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Capítulo
25: Fulminante. (CAPÍTULO CON LEMMON MUY RUDO)
Bella pov.
Me desperté
con el olor a mar viniendo a mis fosas nasales.
Sentí que
mi cabeza estaba apoyada en algo duro, pero muy cómodo, y por fin, abrí los
ojos, encontrándome con la cara de mi precioso osito apoyada en el tope de mi
cabeza.
Sonreí ante
la imagen tan hermosa.
Me moví lo
justo, para no despertarlo, y me acomodé mejor en su pecho, dejando mi cabeza
en medio de sus tonificados pectorales.
Dios… su
cuerpo era un puto pecado…
Su cuerpo
era absolutamente perfecto, con los músculos completamente tonificados y
marcados, haciéndolo el octavo pecado capital…
Volví a
sonreír.
Moví mi
mano y la acerqué a sus perfectos labios, tocándolos con la punta de mis dedos,
deleitándome con ese pequeño grosor y rojez por los besos de anoche…
Se movió un
poco y entreabrió sus labios, dándome de lleno, su cálido y dulce aliento. Era
increíble cómo su aliento, a pesar de haber dormido, seguía tan fresco y cálido
como siempre.
-¿Me cambio
el perfil para que puedas verme mejor?- susurró con voz soñolienta con los ojos
cerrados.
Yo sonreí
pícaramente y acerqué mis labios a los suyos.
-No hace
falta, ahí estás perfecto- susurré con voz sensual y él abrió sus preciosos
pozos azules.
-Buenos
días, princesa- me sonrió con esos hoyuelos marcados en sus mejillas, como un
niño pequeño adorable, y sus brazos agarraron mi cintura y me subió un poco
hacia sus labios- Te amo- susurró antes de posar sus dulces labios en los míos,
sin profundizarlo, simplemente mostrando todo el amor que sentía por mí.
Sonreí
sobre sus labios.
-Te amo- lo
miré y sus ojos brillaron de felicidad.
Me atrajo
más a su cuerpo y me abrazó con mucha fuerza, pero siempre siendo delicado. Mis
brazos se enrollaron en su cintura y pegué mi cabeza en el hueco de su corazón,
sintiéndolo tranquilo y sincronizado.
-Ha sido la
segunda mejor noche de toda mi vida- me separé un poco de él, lo justo para
poder mirarlo, y apoyé mis manos en su pecho, dejando mis piernas a cada lado
de su cuerpo.
-¿La
segunda?- alcé una ceja y él me acercó y me besó en la frente con una sonrisa.
-La primera
también la pasé contigo, preciosa- me miró y sus ojos volvieron a brillar como
antes, provocando una amplia sonrisa en mi rostro.
-¿Si?- él
asintió- ¿Y cuál fue?
-La noche
en queme entregaste tu cuerpo y le hice el amor- sonreí como una imbécil ante
sus palabras y lo besé con todo el amor que sentía.
Primero,
comenzó con un beso suave, sin prisas, pero nuestras lenguas comenzaron a
danzar en nuestras bocas, al igual que nuestras manos en nuestros cuerpos, y se
fue convirtiendo en un beso con hambre, voraz y pasional…
Demasiado
pronto para mi gusto, nos quedamos sin aire y nos tuvimos que separar, pero no
por eso dejamos de tocarnos…
Emmett hizo
una línea imaginaria desde mi barbilla hasta mi cuello, dejando besos húmedos
por cada trozo de piel que tocaba, haciéndome gemir y moviendo su mano hacia mi
centro humedecido.
-Emmett-
gemí cerrando los ojos y arqueando mi espalda cuando un dedo se introdujo en mi
cavidad tan necesitada, provocando que su delicioso miembro se introdujese en
mi bajo vientre.
Volví a
gemir.
-Dime qué
quieres y te lo daré- susurró con voz ronca mientras introducía un segundo dedo
y mis manos fueron hacia los pelos de su nuca y tiraron de ellos suavemente.
-Mierda…-
susurré sintiendo cómo me humedecía en sus dedos.
-Joder,
nena… estás tan húmeda- gimió y yo sonreí antes de atacar sus labios sin
ninguna piedad.
