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Capítulo
42: La mejor familia.
Bella pov.
Miré a
Edward con la sonrisa más grande de toda mi vida, la misma que puse cuando me
enteré de que estaba embarazada… y la misma cuando Edward me pidió matrimonio…
La sonrisa
más sincera, alegre y flamante de toda mi vida.
-Ya ha terminado
todo, mi vida- susurró antes de abrazarme con todo el amor del mundo entero.
-Lo sé y
todo ha sido gracias a ti, sin ti, no podría haberlo hecho, cariño- lo apreté
más contra mi pecho- Te amo más que a nada en este mundo, Edward- me separé de
él para posar mis manos a ambos lados de su preciosa cara y me acerqué un poco
a él- Te amo- sonreí antes de posar mis labios en los suyos, sintiendo también
su sonrisa perfecta.
Alguien
carraspeó y nos separamos inmediatamente mirando hacia el señor Steve y a
Eleazar, que nos miraba con una sonrisa.
-Me alegro
mucho de que todo haya terminado así de bien- nos dedicó una sonrisa sincera-
Felicitaciones, señora Cullen, ha estado perfecta- el hombre me cogió la mano y
me la besó.
-No, el
trabajo ha sido sólo suyo, yo sólo he declarado con la verdad- sentí la mano de
Edward en mi espalda baja.
-En
absoluto, debería haberse planteado estudiar leyes- solté una risilla.
-Bueno…
hubiera sido otra opción, pero la arquitectura es parte de mi vida- sonrió
mientras asentía.
-Por
supuesto, además de que se le da genial- sonreí- Bueno, espero que pueda
ayudarles en todo lo que pueda venir en algún futuro- asentimos los dos- Señor
Cullen, ha sido un placer- se estrecharon las manos.
-Me alegro
mucho de que haya hecho su trabajo como siempre- Edward sonrió y el señor Steve
también.
-Sí, ya nos
veremos- el señor Steve esperó a que los dos saliésemos de la sala, que ahora
mismo, se encontraba totalmente desértica…
¿Dónde
había ido todo el mundo?
-Has estado
perfecta, de verdad, Bells- me susurró Eleazar cuando nos hubimos parado en el
enorme hall exterior de la sala.
-Gracias,
El- sonrió por mi antiguo mote hacia él y me besó en la mejilla.
Me volví
hacia el señor Esteve.
-Señor
Steve, muchas gracias, de verdad- le dije cuando pude observar a toda la
familia al completo a nuestra izquierda.
-De nada,
señora Cullen, es mi trabajo- nos miró a los dos- Espero que no requerías de
mis servicios en breve…- Edward y yo soltamos una carcajada mientras
asentíamos.
La verdad
era que, a pesar de que el señor Steve fuera un hombre maravilloso, no quería
verle en mucho tiempo… a ser posible, nunca.
-Por
supuesto- nos despedimos y el señor Steve emprendió su camino hacia fuera de
los juzgados.
-Chicos, yo
tengo que irme a trabajar, con el evento del señor Andrew estoy completamente
liado y tengo que ultimar todos los detalles que faltan…
-Puedo
ayudarte…
-De eso
nada- acordó Edward y Eleazar me cogió las dos manos y me miró directamente a
los ojos.
-Bells, haz
caso a Edward, no tienes que ayudarme en nada, todo está controlado, Ángela es
una secretaria excepcional y me está ayudando con todo- asentí- Tú descansa y
disfruta de tu familia, que ya tendrás tiempo de trabajar y de soportarme
diariamente- tuve que sonreír que era su objetivo.
-Sois tan sobre
protectores…- gemí- Pero, están bien… no haré nada en un mes, lo prometí y eso
haré.
-Cuando te
encuentres bien, entonces harás todo lo que tengas que hacer, preciosa- me
sonrió y me besó en ambas mejillas antes de dirigirse hacia Edward.
-Nos
veremos esta noche, tío, me alegro mucho que de todo haya salido bien.
-Muchas
gracias, Eleazar, sin tu ayuda, la cuartada no podría haber salido tan
perfecta…
-Bah, no
tienes que agradecerme nada, lo hago por una de las personas más importantes de
mi vida- sonreí cuando dijo esto último y él me miró y me guiñó un ojo- Nos
vemos en unas horas, no te pongas tan guapa o los compradores querrán comprarte
a ti- Edward soltó una carcajada y yo sonreí- Eleazar también se dirigió hacia
la salida de los juzgados.
-¡BELLA!-
gritó la enana y vino corriendo hacia nosotros con una rapidez y elegancia
envidiables a pesar de su enorme barriga…
Genes
Cullen…
-Al- sonreí
y la estreché entre mis brazos cuando me abrazó- Estoy feliz…- le susurré en el
oído y sentí su sonrisa en mi cuello.
-Lo sé… no
te imaginas la satisfacción que me ha dado ver la cara de ese cerdo cuando el
juez dictaminó… he gozado…- hizo una pausa y escuché que toda la familia
felicitaba a Edward- Bueno… hemos gozado- se separó de mí y acarició mi vientre
antes de besarme en la mejilla- Te quiero, Bells y me alegro mucho de que todo
haya salido de maravilla- sonrió y miró a Edward.
-¡ED,
CARIÑO!- gritó y esquivó todos los cuerpos de la familia para llegar a su
hermano.
Sonreí
irremediablemente.
