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Capítulo
29: Bodorrio*.
Emmett pov.
-¡EMMETT!-
gritó mi hermano, despertándome de lleno y haciendo que mi buen humor, por la
excelente noche que había tenido, se esfumara tan rápido como un plumazo…
Sin
siquiera moverme o abrir los ojos, palpé al lado de mi cuerpo, dándome cuenta
que estaba completamente solo en la cama…
Abrí los
ojos de sopetón y me encontré al gilipollas de mi hermano con mala cara…
-Joder…-
murmuré cerrando los ojos y acercándome a la almohada de Bella, aspirando su
delicioso olor y sonreí como un verdadero imbécil- ¿Dónde está Bella?- pregunté
con voz pastosa y escuché un gemido.
-Oh, joder…
¡ES MI GRAN DÍA!- gritó, provocando que mis oídos se quejaran.
-¿Qué
mierda…?- me puse boca arriba y me senté de un tirón, provocándome un ligero
mareo.
Enfoqué la
vista hacia la voz de mi hermano y ahora sí lo pude ver bien…
Estaba
vestido por completo, aunque tenía serios problemas con la corbata…
Solté una
carcajada, porque más bien un nudo, parecía un nido de pájaros…
-¿Por qué
coño te ríes?- murmuró con voz nerviosa y en ese momento, entró Jasper a la
habitación.
-¡EMMETT!-
gritó y tuve que rodar los ojos- ¿Todavía estás así?- ahora sí que me reí por
su peculiar color de corbata- ¿De qué mierda te ríes?
Suspiré
antes de seguir riéndome y los miré a los dos.
-Chicos,
chicos, os voy a tener que lavar la boca con jabón…- murmuré moviendo mi dedo
índice hacia ellos.
-Joder… ¿no
puedes dejar de ser gracioso ni siquiera hoy, verdad?- la voz de mi hermano
estaba alcanzando niveles de nerviosismo importantes…
-Oh, vamos…-
me levanté y fui hasta él- Hoy será el día en que Emmett Cullen será el tío más
gracioso de todos- les sonreí con mi sonrisa de niño malo- Además… ¿me puedes
decir dónde carajos está mi novia?
-¿Qué
pasa…? ¿No tuviste suficiente anoche?- dijo Jasper burlón y lo miré de manera
asesina- Tío, no me mires así, vuestros gemidos se escucharon por toda la
casa…- sonreí ampliamente.
-¿Y qué?
¿Os tocasteis a costa de Bella y mía o qué?- negué con la cabeza divertido y me
fui hacia el baño- Me voy a duchar, capullos- cerré la puerta y me quité el
bóxer.
-Menudo
imbécil…- pude escuchar con cariño a Jasper- Ahh… y Bella se está arreglando
con Alice y Rose- gritó para que lo escuchara.
-Claro…
cómo no…- susurré para mí mismo.
Sonreí de
nuevo al pensar en el provocativo vestido que llevaría.
Me duché
rápidamente y envolví una toalla en mi cintura antes de abrir la puerta del
baño y encontrarme a Edward y Jasper sentados en mi cama.
-Oh, no me
jodáis…- negué con la cabeza- Después de haber escuchado esos calientes gemidos
de anoche… ¿de verdad confiáis en sentaros en la cama?- la cara de asco y
repulsión que pusieron los dos antes de pegar un salto de la cama, fue hasta
profesional…
Solté otra
carcajada.
-Sois
patéticos, tíos…- me rasqué la nuca con diversión y me dirigí hacia el gran
vestidor de Bella y mío.
Sonreí al
recordarla anoche…
Su piel
estaba más suave que de costumbre y sus labios tan fogosos como siempre…
Saqué la
funda del traje y la puse encima de la cama.
-Vamos,
tío, relájate- murmuró Jasper cuando estaba abriendo la cremallera de la funda.
Miré desde
mi hombro y pude ver a mi hermano con la cara más blanca que de costumbre.
-Edward- lo
llamé y me acerqué a él- Tranquilízate, hermano, todo saldrá bien- le guiñé un
ojo y le palmeé el hombro.
-Sí, sí,
como sea… no puedo evitar estar nervioso…- susurró con nerviosismo.
-Bueno… vas
a unirte con la gran Rosalie Hale y será para siempre…- le sonreí y él sonrió.
Objetivo conseguido.
-Bueno… por
la parte que me corresponde- Jasper miró a Edward de manera amenazante y le dio
un golpe “cariñoso” en la espalda- Si le haces daño a mi hermana, ten por
seguro que no podrás engendrar más hijos…- sonreí por las palabras y el
comportamiento de Jasper.
-Venga ya,
tío- la voz de mi hermano estaba alcanzando niveles de normalidad increíbles…-
Sabes que jamás podría hacerle daño- aclaró.
-Es normal
que Jasper se comporte así… es su hermana- miré a Jasper y le sonreí
cínicamente- Tú y yo- le señalé- Tendremos más que una simple frase cuando mi
hermana decida casarse contigo- le golpeé en el hombro de la misma forma
“cariñosa” que él le había dado a mi hermano y le guiñé un ojo.
Me separé
de Edward y me dirigí hacia la cama para vestirme.
Saqué el
traje y lo extendí en la cama, evitando que se arrugara.
-¿Creéis
que se le notará la barriguita con el vestido?- preguntó mi hermano como en
otro mundo.
Miré, de
nuevo, por encima del hombro y me topé con los tiernos ojos de Jasper. Negué y
sonreí divertido mientras me dirigía, de nuevo, al vestidor para coger la
camisa, la corbata y los zapatos.
-Conociendo
a Alice… parecerá que tiene mejor cuerpo que antes- le guiñé a mi hermano y le
sonreí con mi típica sonrisa de niño malo.
-Ése es el
puto problema… joder, tíos… os juro que a veces quiero machacármela con una
piedra porque no quiero presionarla a hacer el amor- solté una carcajada y
escuché el gemido de asco por parte de Jasper.
-Joder,
tío, estás hablando de mi hermana…
-Lo sé, lo
sé… pero necesito consejo- me dirigí hacia la cómoda y cogí un bóxer y me lo
puse.
