Mis Dios@s del Crepúsculo... ¡GRACIAS!

lunes, 12 de noviembre de 2012

INOLVIDABLE


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Capítulo 42: La mejor familia.

Bella pov.

Miré a Edward con la sonrisa más grande de toda mi vida, la misma que puse cuando me enteré de que estaba embarazada… y la misma cuando Edward me pidió matrimonio…
La sonrisa más sincera, alegre y flamante de toda mi vida.
-Ya ha terminado todo, mi vida- susurró antes de abrazarme con todo el amor del mundo entero.
-Lo sé y todo ha sido gracias a ti, sin ti, no podría haberlo hecho, cariño- lo apreté más contra mi pecho- Te amo más que a nada en este mundo, Edward- me separé de él para posar mis manos a ambos lados de su preciosa cara y me acerqué un poco a él- Te amo- sonreí antes de posar mis labios en los suyos, sintiendo también su sonrisa perfecta.
Alguien carraspeó y nos separamos inmediatamente mirando hacia el señor Steve y a Eleazar, que nos miraba con una sonrisa.
-Me alegro mucho de que todo haya terminado así de bien- nos dedicó una sonrisa sincera- Felicitaciones, señora Cullen, ha estado perfecta- el hombre me cogió la mano y me la besó.
-No, el trabajo ha sido sólo suyo, yo sólo he declarado con la verdad- sentí la mano de Edward en mi espalda baja.
-En absoluto, debería haberse planteado estudiar leyes- solté una risilla.
-Bueno… hubiera sido otra opción, pero la arquitectura es parte de mi vida- sonrió mientras asentía.
-Por supuesto, además de que se le da genial- sonreí- Bueno, espero que pueda ayudarles en todo lo que pueda venir en algún futuro- asentimos los dos- Señor Cullen, ha sido un placer- se estrecharon las manos.
-Me alegro mucho de que haya hecho su trabajo como siempre- Edward sonrió y el señor Steve también.
-Sí, ya nos veremos- el señor Steve esperó a que los dos saliésemos de la sala, que ahora mismo, se encontraba totalmente desértica…
¿Dónde había ido todo el mundo?
-Has estado perfecta, de verdad, Bells- me susurró Eleazar cuando nos hubimos parado en el enorme hall exterior de la sala.
-Gracias, El- sonrió por mi antiguo mote hacia él y me besó en la mejilla.
Me volví hacia el señor Esteve.
-Señor Steve, muchas gracias, de verdad- le dije cuando pude observar a toda la familia al completo a nuestra izquierda.
-De nada, señora Cullen, es mi trabajo- nos miró a los dos- Espero que no requerías de mis servicios en breve…- Edward y yo soltamos una carcajada mientras asentíamos.
La verdad era que, a pesar de que el señor Steve fuera un hombre maravilloso, no quería verle en mucho tiempo… a ser posible, nunca.
-Por supuesto- nos despedimos y el señor Steve emprendió su camino hacia fuera de los juzgados.
-Chicos, yo tengo que irme a trabajar, con el evento del señor Andrew estoy completamente liado y tengo que ultimar todos los detalles que faltan…
-Puedo ayudarte…
-De eso nada- acordó Edward y Eleazar me cogió las dos manos y me miró directamente a los ojos.
-Bells, haz caso a Edward, no tienes que ayudarme en nada, todo está controlado, Ángela es una secretaria excepcional y me está ayudando con todo- asentí- Tú descansa y disfruta de tu familia, que ya tendrás tiempo de trabajar y de soportarme diariamente- tuve que sonreír que era su objetivo.
-Sois tan sobre protectores…- gemí- Pero, están bien… no haré nada en un mes, lo prometí y eso haré.
-Cuando te encuentres bien, entonces harás todo lo que tengas que hacer, preciosa- me sonrió y me besó en ambas mejillas antes de dirigirse hacia Edward.
-Nos veremos esta noche, tío, me alegro mucho que de todo haya salido bien.
-Muchas gracias, Eleazar, sin tu ayuda, la cuartada no podría haber salido tan perfecta…
-Bah, no tienes que agradecerme nada, lo hago por una de las personas más importantes de mi vida- sonreí cuando dijo esto último y él me miró y me guiñó un ojo- Nos vemos en unas horas, no te pongas tan guapa o los compradores querrán comprarte a ti- Edward soltó una carcajada y yo sonreí- Eleazar también se dirigió hacia la salida de los juzgados.
-¡BELLA!- gritó la enana y vino corriendo hacia nosotros con una rapidez y elegancia envidiables a pesar de su enorme barriga…
Genes Cullen…
-Al- sonreí y la estreché entre mis brazos cuando me abrazó- Estoy feliz…- le susurré en el oído y sentí su sonrisa en mi cuello.
-Lo sé… no te imaginas la satisfacción que me ha dado ver la cara de ese cerdo cuando el juez dictaminó… he gozado…- hizo una pausa y escuché que toda la familia felicitaba a Edward- Bueno… hemos gozado- se separó de mí y acarició mi vientre antes de besarme en la mejilla- Te quiero, Bells y me alegro mucho de que todo haya salido de maravilla- sonrió y miró a Edward.