-Sabía que
todo iba a salir bien, cariño- me susurró Esme antes de abrazarme con fuerza-
Te dije que habría justicia- me dijo emocionada y yo le correspondí el abrazo
con el mismo ímpetu.
-Lo sé,
Esme, lo sé- sonreí sin poder evitarlo mientras veía cómo Edward era acosado por
Alice y Rose- Tengo que agradecerte tus palabras de aliento cuando más la
necesitaba…
-Shh,
tonterías- se separó de mí y me miró con su maternal sonrisa- No podemos
aparentar ser fuertes siempre, hija- me besó en ambas mejillas y ahora fue el
turno de Carliste para abrazarme.
-Hija, me
alegro tanto de que todo haya salido bien…- sonreí sin poder evitarlo y lo
apreté más contra mi cuerpo.
-Os doy las
gracias a todos, Carliste- me separé de él y lo miré a los ojos- Sin vosotros,
no podría haberme enfrentado a él…
-Para nada,
has sido tú la valiente y la que ha hecho todo- sonrió mientras me pellizcaba
la barbilla- Nosotros sólo te hemos apoyado como la familia que somos- sonreí
aun más y lo volví a abrazar por sus palabras.
-De todas
formas, gracias, Carliste.
-Bueno… yo
también quiero mi abrazo- Emmett hizo un puchero de lo más gracioso y le sonreí
como una niña pequeña.
-Oh, claro-
murmuró Carliste divertido y se dirigió hacia Esme.
-Emm- abrí
mis brazos y él sonrió dejando ver esos adorables hoyuelos de niño bueno.
-Me alegro
muchísimo, Bells- me dijo antes de abrazarme a su estilo… pero dejándome, al
menos, respirar un poco.
-Gracias,
Emm- se separó de mí después de un buen rato y me besó en la frente.
-Te quiero,
enana- me guiñó un ojo y pude ver cómo Jasper venía hacia mí.
-Jazz-
sonrió y sus azules ojos brillaron.
-Ya te dije
que todo saldría bien, Bella- asentí y me abrazó como siempre hacía.
-Lo sé…
pero todavía no me puedo creer que ese cerdo vaya a estar en la cárcel ese
tiempo… toda su vida…
-Pues
créelo, nena, porque es así- me separé de él y su sonrisa no desapareció ni un
poquito.
-Gracias,
Jazz- me besó en la mejilla y se dirigió hacia una Alice clavada en el cuerpo
de Edward.
Estos dos
nunca cambiarían…
-¡Cariño!-
la voz de Rose me sacó de mis pensamientos y la miré con una sonrisa radiante.
-¡Rose!- se
acercó a mí y me abrazó como si el mundo se fuera a acabar en este momento-
Estoy tan feliz, Rose…- le susurré en el oído mientras la apretaba contra mi
pecho, provocando que las dos panzas se dieran de lleno…
Soltamos
una carcajada que provocó que todos nos miraran confundidos y curiosos.
-¡Oh,
Eddie!- gritó Emmett ganándose una mirada asesina de Edward por el mote-
¡¡Nuestras mujeres están haciendo una pelea de bebés!!- todos miraron hacia
nuestros vientres y soltaron una buena carcajada que provocó que las pocas
personas que andaban por los pasillos, se giraran y miraran divertidos.
-Eres
demasiado infantil, Emmie…- murmuró Edward mientras negaba con la cabeza
divertido.
-Hombres…-
susurró Rose mientras posaba sus manos, con una delicadeza absoluta, en mi
vientre- Ha crecido…- dijo alucinada- Pero si te he visto hace un par de días…-
murmuró mientras miraba mi abdomen con curiosidad.
-Bueno… si
te dijera que tu panza está más grande, ¿me creerías?- me miró a los ojos y
soltó una risilla mientras yo también ponía mis manos encima de su abultada
barriguita.
-¡Yo
también quiero!- gritó la enana y vino hasta nosotras para poner una mano
encima de cada vientre- Mi sobrino…- palmeó mi vientre- Y mi sobrina…- palmeó
el de Rose, provocando que las dos rodáramos los ojos- Vamos, sabéis que tengo
razón…- Alice hizo un gesto muy gracioso con las cejas que provocó que me riera
hasta el cansancio.
Bueno… yo,
de momento, no sabría el sexo de mi bebé hasta que naciera…
Sentí unas
manos en mi cintura y supe, al instante, que era Edward…
Su olor y
sus caricias suaves me lo decían.
-Mi vida…-
me susurró en el oído antes de besar mi cuello, provocando que cerrara los ojos
por un breve instante.
-Te amo- le
dije sin más, provocando una risilla por su parte y un beso en mi mejilla.
-Yo te amo
más, preciosa- sonreí como una tonta.
-¡Ya lo
tengo!- gritó la enana y dejó de tocas nuestras panzas y nos miró a todos a la
vez- ¡Iremos a comer! Tenemos que celebrarlo- aclaró y todos sonreímos mientras
asentíamos.
-Te quiero,
Bells- Rose me guiñó un ojo y me sonrió antes de besar mi mejilla e ir hacia
Emmett.
-¿Os
apetece?- preguntó Carliste a todos en general y dijimos un “sí” profundo.
-Nosotros
tenemos que estar en casa a las seis- intervino Edward, provocando que su
aliento me diera de lleno en mi mejilla, haciéndome cosquillas y llegando a mis
fosas nasales, ése inconfundible olor, cálido y fresco de su aliento…
-Oh, es
verdad… la fiesta del señor Andrew- dijo la enana con una sonrisa- Bueno…
tenemos cinco horas para disfrutar de la compañía en familia, así que, vamos.