-¿Necesitas
consejos para follar después de dejarla muy embarazada?- solté una nueva carcajada y mi hermano me miró de
manera envenenada- Vale, vale…- puse las manos en alto- Se supone que tiene un
cierto descontrol de hormonas…- le aclaré.
-¿Cierto
descontrol?- murmuró indignado- Oh, vamos, no me jodas… hay veces que está
insoportable y otras que es la mujer más ardiente y sensual del mundo…- Jasper
sonrió al igual que yo.
-Lo que
tienes que hacer es dejarla en paz…- miré hacia la puerta y me encontré con ese
par de orbes chocolates que tanto ansiaba ver- Hola, guapo- me sonrió y abrió
la puerta del todo, provocando que mi mirada no dejara su cuerpo ni un poquito.
Estaba
sencillamente preciosa…
Tenía el
pelo recogido en un moño elaborado, pero sencillo, decorado con varios detalles
azules, igualando al vestido. Su boca estaba pintada con un apetecible labial
casi transparente y esa sonrisa arrebatadora estaba instalada en ella.
Bajé la
mirada, contemplándola como si de una obra de arte de tratase.
El vestido
era completamente ceñido y se ajustaba de manera deliciosa en sus suaves
curvas. El escote le llegaba hasta el ombligo, dejando ver ese pendiente que me
volvía loco…
Oh, joder…
estaba teniendo serios problemas de autocontrol…
Bajé más mi
mirada y pude fijarme que el vestido era largo, lo suficiente para que se
pudiese apreciar los altísimos tacones plateados que llevaba…
-Mierda…-
susurré y pude ver por el rabillo del ojo cómo Edward y Jasper se largaban de
mi habitación.
No, no, no…
no podéis iros u os juro que la pondré sobre la pared y me enterraré en ella de
una sola estocada…
-Gracias,
chicos- murmuró con esa voz sexy que sólo podía ser caliente y dulce a la vez…
Cerró la
habitación con pestillo y se acercó a mí con sus típicos andares elegantes.
-Cariño,
creo que tenemos un serio problema aquí…- antes de que si quiera pudiera
evitarlo, agarró mi miembro con ambas manos y me sonrió como la niña más buena
del mundo- Lo que por aliviar esta tensión…- me apretó mi miembro y gemí muy
cerca de sus labios…
Lo bueno de
los altos zapatos era que casi podía llegar a mis labios sin tener que
inclinarme…
-Y yo creo
que como sigas así, no saldremos de esta habitación nunca- respiré
profundamente y fue lo peor que pude hacer…
Su adictivo
perfume inundó mis fosas nasales y su alterada respiración dio de lleno en mi
boca entreabierta, llenándome de su dulce aliento.
-Bueno… si
no fuera porque tengo que llevar las alianzas…- explicó sin dejar de apretar mi
miembro- Y que Alice podría matarme por arruinar sus horas y horas de manicura,
peinados, ect…- su mirada se dirigió hacia mi boca y se mordió el labio
inferior- Ahora estaría cabalgándote como yo sólo puedo hacerlo…- su voz era
condenadamente caliente y juro que no pude más…
La agarré
de la nuca y acorté los escasos centímetros que separaban nuestras bocas. Mi
lengua se adentró en su boca y con la mano que tenía libre, cogí su nalga
derecha con fuerza, haciendo que gimiera en mi boca.
Justo
cuando iba a desgarrarle ese caliente y sexy vestido, mi inoportuna hermana
llamó a la puerta.
-¡USTEDES
DOS!- gritó histérica- ¡VAIS A SALIR AHORA MISMO DE AHÍ O JURO QUE TIRARÉ LA
PUERTA!
-Joder…-
murmuró Bella sobre mis labios y se separó de mí, soltando mi miembro y
dejándolo más erguido que nunca… como si eso fuera posible.
-Ya vamos-
murmuré de vuelta con la voz demasiado ronca.
-¡ESPERO
QUE NO HAYAS ARRUINADO NI TU PEINADO NI TU VESTIDO, ISABELLA MARIE SWAN!-
golpeó de nuevo la puerta- ¡Y TÚ, EMMETT CULLEN, MUEVE TU LINDO CULO Y VÍSTETE
YA!- estaba completamente histérica- ¡OS DOY CINCO MINUTOS!- se escuchó el
golpeteo de los tacones en el parqué del pasillo y se perdió escaleras abajo.
-Mierda…
¿quién cojones se casa? ¿Ella o Rosalie?- solté una pequeña risilla por el
comentario de Bella y ella me dio un suave golpe en el brazo.
-¿La has
soportado así desde que te levantaste?- le acaricié la mejilla y ella me sonrió
tiernamente.
-La verdad
es que no estaba así de histérica antes…- la miré incrédulo- Bueno… quizás un
poquito, pero no a este nivel…- murmuró señalando la puerta.
-Ya… Alice
Cullen y sus nervios…- suspiré y Bella soltó una pequeña carcajada- Por cierto-
la miré directamente a los ojos y puse mis dos manos a cada lado de su cara-
Estás preciosa- me sonrió radiante y acortó la distancia para darme un corto
beso.
-Vamos,
vístete, no quiero sucumbir a la ira de esa enana endemoniada…- solté una
carcajada al escuchar su mote y asentí divertido.
-Vale, te
amo- me sonrió y conseguí otro magnífico beso por su parte.
-Y yo a ti-
se dio la vuelta y anduvo sexymente hasta la puerta.
-Joder…-
susurré viendo su respingón trasero hacer de las suyas con la tela del vestido
y ahí me di cuenta que el escote que tenía en la parte delantera, era el mismo
que en que tenía en la espalda.
Gemí.
-¿Qué
pasa?- su ceja derecha, perfectamente depilada, estaba totalmente arqueada.
-Ese
caliente vestido será mi puta tortura todo el maldito día…- su boca se ensanchó
en una sonrisa.
-¿Te
gusta?- me miró intensamente- Ya estaba preguntándome dónde estaban tus sucias
palabras saliendo de esa linda boquita- me guiñó un ojo y se giró, haciendo que
la tela dejara más piel expuesta.