-¡ED, CARIÑO!- gritó y esquivó todos los cuerpos de la familia para llegar a su hermano.
Sonreí irremediablemente.
-Sabía que todo iba a salir bien, cariño- me susurró Esme antes de abrazarme con fuerza- Te dije que habría justicia- me dijo emocionada y yo le correspondí el abrazo con el mismo ímpetu.
-Lo sé, Esme, lo sé- sonreí sin poder evitarlo mientras veía cómo Edward era acosado por Alice y Rose- Tengo que agradecerte tus palabras de aliento cuando más la necesitaba…
-Shh, tonterías- se separó de mí y me miró con su maternal sonrisa- No podemos aparentar ser fuertes siempre, hija- me besó en ambas mejillas y ahora fue el turno de Carliste para abrazarme.
-Hija, me alegro tanto de que todo haya salido bien…- sonreí sin poder evitarlo y lo apreté más contra mi cuerpo.
-Os doy las gracias a todos, Carliste- me separé de él y lo miré a los ojos- Sin vosotros, no podría haberme enfrentado a él…
-Para nada, has sido tú la valiente y la que ha hecho todo- sonrió mientras me pellizcaba la barbilla- Nosotros sólo te hemos apoyado como la familia que somos- sonreí aun más y lo volví a abrazar por sus palabras.
-De todas formas, gracias, Carliste.
-Bueno… yo también quiero mi abrazo- Emmett hizo un puchero de lo más gracioso y le sonreí como una niña pequeña.
-Oh, claro- murmuró Carliste divertido y se dirigió hacia Esme.
-Emm- abrí mis brazos y él sonrió dejando ver esos adorables hoyuelos de niño bueno.
-Me alegro muchísimo, Bells- me dijo antes de abrazarme a su estilo… pero dejándome, al menos, respirar un poco.
-Gracias, Emm- se separó de mí después de un buen rato y me besó en la frente.
-Te quiero, enana- me guiñó un ojo y pude ver cómo Jasper venía hacia mí.
-Jazz- sonrió y sus azules ojos brillaron.
-Ya te dije que todo saldría bien, Bella- asentí y me abrazó como siempre hacía.
-Lo sé… pero todavía no me puedo creer que ese cerdo vaya a estar en la cárcel ese tiempo… toda su vida…
-Pues créelo, nena, porque es así- me separé de él y su sonrisa no desapareció ni un poquito.
-Gracias, Jazz- me besó en la mejilla y se dirigió hacia una Alice clavada en el cuerpo de Edward.
Estos dos nunca cambiarían…
-¡Cariño!- la voz de Rose me sacó de mis pensamientos y la miré con una sonrisa radiante.
-¡Rose!- se acercó a mí y me abrazó como si el mundo se fuera a acabar en este momento- Estoy tan feliz, Rose…- le susurré en el oído mientras la apretaba contra mi pecho, provocando que las dos panzas se dieran de lleno…
Soltamos una carcajada que provocó que todos nos miraran confundidos y curiosos.
-¡Oh, Eddie!- gritó Emmett ganándose una mirada asesina de Edward por el mote- ¡¡Nuestras mujeres están haciendo una pelea de bebés!!- todos miraron hacia nuestros vientres y soltaron una buena carcajada que provocó que las pocas personas que andaban por los pasillos, se giraran y miraran divertidos.
-Eres demasiado infantil, Emmie…- murmuró Edward mientras negaba con la cabeza divertido.
-Hombres…- susurró Rose mientras posaba sus manos, con una delicadeza absoluta, en mi vientre- Ha crecido…- dijo alucinada- Pero si te he visto hace un par de días…- murmuró mientras miraba mi abdomen con curiosidad.
-Bueno… si te dijera que tu panza está más grande, ¿me creerías?- me miró a los ojos y soltó una risilla mientras yo también ponía mis manos encima de su abultada barriguita.
-¡Yo también quiero!- gritó la enana y vino hasta nosotras para poner una mano encima de cada vientre- Mi sobrino…- palmeó mi vientre- Y mi sobrina…- palmeó el de Rose, provocando que las dos rodáramos los ojos- Vamos, sabéis que tengo razón…- Alice hizo un gesto muy gracioso con las cejas que provocó que me riera hasta el cansancio.
Bueno… yo, de momento, no sabría el sexo de mi bebé hasta que naciera…
Sentí unas manos en mi cintura y supe, al instante, que era Edward…
Su olor y sus caricias suaves me lo decían.
-Mi vida…- me susurró en el oído antes de besar mi cuello, provocando que cerrara los ojos por un breve instante.
-Te amo- le dije sin más, provocando una risilla por su parte y un beso en mi mejilla.
-Yo te amo más, preciosa- sonreí como una tonta.
-¡Ya lo tengo!- gritó la enana y dejó de tocas nuestras panzas y nos miró a todos a la vez- ¡Iremos a comer! Tenemos que celebrarlo- aclaró y todos sonreímos mientras asentíamos.