¿Ya eran la
una de la tarde?
Miré mi
reloj de muñeca mientras Edward se ponía enfrente de mí y, efectivamente, eran
la una de la tarde.
-¿Sorprendida
por la hora?- preguntó Edward muy cerca de mi boca y subí mi mirada,
encontrándome con sus profundos ojos esmeraldas.
-La verdad,
sí, me ha parecido muy rápido el juicio…
-No había
mucho más que aclarar, princesa- sonreí, me encantaba cuando me decía de esa
forma y sentí sus labios apretando los míos suavemente.
-¡Os
esperamos fuera!- dijo la enana y muy pronto, escuché los pasos de todos
dirigiéndose hacia la salida.
-¡Eddie, no
violes a la pobre embarazada de Bells!- gritó Emmett y muy pronto, pudimos
escuchar un sonoro golpe y un “auch, bebé, ¿Qué he hecho ahora?” un segundo
después…
Tuve que
sonreír sobre los labios de Edward.
Emmett
jamás cambiaría…
-Es
horrible…- murmuró Edward sobre mis labios y sonreí aun más.
-Pero aun
así, lo amas- le aclaré mientras lo miraba directamente a los ojos.
-Chicos,
chicos…- la voz de ¿Jake? Nos sacó de nuestro debate.
-¿Jake?-
dijo emocionada mientras me separaba de Edward y veía a mi amigo con una Leah
sonriente.
-¿Quién más
podría ser?- sonrió con su sonrisa blanca y radiante de siempre y se acercó a
mí, junto con Leah- ¿Qué tal?- me abrazó con una sonrisa y se separó de mí para
mirarme de arriba abajo- Te ves muy embarazada- Edward soltó una carcajada.
-Lo estoy…-
acordé con él – Estoy perfectamente bien y absolutamente feliz- le sonreí y mi
amigo me devolvió la sonrisa- ¿Qué tal estáis vosotros?- miré hacia Leah y ésta
se acercó a mí y me abrazó.
-Nos
encontramos genial, aunque aquí, tu amigo presente, demasiado nervioso…- Edward
y Jake se estrecharon las manos antes de abrazarse mientras lo hacía yo con
Leah.
-¿Jacob
Black, nervioso?- solté una risilla- Oh, vamos… eso es imposible…- dejé de
abrazarla y miré a mi amigo burlona mientras sentía las manos de Leah en mi
vientre.
-¿No te
importa, verdad?
-Claro que
no- le sonreí y Edward cogió mi mano.
-Una boda
dentro de quince semanas… lo hace posible- Edward, Leah y yo soltamos una
sonora carcajada, provocando que el gran Jacob se sonrojara.
-Mi hijo no
tendrá un maestro que se sonroje con unas simples palabras de su mejor amiga…-
ahora sí, soltamos una buena carcajada al ver la mueca de desagrado de Jake,
era hasta graciosa.
-Muy
graciosa…- dijo mientras asentía.
-Oh, vamos…
es broma, querido Jake- me fulminó con la mirada, lo que provocó que me riera
aun más.
-Y yo que
he venido aquí a apoyarte, dejando horas de trabajo y tener a mi futura esposa
sola para mí…- dijo haciéndose la víctima y sonreí ampliamente.
-Te lo
recompensaré comiendo hoy- arqueé una ceja cuando me miró con una enorme
sonrisa.
-¿Enserio?
-Sí-
intervino Edward- Hoy comeremos con toda la familia, ¿os apuntáis?
-¡POR
SUPUESTO! Tengo ganas de ver a esa preciosidad de Alice y Rose…
-¡Oye!- se
hizo la molesta Leah y provocó que Jacob la abrazara con fuerza.
-Sólo son
amigas, cariñito- sonreí mientras negaba con la cabeza- Es que juro que entre
esas dos y esta señorita de aquí…- se separó de Leah y me señaló- Me enloquecieron
en mis años de adolescencia…- Leah no pudo fingir más y soltó una carcajada
enorme.
-Lo sé,
cariño, lo sé- dijo divertida y Jake la miró confundido.
-¿Lo
sabías?
-¡Claro!-
le besó brevemente en los labios- Bella me ha puesto al día de todos tus años
de desliz…- ahora sí soltamos una carcajada los tres ante su cara de poema…
-Vaya, vaya…
eres una traidora- me dijo entrecerrando los ojos y sólo pude encogerme de
hombros.
-Todo ha
sido por una buena causa, Jake.
-Claro…
-Bueno… la
familia está esperando fuera, ¿vamos?- los tres asentimos y nos encaminamos
hacia la salida.
-¡JAKE!- gritaron
Alice y Rose a la vez, acercándose a mi amigo con rapidez.
-¡CHICAS!-
se abrazaron los tres y yo sonreí mientras me acercaba a todos.
-Esme,
Carliste, ésta es Leah, la prometida de Jake- les presenté a la nueva
integrante de nuestro círculo de amigos allegados.
-Un placer,
Leah- Esme se acercó a ella y le besó en la mejilla- Eres muy guapa.
-Gracias,
señora Cullen.
-Oh, dime
Esme, cariño- su voz maternal me hizo sonreír.