-Vete ya,
Isabella, o te juro por lo más sagrado que no saldrás en todo el día de aquí-
me miró por encima de su hombro y supe que se estaba mordiendo el labio
inferior.
Acallé el
gemido que estaba a punto de salir de mi garganta.
-Vale, pero
que sepas que no me doy por vencida- quitó el pestillo y abrió la puerta- Y no
creo que pueda esperar hasta que termine la ceremonia…- susurró con voz caliente
antes de salir de la habitación y cerrar la puerta a sus espaldas.
-Mierda…-
susurré mirando a mi muy excitado miembro- ¿Qué carajos voy a hacer contigo?
Negué con
la cabeza y me acerqué a la cama para poder vestirme cuánto antes. No quería
perder de vista a mi novia con ese maldito vestidito.
Me metí la
camisa dentro del pantalón y me abroché todos los botones de la misma. Me
dirigí hacia el espejo de pie y me puse la corbata azul, igualando con el
vestido de Bella.
Bella…
Sonreí al
imaginármela en ese sexy tanga y esas sensuales medias de encaje que seguro
llevaría puestas…
Este estilo
me quedaba demasiado bien para no ser mi verdadero estilo. La verdad que si
fuera por mí, llevaría la camisa abierta hasta el tercer botón y por supuesto
fuera del pantalón.
Y ni que
decir de la corbata…
La corbata
la llevaría Bella puesta en su cuello mientras tapaba sus pechos con ella…
Cerré los
ojos y sonreí como el maldito pervertido que era.
Me calcé
los zapatos y me puse la chaqueta.
-¡EMMETT!-
mi hermana me sacó de mis macabros pensamientos y miré hacia la puerta- Oh,
joder… estás guapísimo- se acercó a mí y me abrazó con su pequeño cuerpo.
Al fin un
poco de paz en esta casa…
-Gracias,
Al- le besé en la frente antes de separarme de ella y la miré de arriba abajo-
Tú estás hermosa, como siempre- le sonreí como el galán que era y mi hermana
sonrió tanto que sentí que podría llegar a ser doloroso.
-No me
hagas la pelota- me golpeó en el pecho con su dedo- Aún tienes que peinarte y
perfumarte, así que, señorito, vamos al baño- me cogió de la mano e hizo que me
sentara en la taza del váter.
-Nena,
puedo peinarme yo solo- le aclaré y ella me miró de manera envenenada.
-Sí, lo sé,
pero quiero hacerlo yo- rodé los ojos y asentí.
No quería
una discusión con ella y su histeria.
Cogió la
cera para el peinado y la untó en sus dos manitas y comenzó a masajearme el
pelo hasta ponerlo a su gusto.
-Es un
alivio que alguno de los dos tuvieseis mi pelo…- murmuró de manera ausente- No
sabes el tiempo que tardé en peinar el indomable pelo de Edward…- apretó un
mechón con fuerza- Aunque el tuyo también es rebelde… y encima rizado- sonreí
por sus ocurrencias.
-Entonces…
no es cómo el tuyo…- señalé su pelo tan liso como una manta.
-Sí, bueno…
me refiero al color, tonto- sonreí de nuevo y se separó de mí- Ya estás listo,
ponte el perfume favorito de Bella y triunfarás- me guiñó un ojo y me besó en
la mejilla- Es normal que todas las chicas nos envidien por los chicos que
tenemos en casa- soltó una risilla y se largó sin más del baño- ¡Un minuto y
abajo!- chilló antes de salir completamente de mi habitación.
-A la
orden…- susurré levantándome y mirándome al espejo- Alice, eres un genio-
sonreí.
Cogí el
tarro de Dolce & Gabbana y me eché lo justo en los sitios exactos. Salí del
baño y de la habitación con rapidez y bajé las escaleras corriendo.
Allí estaba
toda la familia al completo, con casi todos los invitados, menos la esperada
Rosalie.
-Hijo,
estás hermoso- mamá me besó con dulzura en la mejilla y me sonrió.
-Tú también
estás muy hermosa, mamá- le sonreí y le besé en la mano como el caballero que
era.
Mi mirada
se topó con la ardiente de Bella y le sonreí con su sonrisa favorita.
-Cañón-
murmuró sin voz audible, pero entendiéndolo perfectamente sobre sus labios de caramelo.
Sonreí más
ampliamente.
Me separé
de mamá por completo y le sonreí una última vez antes de dirigirme hacia Bella,
pero alguien me cogió del brazo.
-Emmett,
tío, estoy de los putos nervios…- Edward necesitaba una tila doble y era
urgente…
-Joder… relájate,
ven, vamos a la cocina- hice el amago de cogerlo del brazo y llevármelo a la
cocina, pero otro brazos me interrumpió.
¿Hoy era el
día de joder a Emmett y no lo sabía?
-¿Estáis
locos?- era Bella- ¿Qué coño pasará si Rose baja en menos de cinco minutos y no
te ve a ti en el jardín?- señaló a Edward y éste palideció- Exacto, te cortará
las bolas- soltó mi agarre de su brazo- Vamos- cogió a mi madre de la mano y se
la puso encima de la de Edward- Tenéis que iros hacia el jardín.
-Tienes
razón, hermosa- mamá le besó en la mejilla- ¿Me ayudarás a sentar a todos los
invitados en sus respectivos asientos?
-Por
supuesto que sí, Esme- Bella le sonrió y se giró hacia Edward- Vamos, son las
novias quiénes se ponen pálidas y le dan el último ataque de histeria en el
último momento- aclaró, haciéndome reír- ¿Dónde está Carliste?- murmuró
buscándolo por todo el salón.
-Está
arriba con Rose y Alice, ya no tienes que tardar mucho- aclaró mamá y Bella
asintió.
-Bien… ¿Y
Jasper?- miré por toda la sala y pude verlo hablando con sus padres…
Vaya… al
fin los señores Hale se habían decidido.
-¡JASPER!-
lo llamé por sobre el murmullo de todos y éste me miró.
Le hice una
señal con la mano para que viniera y asintió.
-Vale,
Jasper te ayudará junto con Emmett a sentar a los invitados, yo iré arriba a
ver lo que pasa, ¿de acuerdo?- le preguntó Bella a mamá.