Mi mano
derecha bajó hacia su miembro excitado, totalmente desnudo y expuesto para mí,
y comencé a bombear suavemente, provocando que de su exquisita boca saliesen
audibles gemidos.
-Bella- sus
ojos me penetraron con la mayor de las lujurias y sacó sus dedos de mi cavidad-
Eres exquisita- murmuró con voz sexy antes de meterse los dedos, que había
metido en mi cuerpo, en su boca.
-Joder-
gemí enloquecida y no pude esperar nada más para sentirlo nuevamente.
Me alcé
suavemente, sintiendo su miembro acariciar mi clítoris y gemí mientras me
mordía el labio inferior. Mis manos se apoyaron en su fuerte y ancho pecho y lo
miré mientras iba bajando para deslizarme en su miembro.
-Espera- me
paró justo cuando su punta estaba a punto de entrar en mi necesitada cavidad.
-¿Qué
pasa?- le pregunté con una ceja alzada.
-Tengo que
ponerme el preservativo- hizo el amago de moverse para coger el dichoso
plastiquito, pero mis manos cogieron sus muñecas y lo paré en seco.
-No, no lo
necesitas- giró su cara para mirarme y alzó una ceja- Voy a tomarme la pastilla
del día después- le aclaré segura y él abrió mucho los ojos.
-Bella, no
hace falta que te tomes esa mierda- suspiré- Me lo pondré y dentro de unos
meses podrás tomarte las pastillas anticonceptivas- iba a deshacerse se su
agarre, pero yo ejercí más fuerza.
-No, quiero
sentirte completamente ahora- él volvió a mirarme y en sus ojos pude ver
contrariedad- Por favor, sólo será una vez- le supliqué y él pareció pensarlo y
apoyó su cabeza en la almohada, justo como estaba antes.
-¿Quién va
a conseguírtelas?- alzó una ceja.
-Hablaré
con Esme- me miró con un brillo especial en los ojos.
-¿Estás segura?
-Completamente-
le sonreí y acerqué mis labios a los suyos- Quiero que esta sea mi segunda
mejor mañana- le sonreí más ampliamente y él me cogió de la cintura y me fue
penetrando poco a poco mientras atacaba mis labios.
No era la
primera vez que lo sentía así, piel con piel, era la segunda, pero era como si
fuese la primera vez, esta vez iba a sentir cómo se derramaba en mi interior.
Gemí por
mis pensamientos y por la estocada de Emmett.
-¡Emmett!-
grité y él sonrió complacido agarrando mis caderas fuertemente y dejándome caer
sobre su miembro nuevamente.
-Eso es,
nena, grita mi nombre- susurró con voz ronca y sensual y yo apoyé mis manos en
sus fuertes brazos, sintiendo sus músculos en tensión y ayudándome a hacer el
vaivén perfecto.
-Em… mett-
gemí mirándolo profundamente a los ojos y vi lujuria y amor en los suyos. Un
amor incondicional.
Sonreí
sensualmente y saqué su miembro lo justo para que su punta quedase dentro y de
un golpe seco, me lo metí hasta que lo sentí en mi bajo vientre.
Joder…
Y todavía
quedaba un buen trozo fuera.
-Dios,
Emmett… es tan enorme- grité fuera de sí cuando comencé el vaivén frenético.
Mi culo
golpeaba, con fiereza, sus caderas, haciendo una fricción perfecta y el sonido
más erótico que había escuchado en toda mi vida. Sus testículos estaban
golpeando mi clítoris, sintiendo cómo se hundían en él. Y ni que hablar de su
miembro…
Mi cavidad
lo acogía con todo el espacio que podía, llenándolo por completo y sintiendo
que mis paredes interiores lo apretaban hasta casi asfixiarlo.
-Eres
demasiado estrecha, mierda…- la boca de Emmett se dirigió hacia uno de mis
pezones y lamió, succionó y mordió ese botón tan sensible de mi cuerpo.