-Yo soy
Carliste, el padre de Emmett, Edward y Alice- Leah sonrió y asintió.
-Encantada,
señor Cullen.
-Dime
Carliste, no tiene sentido que haya tanta seriedad…- sonreí y Leah asintió
encantada.
-Pero,
miraos- escuché a Jake- Las tres chicas Cullen, embarazadísimas- todos soltamos
una carcajada y Emmett se acercó a Jake.
-Jake, tío,
no cambiarás nunca…- se abrazaron y se dieron unos golpes totalmente
“cariñosos” en la espalda.
-Joder, ni
tú- se sonrieron.
-Ya tengo
un compi de bromas pesadas…- susurró Emmett, pero con lo cerca que estaba yo y
Edward de ellos, pudimos oírlo sin ninguna dificultad.
-Él si que
no cambiará nunca…- negué divertida y Edward me besó en la mejilla.
-Te amo- me
susurró y me abrazó desde el costado, dejando sus brazos por encima de mi
vientre con suavidad.
Hablamos
por un tiempo más y decidimos ir a comer un buen pescado en el restaurante
favorito de Esme, que se encontraba al lado de la costa.
Todos nos
pedimos la especialidad de la casa, una riquísima lubina con salsa de pimienta
verde, gambas y beicon, acompañada de patatas cortadas en círculos.
-¿Cuándo
tenéis previsto casaros, Leah?- preguntó Alice y Leah la miró con una sonrisa.
-Pues
dentro de dos meses y tres semanas- dijo después de limpiarse la boca
pulcramente- Ya lo tenemos casi todo listo a lo que la iglesia, restaurante y
el vestido se refiere… nos falta el exquisito gusto de Bella para la decoración-
me miró y yo le sonreí antes de meterme un trozo de pescado en la boca,
deleitándome con el fabuloso gusto.
-Oh, yo
también puedo ayudaros…- dijo emocionada.
-¿Enserio?
¿Harías eso por nosotros?- Leah cogió la mano de Jake.
-¡Por
supuesto!- Alice sonrió como si se tratara de una niña pequeña- Soy
especialista en ocuparme de todas las bodas…
-No hace
falta que lo digas…- intervine yo y Alice me sonrió flamantemente.
-No dirás
que no estás encantada de mi virtud como decoradora y modista…
-Oh, claro
que sí- pude ver por el rabillo del ojo, la sonrisa de Edward asomarse por sus
labios- De lo que no estoy encantada es de tu obsesión por la moda…- todos
soltaron una carcajada.
-Ésa es
buena, Bells…- acordó Emmett riéndose como un pequeño crío.
-¿Obsesión?
Eres una exagerada…
-No, no lo
es, Al, eres una obsesión de la moda- intervino Rose y abrí mucho los ojos al
que reconociera eso.
-Bueno… tú
también lo eres y Bella está en el camino… desde que vino mi hermano, la pobre
se ha desenganchado de ir todos los días al centro comercial…
-Y menos
mal…- otra ronda de carcajadas y la cara de cachorrito degollado de Alice-
Sabes que te adoro igualmente y si quieres, puedes ayudarme con la boda de Jake
y Leah…- acepté al fin y sonrió ampliamente.
-Sabía que
no te podías resistir…
-Sabes que
esa cara no puede resistir a nadie…- Edward soltó una carcajada y luego me besó
en la mejilla.
-No hay
quien la cambie…- me susurró en el oído y sonreí.
-¡Estoy
feliz, chicas! Gracias por querer ayudarme.
-Yo también
os podría ayudar…- todos miramos a Esme- Puedes pasarte por mi empresa cuando
quieras y allí podemos ver todo los tipos de decoraciones que se están llevando
esta temporada.
-¿Enserio?
-Oh, claro,
hija, me encantaría ayudarte- Leah sonrió con la mayor sonrisa que le había
visto jamás y besó a Jake en la mejilla.
-Sois todos
muy amables, de verdad, gracias- intervino Jake y todos sonreímos.
-Yo no te
digo que si puedo ayudar porque Emmett y yo nos vamos la semana que viene a España
para ver unas instalaciones para agrandar nuestra empresa- todos miramos a Rose
con los ojos muy abiertos- Sí, bueno… era la noticia que queríamos daros hoy-
Rose cogió la enorme mano de Emmett y se la llevó a los labios y luego la dejó
en su vientre- Vamos a agrandar nuestra empresa al extranjero- dijo con una
sonrisa enorme y todos aplaudimos.
-¡ESO ES
GENIAL!- murmuré yo mientras les miraba.
-Sí, lo es-
me contestó Emmett con una sonrisa- Esperamos que allí tenga muy buena
aceptación.
-Seguro que
la tendrá- intervino mi hermoso hombre- En España se lleva mucho eso de equipar
los coches al máximo.
-Por eso
vamos a intentarlo allí, no perdemos nada por intentarlo…
-La verdad
es que no, espero que tengáis mucha suerte- dijo Carliste mientras les miraba.
-Cada vez
te estás llevando a mi hermana más lejos, tío- dijo Jazz y todos sonreímos.
-Eh, tú,
que tu hermana tiene más años que tú y ya es hora que no seas protector
conmigo- dijo Rose burlona.
-Nunca
dejaré de serlo- Jazz le besó en la mejilla a Rose- Eres mi hermanita pequeña,
aunque seas más mayor.
-Créeme,
siempre será así- dijo Edward mientras miraba a la enana.
