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Capítulo
37: Mimos dulces y sensuales…
Bella pov.
Nos lo
habíamos pasado de maravilla en la mansión Cullen, o mejor dicho, con nuestra
familia.
Después de
salir de la piscina y tomar el sol, con un Edward muy pesado untándome crema
todo el rato, pasamos a comer cuando Esme y Carliste llegaron.
¿Para qué
decir que me zampé todo lo que me pusieron por delante y más?
-¿Estás
cansada?- susurró mi hombre mientras acariciaba mi vientre.
-Un poco-
susurré tocando a Yuna que se encontraba justo al lado de mí, no se había
separado en todo el día… Supongo que haberla dejado aquí tantos días, había
hecho que se pensase que no iba a volver nunca a casa…
-¿Os
apetece quedaros aquí?- nos preguntó maternalmente Esme mientras se levantaba
de su sillón y se sentaba a mi lado.
-¿Quieres?-
me preguntó Edward mirándome directamente a los ojos.
-Vale- les
sonreí a ambos y Esme soltó un gritito de ilusión.
-Estupendo,
¿os apetece que haga lasaña?- miré a Esme con adoración y ella soltó una
carcajada- Bien… no hace falta que me respondas- me besó en la frente y se
sentó junto a Carliste.
-¿Ahora el
niño dela casa no tiene potestad para nada?- dijo burlón Edward y todos le
miramos con una sonrisa.
-Bueno… tú
siempre serás mi niño- le sonrió y le mandó un beso al aire.
-Me voy a
poner celoso, Esme- Carliste la miró con fingido enfado y sólo provocó que yo
soltase una risotada.
-Nah- Esme
le restó importancia con la mano y se acercó más a él- Tú eres mi hombre- le
sonrió y le besó suavemente en los labios.
Yo los miré
con adoración mientras con una mano tocaba a una Yuna dormida entre mis piernas
y con la otra, acariciaba la mano de Edward mientras que la suya acariciaba mi
vientre.
-Siempre he
querido tener una familia como ellos- susurré mirando a Esme y Carliste que
parecían estar en su mundo lleno de amor.
-Y lo
seremos, mi vida- me sonrió y me besó en los labios mientras su mano bajaba
hacia la mía- Para siempre- susurró tocando mi anillo.
-Si- le
sonreí feliz y uní nuestros labios dulcemente- ¿Te apetece dormir un rato
conmigo?- él asintió sonriente y se levantó con elegancia.
Edward me
tendió su mano y yo se la cogí con fuerza para poder levantarme.
-Dormid
todo lo que queráis, es muy temprano- nos dijo Esme a la vez que se levantaba
con Carliste- Nosotros nos bañaremos en la piscina- pude ver los ojos
centelleantes de Carliste y no pude evitar la risotada que salió de mi boca.
Estos dos
iban a consumar su amor de la mejor manera…
-Que
durmáis bien, niños- nos besó a cada uno en la frente y se llevó a un tímido
Carliste ante la atenta mirada de nosotros dos.
-Me encanta
que su amor no se haya ido ni un poquito y que sigan igual que el primer día-
Edward me sonrió y me besó en la frente mientras me cogía la mano y avanzábamos
hacia las elegantes escaleras.
-Nosotros
también seremos unos viejos y estaremos igual de enamorados- sonreí ante sus
palabras y le besé con mucha suavidad.
-Lo sé- le
besé una última vez y le empujé para que subiéramos las escaleras.
Entramos en
nuestra habitación y me quité el vestido y el bikini en el camino que iba a la
cama, escuchando un gruñido detrás de mí.-
-¿Te das
cuenta de que el hambre que tengo por ti es insaciable?- sus varoniles y
delicadas manos me cogieron por la cintura y me pegaron a su pecho- Vístete o
no soy responsable de mis actos- sonreí por sus palabras y puse mis manos
encima de las suyas, que se encontraban en mi vientre.
-Porque
tengo mucho sueño, si no, te violaba ahora mismo hasta perder el conocimiento-
me giré y enrollé mis brazos en su cuello, con gran dificultad gracias a mi
altura…
-Mmmm… me
gusta la idea- siseó entre dientes y yo ensanché aun más la sonrisa, totalmente
satisfecha por su respuesta- Vete a la cama y yo te llevaré la ropa- yo asentí
y le di un beso en los labios antes de separarme de él e ir hacia la cama- Sin
duda, ese cuerpo es un pecado mortal…- susurró mientras andaba con paso
decidido hasta la cama.