-Está bien,
hija, tranquila- Bella respiró profundo dos veces y se giró hacia mí.
-Estás
condenadamente guapo hoy- susurró en mi oído y me mordió el lóbulo de la oreja
antes de salir escopeteada escaleras arriba, levantándose el vestido lo justo
para no caerse, dejándome ver esas preciosas medias de seda color marfil.
-Vamos,
Jazz- le dije al aludido mientras mirábamos a todos los invitados- Señores y
señoras- llamé la atención de todos y les sonreí- Ahora iremos pasando hacia el
jardín para contemplar la ceremonia- todos asintieron sonrientes- En nombre de
la familia Cullen, les damos las gracias por su presencia- todos aplaudieron y
se fueron esparciendo hacia el jardín.
Miré a mi
lado y sólo me encontré a Jasper que miraba embelesado hacia las escaleras.
Miré en su dirección y sonreí como un niño pequeño.
Rosalie
estaba con su brazo enlazado al de papá mientras Alice y Bella, sujetaban la
cola del hermoso vestido para evitar caídas inesperadas…
Rose estaba
absolutamente preciosa. Y la sonrisa radiante de su rostro me decía que sería
el día más feliz de su vida.
Bajé mi
mirada hacia su vientre y pude darme cuenta que ni siquiera se notaba. Lo que
hacían los corsés…
Sonreí.
Pero no
podía dejar de mirar a Bella…
El maldito
escote era tan pronunciado, que la fina tela se movía de manera sensual cada
vez que bajaba los escalones agachada, haciendo que mi amiguito se despertara
de su corta siesta.
-Estás
hermosísima- susurró mi amigo a mi lado con voz de imbécil, pero hoy le
perdonaría, hoy era digno para ser un poco marica…
-¿Quién de
las tres?- murmuró papá con una sonrisa mientras bajaba el último escalón.
-Las tres
absolutamente, pero mi hermana hoy brilla de manera especial…- bien… una
mariconada más y podría ser el último día del mundo, que no lo consentiría…
-Gracias,
Jazz- Rose de acercó a nosotros junto con papá y nos besó a cada uno en la
mejilla- Estáis muy guapos- nos sonrió.
En ese
momento, comenzó a sonar la música de fondo que indicaba que Rose tendría que
estar saliendo del jardín y todos nos miramos a la vez.
-¡Vamos!-
gritó la enana y puso bien la cola del vestido junto con Bella y los empujó- Te
deseo mucha suerte, cuñada- Alice y Bella la besaron y Rose y mi padre se
dirigieron hacia el jardín.
-Mi
hermanita… está preciosa y radiante- murmuró Jasper y Alice lo abrazó muy
contenta.
-Sí, hoy
será el día más importante de sus vidas- susurró y se separó de él mientras lo
cogía de la mano y salían del salón también.
-Tú sí que
estás radiante, nena- la atraje hacia mí y le besé rápidamente antes de
escabullirnos hacia el jardín.
Tengo que
decir que llegamos a lo justo y nos sentamos en el primer banco, justo dónde
estaba toda la familia más allegada.
-Estamos
hoy reunidos aquí…- y bla, bla, bla…
No podía
dejar de mirar a Bella.
Dios…
estaba más que preciosa, más que hermosa… estaba simplemente perfecta…
Sus ojos
estaban perfectamente maquillados de un azul oscuro con toques plateados en los
lugares perfectos. Sus mejillas estaban adornadas con un ligero rosa y sus
labios tenían un brillo especial.
Ese moño le
hacía una cara de ángel puro y ese vestido, era una puta tortura para mí.
Bajé la
mirada y me pude dar cuenta que las medias tenían un encaje delicioso… sólo yo
podía verlo, ya que lo tapaba mi cuerpo. También pude darme cuenta que las uñas
estaban pintadas del mismo azul que el vestido y de las finas sandalias
plateadas.
-¿Qué
haces?- susurró muy bajito para que nadie se enterase y sonreí.
-Admirándote,
estás perfecta- le cogí la mano que descansaba en mi mano y se la besé con todo
el amor que sentía.
-Tú sí que
estás perfecto- me sonrió y me besó brevemente en la mejilla.
-Mis
niños…- susurró mamá a mi lado y cogió mi brazo y el de papá- Míralos,
Carliste, se ven tan felices- mi papá le cogió la mano y se la besó como yo lo
había hecho hacía tan sólo unos segundos.
-Sí, lo
serán, Esme, lo serán- Bella y yo sonreímos por sus palabras y presté atención
al sacerdote.
-Edward
Anthony Cullen, ¿aceptas como esposa a Rosalie Lilian Hale?
-Yo, Edward
Anthony Cullen, te acepto a ti, Rosalie Lilian Hale como mi esposa- le deslizó
el anillo por su dedo anular y le sonrió.
-Y tú,
Rosalie Lilian Hale, ¿aceptas como esposo a Edward Anthony Cullen?
-Claro que
acepto, padre- susurró con voz ahogada e impciente mientras deslizaba el anillo
por el dedo de mi hermano.
-Por el
poder que se me ha otorgado, yo os declaro marido y mujer- el sacerdote sonrió-
Puede besar a la novia- mi hermano cogió con delicadeza la cara de Rose con
ambas manos y le beso con todo el amor que le profesaba.
Todos
saltamos de nuestros asientos con aplausos y sonrisas.
Rose y
Edward se acercaron a nosotros cogidos de la mano, con unas sonrisas
envidiables en la cara y nos besaron a todos.
-¡FELICIDADES!-
soltamos todos con un abrazo “comunitario”.
Ahora sí
que serían felices.
Nos
separamos al cabo de unos minutos y pudimos ver cómo los padres de Rose de
acercaron.
-Felicidades,
hijos- murmuró la señora Hale con lágrimas en los ojos.
-¡MAMÁ!-
gritó Rose y corrió hacia ella, sin soltar la mano de Edward y la abrazó- Has
venido, mamá…- varias lágrimas rodaron por sus mejillas.
-Sí, hija,
perdóname, perdóname por todo el dolor y daño que te he causado- Rose se apretó
más a su madre y Edward y el señor Hale se dieron la mano.