Todos
sonreímos y terminamos nuestros platos con más risas. Pedimos el postre de la
casa, que consistía en ser un helado de vainilla con almendras y salsa de
caramelo.
Absolutamente
delicioso.
Acordamos
en que éste lunes, Alice, Esme y yo comenzaríamos con la boda de Leah y Jake y
seguimos hablando de todo en particular.
Nos fuimos
del restaurante y paseamos durante un rato por el paseo marítimo, cada pareja
agarrada de la mano y abrazadas.
-No sabes
la tranquilidad y la paz que tengo en mi interior ahora mismo, princesa- me
susurró Edward cuando nos paramos enfrente de la playa y veíamos las olas
romper con fuerza contra las rocas del acantilado que se encontraba a nuestra
derecha.
-Yo
también, ahora puedo ser plenamente feliz, hermoso- le sonreí y me puse
enfrente suya para posar mis labios en los suyos.
-Al fin
podremos ser felices para siempre, justo como te mereces, mi vida- sonreí sobre
sus labios y volví a presionar sobre los suyos.
Estuvimos
unos segundos así y luego me giré para volver a mirar hacia el mar mientras
Edward me abrazaba desde atrás y dejaba su barbilla en el hueco de mi cuello.
Pude ver
cómo Edward miraba el reloj de mi muñeca y se separó levemente de mí.
-Son las
seis, hermosa, ¿vamos?
-Claro- le
cogí la mano y nos acercamos a los bancos donde toda la familia se encontraba
sentada mientras hablaban.
-Familia,
nos vamos- anunció Edward y todos se levantaron para despedirse de nosotros.
-Me alegro
mucho por todo, hija- me susurró Esme mientras me abrazaba con dulzura.
-Y yo,
Esme- se separó de mí y me sonrió maternalmente.
-Nos vemos
el domingo, como siempre, ¿no?
-Por
supuesto que sí- le besé en la mejilla y le sonreí.
Nos fuimos
despidiendo uno por uno y eran las seis y media cuando nos estábamos
despidiendo de la enana.
-Enana
endemoniada, tendré que correr más que en toda mi vida para llegar a tiempo…
-¿Quieres
que te ayude a arreglarte?- sugirió y tuve que reconocer que vi el cielo
abierto cuando preguntó.
-¿Te
importaría?
-¿Qué
pregunta es esa?- solté una risilla- Claro que no, Bells, sabes que me encanta.
-Y a Jazz…
¿no le importará?
-Claro que
no, Bells- intervino Jazz con una sonrisa y asentí en su dirección.
-Vale, pues
vamos entonces- dije y miré a todos en general- Muchas gracias por todo, os
llamaré.
-Ya nos
veremos el domingo, chicos- murmuró Emmett.
-Por
supuesto- dijo Edward con mi sonrisa favorita y nos fuimos los cuatro de allí.
-¿Qué
tenías pensado para esta noche? Además del sexy vestido y esos excelentes
tacones- preguntó Alice mientras nos acercábamos a los coches.
-En
realidad… no lo sabía, pensaba improvisar- Alice sonrió socarronamente- Aunque…
sorpréndeme- ahora su sonrisa sí que era amplia.
-Por supuesto,
déjalo en mis manos, querida- dijo antes de toparme con el coche.
No me había
dado ni cuenta de que habíamos llegado.
-Tened
cuidado- dijo Edward mientras me abría la puerta del Volvo.
-Sí- dijo
Alice antes de entrar en el coche y Jazz le cerró la puerta del BMW con
suavidad y elegancia, al igual que Edward conmigo.
Me
preguntaba si nuestros hombres no habían salido de algún siglo pasado o algo
por el estilo…
Sonreí por
mis pensamientos.
-¿Qué
piensas?- murmuró Edward mientras salía del aparcamiento con la facilidad de
siempre y se encaminaba hacia casa.
-De vuestra
caballerosidad, hombre de los siglos XV o XVII…- Edward soltó una carcajada y
me cogió la mano.
-Te mereces
eso y mucho más, preciosa- sonrió y me besó en el dorso de la mano antes de
dejarla sobre la suya, que se encontraba encima de la palanca de cambios.
Llegamos en
el tiempo estimado a pesar de haber un atasco de los mil demonios por la Quinta
Avenida, como siempre, y dejó que Jazz pasara con su coche por la puerta del
garaje subterráneo. Luego, Edward metió el Volvo en su plaza habitual, mientras
que Jazz lo dejó al lado de mi bebé, estando los tres coches en paralelo.
Edward me
abrió la puerta y me ayudó a salir del Volvo.
En ese
momento, sentí una fuerte patada, de esas que hacen historia y que te quedas
totalmente parada del dolor…
-JODER…-
murmuré mientras me cogía el vientre con ambas manos y lo acariciaba.
-¡¿Qué te
pasa?!- dijo Edward intentando ponerme recta, ya que estaba totalmente doblada.
-¡Que vas a
tener que apuntar a tu hijo a un puñetero equipo de fútbol!- sentí la carcajada
de Alice y Jazz al lado nuestro.
-Mierda… ¿te
duele mucho?- Edward comenzó a acariciar mi vientre con mucha suavidad y al
parecer, el bebé se tranquilizó y no volvió a moverse más.
-A tu hijo
le gusta tus caricias, parece que te lo estaba pidiendo y he tenido que sufrir
yo para ello…- Edward soltó una carcajada enorme mientras me ayudaba a caminar
hacia los ascensores.