-Te quiero, Bells- Rose me guiñó un ojo y me sonrió antes de besar mi mejilla e ir hacia Emmett.
-¿Os apetece?- preguntó Carliste a todos en general y dijimos un “sí” profundo.
-Nosotros tenemos que estar en casa a las seis- intervino Edward, provocando que su aliento me diera de lleno en mi mejilla, haciéndome cosquillas y llegando a mis fosas nasales, ése inconfundible olor, cálido y fresco de su aliento…
-Oh, es verdad… la fiesta del señor Andrew- dijo la enana con una sonrisa- Bueno… tenemos cinco horas para disfrutar de la compañía en familia, así que, vamos.
¿Ya eran la una de la tarde?
Miré mi reloj de muñeca mientras Edward se ponía enfrente de mí y, efectivamente, eran la una de la tarde.
-¿Sorprendida por la hora?- preguntó Edward muy cerca de mi boca y subí mi mirada, encontrándome con sus profundos ojos esmeraldas.
-La verdad, sí, me ha parecido muy rápido el juicio…
-No había mucho más que aclarar, princesa- sonreí, me encantaba cuando me decía de esa forma y sentí sus labios apretando los míos suavemente.
-¡Os esperamos fuera!- dijo la enana y muy pronto, escuché los pasos de todos dirigiéndose hacia la salida.
-¡Eddie, no violes a la pobre embarazada de Bells!- gritó Emmett y muy pronto, pudimos escuchar un sonoro golpe y un “auch, bebé, ¿Qué he hecho ahora?” un segundo después…
Tuve que sonreír sobre los labios de Edward.
Emmett jamás cambiaría…
-Es horrible…- murmuró Edward sobre mis labios y sonreí aun más.
-Pero aun así, lo amas- le aclaré mientras lo miraba directamente a los ojos.
-Chicos, chicos…- la voz de ¿Jake? Nos sacó de nuestro debate.
-¿Jake?- dijo emocionada mientras me separaba de Edward y veía a mi amigo con una Leah sonriente.
-¿Quién más podría ser?- sonrió con su sonrisa blanca y radiante de siempre y se acercó a mí, junto con Leah- ¿Qué tal?- me abrazó con una sonrisa y se separó de mí para mirarme de arriba abajo- Te ves muy embarazada- Edward soltó una carcajada.
-Lo estoy…- acordé con él – Estoy perfectamente bien y absolutamente feliz- le sonreí y mi amigo me devolvió la sonrisa- ¿Qué tal estáis vosotros?- miré hacia Leah y ésta se acercó a mí y me abrazó.
-Nos encontramos genial, aunque aquí, tu amigo presente, demasiado nervioso…- Edward y Jake se estrecharon las manos antes de abrazarse mientras lo hacía yo con Leah.
-¿Jacob Black, nervioso?- solté una risilla- Oh, vamos… eso es imposible…- dejé de abrazarla y miré a mi amigo burlona mientras sentía las manos de Leah en mi vientre.
-¿No te importa, verdad?
-Claro que no- le sonreí y Edward cogió mi mano.
-Una boda dentro de quince semanas… lo hace posible- Edward, Leah y yo soltamos una sonora carcajada, provocando que el gran Jacob se sonrojara.
-Mi hijo no tendrá un maestro que se sonroje con unas simples palabras de su mejor amiga…- ahora sí, soltamos una buena carcajada al ver la mueca de desagrado de Jake, era hasta graciosa.
-Muy graciosa…- dijo mientras asentía.
-Oh, vamos… es broma, querido Jake- me fulminó con la mirada, lo que provocó que me riera aun más.
-Y yo que he venido aquí a apoyarte, dejando horas de trabajo y tener a mi futura esposa sola para mí…- dijo haciéndose la víctima y sonreí ampliamente.
-Te lo recompensaré comiendo hoy- arqueé una ceja cuando me miró con una enorme sonrisa.
-¿Enserio?
-Sí- intervino Edward- Hoy comeremos con toda la familia, ¿os apuntáis?
-¡POR SUPUESTO! Tengo ganas de ver a esa preciosidad de Alice y Rose…
-¡Oye!- se hizo la molesta Leah y provocó que Jacob la abrazara con fuerza.
-Sólo son amigas, cariñito- sonreí mientras negaba con la cabeza- Es que juro que entre esas dos y esta señorita de aquí…- se separó de Leah y me señaló- Me enloquecieron en mis años de adolescencia…- Leah no pudo fingir más y soltó una carcajada enorme.   
-Lo sé, cariño, lo sé- dijo divertida y Jake la miró confundido.
-¿Lo sabías?
-¡Claro!- le besó brevemente en los labios- Bella me ha puesto al día de todos tus años de desliz…- ahora sí soltamos una carcajada los tres ante su cara de poema…
-Vaya, vaya… eres una traidora- me dijo entrecerrando los ojos y sólo pude encogerme de hombros.
-Todo ha sido por una buena causa, Jake.
-Claro…
-Bueno… la familia está esperando fuera, ¿vamos?- los tres asentimos y nos encaminamos hacia la salida.