-¡Emmett!-
grité frenética y sentí que mi orgasmo estaba muy cerca, demasiado cerca…
-Vente para
mí, nena- pidió con voz demasiado sensual y sus manos se dirigieron a mi
trasero, apretándolo y exponiéndome más a su palpitante miembro.
-Oh,
joder…- gemí sintiendo como el fuego que se estaba formando en mi bajo vientre,
se deshacía en cada fuerte estocada que sentía- ¡Emmett!- arañé sus anchos
brazos y me dejé caer en su ancho pecho, sintiendo cómo se tensaban sus
músculos alrededor de mi cuerpo mientras gemía mi nombre.
-¡Bella!-
gritó fuera de sí con una gemido gutural y sentí su cálido líquido derramarse
en mi interior, llenándome por completo-Joder…- murmuró cerrando los ojos,
totalmente extasiado.
Grité.
-Dios,
Emmett…- me dejé caer aun más en su ancho pecho y comenzamos a respirar más
normalmente.
-Eso ha
sido… eso ha sido…- su voz estaba completamente alterada y subí un poco mi
cabeza para mirarlo.
-Ha sido
perfecto- le sonreí y él abrió los ojos justo cuando posé mis labios en los
suyos.
-Tú eres
perfecta- susurró sobre mis labios y me dedicó mi sonrisa favorita- ¿Tienes
hambre?- yo asentí abrazándolo por el cuello.
-Si, de ti-
me sonrió pícaramente y me besó en los labios.
-Te amo-
susurró con sus labios todavía en los míos y se separó un poco de mí- Dúchate
mientras pido el desayuno- yo asentí queriendo que él viniese conmigo a la
ducha.
-Mi amor,
quiero que vengas conmigo a la ducha- le confesé y él me miró sorprendido.
-¿Quieres
que me duche contigo?- dijo sorprendido.
-Si, ¿de
qué te extrañas?- me incorporé lo suficiente para mirarle a los ojos.
-Pensaba
que estarías dolorida por la sesión de sexo de anoche- alcé una ceja y le
sonreí.
-Bueno… no
me molesta de momento…- lo miré profundamente y decidí jugar un poco con él-
Además… ¿quién ha dicho que haya sexo en esa ducha?- alzó su perfecta ceja
hasta límites insospechados.
-Nena- se
acercó a mí y me susurró en el oído sensualmente- No puedo dejar de pensar en
hacerte el amor durante todo el día estando con ropa, imagínate desnuda con el
agua cayendo en tu perfecto cuerpo…- de su garganta salió un gemido y noté cómo
su enorme polla se despertaba de su momentánea siesta…
-Cariño,
necesito que te derrames en mí de nuevo- sus ojos azules pasaron a ser tan
negros como la noche.
-¿Hablando
sucio?- sonrió como una niño pequeño y se acercó más a mi oído- No sabes cómo
se siente derramarme en tu interior, nena, siento que te lleno por completo y
tus paredes me aprietan y eso me pone muy caliente… demasiado- oh, mierda…
Sus sucias
palabras habían provocado que me corriera como una auténtica perra, haciendo
que el líquido cayera por mis piernas…
-Oh,
joder…- gemí cerrando los ojos y sintiendo cómo mordía el lóbulo de mi oreja.
Su mano
bajó hasta mi sexo y lo tocó por encima, sin meter ningún dedo en mi interior y
en su boca, se formó una sonrisa demasiado sexy.
-Te has
venido con mis sucias palabras, ¿eh, princesita?- gemí ante sus palabras y
sentí cómo quitaba las sábanas de mis pies y me cogía en peso sin ninguna
dificultad- Quería que después de hacer el amor, desayunáramos tranquilos y nos
fuésemos a nadar- sonreí ante sus inocentes pensamientos y sentí una fuerte
nalgada.
-Auch- me
quejé, pero él no me soltó.
-Has sido
una niña muy mala…- susurró con voz dura, pero tremendamente sensual y eso me
puso demasiado…- Voy a follarte duro y sin contemplaciones- gemí como una puta
pervertida ante sus palabras- ¿Te gusta que te hable así?- yo asentí con una
sonrisa perversa justo cuando entramos en el baño.