-Claro que
te perdono, mamá, por supuesto que sí- sonreí mientras pegaba el cuerpo de
Bella al mío.
-Menos
mal…- susurró Bella mientras miraba la escena- Pensé que montarían un
espectáculo en plena boda…
-No, ellos
saben lo que el convienen- dije seguro.
-Pues sí,
la verdad- Bella me abrazó y me besó en el cuello- Ahora serán completamente
felices- susurró con voz temblorosa y la separé de mí.
-No iras a
llorar, ¿verdad, chica dura?- me miró con una sonrisa.
-Bueno… es
imposible no llorar en las bodas, tonto- me golpeó cariñosamente en el brazo y
me volvió a abrazar.
-Por
supuesto- le sonreí a pesar de que no podía verme.
-Emmett,
Bella…- nos llamó los señores Hale y nos separamos.
-Hola,
señores Hale- saludé y Bella sólo asintió con la cabeza.
Ya sabía yo
que un simple “perdón” no sería suficiente para Bella.
-Sólo
queremos arreglar el pasado.
-El pasado
es pasado, no se puede arreglar- la voz de Bella era afiliada, como la fina
hoja de un cuchillo.
-Lo sé,
hija, lo sé, créeme que lo sé- asintió la señora Hale- Sólo queremos pediros
perdón por nuestras palabras y nuestras desfachatez… nos arrepentimos de todo-
asentí, pero Bella no se movió ni siquiera un ápice- Sabemos que tardaremos en
ganarnos vuestra confianza, pero sólo queremos lo mismo que vosotros: la
felicidad de Edward y Rose.
-Vaya…
ahora sí que sabe cómo se llama su yerno- de nuevo, intervino Bella con la
misma voz- Sea como sea, no tienen que estar bien conmigo, sólo tienen que
satisfacer a su hija en todo- dicho esto cogió mi mano y nos fuimos de allí,
dejando a los señores Hale con la palabra en la boca.
-Hija,
¿estás bien?- nos cortó el paso mamá y Bella asintió.
-Sí, mamá-
sonreí al escuchar llamarla así- Sólo les he puesto los puntos sobre las íes-
mamá asintió y nos abrazó a ambos.
-Bueno…
sólo queremos que el día de hoy sea perfecto para Edward y Rose- los dos asentimos.
-Estoy muy
orgulloso de ti, hija- escuchamos a Carliste hablar con Rose y los tres
sonreímos.
Nos unimos
a ellos.
-Felicidades,
Eddie- abracé a Edward y él, por primera vez en la vida, no se quejó por mi
mote.
-Gracias,
Emm- estaba absolutamente feliz.
Nos
separamos y Bella hizo lo mismo que yo.
-Vamos,
machote, ya lo has conseguido- sonreí al escuchar a Bella.
-Sí, no lo
hubiera conseguido sin vuestra ayuda- Edward se separó de Bella y nos miró a
ambos- Gracias, de verdad, chicos- sonreímos.
-¡BELLA!
¡EMMETT!- gritó Rose y avanzó hacia nosotros con elegancia y nos abrazó a
ambos- Gracias a los dos, chicos, soy muy feliz y todo gracias a vosotros-
asentimos.
-Nada de
gracias, cuñada- le besé en ambas mejillas y le sonreí- Sabéis que lo hacemos
con todo el gusto- Bella me apretó la mano en señal de asentimiento.
-No se le
nota la barriguita…- murmuró mi hermano cuando Rose se separó y ésta lo miró.
-Alice
puede hacer maravillas- asentimos todos con una sonrisa y en ese momento, un
flash hizo eco en nuestros cuerpos.
-¡EL
FOTÓGRAFO!- gritó Alice, que inesperadamente, estaba detrás de nosotros con
Jasper, papá y mamá y nos hicimos unas cuántas más.
Me acerqué
a Bella un poco más y la cogí de la cintura, sintiendo todo su calor, olor y la
suavidad de la tela del vestido.
Me tragué
el gemido y ella me miró.
-Vamos al
baño…- murmuró Bella con voz ronca hacia el resto mientras cogía mi mano y me
arrastraba hacia la casa.
Sonreí.
-Mejor…
quédate conmigo, Emmett- me agarró del brazo mi padre- Quiero presentarte a
unos compañeros médicos.
-¿No
podemos dejarlo para más tarde?- una mano la tenía agarrada de la de Bella y la
otra la tenía mi padre.
-No, hijo,
no creo que Bella se pierda en la casa a estas alturas, ¿no?- sonrió a Bella y
ésta asintió.
-Claro,
enseguida vuelvo- su voz era jodida, totalmente jodida y me soltó la mano.
Me tragué
el gemido de frustración que casi sale de mi garganta.
-Vamos,
están ahí- señaló a un grupo de hombres de mediana edad y sólo pude sonreírle y
acompañarle hasta ellos…
Saludamos a
todos y cada uno de ellos y el último se incorporó en un segundo.
-Oh, amigo
Carliste- saludó un hombre con cara simpática y abrazó a mi padre.
-George,
hola- mi padre sonrió y se separó de él- ¿Cómo estás?
-Muy bien,
tienes una nuera preciosa.
-Gracias,
lo es- sonrió mi padre y me miró- Éste es mi hijo Emmett.
-Oh,
Emmett- el hombre me estrechó la mano- He oído hablar tantísimo de ti- sonreí.
-Espero que
bien, señor Jefferson- el hombre soltó una carcajada.
-Por
supuesto, el futuro médico…- pensó- Tienes madera para serlo, hijo, aprovéchate
de estos viejos para conseguirlo- señaló a todos los hombres, que ahora nos
estaban mirando.
-No, claro
que no- sonreí con diversión.
-Vamos,
chico, lo que necesites, puedes contar con nosotros.
-Lo tendré
en cuenta, gracias, señor- asentí y le sonreí.
-El placer
es mío, ojalá y mi hijo fuese como tú y quisiera seguir los pasos de su padre…-
dijo el hombre abatido.
-Bueno… no
se preocupe, seguro que estará orgulloso de él haga la carrera que haga- le
aseguré y el hombre asintió.
-Seguro,
hijo, seguro- el hombre miró a un lugar determinado- Y tengo que decir que
tienes una novia muy guapa- le sonreí y miré hacia dónde él estaba mirando.