-Eres
terrible…- me susurró una vez dentro del ascensor.
-¿Te pasa
muy a menudo?- me preguntó Alice mientras me acariciaba la mejilla con ternura.
-La verdad
es que no- le aclaré y la miré- Normalmente no me da patadas, pero últimamente
está dándomelas muy seguidas… y ésta ha sido de las que hacen historia…- los
tres soltaron una carcajada y si no fuera porque las suaves y varoniles manos de
Edward hicieron mitigar el dolor, les hubiera arrancado la cabeza a los tres
por reírse de una mujer embarazada…
-Yo,
también las tuve muy pronto, pero empezó a moverse muchísimo y eso es lo que siento
últimamente.
-Quiere
marcha…- susurré cuando el sonido del ascensor nos avisó que habíamos llegado.
-La verdad
que no sé lo que quiere… pero quiero que nazca ya para verle la carita- sonreí
con ternura al escuchar sus palabras.
Edward dejó
que Jazz me cogiera por la cintura para ayudarme a caminar mientras él abría la
puerta de casa.
Escuchamos
los ladridos de Yuna y después, la vimos corretear por todo el salón mientras movía su rabito de
manera frenética.
-¿Cómo está
mi segunda princesa?- preguntó con una sonrisa Edward mientras la cogía.
Yuna le
lamió la mano y le ladró contenta.
Jazz me
dejó en el cómodo sofá nuevo y Edward me dejó a Yuna en el regazo.
-¿Cómo
estás, cariño?- me lamió la cara y tuve que sonreír- Mamá, está cansada, mi
vida- le dije cuando quiso jugar con su peluche.
-Cariño, ¿de
verdad tienes que ir a esa fiesta?- me preguntó Edward sentándose a mi lado,
mientras que Alice y Jazz se sentaban en el otro.
-Sí, tengo
que hacerlo, Edward- le sonreí y Yuna se quedó dormida en mi regazo al
instante- No te preocupes, ha sido la enorme patada del bebé que me ha dejado
exhausta- me miró con una ceja alzada- Enserio y te prometo que cuando me
encuentre cansada, nos iremos, ¿de acuerdo?
-Está bien,
¿quieres que te prepare el baño?- murmuró mientras me acariciaba la mejilla con
ternura.
-No te
preocupes, Ed- dijo Alice mientras se levantaba y se ponía enfrente de mí- Yo
me ocuparé.
-¿Estás
segura?
-Claro- le
sonrió a su hermano.
-Bien-
Edward se levantó y cogió a Yuna.
-Dámela,
Edward, tendremos que sacarla de paseo, ¿no?- intervino Jazz mientras se
levantaba y la cogía de los brazos de Edward.
-Sí, eso es
lo que iba a hacer ahora- sonrió mi hombre y se giró para ayudarme a levantar.
-Te amo,
hermoso- le susurré con una sonrisa y él me besó en la frente con suavidad y me
ayudó a caminar hacia la habitación.
-Si te
encuentras algún malestar, dímelo, por favor- me susurró dejándome en la cama
sentada.
-No te
preocupes, Edward, he estado en tensión todo el día por lo del juicio, así que
es normal que tu hijo esté desesperado- sonrió torcidamente y me besó en los
labios.
Se separó
de mí y pude ver sus hermosos ojos mirarme con preocupación.
-Aun así,
te dejo el móvil aquí, ¿ok?- asentí y lo cogí de la mano para que se acercara a
mí.
-Te amo más
que a todo en la vida, nunca te olvides de eso, mi amor- sonrió tiernamente y
me besó en los labios sin profundizar.
-Yo también
te amo, princesa, lo eres todo para mí- sonreí como una tonta y en ese momento,
entró Alice en la habitación.
-¿Te
encuentras mejor?- me preguntó antes de dejar en mis manos una manzanilla.
-Sí, ya no
tengo ninguna molestia, gracias, Al- sonrió y se sentó a mi lado.
-Me alegro-
miró a su hermano- Ed, Yuna te espera con impaciencia junto a Jazz para que la
saquéis- mi hombre sonrió ampliamente y asintió.
-Vale,
tened mucho cuidado, ¿de acuerdo?
-Por
supuesto, cariño- dijo la enana y se levantó de la cama y besó a su hermano en
la mejilla- No te preocupes.
-Está bien-
Edward besó a su hermana en la mejilla y luego a mí en los labios con una
dulzura y ternura que me hacían enloquecer- Te amo- me dijo antes de salir de
la habitación.
-Es el
hombre de mi vida…- susurré mientras veía la puerta.
-Lo es y lo
tendrás para siempre- miré a Alice y me dedicó una enorme sonrisa mientras me
ofrecía su mano para levantarme.
-Eso
espero- le dije con una sonrisa y cogí su mano y me levanté con facilidad.
Alice
preparó un caliente baño con sales minerales y aroma de rosas, muy relajante…
Tan relajante
que no sé cuándo me quedé dormida, si cuando Alice comenzó a masajearme el
cabello para lavármelo o cuando masajeó mi espalda para relajarme por completo…
-Bella…-
escuché de fondo, pero yo ni me inmuté, seguí teniendo ese sueño maravilloso en
el que estaba con mi bebé en los brazos y con Edward detrás de mí mientras le
tocaba la carita…
Sus
preciosos ojos eran del color verde
esmeralda tan perfecto como los de Edward… tan grandes y tan expresivos que me
hicieron sonreír con mucho amor.