Gateé en
ella, provocando un gemido por su parte, y me volví para quedar boca arriba
tumbada en la cama.
Sonreí por
lo que le provocaba a mi hermoso hombre.
Cerré los
ojos mientras me tocaba la barriguita, que cada vez la notaba más en todo su
esplendor y sentí cómo se hundía la cama por el lado derecho.
-Es una de
las imágenes más hermosas que tendré grabada en mi memoria- susurró dejando lo
que sería mi ropa y sus dedos alcanzaron la desnuda piel de mis brazos- Tienes
una piel tan suave… me recuerda a la escena del Titanic dónde él la retrata a
ella totalmente desnuda- abrí los ojos por la magnífica comparación y lo miré
directamente a los ojos.
-Dudo mucho
que sea tan hermosa como ella- susurré tocando su incipiente barba, haciéndome
cosquillas en los dedos.
-Eres mucho
más hermosa que ella- me sonrió torcidamente antes de besarme en los labios
cálidamente.
-Te amo-
dejé mi mano caer y sentí un cansancio enorme, tanto que lo último que escuché
fue un “Te amo, descansa, princesa”.
Edward pov.
Se quedó
completamente dormida cuando mis dedos acariciaron el costado de su cuerpo.
Sonreí ante
la imagen tan hermosa.
Bella tenía
los labios entreabiertos, invitándome a besarlos y perderme en ellos, con sus
mejillas sonrosadas y sus preciosos ojos cerrados, mostrando esa línea negra,
totalmente perfecta, enmarcando sus pestañas.
Era
completamente hermosa.
Descendí mi
mirada hacia sus pechos, Dios… sus pezones sonrosados también me invitaban a
chuparlos y perderme en la suavidad de ellos. Seguí descendiendo y me encontré
con su bultito de abdomen.
Dios… sólo
se notaba un poco, pero era lo más maravilloso del mundo entero.
Seguí
admirando su cuerpo por minutos, tal vez por horas, no lo sé, deleitándome con
la belleza perfecta encarnada en mujer. No había nada sexual, simplemente amor,
mucho amor.
Sonreí.
Cogí el
sencillo tanga de algodón, con la cara de un osito justo en el centro, y se lo
puse con mucho cuidado de que no despertara. Ese tanga no era para nada
erótico, pero en su cuerpo, era el total pecado entre la inocencia y la
sensualidad…
La volví a
acomodar y cogí una camiseta de algodón de tirantas, del mismo tono que el
tanga, y se la puse con un cuidado extremo, no quería despertarla en absoluto.
Me levanté
de la cama, despacio, y me quité el bañador mientras me encaminaba hacia el
armario. Cogí un bóxer y me lo puse con rapidez para meterme en la cama con mi
mujer.
No sé
cuándo me quedé dormido, pero lo último que vi fue su perfecta cara relajada
apoyada en mi pecho.
Sentí unas
cosquillas en mi pecho y en mi abdomen, delicadas y cariñosas y no pude más que
entreabrir un poco los ojos.
Bella
estaba dibujando figuras sin sentido en mi piel, quemándome con su toque con
ese simple detalle. Su boca estaba tornada en una sonrisa y sus mejillas
sonrosadas le daban una imagen angelical.
-Bebé, tu
papá es el ser más perfecto del mundo- susurró mientras con la otra mano
sujetaba con firmeza su vientre- Lo querrás tanto como lo quiero yo- sonreí
ante sus palabras y acerqué mi mano a su mejilla.
-Yo te amo
más que a mi vida, preciosa- susurré con voz un poquito pastosa y ella dirigió
su mirada hacia mí.
-Yo mucho
más- me sonrió y se acercó a mí, pegando su vientre a mi estómago- ¿Qué tal has
dormido, guapo?- me besó ligeramente en los labios y dejó su brazo en mi
cintura.
-Perfectamente-
le sonreí con su sonrisa favorita y le besé en la punta de la nariz- ¿Y tú?
-Bien, he
soñado que ya tenía a este pequeñín- se tocó la barriguita de manera adorable-
con nosotros- me sonrió.
-Ya sólo
falta la mitad- le aseguré y ella asintió sonriente.
-No sé qué
pasará cuando ya no lo tenga dentro de mí, Edward, será algo… desastroso…-
murmuró metida en sus pensamientos.