-¡JAKE!- gritaron Alice y Rose a la vez, acercándose a mi amigo con rapidez.
-¡CHICAS!- se abrazaron los tres y yo sonreí mientras me acercaba a todos.
-Esme, Carliste, ésta es Leah, la prometida de Jake- les presenté a la nueva integrante de nuestro círculo de amigos allegados.
-Un placer, Leah- Esme se acercó a ella y le besó en la mejilla- Eres muy guapa.
-Gracias, señora Cullen.
-Oh, dime Esme, cariño- su voz maternal me hizo sonreír.
-Yo soy Carliste, el padre de Emmett, Edward y Alice- Leah sonrió y asintió.
-Encantada, señor Cullen.
-Dime Carliste, no tiene sentido que haya tanta seriedad…- sonreí y Leah asintió encantada.
-Pero, miraos- escuché a Jake- Las tres chicas Cullen, embarazadísimas- todos soltamos una carcajada y Emmett se acercó a Jake.
-Jake, tío, no cambiarás nunca…- se abrazaron y se dieron unos golpes totalmente “cariñosos” en la espalda.
-Joder, ni tú- se sonrieron.
-Ya tengo un compi de bromas pesadas…- susurró Emmett, pero con lo cerca que estaba yo y Edward de ellos, pudimos oírlo sin ninguna dificultad.
-Él si que no cambiará nunca…- negué divertida y Edward me besó en la mejilla.
-Te amo- me susurró y me abrazó desde el costado, dejando sus brazos por encima de mi vientre con suavidad.
Hablamos por un tiempo más y decidimos ir a comer un buen pescado en el restaurante favorito de Esme, que se encontraba al lado de la costa.
Todos nos pedimos la especialidad de la casa, una riquísima lubina con salsa de pimienta verde, gambas y beicon, acompañada de patatas cortadas en círculos.
-¿Cuándo tenéis previsto casaros, Leah?- preguntó Alice y Leah la miró con una sonrisa.
-Pues dentro de dos meses y tres semanas- dijo después de limpiarse la boca pulcramente- Ya lo tenemos casi todo listo a lo que la iglesia, restaurante y el vestido se refiere… nos falta el exquisito gusto de Bella para la decoración- me miró y yo le sonreí antes de meterme un trozo de pescado en la boca, deleitándome con el fabuloso gusto.
-Oh, yo también puedo ayudaros…- dijo emocionada.
-¿Enserio? ¿Harías eso por nosotros?- Leah cogió la mano de Jake.
-¡Por supuesto!- Alice sonrió como si se tratara de una niña pequeña- Soy especialista en ocuparme de todas las bodas…
-No hace falta que lo digas…- intervine yo y Alice me sonrió flamantemente.
-No dirás que no estás encantada de mi virtud como decoradora y modista…
-Oh, claro que sí- pude ver por el rabillo del ojo, la sonrisa de Edward asomarse por sus labios- De lo que no estoy encantada es de tu obsesión por la moda…- todos soltaron una carcajada.
-Ésa es buena, Bells…- acordó Emmett riéndose como un pequeño crío.
-¿Obsesión? Eres una exagerada…
-No, no lo es, Al, eres una obsesión de la moda- intervino Rose y abrí mucho los ojos al que reconociera eso.
-Bueno… tú también lo eres y Bella está en el camino… desde que vino mi hermano, la pobre se ha desenganchado de ir todos los días al centro comercial…
-Y menos mal…- otra ronda de carcajadas y la cara de cachorrito degollado de Alice- Sabes que te adoro igualmente y si quieres, puedes ayudarme con la boda de Jake y Leah…- acepté al fin y sonrió ampliamente.
-Sabía que no te podías resistir…
-Sabes que esa cara no puede resistir a nadie…- Edward soltó una carcajada y luego me besó en la mejilla.
-No hay quien la cambie…- me susurró en el oído y sonreí.
-¡Estoy feliz, chicas! Gracias por querer ayudarme.
-Yo también os podría ayudar…- todos miramos a Esme- Puedes pasarte por mi empresa cuando quieras y allí podemos ver todo los tipos de decoraciones que se están llevando esta temporada.
-¿Enserio?
-Oh, claro, hija, me encantaría ayudarte- Leah sonrió con la mayor sonrisa que le había visto jamás y besó a Jake en la mejilla.
-Sois todos muy amables, de verdad, gracias- intervino Jake y todos sonreímos.
-Yo no te digo que si puedo ayudar porque Emmett y yo nos vamos la semana que viene a España para ver unas instalaciones para agrandar nuestra empresa- todos miramos a Rose con los ojos muy abiertos- Sí, bueno… era la noticia que queríamos daros hoy- Rose cogió la enorme mano de Emmett y se la llevó a los labios y luego la dejó en su vientre- Vamos a agrandar nuestra empresa al extranjero- dijo con una sonrisa enorme y todos aplaudimos.
-¡ESO ES GENIAL!- murmuré yo mientras les miraba.
-Sí, lo es- me contestó Emmett con una sonrisa- Esperamos que allí tenga muy buena aceptación.