Allí,
andando como un ángel entre las múltiples miradas de todos, se encontraba mi
pequeña…
Su sonrisa
era radiante y elegante. Sus andares iban en sincronización perfecta con sus
altos zapatos y la fina tela del vestido iba y venía, enseñando lo justo, sólo
lo justo para no volverme loco y quitar esas miradas babosas de todos de un
puñetazo y encerrarla en nuestra habitación hasta que estuviese saciada.
Mi sonrisa
se esfumó por completo cuando el fotógrafo le pidió que posara. Ella tan
educada y cordial como siempre, asintió y se hizo un par de fotos en unas posturas
de lo más formales.
Mi sonrisa
volvió de nuevo al ver la decepción en la cara del fotógrafo.
Toma esa,
capullo.
Esa cara,
esa boca, ese cuello, ese cuerpo y ese carácter son míos, novato.
Pero lo que
no me gustó fue que Bella se acercó a él y le dijo algo, a lo que éste
palideció. Luego, se acercó un poco más y le susurró algo muy cerca del oído,
haciendo que el muy gilipollas se quedara con la boca abierta.
Sea lo que
sea, ése imbécil estaba intentando saltarle al cuello a mi novia.
-Sí, Bella
es preciosa también, la verdad es que tengo a bellezas en mi casa- murmuró mi padre
sin dejar de mirar a Bella, cortando las millones de ideas que pasaban por mi
cabeza para dejar sin huevos al puto fotógrafo.
Mi mirada
se conectó con la suya y anduvo hasta mí como ella sólo podía hacerlo.
-Buenas
noches- saludó cordialmente a todos en general.
-Oh, es más
bella de cerca- murmuró Jefferson y si no fuera porque vi su anillo de casado y
su mediana edad, ahora mismo le estaría borrando esa sonrisa…
-Gracias,
señor- le sonrió dulcemente y se acercó a papá- Carliste, te quiero muchísimo-
le besó en la mejilla y lo abrazó- Gracias por hacer todo esto por Rose y
Edward.
-Nada me
hace más feliz, hija- papá se separó de ella y la besó en la mano.
-Ha sido
todo un placer, señores- su voz me estaba calentando… joder, cuando se ponía
dócil y señorial era para comérsela aun más… y se giró hacia mí- Vamos, mi amor-
me cogió de la mano.
-Un placer,
señores, espero verles muy pronto- los hombres asintieron y el señor Jefferson
habló.
-De verdad,
hijo, si tienes alguna duda o quieres comentarme algo, sólo házmelo saber- el
hombre sonrió.
-Claro, no
se preocupe y muchísimas gracias.
-No hay de
qué- apreté su mano una vez más y Bella y yo salimos de allí.
-Has estado
provocando a todos los hombres de la fiesta… te mereces que te pegue a la pared
y me entierre en ti como un puto animal…- le susurré mientras andábamos por
todo el salón de celebración, dándome cuenta que ya estaban casi todos los
invitados sentados, disfrutando de la variedad de bebidas y conversaciones.
El salón
improvisado al aire libre había quedado mucho mejor de cómo me había imaginado,
pero claro… era Alice.
-Mierda…-
gimió y pude oler su sexo húmedo.
-¡CHICOS!-
gritó Alice y rodé los ojos.
Por Dios… ¿es
que no iban a dejarnos ni siquiera cinco minutos a solas?
Bella pov.
Me pude
fijar en que todo había quedado justo como Rose había querido…
Los
manteles de un fino rosa con centros de mesa preciosos. Que se completaban con
velas color marfil y rosas blancas decorando cada mesa discretamente. Y las
sillas tenían el mismo color que el mantel, pero decorado con un lazo de color
marfil, igualando con las velas y las rosas de los centros.
En el
centro del gran salón, se encontraba una enorme fuente de hielo, en forma de
cisne, dónde caían chorros de agua totalmente controlados y delicados.
Estaba en
un serio problema de hormonas… de eso me había dado cuenta cuando había llegado
al salón interior y estaba realmente frustrada.
No soportaba
más las ganas de abalanzarme encima de Emmett y tirármelo hasta cansarme…
Joder…
estaba pensando como una auténtica pervertida.
“Eres una
pervertida” gritó una vocecilla en mi interior y decidí acallarla de un
plumazo.
Esperé lo
suficiente como para que todos creyeran que había ido al baño y me encaminé de
nuevo hacia el salón exterior, andando con cuidado de no toparme de lleno con
el suelo por los quince centímetros de tacón que llevaba…
Me pude
fijar que todos estaban mirándome, tantos hombres como mujeres, pero no me
importó. Alcé mi barbilla, justo como me había enseñado la vida y seguí mi
camino hasta encontrarme con el famoso fotógrafo.
-Señorita,
¿está disponible?- tenía la voz de un jodido psicópata.
Lo fulminé
con la mirada.
-¿Disculpe?
-Sí, quiero
decir… ¿está disponible para posar?- ya… claro, ésa faceta suya de ligar estaba
un poco pasada de moda.
-Claro- me
puse lo más normal posible y pulsó dos veces el botón de la cámara, provocando
que el jodido flash me dejara cegada un momento- Espero que todas y cada una de
las fotos las mande en perfectas condiciones- me acerqué más a él, dándome
cuenta que no dejaba de mirar ni mi escote ni mi cuerpo…- O te dejaré sin
pelotas, ¿entendido?- su cara se trasformó.
-Cla…
claro, bombón- me acerqué aun más.
-Me vuelves
a llamar bombón y la única foto que harás será la de tu funeral, gilipollas- le
di un golpe muy “cariñoso” y pude ver cómo Emmett me comía con la mirada, o más
bien, se comía al gilipollas de mi lado…
Claro,
imbécil, un paso más y mi enorme osito te dejará sin ganas de flirtear.
Me dirigí hacia Emmett y Carliste me presentó a todos sus colegas del hospital y universidad. Los saludé cordialmente, le dije a mi padre que lo quería y salí de allí tan pronto como pude con Emmett.
Lo único que me faltó para lanzarme a su cuello fueron sus calientes palabras...
Joder...