-Eso es la
depresión postparto- le cogí la barbilla y le obligué a que me mirase- Se te
pasará en cuanto lo tengas en tus brazos- me sonrió y me abrazó con mucha
suavidad, sintiendo todo el calor emanar de su cuerpo.
-Tienes
razón- susurró muy cerca de mi oído.
-Casi todas
las mujeres entran en pánico cuando eso sucede, mi vida, pero no te preocupes,
en cuanto veas su carita se irá todo eso- le besé en el tope de la cabeza y
ella suspiró.
-¿Por qué
me has puesto un conjunto de ositos?- susurró en mi oído y se separó un poco de
mí para mirarme- ¿Acaso así te es más fácil no sucumbir a tus necesidades más
primarias, Edward Cullen?- murmuró con voz burlona mientras alzaba su perfecta
ceja.
-Bueno… no
sé qué es peor…- la miré directamente a esos pozos chocolates que tanto amaba-
O un tanga de seda, totalmente seductor y sensual, o un tanga de ositos, donde
derrochas inocencia por todos lados- le dije totalmente sincero.
-Vaya… de
todas las respuestas que me imaginaba, ninguna era esa- sonrió y me besó en la
línea de la mandíbula con un beso húmedo.
-Quizás
será porque tu cuerpo es un pecado lleve lo que lleve- soltó una risotada que
hizo que su cálido aliento entrara en contacto con mi piel.
-Te amo,
hermoso- sus labios se acercaron a los míos de manera sensual y los unió de
forma inocente.
-Yo más
aun- le sonreí sobre sus labios y mis manos bajaron hacia su vientre- Buenas
tardes, pequeñín- susurré acariciado esa suave piel y como respuesta, obtuve
una patada.
-Le gusta
tu voz- me aclaró Bella totalmente emocionada y yo sonreí como un niño de siete
años en el día de reyes.
-Será
perfecto- le acaricié una vez más y besé a mi mujer con adoración.
-Aunque
deberías de darle las buenas noches- me aclaró burlona sobre mis labios y yo,
instintivamente, me giré hacia la ventana y me di cuenta que tenía razón, todo
estaba negro.
-Madre mía…
¿cuánto hemos dormido?- susurré pensativo.
-Pues… unas
cinco horas- me aclaró con una sonrisa y yo asentí.
-Creo que
ha sido mis cinco horas de sueño más reparadoras en estos días- ella asintió.
-Y que lo
digas, aquí se respira una paz, Edward…- hizo una pausa acariciando mi brazo-
Aunque supongo que estar aclarando las cosas poco a poco también ha influido-
se quedó totalmente callada y la miré extrañado.
-¿Qué
pasa?- me separé un poco de ella y la miré preocupado.
-Se le han
olvidado las pastillas, Edward- dijo alarmada y yo le acaricié la mejilla para
tranquilizarla.
-No te
preocupes, las cogí yo antes de salir de casa.
-¿Enserio?-
dijo sorprendida.
-Si, sabía
que mi madre nos diría que nos quedásemos- le aclaré y ella respiró más
tranquila.
-Joder… con
tanto sexo, se me han olvidado por completo-le sonreí por sus palabras y le
besé en la comisura de sus carnosos labios.
-Te las
tomas ahora y listo, no pasa nada- ella asintió y me besó en los labios con
hambre.
Nuestras
manos comenzaron a acariciar nuestros cuerpos y muy pronto, nuestras
respiraciones se agitaron notablemente.
-Dios…
tengo un hambre de muerte- susurró sobre mis labios cuando estuvo a punto de
bajar mi bóxer.
Yo sólo
pude sonreír.
-Bien,
vamos a comer entonces- cogí sus manos y se las besé con cuidado antes de salir
de la cama.
-Oh, por
favor, no puedo resistirme ante eso- señaló mi entrepierna y miré hacia abajo.
Pues si… mi
amiguito se había despertado de su repentina siesta.
-Hay tiempo
para eso, ahora tienes que comer- le aseguré y ella asintió mientras se mordía
el labio inferior.
-Malditas
hormonas… no paran de jugar con mi cuerpo a su antojo-se levantó sin ninguna
dificultad y salió de la caliente cama- Estoy hambrienta tanto de tu cuerpo
como de alimento…- sonreí más ampliamente.
-Hay mucho
tiempo, princesa, vamos o tu hijo te pateará el vientre más fuerte- soltó una
pequeña carcajada ante mis palabras.
-Tienes
razón, Cullen- joder… me ponía demasiado cuando me llamaba por mi apellido y ni
que decir cuando me llamaba Doctor…
Se encaminó
hacia el armario y sacó y pantalón de chándal de algodón.
