… ya he estado viendo unos cuantos magnates de los más interesantes…- soltamos una carcajada los tres.
-Cómo no…- Bella rodó los ojos, lo que me causó mucha gracia- Por cierto, ¿has visto a Ángela?
-Síp- recalcó la “p”- Ahora mismo esta allí- señaló a nuestras espaldas y nos giramos en esa dirección- Les está informando a esos señores sobre el proyecto- Bella asintió.
-¿Hay buenos compradores?
-Diría que esta noche es tu noche, nena- sonreí viendo la cara de satisfacción de mi hermosa esposa.
-Perfecto- susurró Bella mientras miraba la escena sin pestañear.
-Han estado preguntando por ti- mi mirada se conectó con la de Eleazar- Quieren conocer a la protagonista de todo este proyecto, Bells- miré a Bella y ésta sonrió triunfante.
-Bueno… no tendrán que esperar por mucho tiempo, ahora es el momento- nos guiñó ambos y se acercó un poco a mí, dejando su boca en mi oído.
Benditos tacones…
-Voy a dar un pequeño discurso de bienvenida- me aclaró mientras su mano se posaba en mi brazo derecho- Espérame aquí- susurró con voz sensual antes de separarse de mí y sonreírme provocativamente.
Me besó, húmedamente, en la comisura de mis labios y se giró, haciendo que la fina gasa de levantase de forma sensual y se encaminó hacia el improvisado escenario.
-Joder… a eso le llamo yo a una mujer sexy y sensual…- murmuró Eleazar, pero no le pude contestar.
Toda mi atención estaba centrada en ella.
En mi esposa.
En Bella.
Se paró al lado del señor Andrew y le susurró algo al oído, que hizo que el hombre riese ampliamente y que los demás, mirasen a mi esposa como si fuera un trozo de carne…
Respira hondo y relájate…
El señor Andrew asintió y se dirigió junto con Bella al escenario, ayudándola a subir con mucha caballerosidad.
No podía dejar de mirar el cuerpo de mi esposa…
Sus piernas subían con demasiada destreza a pesar de sus zapatos y de su abultado vientre. Ese vientre en el que crecía mi hermoso hijo día tras día…
La fina gasa hacía de las suyas y dejaba al descubierto un pequeño trozo de piel de sus muslos, haciendo mi excitación irremediable… Y ni que hablar de su espalda desnuda. Era la cosa más provocativa que había visto jamás… no importaba las veces que la veía desnuda, no importaba cuántas veces le hacía el amor, anhelaba su piel como un drogadicto la droga.
Pude darme cuenta que estaba más hermosa que nunca…
Su cara irradiaba felicidad y satisfacción por todos lados y su cuerpo estaba más perfecto que nunca. Hacía ya una semana que no veía ese hermoso rostro radiar como ahora.
Era absolutamente perfecta.
Se pusieron en el centro del escenario, justo enfrente del micrófono y comenzó a hablar el señor Andrew con Bella a su lado, que no dejaba de mirarme, con esos pozos chocolates tan profundos y preciosos.
-Señoras y señores- pidió un poco de atención el señor Andrew y todo el salón se calló abruptamente mientras se giraban hacia el escenario- Estamos todos aquí con el fin de conocer el nuevo proyecto de mi equipo- sonrió el hombre a todo el público y Bella hizo lo mismo- Muchos, quizás la mayoría, me han preguntado por Isabella Swan, la señora Cullen- aclaró mirándome a mí en particular- La mujer que ha hecho que este proyecto funcione a la perfección, a pesar de mis exigencias…- cogió la mano de Bella y la alzó- Ésta es Isabella Swan, una de las mejores arquitectos que he conocido en mi vida- todo el público, yo el primero, aplaudimos como locos mientras veíamos a mi hermosa mujer sonreír ampliamente- Muchas gracias por todo, Isabella- guardó la compostura delante de todos- Sin ti y tus mágicos bocetos, nada de esto hubiera sido posible- el hombre sonrió y besó a Bella en ambas mejillas mientras sonaba otra ronda de aplausos.
-Al viejales se le cae la baba con nuestra Bells…- murmuró Eleazar, provocando una pequeña carcajada por mi parte.
El señor Andrew dejó a Bella en su puesto y mi hermosa esposa se acercó al micrófono con determinación y seguridad.
-Buenas noches a todos- saludó con su impecable educación- Como ha dicho el señor Andrew, yo soy Isabella Swan y estoy encantada de que este proyecto se haya llevado a cabo- Bella me miró profundamente- No diré que este proyecto ha sido un camino de rosas, porque, de verdad, no lo ha sido- aclaró- Mi equipo y yo, y sobretodo, el señor Eleazar Collins, mi compañero y amigo desde hace mucho tiempo, hemos trabajado muy duro por este proyecto y estamos encantados con los resultados- otra ronda de aplausos se escuchó en toda la sala, yo no podía estar más eufórico por sus palabras- No tienen que agradecerme a mí, tienen que agradecerle al señor Andrew- señaló con su pequeña mano con total convicción- El haber confiado en nosotros, una empresa nueva y con ganas de aspirar más cada día- sonrió haciendo resaltar sus dientes blancos sobre el pintalabios rojo- Muchas gracias- ahora aplaudió hasta el señor Andrew y la verdad que no era para menos…
Eleazar y yo aplaudimos con efusividad y Bella abrazó al señor Andrew con una enorme sonrisa en su rostro.
La amaba de todas las formas posibles…