-Si, me
encanta que me hables sucio y que te entierres a mí como un puto animal- grité
completamente caliente y lista para que me penetrara y él me bajó de su cuerpo
y me puso encima del lavabo.
-¿Si?- sus
ojos destilaban puro fuego y yo asentí con mi sonrisa perversa- Bien… voy a
aprovechar esa pastilla del día después hasta el final, nena- me mojé aun más
cuando esa frase salió de su pecaminosa boca y yo gemí en respuesta.
-Te
necesito, ¡ya!- le exigí y pude ver diversión en sus ojos.
-Vuélvete-
sonó más como una orden que una petición, aun así le obedecí porque me había
gustado esa dominación.
Me volví
como pude en el lavabo, a pesar que tenía una encimera suficientemente grande,
todo mi cuerpo no cabía, pero a mi pecaminoso novio no le importaba ese
“pequeño” detalle…
-Agárrate
fuerte- su voz era demasiado ronca y eso me puso aun más… mi entrepierna lo
estaba esperando con devoción y ansiedad y sus manos cogieron mi cintura e hizo
que mis piernas se enrollaran en sus caderas, rozando su enorme polla contra mi
centro- No voy a ser suave- dijo serio y lo miré por el reflejo del espejo que
tenía ante mí- Tengo las jodida vistas más buenas de toda mi vida…- susurró
mirando mis pechos juntos y el canalillo de éstos, que se perdía hasta mi bajo
vientre…
-Métemela
ya, Emmett Cullen- exigí y él sonrió pícaramente.
Restregó la
punta de su miembro contra mi clítoris, y gemí como una loca.
-No juegues
conmigo y métemela ya, Emmett- exigí arañando el mármol de la encimera del
lavabo
-Por
supuesto- no esperó nada más y entró en mí de una sola estocada.
-Oh, Por
Dios…- susurré dejando a mis pulmones sin aire… soltándolo de golpe.
Él sonrió
complacido y siguió sus hábiles movimientos con esa sonrisa traviesa en su
rostro.
-Tienes el
culo rojo- su mirada dejó la mía un momento para dedicarse a mi trasero y lo
golpeó de nuevo- Tienes un culo perfecto- gimió cuando, sin esperárselo, subí
un poco mi cuerpo, con la ayuda de mis brazos, y alcé mis caderas, sintiendo
las suyas en mis pies- Joder, nena…- gimió y volvió a conectar su mirada con la
mía.
No dejamos
de mirarnos en ningún momento, él me miraba de manera erótica y pasional,
entrando y saliendo en mí como un desquiciado, sintiendo todas mis
terminaciones nerviosas a mil… Mis uñas se clavaron más en el duro y frío
mármol, lo que me agradaba por el calor de nuestros cuerpos.
Sus
embestidas se hicieron casi frenéticas, sus testículos golpeaban mi clítoris de
manera deliciosa, escuchando los golpes secos que daban nuestros cuerpos cuando
se unían en uno solo.
-Emmett…-
susurré viendo cómo me comía con la mirada mientras una de sus manos se colaba
por mi torso y cogía mi pecho izquierdo.
Gemí
audiblemente y él sonrió complacido.
Aceleró sus
embestidas, haciéndolas completamente rudas y salvajes, justo como a mí me
gustaba.
-Oh,
Emmett… ¡más!- le pedí frenética y él dejó mi pecho libre para agarrar mi
estrecha cintura y clavarme completamente contra su cuerpo.
-Oh, bebé…-
susurró mirándome con más intensidad que antes, como si eso fuera posible y
sentí cómo mis paredes se contraían hasta casi aplastar su miembro en mi
interior y me dejé que la ola de placer me inundara por completo.
-¡JODER!-
me derramé encima de su miembro, que entraba y salía sin compasión y pude ver
su cara de auténtico placer cuando alcanzó el cielo con la punta de sus dedos…-
¡Emmett!- volví a gritar, teniendo mi segundo orgasmo cuando él se derramó en
mí.