-Seguro que la tendrá- intervino mi hermoso hombre- En España se lleva mucho eso de equipar los coches al máximo.
-Por eso vamos a intentarlo allí, no perdemos nada por intentarlo…
-La verdad es que no, espero que tengáis mucha suerte- dijo Carliste mientras les miraba.
-Cada vez te estás llevando a mi hermana más lejos, tío- dijo Jazz y todos sonreímos.
-Eh, tú, que tu hermana tiene más años que tú y ya es hora que no seas protector conmigo- dijo Rose burlona.
-Nunca dejaré de serlo- Jazz le besó en la mejilla a Rose- Eres mi hermanita pequeña, aunque seas más mayor.
-Créeme, siempre será así- dijo Edward mientras miraba a la enana.
Todos sonreímos y terminamos nuestros platos con más risas. Pedimos el postre de la casa, que consistía en ser un helado de vainilla con almendras y salsa de caramelo.
Absolutamente delicioso.
Acordamos en que éste lunes, Alice, Esme y yo comenzaríamos con la boda de Leah y Jake y seguimos hablando de todo en particular.
Nos fuimos del restaurante y paseamos durante un rato por el paseo marítimo, cada pareja agarrada de la mano y abrazadas.
-No sabes la tranquilidad y la paz que tengo en mi interior ahora mismo, princesa- me susurró Edward cuando nos paramos enfrente de la playa y veíamos las olas romper con fuerza contra las rocas del acantilado que se encontraba a nuestra derecha.
-Yo también, ahora puedo ser plenamente feliz, hermoso- le sonreí y me puse enfrente suya para posar mis labios en los suyos.
-Al fin podremos ser felices para siempre, justo como te mereces, mi vida- sonreí sobre sus labios y volví a presionar sobre los suyos.
Estuvimos unos segundos así y luego me giré para volver a mirar hacia el mar mientras Edward me abrazaba desde atrás y dejaba su barbilla en el hueco de mi cuello.
Pude ver cómo Edward miraba el reloj de mi muñeca y se separó levemente de mí.
-Son las seis, hermosa, ¿vamos?
-Claro- le cogí la mano y nos acercamos a los bancos donde toda la familia se encontraba sentada mientras hablaban.
-Familia, nos vamos- anunció Edward y todos se levantaron para despedirse de nosotros.
-Me alegro mucho por todo, hija- me susurró Esme mientras me abrazaba con dulzura.
-Y yo, Esme- se separó de mí y me sonrió maternalmente.
-Nos vemos el domingo, como siempre, ¿no?
-Por supuesto que sí- le besé en la mejilla y le sonreí.
Nos fuimos despidiendo uno por uno y eran las seis y media cuando nos estábamos despidiendo de la enana.
-Enana endemoniada, tendré que correr más que en toda mi vida para llegar a tiempo…
-¿Quieres que te ayude a arreglarte?- sugirió y tuve que reconocer que vi el cielo abierto cuando preguntó.
-¿Te importaría?
-¿Qué pregunta es esa?- solté una risilla- Claro que no, Bells, sabes que me encanta.
-Y a Jazz… ¿no le importará?
-Claro que no, Bells- intervino Jazz con una sonrisa y asentí en su dirección.
-Vale, pues vamos entonces- dije y miré a todos en general- Muchas gracias por todo, os llamaré.
-Ya nos veremos el domingo, chicos- murmuró Emmett.
-Por supuesto- dijo Edward con mi sonrisa favorita y nos fuimos los cuatro de allí.
-¿Qué tenías pensado para esta noche? Además del sexy vestido y esos excelentes tacones- preguntó Alice mientras nos acercábamos a los coches.
-En realidad… no lo sabía, pensaba improvisar- Alice sonrió socarronamente- Aunque… sorpréndeme- ahora su sonrisa sí que era amplia.
-Por supuesto, déjalo en mis manos, querida- dijo antes de toparme con el coche.
No me había dado ni cuenta de que habíamos llegado.
-Tened cuidado- dijo Edward mientras me abría la puerta del Volvo.
-Sí- dijo Alice antes de entrar en el coche y Jazz le cerró la puerta del BMW con suavidad y elegancia, al igual que Edward conmigo.
Me preguntaba si nuestros hombres no habían salido de algún siglo pasado o algo por el estilo…
Sonreí por mis pensamientos.
-¿Qué piensas?- murmuró Edward mientras salía del aparcamiento con la facilidad de siempre y se encaminaba hacia casa.
-De vuestra caballerosidad, hombre de los siglos XV o XVII…- Edward soltó una carcajada y me cogió la mano.
-Te mereces eso y mucho más, preciosa- sonrió y me besó en el dorso de la mano antes de dejarla sobre la suya, que se encontraba encima de la palanca de cambios.
Llegamos en el tiempo estimado a pesar de haber un atasco de los mil demonios por la Quinta Avenida, como siempre, y dejó que Jazz pasara con su coche por la puerta del garaje subterráneo. Luego, Edward metió el Volvo en su plaza habitual, mientras que Jazz lo dejó al lado de mi bebé, estando los tres coches en paralelo.