Mierda, me había corrido de anticipación...
-¡CHICOS!- pero claro... la maldita enana tenía que venir y joderlo todo...-Tenemos
que hacernos una fotos los seis juntos- aclaró la enana tan enérgica como
siempre.
-Claro-
murmuré desganada- Vamos, cariño- tiré de Emmett y pude ver diversión y
perversión en sus orbes azules.
Bajé mi
mirada y contemplé una vez más ese pedazo de cuerpo envuelto en ese traje tan
elegante y sexy…
Por Dios…
juro que mataría a Alice por haberlo vestido de esa forma… Aunque debo decir
que fue gusto de Emmett…
Joder… la
familia Cullen, sin duda, tiene un gusto especial por la moda.
Sólo le
quitaría esa hebilla de ese cinturón, le bajaría un poco el pantalón y el bóxer
a la vez y me metería esa enorme y gorda envergadura en mi centro tan
necesitado…
Sonreí como
la zorra que era y anduvimos detrás de la enana hasta que llegamos a la mesa
principal, dónde estaríamos todos sentados.
Sentí la
mirada de toda la población masculina sobre mí y la mirada de todas las féminas
sobre Emmett…
Lo apreté
más contra mí y pude ver esa sonrisa socarrona que estaba segura provocaría los
desmayos de todas las mujeres aquí presentes…
-¡Chicos!-
Rose se levantó y nos abrazó de nuevo- Estoy tan feliz…
-Lo sé-
murmuré yo separándome de ella- Es lo que menos te mereces, preciosa- me sonrió
feliz.
-¿Cómo está
el nuevo recién casado?- preguntó Emmett y Edward le sonrió.
-Mejor que
nunca.
-¿Y tú que
tal te encuentras, Rose?
-Perfectamente
bien, aunque mi bebé no opina lo mismo… creo que quiere que este corsé
desaparezca de mi cuerpo y pueda moverse a sus anchas…- todos soltamos una
carcajada.
-Oh, ahí
viene el fotógrafo- la enana estaba más que emocionada…- ¡Jazzy!- cogió la mano
de Jasper y lo besó ardientemente.
-Enana,
contrólate- la voz de Emmett era jodida y estaba suponiendo que estaba tan
necesitado como yo…
Sonreí con
ganas.
-Sonreíd-
nos gritó el fotógrafo y saltó el maldito flash de la cámara, dejándome
momentáneamente cegada.
-Por favor-
intervine yo cuando recuperé la visión del todo- Háganos una foto a mi novio y
a mí- el señor mujeriego se quedó con toda la cara partida y Emmett le sonrió
con toda la arrogancia del mundo.
-Cla…
claro.
Puse un
brazo sobre su cintura y mi otra mano libre en mi pierna echada hacia delante.
Mientras que Emmett tenía su brazo en mi cintura, estrechándola con ganas y su
otro brazo pegado a su cuerpo, como un auténtico modelo salido de una revista…
-Estupendo,
gracias, encargue dos copias, por favor- murmuré sin dejar de mirar a Emmett.
-Por
supuesto, señorita…
-Ah, quiero
otra- le dije, de nuevo, sin dejar de mirar a mi precioso novio.
Nuestras
miradas se conectaron y pude ver el puro amor y la pura pasión hirviendo en sus
preciosos pozos azules.
Sentí el
flash impactar en el perfil de mi cara y sonreí como una imbécil.
-De ésa,
también dos- le aclaré al fotógrafo/mujeriego antes de darle un beso de
película a mi pequeño osito.
Sentí más
flashes a nuestro alrededor, pero sólo era consciente de mi mundo con Emmett.
Ahora mismo no existía nadie más.
Su lengua
se adentró en mi boca y jugamos una batalla en la que ninguno estaba dispuesto
a perder.
Justo cuando iba a separarme de él y pedirle
que por favor nos fuésemos y se enterrase en mí como un puto animal, justo como
a mí me gustaba, Esme y Carliste nos interrumpió.
-Joder…-
susurré sobre sus labios y sentí su frustración caer por todo su cuerpo.
-Emmett,
Bella, vamos a comer- nos dijo Carliste mientras carraspeaba y me separé del adictivo
cuerpo de Emmett y le sonreí por educación.
-Sí…
Mierda…
¿No nos
iban a dejar ni cinco minutos a solas?
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¡¡Hola, mis amores!!!
¿Cómo estáis? Espero que hayáis tenido un fin de semana estupendo y lleno de descanso para tod@s.
Para rematarlo y cerrarlo como se merece, aquí os dejo el capítulo tan ansiado y esperado por tod@s vosotr@s C:
Antes que nada, espero q os haya gustado. Como os habréis dado cuenta, ha sido más largo que de costumbre, ya que creo que la situación lo requería así. Por el título, ya sabréis que habrá segunda parte, por lo que todavía hay boda para rato... Además... este pobre Emm y esta pobre Bella tendrán algún tiempo para sucumbir a sus instintos más bajos... ¿no?
Bueno, bueno... no adelanto nada más, el próximo capítulo será el Miércoles.
¿Qué creéis de esa reconciliación entre Jazz y Rose con sus padres? ¿Y la reacción de Bella? ¿Qué tal os ha parecido el señor Jefferson? ¿Querrá ayudar, verdaderamente, a Emm?
... Muchas preguntas sin respuestas, pero tranquil@s, poco a poco se irá descubriendo todo.
No he podido evitar poner lo que piensa Rose de su bebé... es que me pareció tan adorable :D
Os dedico este capítulo a mi querida Yess, nena mía, perdóname por no haberte enviado un mísero correo, pero mañana te lo enviaré, lo prometo. He estado muy liada y ha sido imposible. Sabes q nunca te olvido, mi TODO. Espero q estés bien, muchos besos y abrazos. Te quiero mucho.
Mi nueva nena, Clau, cariño muchas gracias por tus palabras, de verdad, q eres una personita muy especial y cariñosa. Espero q tu historia siga viento en popa, estoy q me muerdo las uñas por leerte C: Enserio, me está gustando mucho Ganas de Vivir. Estás tocando mucho mi fibra. Y gracias por tus palabras de apoyo y decirme q siempre estarás ahí. Debes saber q yo estaré para ti siempre también, no lo olvides nunca. Muchos besos y abrazos, guapísima.
