En esta historia no hay
un final…hay un principio y un “continuará”, pues, es una historia que aún no
ha finalizado.
Sentada en el césped de uno de mis parques favoritos, me encuentro en uno de esos días en los que estoy intentando conectarme conmigo misma. Cuando empiezo a dar marcha atrás a mis recuerdos y a mi imaginación, no puedo dejar de pensar en como puede cambiar una persona a lo largo de los años, no solamente físicamente sino también emocionalmente –en tus metas y en tus principios, que son, al fin y al cabo, los que mejor te describen- simplemente por la influencia de ciertas personas en tu vida, para bien o para mal, para quedarse a tu lado o para desaparecer en un abrir y cerrar de ojos.
Pero para entender
porque esas personas han sido, son y serán tan importantes en mi vida es mejor
empezar a narrar esta historia desde el principio.
Me llamo Alice, Alice Cullen y mi vida no es, ni ha sido tan bonita y sencilla como parece ser.En ella hay momentos muy duros, sinsabores que me gustaría olvidar, pero que, de un modo u otro, no va a poder ser así porque me han marcado demasiado, tanto que ya son parte de mi alma y de mí misma.
Nací un 1 de abril y
vivo con mi madre –Esme Cullen- y con mí hermano –Edward Cullen-, ya que mis
padres están divorciados; pero eso es otra historia.
Nací prematura de seis
meses y tuve un problema al nacer, a consecuencia de una parálisis cerebral, lo
que derivo en una plasticidad en las piernas (lo cual, impide que muevas tus
piernas correctamente y depender de aparatos, lo más probable, por el resto de
mi vida).
Después del parto y de
que mi madre (junto con algún miembro de mi familia) luchará por mí con todas
sus fuerzas, llevándome a médicos, rehabilitación y muchas cosas más, de lo que
estaré enormemente agradecida toda mi vida, tuve la grandísima suerte de salir
adelante por mí misma y de no quedarme en silla de ruedas, tal y como algún que
otro médico aseguraba.
Después de estar tres
meses en una incubadora junto con mi madre, quedándose a mi lado todo lo que
podía y cuidándome sólo como una madre sabe hacer, empezó la batalla con los
médicos.No recuerdo mucho sobre
los primeros momentos, pero sí recuerdo algo que mi madre me contó: por lo
visto y, antes de que me atendiera mi doctora (quien me lleva tratando desde
hace más de veinte años) mi madre solicitó ayuda a otro doctor, el cual, no
quiso hacerse cargo de mi caso porque, según él, consideraba que yo no estaba
mal, que habían niños y personas peores que yo, y que, como mi caso no tenía
cura o solución, no requería de sus servicios.No me puedo imaginar la
impotencia y la rabia que debió sentir en ese mismo instante; es increíble,
pero ni aún con el paso de tiempo y de los años, ese dolor ha desaparecido,
pues, cuando lo recuerda, todavía se le escapa alguna lágrima de sus lindos
ojos.
Crecí en una familia en
la que me decían que era especial, porque cuando nací con seis meses, midiendo
cuarenta centímetros y pesando un kilo y doscientos veinte gramos, se me veía
tan frágil y delicada que, según ellos, fue mi alegría y mis ganas de vivir lo
que me permitió salir adelante y estar en este momento contando esta historia.
Con el paso de los años
fui creciendo en compañía de mis padres (Esme y Carlisle), de mis abuelos,
tanto paternos (Carmen y Charlie), como maternos (Lucía y Víctor) y de mis tíos
y primos.
Recuerdo tantos y
tantos momentos junto a ellos, que se colapsan en mi mente por querer salir:
recuerdo las comidas familiares los domingos, el jugar en casa de mi abuela
Carmen, junto con mi hermano al supermercado, pesando todas las cosas que nos
encontrábamos en la despensa; eso sí, recogiéndolo todo, para después
prepararnos un buen plato de plátanos escachados con leche condensada, yogur y
galletas escachadas (aún hoy, es uno de mis postres favoritos); recuerdo las
innumerables horas que me podía pasar en la biblioteca de mi abuelo Charlie,
ojeando los libros y, por supuesto, el primer libro que puso en mis manos –El
caballero de la armadura oxidada-; las clases de inglés con mi prima y, como si
lo fuera, con mi hermana mayor Alexandra; las tardes de los fines de semana en
casa de Lucía y Víctor; los días en que me quedaba a dormir en casa de cualquiera
de ellos; el 01 de enero, en que disfrutaba como una niña pequeña, cuando me
quedaba a dormir en casa de mis abuelos o sola en mi casa, levantándome temprano y viendo con Charlie el
concierto de año nuevo por la televisión e innumerables recuerdos más…. De mi familia y, en
especial de algunos de ellos, junto con personas a las que conocí
posteriormente y junto con los que descubrí por mí misma, aprendí muchísimo;
siempre los llevaré en mi corazón y junto a ellos las lecciones que me
enseñaron: la alegría de vivir, la solidaridad, la dignidad, la pasión y el
amor por los libros, la capacidad de superación y el inmenso valor del amor y
de la amistad.
Después de mi estancia
en la incubadora, de unos tres meses, pasé mucho tiempo (casi hasta los 17
años) yendo a rehabilitación, cuando era pequeña, en compañía de mi madre o de
mi abuela para fortalecer los músculos de las piernas.
Y así llegó la etapa del colegio, en donde
descubriría y aprendería duras lecciones, pero también que puedo llegar a ser
más fuerte de lo que nunca hubiera imaginado; pues, tal y como dice el refrán:
“lo que no te mata, te hace más fuerte”.