-¡Bella!-
se derrumbó contra mi cuerpo y gimió como un animal en celo, acercándome más a
su cuerpo y no dejándome ir jamás…- Joder, nena…- puso su cara en mi espalda y
ahí sentí el sudor de nuestros cuerpos…
Emmett me
penetró una última vez, estando todavía derramándose en mi interior y los dos
chillamos de manera gutural al sentir tantísimo placer con esa acción.
-Eres
increíble- me susurró apartándome el pelo de la cara y besándome la punta de la
nariz.
-Tú sí que
eres increíble- le sonreí.
Estuvimos
un tiempo así hasta que nuestras respiraciones pasaron de erráticas a
anormales…
-Alu…
alucinante- murmuré cuando salió por completo de mi interior y me giró para
sentarme en la encimera del lavabo.
-¿Te
encuentras bien?- susurró cuando vio que hice un gesto de dolor al moverme de
mi posición anterior.
-Si,
digamos que esta postura no es muy cómoda…- él sonrió traviesamente y me besó
en la frente.
-Lo siento-
susurró apenado y yo lo miré directamente a los ojos.
-¿Estás
loco?- él me miró sorprendido- Ha sido el puto jodido polvo mejor de mi vida-
él soltó una carcajada por mi frase cargada de insultos bajos…
-Joder,
muñeca… jamás pensé que esa sería tu respuesta- volvió a soltar una carcajada y
yo le di un bofetón en el hombro- Auch- se quejó y yo alcé una ceja mientras le
sonreía- Para mí también ha sido el mejor después de nuestra primera vez- me
guiñó un ojo y me cogió la barbilla para besarme.
-Eres el
puto Dios del sexo- sonrió ante mis palabras antes de posar sus labios en los
míos.
Me cogió en
brazos e inmediatamente, enrollé mis piernas en su cintura y acaricié los pelos
de su nuca mientras profundizaba aun más el beso.
-Te amo-
susurré sobre sus labios y él me sonrió arrebatadoramente mientras se movía.
-Y yo a ti-
me besó en la frente y entramos en la enorme ducha.
Sin bajarme
de su pecaminoso cuerpo, abrió el grifo del agua caliente y nos mojó a ambos
con una sonrisa traviesa en la cara.
-Cuando
sonríes así, me asustas, Emmett Cullen- le advertí, pero en vez de asustarse
por mi advertencia, ensanchó más su sonrisa traviesa y se acercó a mi oído,
sintiendo su cálido aliento golpear el lóbulo de mi oreja…
-No creo
que te asuste, creo que te encantará- mordió el lóbulo de mi oreja lentamente y
cuando se quedó sin carne para morder, mi oreja saltó se manera sensual.
-Oh,
joder…- gemí sintiendo cómo su miembro se despertaba de su reciente
inconsciencia.
No podía
estar más sexy con el cuerpo completamente mojado… Sus preciosos rizos caían
por su frente de manera que debería se ilegal y su perfecto y tonificado
cuerpo…
-Mierda…-
gemí de nuevo sintiendo cómo mi centro de humedecía sin control…
-¿Qué pasa,
nena?- su voz era ronca, muy ronca, y tremendamente sensual.
-Quiero que
me la metas hasta sentir mi tope, quiero que me hagas gritar como nunca- mi
lengua se movió demasiado deprisa acorde con mis pensamientos y su boca se
tornó a una sonrisa sexy y sensual.
-¿Quieres
que te folle duro?- gemí ante sus sucias palabras y me pegué más a su cuerpo,
provocando que su excitado miembro golpeara mi bajo vientre.
-Si,
fóllame- le pedí mirando cómo sus pupilas se dilataban y sus ojos parecían casi
negros, había hambre y lujuria en ellos.
El agua
caía por nuestros cuerpos como una suave brisa, haciendo que la escena fuera
totalmente erótica.
Su mano
bajó hasta mi centro para ver el grado de mi excitación y gimió cuando su pulgar
tocó mi cavidad, pasando toda mi excitación por el clítoris y por mis hinchados
labios.
-Emmett…-
gemí cerrando los ojos y apoyando mi frente en su clavícula.
-Joder,
nena, estás muy excitada…- gruñó como un animal en celo y me alzó lo suficiente
para deslizarme alrededor de su prominente miembro- Eres tan estrecha…- gruñó y
me penetró por completo.