Mi Analie, nena, vida, muchas gracias por pasarte y dejarme tus más que sinceras palabras. Es increíble el cariño q te he cogido en tan poco tiempo. Tus detalles marcan la absoluta diferencia. Gracias por todo y sobre ese OS, mi niña, millones de gracias, no sabes la satisfación q me da q me lo dediques. Millones de besos y abrazos. Te quiero mucho.
Mi pequeña Gem, nena, tú siempre al pie del cañón con tus dulces palabras. Gracias por jamás olvidarme y seguir aquí. Siempre te siento tan cerca. Muchos besos y abrazos.
Mis desaparecidas Ciritha y Lumy, chicas, no dejo de pensar en vosotras, ya sabéis q estaré aquí siempre para vosotras. Espero q vuestra ausencia se acabe pronto.
Mari, mi nena hermosa, miles de gracias por dejarme tus saludos, comentarios o preguntarme un ¿cómo te va? cada vez q te es posible. Yo nunca me olvido de ti. Muchos besos y abrazos.
La nueva, Pauli, y un poco desaparecida xD No te he vuelto a ver por aquí... Bueno... espero verte pronto. Besos y abrazos.
Os dejo con el mayor de los cariños y buenas noches. Q descanséis y que soñéis con los angelitos.
Mañana nuevo capítulo de Inolvidable.
Besos y abrazos,
Romiina R.
Romi,
ResponderEliminarqué capítulo más divertido!!!! :)
jajaajjaa, me he reído un montón con las ocurrencias de Emmett y Bella...son un caso!!!! :)
Me encantan verlos juntos en esta historia...son tal para cual.
Alice, bueno, tan loca como siempre...pero, ¿quién puede ser capaz de persuadir a Alice Cullen? :)
Me alegra de que Rose y Jasper se hayan reconciliado con sus padres...la boda tiene que ser el día más importante de tu vida y verte allí sola simplemente porque no se encuentran tus padres....es lo más triste del mundo...aunque se encuentren el resto de su familia, los Cullen, por supuesto..pero creo que nunca sería lo mismo.
En lo que respecta a la reacción de Bella, bueno...creo que un poco de razón si lleva...la verdad es que le dijeron cosas bastante duras...y creo que su enfado puede estar justificado un poco...espero que con el tiempo mejore un poco esa relación (por lo menos que sea de cordialidad)
En cuanto al Señor Jefferson...no se, por naturaleza soy un poco desconfiada..sobre todo tb cuando mi instinto de mujer sale a la luz...no lo veo yo del todo claro...tal vez soy un poco paranoica, pero yo tendría un poquitin de cuidado y estaría alerta :)
Ya estoy deseando saber que pasa en el siguiente capítulo y, por supuesto, estoy deseando leer el siguiente de inolvidable!!!! :)
Que ganitassss!!!! :)
Ya creo que sólo me queda darte las graciassss por la dedicatoria del capítulo...sabes que todo lo que dije es cierto y que puedes confiar en mí para todo lo que necesites, aunque solo sea para desahogarte, ok???
jajjajajaja cuidadín con las uñas!!!! no te las vayas a cortar más de lo necesario, jajajjaa
Espero en estos días enviarte el nuevo capítulo...la verdad es que he estado un poco bloqueada pensando en como seguir la historia, pero parece ser que mi mente y mi imaginación ya se están poniendo en funcionamiento, jajajaja
Veremos a ver como acaba....
Muchos besos y abrazos, guapísima. Espero que esté todo bien.
CM
Muchísimas gracias por tus palabras, cari. Son muy importantes para mí. Me satisface q estés esperando con tantas ansias Inolvidable, espero no defraudaros xD
EliminarEspero q te haya llegado el correo q te acabo de enviar. Te he pedido un pequeño favor, a ver si puedes hacer algo...
Sobre Rose y la reconciliación, sí, bueno... tenía q ser de ese modo y más el día de su boda. Sin embargo, el carácter de Bella es bastante fuerte y no se deja engañar por nadie.
Sí, fue bastante gracioso el capítulo. Tengo q decir q me descojoné, literalmente, de la risa... jajajajaja
Cuando pienso en EMM es lo q me sale... esas ocurrencias xD
El señor Jefferson... bueno... se sabrá de él más adelante. Todavía queda la trama principal de la historia. Q espero, sea en unos dos capítulos. Espero q no me matéis, de verdad...
Bueno, nena, espero saber pronto de ti.
De nuevo, gracias por tus palabras y tu opinión.
Muchos besos y abrazos,
Romiina R.
Neni, muchísimas gracias por responder.
EliminarComo te dije, siempre podrás contar conmigo en lo que te pueda ayudar :)
Te he enviado mi respuesta por correo, sólo necesito que me comentes lo que te dije en el correo y me pondré a ello.
Muchos besos y abrazos,
CM
Hola guapísima!, pasaba a saludarte y desearte un buen inicio de semana, muak!
ResponderEliminar¡¡¡Dulce!!!
Eliminar¿Cómo estás, guapa? ¿Cómo te está yendo el blog?
Yo he estado un poco desaparecida por diversas cuestiones.
Espero pasarme pronto por tu blog, a ver si tengo tiempo...
Muchos besos y abrazos,
Romiina R.
Oh mi niña, que casi me pongo a llorar como pequeña con el capítulo, me parece maravilloso, tan cautivador, apasionante, en verdad que se me aguan los ojos, me llenó el corazón tus letras!
ResponderEliminarEspero haya mezcla por muchísimo tiempo más, que es una historia en verdad FENOMENAL, MARAVILLOSA, DIVINA, ESPECTACULAR, CAUTIVADORA.
Hermana tienes un talento inconmensurable, jamás dejes de escribir pequeña mía que me deprimiría de perder a tan maravillosa hermana, tan genial escritora y tan increíble amiga.
Espero leer más pronto.
Besotes a montón y no te disculpes, que ambas estamos muy líadas, saludos a la familia, a tu Emmett personal dile que mi Jazz le envia muchos saludos.
Te quiero.
Yess*.*