-Esto
servirá- murmuró agachándose y poniéndose el pantalón en mis narices, con ese
movimiento de caderas sensual a la vez que tocaba su trasero con sensualidad.
-No me
provoques, Isabella- dije con voz demasiada ronca y ella se giró con cara
inocente y me miró de arriba abajo.
-Sin duda,
el mejor polvo de la historia- susurró guiñándome y comiéndome con la mirada.
Si no fuera
porque el puto móvil sonó, ahora la tendría bajo mi cuerpo mientras le hacía el
amor con ganas.
-Edward
Cullen- ni siquiera me fijé quien era, tan sólo tenía ojos para mi sexy esposa.
-¡Edward!- gritó mi hermosa hermana y sólo
pude sonreír.
-¿Qué tal,
Al?- Bella me sonrió con una sonrisa preciosa.
-Muy bien, un poco ansiosa, pero bien-
alcé una ceja.
-Tú siempre
estás ansiosa- Bella soltó una carcajada.
-¡Eres un imbécil, Edward Cullen!- gritó exasperada y sólo pude
sonreír de lado.
-Oh, vamos,
Al, tranquilízate- Bella alzó una ceja- Sabes que alterarte no es bueno para
Megan- le recordé y ella soltó un gruñido que me hizo reír.
-Da igual, tu querida sobrina tiene otros
pensamientos…- susurró y dejé de sonreír.
-¿Qué pasa,
tienes alguna noticia nueva?- Bella se acercó a mí y la abracé acercándola a mi
cuerpo.
-No, pero cada vez se mueve más y ya casi no
puedo dormir por las noches…- susurró antes de soltar un bostezo- Perdón.
-Joder… y
todavía te quedan algunos meses…- Bella me acarició la mejilla- ¿Has ido a ver
a Carmen?
-Si y me ha recomendado que me tome una tila doble
todas las noches, no quiero tomarme más pastillas de la cuenta- asentí a
pesar de que no me veía- Y hoy comenzaré
a tomármela… ella también piensa que nacerá antes de tiempo.
-Es lo
mejor, la tila es natural, Al, y seguro que te tranquiliza un poco y podrás
dormir- suspiró cansada- ¿Te han hecho más ecografías?
-Si, está perfectamente bien- volví a
asentir mientras acariciaba el costado de Bella- Estoy de veinte y dos semanas exactamente- sonreí.
-Lo sé,
siempre reviso tu historial cada vez que voy al hospital- ella suspiró.
-No sé cómo te soporta Bella con lo pesado
que eres…- dijo con voz burlona y yo sonreí más ampliamente.
-Porque me
ama- Bella me miró con un brillo especial.
-Lo sé… os amáis- le acaricié la mejilla
a Bella- Qué cabeza tengo…- alcé una
ceja- No os he preguntado por nada de la
declaración de Bella… ¿qué tal ha ido?
-Bien, muy
bien, tenemos casi todo a nuestro favor- ella suspiró de alivio.
-Menos mal… ¿y cuándo es el juicio?
-En unos
días, nos tiene que llamar el abogado.
-Entiendo, dile a Bella que tranquila y que
le quiero mucho, avisadme con lo que sea.
-Si, no te
preocupes, tú sólo preocúpate de ti y de Megan- soltó una risilla.
-Es imposible no hacerlo con Jasper a mi lado-
sonreí, mi amigo se parecía mucho a mí en ese aspecto.
-Mejor,
espero que te esté cuidando como te mereces.
-Más de lo que debería- hizo una pausa- Dile a Bella que mañana iré a vuestra casa,
que tengo un chándal precioso para mi sobrinito- rodé los ojos.
-¿Todavía
piensas que será un niño?- Bella soltó una risilla.
-No lo pienso, es un niño- me aclaró muy
segura- Es de Mickey y es una monada-
sonreí imaginándome el trocito tan pequeño de tela.
-Vale, se
lo diré- miré a mi bella esposa.
-Os quiero muchísimo, descansad y no
despertéis a mamá y a papá con vuestros gemidos- soltó una risotada y me
colgó.
-Maldita
enana…- susurré dejando el móvil encima de la cómoda.
-Es
adorable- murmuró Bella con una sonrisa.
-Si-
reconocí.
-¿Qué te ha
dicho?- inquirió con un deje de preocupación.