-¡Joder!-
chillé cuando su ancho miembro se hacía paso por mi estrecha cavidad, sintiendo
su lucha por llegar hasta el final…
Mis manos
se posaron en sus hombros y me impulsé a la vez que él me alzaba, cayendo
cuando él agarraba mis caderas con fuerza y me bajaba, sintiendo aun más
placer, como si eso fuera posible.
-La tienes
enorme, Emmett…- gemí abriendo los ojos y mirándolo directamente a los suyos.
-Y tú eres
demasiado pequeña…- gimió muy audiblemente
y me alzó más que antes, sacándola por completo y acercándola a mi sexo,
nuevamente, penetrándome sin ninguna dificultad.
-¡Emmett!-
grité clavando mis uñas en sus hombros y mordiendo su labio inferior- Me pones
demasiado- susurré con voz muy desconocida para mí y él sonrió sobre mis
dientes.
-Y tú eres
la mujer más jodidamente sexy, caliente y sensual que conozco- susurró sobre
mis labios para después atacarlos sin ninguna piedad.
Mordió y
succionó mi labio inferior sin temperamento ninguno y luego adentró su lengua
en mi boca en sincronización de sus estocadas…
Sus manos
bajaron hasta mi trasero, y allí lo apretó y pellizcó sin dejar de penetrarme
ni una sola vez. Yo, le acariciaba la espalda y la arañaba cuando el placer me
inundaba por completo, que era la mayoría de las veces, la verdad es que temía
que le dejase marcas…
-No te
controles, no quiero que lo hagas- susurró sobre mis labios y de nuevo, adentró
su lengua, danzando con la mía y devorando mi boca por completo.
Nos movimos
y sentí la fría y dura pared de la ducha en mi espalda, pero no me importó.
Emmett siguió apretando mi trasero como si su vida dependiera de ello y me
penetró más rudamente que antes, sintiendo su miembro en un lugar inexplorado
de mi cuerpo…
-¡Emmett!-
grité acercando mi boca a su clavícula y mordiendo el delicado hueso.
-Joder,
Bella…- gimió en mi oído con su cálido aliento entrando en contacto con mi
sensible piel, mientras que el agua se llevaba los restos de sudor de nuestro
cuerpo.
Si pensaba
que hacer el amor como lo habíamos hecho antes, delante de un espejo y en una
postura muy peculiar, era lo mejor que había hecho, me equivocaba…
Esto era el
jodido paraíso en todas sus letras…
-¡Emmett,
no pue… puedoo… má… más!- grité desesperada sintiendo cómo el fuego que se
había formado en mi bajo vientre estaba a punto
explotar.
-Vente para
mí, hermosa, córrete como nunca- pidió con voz ilegal y yo subí mi cabeza y lo
miré a los ojos a la vez que mi cuerpo temblaba por la sacudida de mi orgasmo.
-¡Osito!-
gemí con voz ronca, sintiendo mi garganta adolorida de tanto gritar, pero no me
importó.
Me había
envuelto por completo y le mordí la varonil barbilla, sintiendo cómo gruñía con
mis acciones, mirándome con los ojos más hambrientos que le había visto en mi
vida.
-Oh, bebé…-
sentí cómo todos los músculos de su cuerpo se tensaban y cómo su miembro dio un
latigazo en mi interior, avisándome del principio de su orgasmo…- Oh, joder…- puso
sus manos en la pared, haciendo que yo enrollara, con fuerza, mis piernas
alrededor de su cintura, mientras dejaba caer su cabeza en la mía, totalmente
extasiado.
Mi orgasmo
no se había terminado, cuando sentí su cálido líquido derramarse en mi
interior, llenándome por completo.
-Mierda,
Emmett…- gemí enterrando mis dientes en la suave piel de su enorme trapecio.
Cuando
sentí que mi cuerpo estaba listo para poder moverse, dejé de morder esa
sensible piel y me incorporé un poco, sintiendo cómo su miembro caía flácido de
mi interior, lo cual provocó un gruñido por parte de Emmett.