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Bueno, bueno, bueno...
¡Buenas tardes a tod@s!
¿Que tal habéis pasado esta semana? ¿Y el finde?
Espero q os hayáis divertido muchísimo ;)
Al fina estoy de vuelta después de mi semana se ausencia. No he podido estar más liada, de verdad... Estos días han sido imposibles... corriendo de un lado para otro... pero bueno, ya ha pasado, al menos por el momento.
¿Qué os ha parecido el capítulo? Sé que me he retrasado un poco, pero aquí lo tenéis, como dice el refrán: "Más vale tarde que nunca".
¿No os entran ganas de comeros a ese Ed tan sensual? Por favor, q me parta en dos si no me provoca con esas simples caricias...
¿Qué creéis que pasará ahora? Al parecer, todo está saliendo de maravilla para este parejita feliz, pero... ¿durará por mucho tiempo?
Os tengo que comunicar, q el jueves, cuando suba el siguiente de INOLVIDABLE, publicaré, al fin, la encuesta para saber vuestra opinión sobre el epílogo de la historia. Como ya sabéis, es mi primer fic y le tengo un cariño especial e incondicional y quiero que vosotr@s entréis en esa decisión.
Bueno, ya os iré contando ;)
Le dedico este capítulo a tod@s mis lectores. Ahora no voy a ponerme quisquillosa a nombraros porque os lo merecéis tod@s por mi larga ausencia ;)
Muchos besos y abrazos,
Romiina R. 

  


lunes, 26 de noviembre de 2012

PASIÓN DE NAVIDAD*.*


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¡¡Muy buenas a tod@s!!
¿Qué tal estáis? ¿Cómo ha ido ese fin de semana?
Yo lo he tenido bastante movidito y sigo igual, pero bueno... ahora mismo acabo de sentarme para comenzar a escribir el nuevo capi de INOLVIDABLE, q por cierto lo tendréis en unas horas.
Os hago esta entrada promocional para contaros las buenas nuevas del blog EL CLUB DE LAS ESCRITORAS.
Como ya sabéis, estoy entre esa larga lista de escritoras q hacen posible sus sueños: poder promocionarse más y mejor. Y sobretodo, componer un club MARAVILLOSO, de amigas y seguidoras, del cual estoy encantada.
La cuestión es se acerca la fecha de la publicación de la nueva antología del CLUB DE LAS ESCRITORAS, q por tiempo, no he podido participar en ella.
La antología se llama "PASIÓN DE NAVIDAD" y su lanzamiento tendrá lugar el 10 DE DICIEMBRE, q estará disponible GRATIS en formato Kindle y PDF e impreso a PRECIO DE COSTO, sin q nadie se lleve beneficio de ello. 
Sólo tenéis q entrar en el blog o PINCHAD AQUÍ para ir siguiendo el transcurso de su publicación. De esta forma, tendréis la oportunidad de leer a varias autoras, q seguro, seguro, serán FANTÁSTICAS ;)
Nos leemos dentro de muy poco con mi incondicional INOLVIDABLE.
Muchos besos y abrazos,
Romiina R.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Capítulo 6: Encrucijada*





Un mundo al que jamás pensé poder pertenecer… unas posibilidades infinitas ¿Qué hacer cuando sin esperarlo se te presenta una gran oportunidad que puede cambiar el rumbo de tu vida? ¿Estaría preparada para todo lo que ello conllevaba? ¿Sería capaz de superar todos los obstáculos añadidos y alcanzar ese sueño? ¿Sería realmente lo que querría para mi vida o lo que querrían otras personas?
Mi vida en una encrucijada; varios caminos a escoger e infinitas posibilidades…. ¿Qué elegir? Mi vida siempre ha estado vinculada a la piscina, pero de un modo secundario, es decir, como un hobby. Nunca se me había pasado por la imaginación verlo de un modo totalmente distinto….hasta que te dan esa oportunidad tan increíble que nunca te imaginas…un sueño que jamás hubieras pensado que fueras o serías capaz de lograr…que quedaba a años luz de creer en él.