-Que nos
quiere mucho- me sonrió- Y que mañana va a venir a casa a traernos más ropa
para su sobrino- ella rodó los ojos.
-No se da
por vencida, ¿eh?- negué sonriente- Como sea una niña… me voy a reír de lo
lindo- solté una carcajada- Vamos a tener que salirnos de casa para colocar
toda la ropita- asentí y le besé en la frente suavemente.
-Da igual,
no le faltará de nada- me sonrió y me besó ligeramente en los labios- Vamos a
comer, princesa- ella asintió y me cogió de la mano a la vez que tiraba de mí
para salir de la habitación.
-Entonces…
¿piensas que Megan nacerá antes de tiempo?- preguntó cuando nos faltaba un
escalón por bajar.
-No lo sé,
a lo mejor sólo es que es muy revoltosa y no para de moverse- ella asintió.
-Pero… los
fetos no suelen ponerse en esa posición hasta el séptimo mes, ¿no?
-Exacto, es
por eso que es muy raro que Megan ya tenga su cabecita encajada en la pelvis de
Alice-ella me abrazó.
-Pero, nacerá bien, ¿verdad?- su voz estaba un
poco asustada y la separé de mí lo suficiente para mirarle a los ojos.
-No te
preocupes, si nace con siete meses, no será ni la primera ni la última, además
de que Megan es más grande de lo normal- Bella asintió y me besó en los labios.
-Buenas
noches, hijos- nos separamos y vimos a mi padre apoyado en el umbral de la
puerta que daba a la cocina.
-Buenas
noches- dijimos los dos al unísono y se acercó a nosotros y nos abrazó.
-¿Habéis
hablado con Alice, no?- se separó de nosotros y nos sonrió.
-Si, ¿te
habrá contado que no puede dormir, no?- Bella me miró sorprendida y la apreté
contra mi cuerpo.
-Si, espero
que la tila le surta efecto- asentí.
-¿Por qué
no puede dormir?- preguntó al fin y mi padre y yo la miramos.
-Al parecer
Megan no para de moverse y le es imposible dormir- Bella relajó los músculos de
su cuerpo, tranquilizándose.
-Pobre…-
susurró.
-No tenemos
que preocuparnos, es normal que pase eso y más contando cómo es Alice de
nerviosa- murmuró mi padre y Bella y yo asentimos con una media sonrisa.
-Tienes
razón, Jasper estará desesperado…- murmuró Bella con preocupación.
-Él es la
única persona que puede tranquilizarla- mi padre me sonrió mientras asentía.
-Y que lo
digas- dijo mi padre- Iba a subir para preguntaros si teníais hambre- Bella
sonrió con un brillo especial en los ojos.
-Estoy
muerta de hambre- susurró provocando que mi padre y yo soltáramos una carcajada
enorme.
-Pues no se
hable más, vamos- mi padre nos dejó pasar primero y nos encaminamos hacia la
cocina.
-Hola,
Esme- Bella se soltó de mi mano y se acercó a mi madre para darle dos besos en
las mejillas.
-Hola, mi
vida- le sonrió y le abrazó maternalmente- ¿Cómo te encuentras?
-Muy bien-
ensanchó su sonrisa.
-Muerta de
hambre- susurró mi padre, provocando una carcajada por mi parte, a lo que Bella
me sacó la lengua infantilmente- Hola, mamá- la saludé cuando Bella se separó
de ella.
-Hola, mi
amor- me sonrió y me abrazó maternalmente- Te quiero tanto, hijo- susurró y yo
la apreté más contra mi pecho.
-Y yo a ti-
me separé de ella y le besé en la frente.
-¿Habéis
hablado con Alice?- asentí- Mi niña…- susurró preocupada- Megan va a ser igual
de revoltosa que ella- todos sonreímos- Bien…- nos sonrió a los tres- ¿Qué os
apetece cenar?- todos pensamos y mi madre sonrió más ampliamente-¿Qué tal
medallones de merluza con salsa de finas hierbas?
-Estaría
encantada- susurró Bella con cara muy alegre, parecía que tenía en los ojos el
símbolo del dólar.
Sonreí.
-Estupendo-
sacó del cajón su delantal y se lo puso- Vosotros dos- nos señaló a mi padre y
a mí- Vais a poner la mesa- los dos asentimos sin opción a réplica, lo que
provocó que Bella soltara una carcajada enorme.
-Yo te
ayudaré y no acepto un no por respuesta- Bella cogió un delantal del mismo
cajón que mi madre y ésta asintió sonriente.