Edward me abrió la puerta y me ayudó a salir del Volvo.
En ese momento, sentí una fuerte patada, de esas que hacen historia y que te quedas totalmente parada del dolor…
-JODER…- murmuré mientras me cogía el vientre con ambas manos y lo acariciaba.
-¡¿Qué te pasa?!- dijo Edward intentando ponerme recta, ya que estaba totalmente doblada.
-¡Que vas a tener que apuntar a tu hijo a un puñetero equipo de fútbol!- sentí la carcajada de Alice y Jazz al lado nuestro.
-Mierda… ¿te duele mucho?- Edward comenzó a acariciar mi vientre con mucha suavidad y al parecer, el bebé se tranquilizó y no volvió a moverse más.
-A tu hijo le gusta tus caricias, parece que te lo estaba pidiendo y he tenido que sufrir yo para ello…- Edward soltó una carcajada enorme mientras me ayudaba a caminar hacia los ascensores.
-Eres terrible…- me susurró una vez dentro del ascensor.
-¿Te pasa muy a menudo?- me preguntó Alice mientras me acariciaba la mejilla con ternura.
-La verdad es que no- le aclaré y la miré- Normalmente no me da patadas, pero últimamente está dándomelas muy seguidas… y ésta ha sido de las que hacen historia…- los tres soltaron una carcajada y si no fuera porque las suaves y varoniles manos de Edward hicieron mitigar el dolor, les hubiera arrancado la cabeza a los tres por reírse de una mujer embarazada…
-Yo, también las tuve muy pronto, pero empezó a moverse muchísimo y eso es lo que siento últimamente.
-Quiere marcha…- susurré cuando el sonido del ascensor nos avisó que habíamos llegado.
-La verdad que no sé lo que quiere… pero quiero que nazca ya para verle la carita- sonreí con ternura al escuchar sus palabras.
Edward dejó que Jazz me cogiera por la cintura para ayudarme a caminar mientras él abría la puerta de casa.
Escuchamos los ladridos de Yuna y después, la vimos corretear  por todo el salón mientras movía su rabito de manera frenética.
-¿Cómo está mi segunda princesa?- preguntó con una sonrisa Edward mientras la cogía.
Yuna le lamió la mano y le ladró contenta.
Jazz me dejó en el cómodo sofá nuevo y Edward me dejó a Yuna en el regazo.
-¿Cómo estás, cariño?- me lamió la cara y tuve que sonreír- Mamá, está cansada, mi vida- le dije cuando quiso jugar con su peluche.
-Cariño, ¿de verdad tienes que ir a esa fiesta?- me preguntó Edward sentándose a mi lado, mientras que Alice y Jazz se sentaban en el otro.
-Sí, tengo que hacerlo, Edward- le sonreí y Yuna se quedó dormida en mi regazo al instante- No te preocupes, ha sido la enorme patada del bebé que me ha dejado exhausta- me miró con una ceja alzada- Enserio y te prometo que cuando me encuentre cansada, nos iremos, ¿de acuerdo?
-Está bien, ¿quieres que te prepare el baño?- murmuró mientras me acariciaba la mejilla con ternura.
-No te preocupes, Ed- dijo Alice mientras se levantaba y se ponía enfrente de mí- Yo me ocuparé.
-¿Estás segura?
-Claro- le sonrió a su hermano.
-Bien- Edward se levantó y cogió a Yuna.
-Dámela, Edward, tendremos que sacarla de paseo, ¿no?- intervino Jazz mientras se levantaba y la cogía de los brazos de Edward.
-Sí, eso es lo que iba a hacer ahora- sonrió mi hombre y se giró para ayudarme a levantar.
-Te amo, hermoso- le susurré con una sonrisa y él me besó en la frente con suavidad y me ayudó a caminar hacia la habitación.
-Si te encuentras algún malestar, dímelo, por favor- me susurró dejándome en la cama sentada.
-No te preocupes, Edward, he estado en tensión todo el día por lo del juicio, así que es normal que tu hijo esté desesperado- sonrió torcidamente y me besó en los labios.
Se separó de mí y pude ver sus hermosos ojos mirarme con preocupación.
-Aun así, te dejo el móvil aquí, ¿ok?- asentí y lo cogí de la mano para que se acercara a mí.
-Te amo más que a todo en la vida, nunca te olvides de eso, mi amor- sonrió tiernamente y me besó en los labios sin profundizar.
-Yo también te amo, princesa, lo eres todo para mí- sonreí como una tonta y en ese momento, entró Alice en la habitación.
-¿Te encuentras mejor?- me preguntó antes de dejar en mis manos una manzanilla.
-Sí, ya no tengo ninguna molestia, gracias, Al- sonrió y se sentó a mi lado.
-Me alegro- miró a su hermano- Ed, Yuna te espera con impaciencia junto a Jazz para que la saquéis- mi hombre sonrió ampliamente y asintió.
-Vale, tened mucho cuidado, ¿de acuerdo?