Pues bien, hace ya bastantes años se me dio esa oportunidad. Había estado desde que era pequeña yendo a aprender a nadar, en un principio, y después, (cuando termine de aprender) siguiendo con ella para poder perfeccionar mi estilo de nado. En esos tiempos, me consideraba que no era muy buena….sino una más de las que me encontraba allí…nunca había tenido muchas oportunidades, por no decir casi ninguna, de destacar en algo y, lo más importante, de decir que era realmente buena en ese algo.
Hasta que un día como otro cualquiera después de mi entrenamiento diario, vine a encontrarme al salir de la piscina con una visita de lo más inesperada…


Chic@s, ante todo disculpad el retraso....pero he tenido un día bastante complicado y la inspiración me ha venido en el último instante....como veréis es una historia que tiene varias partes....así que espero que la disfrutéis tanto como yo.. de que creéis que se trata???? Cuál pensáis que es esa oportunidad???? Pronto se sabrá. 
Espero que os lo paséis genial este fin de semana....Este capítulo va dirigido y dedicado a tod@s los que seguís este blog sin excepción!!!!
Muchos besos y abrazos para tod@s, chic@s!!!!
Nos vemos por aquí!!!
CM 

viernes, 16 de noviembre de 2012

Capítulo 5: Una gota de felicidad




El día de Año Nuevo (cuando tendría como unos 8 años) descubrí un pequeño resquicio de lo que se podría llegar a entender por la palabra felicidad – un instante que compartí con uno de mis seres queridos y que he tomado como una tradición; tradición que, en todos estos años he seguido y seguiré realizando-; tal vez, por la sencilla razón, de que es una manera de que él esté conmigo, a mi lado, de recordarlo y de hacerle ver que aún, a pesar de todos estos años lo amo y lo quiero como el primer día.

Flash Back

Era una noche de un frío y lluvioso día de nochevieja, cuando en mi casa nos preparábamos para acudir ineludiblemente y como cada año, a una cita con la familia.

Casi podría decirse que era como una rutina todos los años; primero, pasábamos por casa de los abuelos (paternos o maternos, según el año) para la cena y después para la toma de las uvas en casa de mis otros abuelos y así un año y otro.

Me encantaba esa tradición familiar, aunque a algunos les pudiera parecer ridícula ..me gustaba poder tener la oportunidad de visitar a toda mi familia en un mismo día...era simplemente, uno de los días más felices.

Pues bien, cuando mis padres y yo terminamos de tomar las uvas con mis abuelos paternos, Carmen y Charlie y el resto de la familia y, antes de que el cansancio me venciera, decidí hacer la correspondiente pregunta a mi madre que, después de esta ocasión, le haría, posteriormente, casi todos los años:

-Mamá, ¿podría quedarme hoy a dormir aquí, por favor?-

Mi madre, mirándome con una cara de “me extraña que no me lo hubieras preguntado antes, ya estabas tardando” me contesto:

-Cariño, es mejor que te quedes en casa...además, ya sabes que mañana tenemos que ir a visitar al resto de la familia porque tenemos almuerzo familiar-

Acurrucada en los brazos de mi abuela Carmen y con una cara de perrito abandonado, le respondí:

-Mamá, porfisss, te prometo que me portare bien...pero déjame quedarme, anda....-

Mi madre dando un gran suspiro se apresuró a contestarme...pero antes de que pudiera hacerlo, mi abuela le respondió con una gran cara sonriente:

-Déjala quedarse, sabes que disfrutamos muchísimo cuando se queda aquí...además, a Charlie y a mi nos encanta pasar tiempo con ella; en especial, a Charlie en la biblioteca. Además, ella jamás molesta; siempre se porta muy bien. Mañana, si quieres, puedes pasar a recogerla antes de ir a casa de tus padres. ¿Te parece bien?

-Déjala que se quede....estoy seguro de que se portará estupendamente,como siempre....además, disfrutamos todos viéndola estar en esta casa....es un pequeño ángel-, dijo acto seguido Charlie con una gran sonrisa en su rostro.

Mi madre dando la batalla por pérdida y, sabiendo que no iba a conseguir nada, respondió:

-Está bien...pero mañana te vendré a buscar para comer con el resto de la familia y no me vale un no por respuesta, ¿entendido?