-Vaya dos…-
susurró mi padre mientras cogía el mantel y yo las servilletas y los cubiertos.
Tuve que
sonreír.
-Te he
escuchado, Carliste- dijo mi madre con un intento de voz severa a lo que Bella
soltó una nueva carcajada.
-Déjalos,
nos aman igual- susurró Bella en el oído de mamá, aun así lo oí.
Sonreí.
Pusimos la
mesa rápidamente y nos sentamos en los taburetes de la barra de la cocina,
viendo cómo nuestras mujeres se movían en la cocina con total soltura.
Miré a
Bella detenidamente, era la mujer más hermosa que había visto jamás…
Parecía una
diosa incluso con ese pantalón de chándal holgado y esa camisa de algodón
sencilla, nada que ver con sus estrechos vestidos y sus altísimos tacones, aun
así, irresistible…
-Cierra la
boca, Edward, o te entrarán moscas- susurró mi madre pillándome de lleno y
Bella me miró coquetamente mientras me sonreía de manera sensual.
Sólo pude
sonreírle como un niño bueno.
Una media
hora después, la comida estaba lista y
colocada debidamente en cada plato. Nos sentamos en la enorme mesa, quedando
Bella justo enfrente de mí, mi madre a mi derecha y mi padre a mi izquierda.
Comenzamos
a comer entre risas y hablando de todo un poco, olvidándonos de lo que se
avecinaba completamente, aunque mi mente estaba en el juicio, no podía
evitarlo, tenía que salir bien, iba a salir bien.
-¿Cuánto
días me has dado de baja, papá?- le pregunté antes de meterme un trozo de
merluza en la boca.
-Indefinido-
me sonrió y bebió un poco de vino blanco- Te he dicho que no te preocupes, que
estés el tiempo que sea necesario cuidando a Bella.
-No quiero
que estés los seis meses de embarazo que me quedan sin trabajar- me aseguró
Bella mirándome directamente a los ojos- Quiero que estés a mi lado, por
supuesto- me dedicó una media sonrisa- pero quiero que hagas tu vida como
siempre- hizo una pausa mientras me cogía la mano que descansaba encima de la
mesa- Entiendo perfectamente que quieras estar conmigo este mes que tengo que
estar en reposo, pero nada más- me apretó la mano.
-Bella
tiene razón- murmuró mi madre- Entiende que ella quiere recuperarse y que
hagáis vuestra vida normal, hijo- asentí y le apreté la mano a mi esposa.
-Además-
intervino mi padre- Bella estará perfectamente bien en un mes, no hay de qué
preocuparse- me sonrió cálidamente y yo le devolví la sonrisa.
-¿Os habéis
puesto de acuerdo, verdad?- los tres negaron a la vez mientras sonreían.
-No, hijo,
pero Bella tienes razón.
-Lo sé,
pero tenéis que entenderme, es mi hijo, soy primerizo y me asusta todo lo que
pueda pasarle- susurré preocupado mirando la media sonrisa de mi bella esposa.
-Haremos
una cosa- dijo mi madre después de haberse limpiado la boca pulcramente- Si
Bella quiere- miró a mi esposa- Yo iré todas las mañanas a verla- Bella iba a
protestar, pero mi madre levantó su mano para que la dejara seguir- Cuando
tenga que ir a trabajar, vendrás conmigo- hizo una pausa- Y cuando Edward tenga
guardias en el hospital, me iré contigo allí o tú vendrás aquí, ¿qué te parece?
-Me parece
bien- susurré con una sonrisa y Bella soltó mi mano.
-Aclaremos
un punto…- intervino con voz tranquila- Para empezar, Alice tiene un embarazo
más avanzado que yo y no ha pasado nada de esto- iba a replicar, pero no me
dejó- Sé que a Alice no le ha pasado nada de lo que me ha pasado a mí, pero me
siento mal que modifiquéis vuestra vida por mí- hizo una pausa- Me parece bien
que estés conmigo- miró a mi madre- Y te lo agradezco, pero sólo cogeré tu
opción para las noches que Edward tenga guardias o si quieres, algún día que
quieras acompañarme, sabes que me encanta que estés conmigo, pero no quiero modificaros
nada de vuestra vida- me miró a mí y me volvió a coger la mano con fuerza.
-No voy a
obligarte a nada, hija- le sonrió- Estaré contigo tanto como quieras, te
entiendo perfectamente- se levantó de su lugar y se acercó a Bella para abrazarle
con cariño- Estaré contigo las noches que Edward tenga guardia y los días que
tenga libre- Bella asintió sonriente y me miró directamente a los ojos.