El bebé
sonrió ante el toque de su padre y se quedó totalmente dormido… ahí me fijé de
que era un niño, un niño igualito a su papá, igualito a Edward…
Tenía
espesas pestañas cobrizas y la pelusilla que tenía de pelo, del mismo color, al
igual que las finas cejas. Su carita era en forma de corazón, igual que la mía
y sus labios eran carnosos y finos, iguales a los de Edward.
-Cariño…-
escuché otra voz diferente a la de antes y ésta era tan suave y aterciopelada
como la de los ángeles…
Al cabo de
los segundos, sentí que una piel extra suave acarició mi mejilla y ahí fue
cuando abrí los ojos, encontrándome ese par de esmeraldas que tanto amaba.
Justo como
los ojos de mi bebé.
-Princesa-
sonrió antes de besarme en los labios con suavidad- Te has quedado totalmente
en coma… ¿en qué estabas soñando?
Me ayudé a
incorporarme un poco y miré hacia mi cuerpo empapado por el agua de la bañera,
ahora templada.
-Contigo y
nuestro bebé- le dije mientras lo volvía a mirar y me dedicó mi sonrisa
favorita- Era igualito a ti, Edward, tan hermoso…- toqué mi vientre con
melancolía.
-Será tan
hermoso como tú, preciosa- me volvió a sonreír y me besó en la frente antes de
cogerme de la cintura y alzarme, sintiendo un escalofrío- Vamos, estás helada-
me envolvió una toalla alrededor de mi cuerpo y puso la calefacción, a pesar de
que estábamos en primavera.
Se sentó en
el retrete y me sentó a mí en su regazo mientras me frotaba el cuerpo con la
toalla.
-¿Y Alice?
-Aquí
estoy- dijo la enana con el secador en la mano y con el cepillo en la otra- Te
has quedado en estado de coma por completo, no escuchabas cuando te he llamado
y he tenido que llamar a Edward para ver si con su dulce voz, te despertaba…-
entrecerré los ojos y ella sonrió socarronamente- ¿Te encuentras mejor?
Me
encontraba como nueva, el cansancio había pasado a segundo plano y mis músculos
estaban totalmente relajados.
-La verdad
es que sí, tienes unas manos mágicas…- Alice sonrió y asintió.
-Voy a ir a
por tu ropa- asentí y salió del baño no sin antes dejar el secador y el cepillo
encima de la encimera.
-Es un sol…-
le dije a Edward mientras cogía una toalla pequeña y la restregaba contra mi
melena.
-Sí, la
verdad es que es la mejor- sonreí ante sus palabras y me giré un poco, lo
justo, para poder besarle en la mejilla- Mmmm… hueles tan bien…- aspiró
sonoramente en mi pelo, muy cerca de mi cuello, haciéndome enloquecer y posó
una mano en mi vientre y otra en mi cuello- Eres deliciosa…- susurró antes de
morderme suavemente en la base del cuello, provocando que saliera un quejido
por mi parte.
-¡ED! No la
perviertas más…- las palabras de Alice me hicieron abrir los ojos.
-Oh, vamos…-
se quejó Edward- Es de mala educación interrumpir a una feliz pareja en este
estado…
-Sí y es de
mala educación llegar tarde también…- abrí aun más los ojos.
-¿Qué hora
es?- le pregunté.
-Son las
ocho… ¿cuánto piensas que has estado ahí metida?- señaló la bañera e intenté
levantarme con rapidez del regazo de Edward, pero éste no me dejó…
-Tranquilízate-
me susurró suavemente en el oído- Llegaremos a tiempo, nos queda una hora y
media.
-Sí, y
tenemos que cruzar toda la Quinta Avenida a la hora culmen de la salida de
todos los trabajadores de Nueva York…
-Relájate,
enserio, llegaremos bien- me prometió y me relajé un poco.
Me besó en
el oído y dejó que me levantara.
-¿No os
importa que me duche mientras estáis aquí, no?- preguntó mientras se quitaba
los botones de la camisa uno por uno, ante mi atenta mirada de querer comérmelo
en cualquier momento…
-Claro que
no, no es como si no hubiera visto tu cuerpo desnudo antes…- miré a Alice con
la boca abierta y rodó los ojos mientras que Edward soltaba una carcajada.
-Hace mucho
que no me ves desnudo, enana, lo esencial ha cambiado… y mucho- Alice sonrió
perversamente.
-Bueno… en ese
caso, esperaré afuera- dijo guiñándole el ojo sensualmente.
-¿Qué coño…?-
intervine yo y sentí el torso desnudo de Edward pegado a mi espalda.
-Voy a
ducharme- me besó en la cabeza y escuché el sonido de la cremallera de su
pantalón al bajarse y el ruido que hizo el pantalón y el bóxer al dar contra el
suelo…- Esta noche, te haré mía de todas las formas posibles…
Oh, mierda…
¿Cómo podía
hablarme así con el estado en que se encontraban mis hormonas actualmente?
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¡¡¡¡Buenas noches a tod@s!!!!
¿Cómo estáis? ¿Cómo os ha ido este día de Lunes?
Bueno... espero q estéis estupendamente y q éste comienzo de semana os haya ido de maravilla. Y que este capítulo haya servido para sacaros una sonrisa C:
¿Qué os ha parecido el capítulo? Sin duda, la mejor familia q una persona podría tener... ¿verdad?