Mis manos
se dirigieron hacia sus brazos y los acaricié con dulzura mientras el agua caía
al lateral de nuestros cuerpos.
-Has estado
de puta madre, hermosa- sonreí ante sus palabras y me mordió el cuello antes de
subir su cabeza y besarme en la frente- No he sentido más placer en toda mi
vida- sonreí más ampliamente escuchando sus palabras.
-No creo
que me acostumbre a tu tamaño nunca…- él sonrió sensualmente y besó mis labios,
tirando de ellos dulcemente y acariciando mi labio inferior con su lengua.
-¿Sabes lo
jodidamente sensual que te ves cuando dices que tengo la polla enorme?- bajé mi
mirada y un rubor subió por mis mejillas incontroladamente…- ¿Ahora te
ruborizas después de todo lo que me has hecho?- levantó mi barbilla para que lo
mirase y yo le sonreí como una niña buena- Esa inocencia y sensualidad es la
que me mata- me besó en los labios con puro amor y se separó de mí, mirándome con
amor.
-Te amo- le
susurré con una sonrisa de pura felicidad en mis labios.
-Yo te amo
más, princesa, no podría vivir sin ti, jamás- me sonrió como un niño pequeño,
marcando sus hermosos hoyuelos y me besó una última vez antes de retirarme de
la pared- No te habré hecho daño, ¿verdad?- me miró con preocupación y yo negué
con una sonrisa.
-No, ¿y yo
a ti?- miré en las parte donde le había mordido y abrí mucho los ojos.
-No, ¿qué
pasa?- intentó mirar a dónde yo estaba mirando, pero era imposible.
-Tienes la
marca de mis dientes aquí- acaricié la zona dañada y él me quitó la mano y me
la besó.
-No te
preocupes, no me duele- me guiñó un ojo y decidí jugar un poco.
-¿No? Pues
mejor, así saben que tienes dueña- le guiñé yo esta vez y me tuve que agarrar a
sus brazos porque ya no sentía las piernas.
Emmett me
bajó de su cuerpo y me sentó en el cómodo banco que había en ella, pegando mi
espalda a la pared donde se encontraban los chorros de hidromasajes.
-Joder… me
has dejado agotada- susurré cerrando los ojos.
-Descansa,
mi vida- me besó en la frente y sentí cómo conectaba los chorros de los hidromasajes.
-Gracias-
abrí los ojos y le sonreí cuando los agradables chorros me dieron directo en
los músculos agarrotados.
-De nada,
bebé- se sentó a mi lado y me cogió la mano.
Estuvimos
un tiempo así, disfrutando de la compañía del otro, con un cómodo silencio,
escuchando los chorros golpear nuestras pieles, hasta que la voz de mi osito me
sacó de mi ensoñación.
-Si
estuviera ya en la Universidad y tú hubieras terminado tu carrera, no me
importaría tener un hijo contigo, Bella- me congelé en mi sitio al escuchar su
declaración y lo miré con los ojos abiertos- Sé que me dirás que estoy loco,
pero no sabes las ganas que tengo de tener a un renacuajo con tus mismos ojos
chocolates- tuve que sonreír ante sus palabras y ponerme encima de él a
horcajadas y abrazarle con todo el amor que sentía.
-Yo también
quiero tener un hijo contigo, Emmett- me separó y me miró con felicidad en sus
ojos- Aunque no me importaría tener más de uno- me sonrió como un niño pequeño
cuando le das un helado y me abrazó más fuerte.
-Sólo quiero
que sepas que si te quedaras embarazada ahora, estaría igual o más contento que
dentro de unos años- no pude más que sonreír y apretarle a mi cuerpo.
Sólo
deseaba estar con Emmett para toda la vida…
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¡Hola a tod@s!
¿Qué tal estáis?
Perdonad, pero ayer me tuve que ir de casa antes de terminar el capítulo y me fue imposible subirlo, espero que no os haya importado. Como recompensa, y porque tengo que hacerlo como os prometí, esta tarde/noche os subiré el siguiente de INOLVIDABLE :D
¿Qué os ha parecido ese Emmett hablando sucio? ¿Y esa Bella seduciendo a su "osito"? Y lo de final del capítulo... ¿no os ha parecido adorable las palabras de Emmett?