Mi cara sólo podía reflejar toda la felicidad que mi pequeño cuerpo albergaba...no podía estar más feliz porque iba a pasar una noche con mis abuelos y con una de mis tías favoritas, Rosalie, que en ese momento aún vivía con mis abuelos.

Lo único que hice como respuesta a lo que me había dicho mi madre fue aclamar un yuju enorme seguido de una sonrisa reflejada en mi rostro que delataba mi cara llena de felicidad y, a lo sumo, contestarle un escueto “si” con un asentimiento de cabeza.

El día de Año Nuevo, me desperté en la habitación de mi tía en casa de mis abuelos. Siempre he sido de ese tipo de personas que suele decirse que tienen el sueño bastante ligero....podría decirse que soy capaz de despertarme con casi cualquier ruido que escuche cercano a mí....

Me desperté oyendo que una persona se dirigía al salón de la casa por el inmenso pasillo y abriendo la puerta corredera que daba acceso a él. Con la curiosidad en el cuerpo y sabiendo que aún era temprano, pues, el sol aún no terminaba de alzarse por el horizonte y los reflejos aún no incidían en la habitación a través de la ventana, decidí levantarme y saciar mi increíble curiosidad.

Así pues, me levanté y yendo descalza por el suelo e intentando no hacer mucho ruido, para que el resto de la familia no se despertará, salí de la habitación y me dirigí al salón o comedor de la casa. Cuando llegué frente a la puerta, se albergó en mi cuerpo un momento de duda y de miedo, pensando que no estaba bien espiar a los demás y que debería seguir durmiendo....pero todos estos sentimientos fueron vencidos por la curiosidad...por el deseo de saber quién era la persona que se despertaba tan temprano después de acostarse tan tarde en la noche anterior y qué estaría haciendo...tal vez, yo también podría divertirme un poco y aprovechar.

Me arme de valor pensando que si me echaban la bronca por haberme despertado temprano y por estar en un sitio y en un momento que no debería estar, podría pedirles perdón por la intromisión y regresar por donde había venido.

Con todos estos pensamientos, abrí la puerta y asome lentamente la cabeza descubriendo la figura de mi abuelo en el gran sillón negro de cuero del gran salón-comedor de la casa. Me acerqué caminando lentamente, hasta quedar frente al gran costado izquierdo del sillón, descubriendo para mi asombro que mi abuelo estaba viendo música clásica.

Apareciendo una pequeña sonrisa en mi rostro por mi reciente descubrimiento y pensando que yo también podría disfrutar de mi afición por la música clásica que, casualmente, él me había inculcado, me senté en el gran sillón acurrucándome justo a su lado.

Ninguno de los dos dijimos nada....su único movimiento durante ese lapsus de tiempo fue de su brazo que se aferro a mi pequeño cuerpo, a mis hombros, para dándome un abrazo acercarme aún más a su cuerpo... permanecimos en un silencio sepulcral disfrutando de ese momento de paz y de felicidad que nos embargaba....

Después de ver y disfrutar todas las actuaciones con los ojos como platos y pensando que aquellas bailarinas parecían muñecas de porcelana, frágiles, sutiles y delicadas con la elegancia de un cisne, mi abuelo se dispuso a bajar el volumen de la televisión y volviéndose para mirarme, me preguntó:

-¿Te ha gustado?-

Me quede muda....mi voz se había atorado en mi garganta por todas las maravillas que había visto en ese momento. Después de un minuto, que a mi parecer había sido una eternidad, le miré directamente a los ojos y con un levantamiento de las comisuras de mis labios, le respondí:

-Sí, claro que si, abuelo....me ha gustado muchísimo-

Dicho esto, gire mi cabeza hacia el televisor y fruncí el ceño por unos pensamientos que en estos momentos colapsaban mi pequeña cabeza con ciertas dudas.

Él viendo mi expresión, se atrevió a preguntarme:

-¿Qué pasa? ¿Es que acaso no te ha gustado?-

-No, claro que no, abuelo...es sólo que no entiendo porque en un concierto de música clásica salen bailarinas y bailarines...es la primera vez que los veo...¿no crees que es un poco raro?-

Ante mi inusual pregunta y mostrándome una sonrisa torcida en su rostro, me respondió:

-Porque este no es un concierto como cualquier otro, éste es especial-

-¿Y por qué es especial?-, pregunté

-Porque sólo se realiza una vez al año y llega a ser un momento muy especial para aquellos que disfrutan de la música clásica. Es uno de esos recuerdos que permanece en tu memoria y de los que siempre esperas poder disfrutar una y otra vez cada año de tu vida-