Así pues, lo que viví a
consecuencia de esta enfermedad o “problema”, empezó en el colegio. Rechazada
en el mismo, pase la mayor parte del tiempo en mi lugar favorito -tanto en casa
de mis abuelos como en el colegio o instituto- la biblioteca-, aprendiendo y
disfrutando con dos de mis mayores aficiones o hobbies: la lectura y el
estudio, imaginando una nueva vida en la que sería totalmente feliz y estaría
totalmente curada de la pierna….tal vez, por ello, madure demasiado rápido y
cosas como el baile de fin de curso, tener el móvil más moderno, ser amiga de
los chicos más populares o, simplemente, intentar ser otra persona para que me
aceptasen, no me importaba demasiado; al contrario de todo eso, yo leía a Jane
Austen, Isabel Allende y demás autores, me preocupaba por seguir aprendiendo y
sacar buenas notas y soñaba con algún día ir a la universidad.
Pero no todo fue malo;
en el colegio al igual que en el instituto descubrí que existen personas a las
que recordarás el resto de tu vida y que, a pesar del tiempo, no han cambiado
absolutamente nada; en ellos, aún existen esa clase de chicas que, aunque
crezcan y se hagan mayores, siguen siendo las chicas más guapas que nunca has
visto, “los empollones” (en los que me incluyo yo misma) que para mí, han sido
profesores, compañeros y amigos; y, como no, “el chico misterioso” que con esa
confianza en sí mismo parece perfecto en todo y que, con una simple sonrisa suya,
parece alegrar e iluminar completamente tu día….pero este episodio es otro
capítulo de esta historia.
Chic@s, tal y como os prometí aquí os dejo el primer capítulo de esta historia!!! Siento que sea muy corto pero estoy un poco nerviosa...es la primera vez que me animo a hacer algo así :)
Espero que os guste tanto como a mí al escribirla.
El próximo viernes tendréis la continuación!!!!
Muchos besos y abrazos para tod@s!!!! :D
Nena!!! Como ya te dije: ESPECTACULAR!! Me está gustando mucho esta historia.
ResponderEliminarEscribes genial y expresas todos tus sentimientos con tanta delicadeza q el lector no puede evitar engancharse C:
Ahora mismo me conecto q acabo de ver tu correo y lo aclaramos. Un besote enorme, guapisima,
Romiina R.
Neni, muchas gracias!!!!!
ResponderEliminarTú siempre tan atenta :)
Eso espero...que lo disfruten tanto como yo...me alegra saber que te gusto tanto..no sabes lo bien que se siente :)
Muchos besos y abrazos guapísima!!!!
CM
Jo ya me quitaron la exclusiva de la felicitacion jeje.......esta precioso mi vida y ,si,escribes muy bien y con.mucho cuidado en el detalle,engancharse es inevitable!!
ResponderEliminarJajajaja
EliminarBueno... parece que aquí nos peleamos por el primer pódium para comentar xD
No te preocupes, la verdad es q hoy he tenido tiempo y he podido comentar antes q nadie, pero te digo algo: Te dejaré que comentes tú primero siempre ;) jajaja
Encantada ;)
Besos,
Romiina R.
jajajajajaja, sois como niños!!!!! :)
Eliminarmuchacha¡¡ que era una broma jajajaja¡¡¡ da igual que de el primer o tercer comentario jejeje, a veces tengo un sentido del humor un tanto "pesado" y sino que se lo digan a la escritora del capitulo xddddd,no es necesario que te esperes de verdad,un abrazo¡¡
EliminarJajajajaja yo también estaba de broma ;)
EliminarSoy así y créeme cuando te digo que no tienes un humor "pesado", es gracioso :D
Imagino que Clau estará encantada con ese humor jejeje
No sé si podré comentar de inmediato cada vez que publique, pero me quedo tranquila que tú serás el primero y nunca la dejarás ;)
Abrazos,
Romiina R.
jajajajaja, tu siempre igual...gracias por ser junto a Romina mi otro apoyo incondicional en toda esta aventura!!!! :)
ResponderEliminarLos dos sois un gran aliento para mí y los que me dan fuerzas para seguir para adelante...
Besitos y abrazos para ti tb!!!! Tkm
CM
:D Un gran capítulo de muy buen tamaño y con mucha sutileza, es como escuchar la historia que te cuenta el suave ulular de los árboles en las noches donde el viento les hace danzar, es inevitable comenzar a recordar y pensar en lo que en ocasiones, todos hemos vivido.
ResponderEliminarUna gran historia, una excelente autora, sigue Clau, tienes talento
no lo olvides.
Un caluroso abrazo y un cordial saludo.
Yess*.*
PD/ Por cierto te dejo el link de mi blog, por si gustas
pasarte alguna vez ;) y si, será un placer luego hacer alguna historia juntas.
www.reflejosdeluna.com
Yess,
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras!!! No sabes lo bien que me han echo sentir...me alegra muchísimo saber que te ha gustado y que me consideras una excelente autora :)
La verdad es que tus historias me fascinan muchísimo...tienes un talento innato, créeme :)
Por supuesto, será un honor darme una vuelta por tu blog y pasar por allí.
Un cordial saludo,
CM
PD: Queda pendiente lo de la historia :)
Al contrario, gracias a ti por todos tus halagos, ya próximamente nos leeremos más, te dejo mi mail, para cualquier cosa aquí me tienes...
Eliminarreflejosdeluna@live.com.mx
¡Si, habrá que ponernos de acuerdo para crear una maravillosa historia próximamente!
Muchísimas gracias Yess!!!! :D
EliminarPD: cuando quieras, jejejeje