Si es que... es un hermoso osito mimoso C:
Me alegro mucho de que le estéis dando tan buen lugar a este fic y a INOLVIDABLA, muchas gracias por todos vuestros comentarios, os lo agradezco muchísimo. Sabéis que es muy importante para mí :D
Les dedico este capítulo a mis chicas de siempre ;)
Yess, mi niña, gracias por todo y por escribir aún cuando has estado totalmente liada. Siempre estás preocupándote por mí como si fuese mi madre y eso, me hace sentirme muy querida, nena.
Lourdes, mil gracias, nena, por todas tus palabras de aliento y ánimo, ya te contesté al otro comentario, léelo ;) Ya te conté un poco de mi vida, ya sabes que si quieres que te agregue o algo, mándame un correo a mi msn. Muchos besos y abrazos, cariño.
Analie, mil gracias por tu premio, ha sido muy importante para mí. Espero verte pronto por aquí y que me leas y comentes :D Besos y abrazos.
Lumy, gracias por seguir ahí y seguir comentándome. Eres muy buena persona. Besos y abrazos.
Gem, nenaaa, no te veo pro aquí, pero da igual, me acuerdo de ti :D Besos y abrazos.
MUCHOS BESOS Y ABRAZOS A TOD@S,
Romiina^.^
Romina,
ResponderEliminarMe ha encantado el capítulo...está lleno de amor y de seducción por todos los lados!!!!!
Siempre he sabido que Emmett es muy dulce, tierno y romántico, debajo de su fachada de fuertón que tiene :) muchas veces las apariencias engañan, jejejejeje :)
En cuanto a mi, te agradezco mucho que me hayas respondido al comentario que te deje...es cierto que la piscina es el deporte más completo...durante un tiempo yo tb lo deje...pero al cabo del tiempo, por la madurez, supongo...comprendí que hay decisiones que no se pueden tomar a la ligera y que las mismas tienen sus consecuencias...pero que no todo es insalvable, ya que después de meditarlo mucho he llegado a la conclusión: no puedo dejar de hacer las cosas por lo que digan o piensen lo demás...tengo que hacer las cosas que sean más beneficiosas para mí y en este caso, creo que es así, porque me viene bien para mi problema de la pierna.
Tengo que abrirme camino con todas mis fuerzas, porque me lo debo y no hay más :) Ya es hora de pensar y de creer un poco en mí :)
Cierto es que tal como dijiste se te ensancha la espalda, pero espero que sea compensable con los demás beneficios que pueda acarrear, jejejejjee :)
Neni, espero que todo te vaya bien y que tengas una buena semana por delante y un gran finde, por supuesto.
Me ha encantado la dedicatoria y que me hayas comentado eso de tu vida. Te eniaré el correo a tu dirección para mantener el contacto :)
ahhhhh pero no te preocupes, creo que te volveré a escribir con inolvidable, jejejejejev:)
Muchos besos y abrazos
Lourdes
Romi un capí hermosisimo, como siempre. Tienes un talento extraordinario. Adoro a este duo tan hermoso. Son una pareja super romántica. De verdad que la historia cada vez se pone mejor. Me encantó lo que le dijo Emmett a Bella sobre lo de ser papás. Él es un amor, nos dejaste con la incognita. Ansiosa por más, un abrazo!!!.
ResponderEliminarPD: Muchísimas gracias por la dedicación
Nena hermosa!!, me eh quedado flipando con el capítulo,
ResponderEliminarDe verdad que todo se vuelve..uff no tengo palabra para describirlo!!,
Es un gran fanfic, en verdad que quiero que me dure la vida entera,
Quede muy sorprendida por todo el capítulo, pero en verdad que tienes mucha magia para escribir cariño mío, jamás dejes de hacerlo porque eres excelente haciéndolo…
¡¡Un abrazo enorme y quiero sabes más pronto de esta magnífica historia!!
Te quiero con el alma y gracias por tan linda dedicatoria.
Yess*.*