-Por supuesto, cariño- dijo la enana y se levantó de la cama y besó a su hermano en la mejilla- No te preocupes.
-Está bien- Edward besó a su hermana en la mejilla y luego a mí en los labios con una dulzura y ternura que me hacían enloquecer- Te amo- me dijo antes de salir de la habitación.
-Es el hombre de mi vida…- susurré mientras veía la puerta.
-Lo es y lo tendrás para siempre- miré a Alice y me dedicó una enorme sonrisa mientras me ofrecía su mano para levantarme.
-Eso espero- le dije con una sonrisa y cogí su mano y me levanté con facilidad.
Alice preparó un caliente baño con sales minerales y aroma de rosas, muy relajante…
Tan relajante que no sé cuándo me quedé dormida, si cuando Alice comenzó a masajearme el cabello para lavármelo o cuando masajeó mi espalda para relajarme por completo…
-Bella…- escuché de fondo, pero yo ni me inmuté, seguí teniendo ese sueño maravilloso en el que estaba con mi bebé en los brazos y con Edward detrás de mí mientras le tocaba la carita…
Sus preciosos ojos  eran del color verde esmeralda tan perfecto como los de Edward… tan grandes y tan expresivos que me hicieron sonreír con mucho amor.
El bebé sonrió ante el toque de su padre y se quedó totalmente dormido… ahí me fijé de que era un niño, un niño igualito a su papá, igualito a Edward…
Tenía espesas pestañas cobrizas y la pelusilla que tenía de pelo, del mismo color, al igual que las finas cejas. Su carita era en forma de corazón, igual que la mía y sus labios eran carnosos y finos, iguales a los de Edward.
-Cariño…- escuché otra voz diferente a la de antes y ésta era tan suave y aterciopelada como la de los ángeles…
Al cabo de los segundos, sentí que una piel extra suave acarició mi mejilla y ahí fue cuando abrí los ojos, encontrándome ese par de esmeraldas que tanto amaba.
Justo como los ojos de mi bebé.
-Princesa- sonrió antes de besarme en los labios con suavidad- Te has quedado totalmente en coma… ¿en qué estabas soñando?
Me ayudé a incorporarme un poco y miré hacia mi cuerpo empapado por el agua de la bañera, ahora templada.
-Contigo y nuestro bebé- le dije mientras lo volvía a mirar y me dedicó mi sonrisa favorita- Era igualito a ti, Edward, tan hermoso…- toqué mi vientre con melancolía.
-Será tan hermoso como tú, preciosa- me volvió a sonreír y me besó en la frente antes de cogerme de la cintura y alzarme, sintiendo un escalofrío- Vamos, estás helada- me envolvió una toalla alrededor de mi cuerpo y puso la calefacción, a pesar de que estábamos en primavera.
Se sentó en el retrete y me sentó a mí en su regazo mientras me frotaba el cuerpo con la toalla.
-¿Y Alice?
-Aquí estoy- dijo la enana con el secador en la mano y con el cepillo en la otra- Te has quedado en estado de coma por completo, no escuchabas cuando te he llamado y he tenido que llamar a Edward para ver si con su dulce voz, te despertaba…- entrecerré los ojos y ella sonrió socarronamente- ¿Te encuentras mejor?
Me encontraba como nueva, el cansancio había pasado a segundo plano y mis músculos estaban totalmente relajados.
-La verdad es que sí, tienes unas manos mágicas…- Alice sonrió y asintió.
-Voy a ir a por tu ropa- asentí y salió del baño no sin antes dejar el secador y el cepillo encima de la encimera.
-Es un sol…- le dije a Edward mientras cogía una toalla pequeña y la restregaba contra mi melena.
-Sí, la verdad es que es la mejor- sonreí ante sus palabras y me giré un poco, lo justo, para poder besarle en la mejilla- Mmmm… hueles tan bien…- aspiró sonoramente en mi pelo, muy cerca de mi cuello, haciéndome enloquecer y posó una mano en mi vientre y otra en mi cuello- Eres deliciosa…- susurró antes de morderme suavemente en la base del cuello, provocando que saliera un quejido por mi parte.
-¡ED! No la perviertas más…- las palabras de Alice me hicieron abrir los ojos.
-Oh, vamos…- se quejó Edward- Es de mala educación interrumpir a una feliz pareja en este estado…
-Sí y es de mala educación llegar tarde también…- abrí aun más los ojos.
-¿Qué hora es?- le pregunté.
-Son las ocho… ¿cuánto piensas que has estado ahí metida?- señaló la bañera e intenté levantarme con rapidez del regazo de Edward, pero éste no me dejó…
-Tranquilízate- me susurró suavemente en el oído- Llegaremos a tiempo, nos queda una hora y media.
-Sí, y tenemos que cruzar toda la Quinta Avenida a la hora culmen de la salida de todos los trabajadores de Nueva York…
-Relájate, enserio, llegaremos bien- me prometió y me relajé un poco.
Me besó en el oído y dejó que me levantara.