Todos apoyándose y ayudándose en todo, es GENIAL :D
Y ahora... ¿Qué creéis q pasará? ¿Serán ahora sus vidas plenamente felices al fin? o, por el contrario... ¿Tendrán que sufrir aún más para ser felices?
Prontamente, lo sabréis... sólo quedan unos dos o tres capítulos para saber el desenlace de todo esto. La semana que viene seguro, seguro. Y por desgracia, ya le queda muy poquito...
He pensado en algo. Como es mi primer fic y será como su título, INOLVIDABLE, he pensado en hacer un epílogo por supuesto, pero... ¿cómo querréis q lo haga? ¿Qué queréis que salga?
Haré una encuesta mañana y podréis votar, ¿de acuerdo?
Pondré unos cuántos finales y un "ninguno de los anteriores". Si sale ése, pediré vuestra opinión vía comentarios y ya me decís qué os gustaría.
¿QUÉ OS PARECE?
Ya me contaréis ;)
Le dedico este capítulo a mi querida Yess, cariño, al fin te dignaste a escribirme y a hacerme saber de ti. No sabes lo preocupada q estaba por tu ausencia. Espero pronto saber de ti. Mañana te envío mi parte del capítulo de ¿Amarte u Odiarte?. Muchos besos y abrazos. Te quiero mil.
Para mi angelito de la guarda, mi querida Clau. Nena, como siempre, gracias por comentar cada capítulo con esas palabras llenas de aliento q tanto necesita un escritor. Cada vez que veo tu nombre, me emocionó y me sacas una sonrisa. Gracias por seguirme y seguir soportándome con las preguntas que te hago. Nunca podré agradecerte lo suficiente. Muchos besos y abrazos.
Para Flopii, cariño, me ha absolutamente encantado el capítulo de El amor contra todo. Ha sido excepcional... muy pronto te enviaré el próximo capítulo y ya me comentas ;) Muchos besos y abrazos.
Para Analie, hermosa, mil gracias por haberme dejado la url de tu blog, ahora puedo entrar cuando quiera :D Espero pronto saber de ti y de ese interesante OS. Muchos besos y abrazos.
Para Mari, nena, millones de gracias por seguir entrando y sobretodo, comentado. Es un regalo q me dejes tus sinceras palabras siempre. Muchos besos y abrazos.
Para Gem, preciosa, al fin comentas y sé más de ti. Espero q no te ausentes más o al menos, por mucho tiempo. Gracias por tus palabras. Muchos besos y abrazos.
Para mis desaparecidas, Lumy y Ciritha, espero teneros pronto de vuelta!!!
Y para tod@s l@s lector@s anónim@s.
MUCHOS BESOS Y ABRAZOS,
Romiina R.
Romi,
ResponderEliminarla verdad es que este capítulo me ha sacado más de una sonrisa...me ha sacado mil, jejejjeje :)
Que hermosa familia, todos apoyándose mutuamente con cada noticia...de verdad que es la familia perfecta que todos desearíamos tener :) y si a eso le unes una familia con Emmett y Edward de por medio..ni te cuento, no??? :D
La verdad es que la idea del sorteo me ha encantado..estoy super contenta de poder participar..sea lo que sea lo que salga estoy segura de que me gustará el resultado :D
Espero que todo te vaya bien guapa y que tengas buena noche y un felizz día mañana. Muchos besos y abrazos, guapísima!!!!
CM
pd: no sé si lo que vendrá en el próximo capítulo sean buenas o malas noticias...lo único que se es que me muero por leerlo!!!! :D
pd: por cierto, que se me olvidaba!!!! Muchísimas gracias por tenerme siempre en cuenta...no sabes lo afortunada y lo especial que me haces sentir por ello. Por lo demás, no hace falta que me sigas dando las gracias...sabes que lo hago con muchísimo gusto. Besitosss
ResponderEliminarHola, cariño!!
EliminarMil gracias por haber comentado, como siempre, me has sacado una sonrisa con tus palabras.
La verdad es q sí, creo q he tenido una buena idea al preguntaros q os gustaría q hiciera para el epílogo. Es una historia muy especial para mí, como ya sabes, y quiero q vosotr@s la recordeis de la.mejor manera.
Dentro de unas horas, pondré la encuesta y a ver si Yess puede subir hoy el capítulo, si no, pues mañana junto con el de Mezcla.
Bueno, nena, de verdad, millones de gracias por todo.
Muchos besos y abrazos,
Romiina R.
Hola guapísima!, me pasaba por aquí para ver que tal estabas, saludarte, y de paso, pedirte el favor de que te hagas eco de esta promoción, si no es mucha molestia (tus compis del club y yo, te estaríamos realmente agradecidas):
ResponderEliminarhttp://elclubdelasescritoras.blogspot.com.es/2012/11/pasion-de-navidad-promocion-y-fecha-de.html
Saludos y hasta otra!, muak!
Hola Rommi: gracias por tu palabras siempre me encanta, Nena no te preocupes que yo siempre aunque no lo pueda hacer tan de seguido, pero, soy fiel de dejarte mis comentarios y escribir en el chat. Este fue un capitúlo sensacional, que lindo esa unidad familiar en donde todos se apoyan y comparten. Me encanta el amor que hay entre Edward y Bella, es simplemente hermoso.
ResponderEliminarBye Nena, cu