-Vale…
supongo que es mejor que nada…- mi padre soltó una risotada y Bella rodó los
ojos de manera adorable.
-No me
hagas arrepentirme, Cullen- mis padres al escuchar esto, se descojonaron de
manera casi cómica, doblándose de la risa y mostrando sus perfectos dientes.
-Eres tan
cabezota…
-Si, aun
así me amas- me sonrió feliz y yo le besé el dorso de la mano.
-Si, más
que a mi propia vida- le sonreí torcidamente y me levanté para rodear la mesa y
cogerla en peso sin ninguna dificultad- Te amo- le susurré antes de besar esos
carnosos labios que me volvían loco.
Cuando ya
no pudimos respirar por más tiempo, nos separamos y Bella me dedicó su perfecta
sonrisa radiante.
-Te amo-
susurró mirándome con mucho amor.
La bajé con
mucho cuidado al suelo y le besé en la frente antes de separarme completamente
de ella.
-¿Qué os
apetece de postre?- murmuró mi madre mientras abrazaba a mi padre por la
espalda, enrollando sus brazos en su cuello.
-Helado-
murmuró Bella con voz sensual y yo la miré completamente anonadado.
-Quizás… ¿Un
Ben & Jerry´s de Cookie Dough? – Bella se giró hacia mi madre y le dedicó
una sonrisa tan ancha que temía que le doliese.
-¡Por
supuesto!- hizo una pausa- ¿Cómo lo has sabido?
-Tengo mis
contactos…- dijo como si nada y todos soltamos una carcajada.
Cogí a mi
esposa por la cintura y la acerqué a mi cuerpo.
-Todavía me
acuerdo de la última vez que te comiste el dichoso helado…- susurré con voz involuntariamente
ronca y ella me miró con los ojos oscurecidos.
-Me
encantaría repetirlo- susurró muy cerca de mi oído y su perfecta uña pintada de
rojo rozó el lóbulo de mi oreja de manera sensual…
Joder…
¿Cómo
carajo iba a tener autocontrol con esta provocación hecha mujer?
Sonreí con
su sonrisa favorita…
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¡Buenas!
Después de unos días con un susto, ajetreo y sin tiempo para nada, al fin estoy de vuelta de esta "pequeña pesadilla". Antes que nada tengo que agradecerles a todas mis chicas por haberse preocupado por la salud de mi madre, ¡Mil gracias, chicas, vuestras palabras de apoyo me han servido de mucho! C:
Ya está en casa, descansando para poder recuperarse lo antes posible y dándole todos los mimos que podemos.
El capítulo ha estado cargado de dulzura y sensualidad por todos lados, como bien lo dice el título del capítulo :D
¿Quién no ha soñado nunca con un Edward así? Con ese Edward no me importaría quedarme embarazada todas las veces que él quisiera :D
Bueno... ahora lo que queda es la incógnita de todo... ¿Qué pasará en el juicio? ¿Saldrá libre James o saldrá culpable?
Creo que llegará al capítulo 45 C: Como esperaba, perdonad, pero estoy alargando un poco la historia porque no quiero que acabe, me sentiré bastante mal por acabar mi primer fic, pero todo tiene su final... Además de que creo que la historia se merece contarla con todo lujo de detalles ;)
Le dedico este capítulo, en primer lugar, a YESS, cariño mío, espero que ya estés más animada y que todo haya salido estupendamente. Sabes que siempre estaré aquí para apoyarte :D Espero que te haya gustado el capítulo de ¿AMARTE U ODIARTE? Ahora me pondré con el apartado de tus fabulosos poemas :D Es un regalo especial para el blog y en lo personal, para mí, de esa forma, tendré mi droga personal todavía más cerquita :D Te quiero muchísimo, guapísima.
En segundo lugar, para LOURDES, nena, me caes estupendamente, te agradezco muchísimo todos tus comentarios y sobretodo que te hayas abierto a mí contándome un poquito de tu vida :D Ayer disfruté mucho cuando hablé contigo. Tus palabras me han calado muy hondo. Tengo muchas ganas de comenzar una nueva historia contigo, será diferente y preciosa :D Muchos besos y abrazos, ya nos vemos a las nueve o así en el msn, guapísima. Eres una personita muy especial C:
En tercer lugar, para ANALIE, nena, perdóname que no haya ido a recoger tu hermoso premio, pero como habrás leído, me ha sido imposible, esta tarde espero tener un hueco en mi ajetreada agente de escritura :D y recogerlo. Muchas gracias por tus palabras de aliento, espero verte muy pronto pro aquí. ¡Muchos besos y abrazos! ¡Tq, guapa!