-Y a todas éstas me puede decir señorita, ¿qué hace usted levantada tan temprano?-

-mmmm...es que verás....yo...es que oí a alguien levantarse muy temprano y no pude aguantarme la curiosidad y vine a dar contigo-

Después de una carcajada y una sonrisa alojada en su rostro, me comentó:

-mmmm, tú y tu curiosidad y tu disposición de no poder seguir durmiendo más allá de las siete de la mañana....pero, aún así, me alegro mucho de que hayas venido y hayas compartido el concierto de año nuevo conmigo....es un momento del que no podremos disfrutar hasta dentro de un año, cuando se celebre nuevamente, en Viena...una de las ciudades y la capital de Austria-

-ohhhhh que lástima....me ha gustado muchísimo...me gustaría poder verlo todos los días....-

-Abuelo, ¿y si hacemos una cosa?-

-¿Qué cosa mi pequeña?-

-Y si prometemos ver el concierto de Año Nuevo todos los años....como una ocasión especial...sólo nosotros como hoy....¿qué te parece?- le pregunté con un poco de apuro en mi voz y con la esperanza y el miedo....ambos, apretando fuertemente mi corazón, esperando su respuesta.

Él, sorprendido por mi pregunta y mostrándome una sonrisa radiante que le hacía resplandecer hasta sus oscuros castaños ojos, me respondió:

-Más vale que tu abuela no se entere que te has despertado tan temprano, pequeña....sino, me mata. Esta bien, será un secreto entre nosotros, ¿te parece?-

Yo no pude responderle nada....

Después de que mis oídos captaran lo que había entendido como su respuesta y mi mente entendiera  absolutamente, todo lo que había dicho, lo único que pude hacer fue aferrarme a él y darle un abrazo...una simple demostración de todo lo que sentía....él, recibiendo mi abrazo, pasando sus enormes brazos por mi pequeña cintura y acercando su rostro, su nariz, a mi pelo para, posteriormente, dar un suspiro y acariciarlo, exclamo las únicas palabras que ambos sentíamos, pero que a mi se me habían quedado atrapadas en la garganta, luchando a gritos por querer salir:

-Te quiero, pequeña-

Lo único que pude hacer frente a ese gran gesto de ternura y de cariño, fue exclamar con un bajito tono de voz, pero que estoy segura que él escuchó, lo siguiente:

-Yo también te quiero-

Después de esto, lo que hice fue dar gracias a dios por poder disfrutar de estos momentos, aferrarme un poco más, si cabía, entre sus brazos y girar mi cabeza hacia la puerta, para brindar una pequeña sonrisa, a quien en todo el momento de la conversación, había pasado desapercibida para nosotros y se encontraba apoyada en el marco de la puerta; mi abuela, la cual, nos observaba con unos ojos vidriosos llenos de felicidad y una sonrisa marcada en su hermoso rostro.

En ese instante, en mi pecho no cabía mayor albergo de felicidad que la que estaba viviendo hasta ese momento....era la niña más feliz del mundo. Hoy tenía una razón adicional por la cual amaba aún más a esas personas que habían sido como unos segundos padres para mí...había descubierto otro momento de tranquilidad y paz que disfrutaría eternamente, junto con el de la lectura....un momento que sólo era mio y de él...un momento, un instante que sólo nos pertenecía a nosotros dos.

Fin del Flash Back

Chic@s, os dejo el nuevo capítulo de Ganas de Vivir!!!! :) Espero que lo disfrutéis muchísimo y que os agrade tanto o más como a mi al recordar tan maravilloso momento. Espero que tengáis un gran fin de semana y que si vais al cine a ver Amanecer Parte 2, la disfrutéis muchísimo!!!! Yo la veré mañana y ya tengo unas ganas enormes, jejejejeje 
Por cierto, os he dejado en la parte del "chat" (por llamarlo de alguna manera) el programa en el que aparecieron ayer los tres protagonistas de Crepúsculo, por si no tuvisteis la oportunidad de verlo...la verdad es que fue bastante divertido, me reí muchísimo con Robert y Taylor :) 
Por cierto, ¿Cuál os pensáis que es la sorpresa que Romi nos tiene preparada? Estoy segura de que os va a encantar!!!! :)
Muchos besos y abrazos, a tod@s!!!! :D
Este capítulo va dedicado a tod@s sin ninguna excepción y, en especial, a Romi, a Yess, a mi niño y a Mari, por su incondicional apoyo y por sus muestras de cariño a lo largo de todo este tiempo. Muchísimas gracias a tod@s, por estar ahí siempre!!! :)