En cuarto lugar, para GEM, nena, mil gracias por tus palabras, has estado pendiente en todo momento por la salud de mi madre, como todas vosotras, gracias, eso ha sido un detallazo por tu parte. Espero que hayas disfrutado el capítulo y que esperes con ansias el próximo :D Muchos besos y abrazos, cariño.
Y en quinto lugar, para LUMY, cariño, muchas gracias por tus palabras también, han sido mágicas y sencillas, me han llegado al corazón. Gracias pro seguir entrando en el blog y leyéndome, no me has olvidado :D Yo tampoco te olvidaré nunca, guapísima. Espero que te haya gustado el capítulo. Muchos besos y abrazos.
Y a tod@s l@s demás, ¡GRACIAS POR SEGUIR ENTRANDO Y SEGUIR LEYÉNDOME, ESO ME DA PIE A QUE OS GUSTA LO QUE ESCRIBO :D! ¡GRACIAS!
Millones de besos y abrazos,
Romiina^.^
Romina,
ResponderEliminarMe ha encantado el capí!!!! como bien dijiste, está lleno de ternura y de emoción....me encanta ese Edward tan cariñoso y romántico...preocupándose por cualquier detalle y en general, por todo :)
Me alegra saber que tu madre esté bien recuperándose en casa...es una buena noticia después de todo lo que has pasado.
Espero que tengas una finalización de la semana menos ajetreada de la que has tenido hasta ahora :)
Muchos besitos niña y ánimo para todo lo que te viene!!!! :)
Me encantará seguir leyendo tus historias.
Muchos besitos,
Lourdes
ahhhhhh, por cierto, Muchisimasssss Graciassss por la dedicatoria!!!! Te lo agradezco un montón....la verdad es que a mi tb me ha encantado hablar contigo....espero que la historia salga bien y que les guste....ya tengo ganas!!!! :)
EliminarHola, cariño!!!
Eliminar¿Qué tal estás?
Acabo de tener un hueco libre y vengo a responderte a tu maravilloso comentario!!! Mil gracias, hermosa, por comentarme y seguir leyéndome, es algo q te tendré agradecida toda la vida y ni q hablar de tus clases de inglés :D ¡¡GRACIAS, ERES UNA PERSONA MUY ESPECIAL!!
La verdad q a todas nos gustaría tener a un Edward así... es una mezcla demasiado explosiva para ser verdad :D
Mi madre tiene un dolor muy fuerte en el costado, donde impactó el coche, pero bien, sigue recuperándose :D
Gracias por preocuparte por todo, eres un SOL, mi angelito de la guarda :D
En breve subiré MEZCLA DE SENTIMIENTOS, espero q te guste ;)
Muchos besos y abrazos,
Romiina^.^
¡¡EXPLOSIVO!! Mira que eh gritado de la sopresa, es una mezcla exacta y maravillosa de pasión y amor, sentimiento y cordura, es sublime lo que haz expresado hermana, ¿¡quién no quiere un amor así?!, como todo tiene sus dificultades pero por un Edward asi, todo lo vale ;)
ResponderEliminar¡¡QUIEN FUERA BELLA!! :P, tiene un maravilloso hombre a su lado, mi querida TODO <3 en verdad que tienes un don de palabra, este fic me es sinceramente INOLVIDABLE, es una maravilla y siempre me muero de ansias por más y más :D
¡Gracias por tan cariñosa dedicatoria mi niña!, sabes que te soy totalmente incondicional y que siempre que quieras me tendrás presente, eres una magnifica persona nena, nunca cambies :3 ,
ya eh publicado el capi de amarte u odiarte, espero te guste, estoy trabajando ya en el siguiente.
Te envié un correo, después lo revisas.
Besos y abrazos a montón.
Todo mi cariño.
Yess*.*
Romina, antes q nada espero q tu mami continue mejor, este capitulo ha sido muy tierno y con un hombre como Edward dan ganas de tener montones de benes como bien dices y q decir de la sensualidad q sesiente en todo el capi es super ardiente wao, bien hecho y ruego porque Tania y James paguen por lo q han hecho.
ResponderEliminarBesos Nena