-¿No os importa que me duche mientras estáis aquí, no?- preguntó mientras se quitaba los botones de la camisa uno por uno, ante mi atenta mirada de querer comérmelo en cualquier momento…
-Claro que no, no es como si no hubiera visto tu cuerpo desnudo antes…- miré a Alice con la boca abierta y rodó los ojos mientras que Edward soltaba una carcajada.
-Hace mucho que no me ves desnudo, enana, lo esencial ha cambiado… y mucho- Alice sonrió perversamente.
-Bueno… en ese caso, esperaré afuera- dijo guiñándole el ojo sensualmente.
-¿Qué coño…?- intervine yo y sentí el torso desnudo de Edward pegado a mi espalda.
-Voy a ducharme- me besó en la cabeza y escuché el sonido de la cremallera de su pantalón al bajarse y el ruido que hizo el pantalón y el bóxer al dar contra el suelo…- Esta noche, te haré mía de todas las formas posibles…
Oh, mierda…
¿Cómo podía hablarme así con el estado en que se encontraban mis hormonas actualmente?




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¡¡¡¡Buenas noches a tod@s!!!!
¿Cómo estáis? ¿Cómo os ha ido este día de Lunes?
Bueno... espero q estéis estupendamente y q éste comienzo de semana os haya ido de maravilla. Y que este capítulo haya servido para sacaros una sonrisa C:
¿Qué os ha parecido el capítulo? Sin duda, la mejor familia q una persona podría tener... ¿verdad?
Todos apoyándose y ayudándose en todo, es GENIAL :D
Y ahora... ¿Qué creéis q pasará? ¿Serán ahora sus vidas plenamente felices al fin? o, por el contrario... ¿Tendrán que sufrir aún más para ser felices?
Prontamente, lo sabréis... sólo quedan unos dos  o tres capítulos para saber el desenlace de todo esto. La semana que viene seguro, seguro. Y por desgracia, ya le queda muy poquito...
He pensado en algo. Como es mi primer fic y será como su título, INOLVIDABLE, he pensado en hacer un epílogo por supuesto, pero... ¿cómo querréis q lo haga? ¿Qué queréis que salga?
Haré una encuesta mañana y podréis votar, ¿de acuerdo?
Pondré unos cuántos finales y un "ninguno de los anteriores". Si sale ése, pediré vuestra opinión vía comentarios y ya me decís qué os gustaría.
¿QUÉ OS PARECE?
Ya me contaréis ;)
Le dedico este capítulo a mi querida Yess, cariño, al fin te dignaste a escribirme y a hacerme saber de ti. No sabes lo preocupada q estaba por tu ausencia. Espero pronto saber de ti. Mañana te envío mi parte del capítulo de ¿Amarte u Odiarte?. Muchos besos y abrazos. Te quiero mil.
Para mi angelito de la guarda, mi querida Clau. Nena, como siempre, gracias por comentar cada capítulo con esas palabras llenas de aliento q tanto necesita un escritor. Cada vez que veo tu nombre, me emocionó y me sacas una sonrisa. Gracias por seguirme y seguir soportándome con las preguntas que te hago. Nunca podré agradecerte lo suficiente. Muchos besos y abrazos.
Para Flopii, cariño, me ha absolutamente encantado el capítulo de El amor contra todo. Ha sido excepcional... muy pronto te enviaré el próximo capítulo y ya me comentas ;) Muchos besos y abrazos.
Para Analie, hermosa, mil gracias por haberme dejado la url de tu blog, ahora puedo entrar cuando quiera :D Espero pronto saber de ti y de ese interesante OS. Muchos besos y abrazos.
Para Mari, nena, millones de gracias por seguir entrando y sobretodo, comentado. Es un regalo q me dejes tus sinceras palabras siempre. Muchos besos y abrazos.
Para Gem, preciosa, al fin comentas y sé más de ti. Espero q no te ausentes más o al menos, por mucho tiempo. Gracias por tus palabras. Muchos besos y abrazos.
Para mis desaparecidas, Lumy y Ciritha, espero teneros pronto de vuelta!!!
Y para tod@s l@s lector@s anónim@s.
MUCHOS BESOS Y ABRAZOS,
Romiina R.



5 comentarios:

  1. Romi,
    la verdad es que este capítulo me ha sacado más de una sonrisa...me ha sacado mil, jejejjeje :)
    Que hermosa familia, todos apoyándose mutuamente con cada noticia...de verdad que es la familia perfecta que todos desearíamos tener :) y si a eso le unes una familia con Emmett y Edward de por medio..ni te cuento, no??? :D
    La verdad es que la idea del sorteo me ha encantado..estoy super contenta de poder participar..sea lo que sea lo que salga estoy segura de que me gustará el resultado :D
    Espero que todo te vaya bien guapa y que tengas buena noche y un felizz día mañana. Muchos besos y abrazos, guapísima!!!!
    CM

    pd: no sé si lo que vendrá en el próximo capítulo sean buenas o malas noticias...lo único que se es que me muero por leerlo!!!! :D

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  2. pd: por cierto, que se me olvidaba!!!! Muchísimas gracias por tenerme siempre en cuenta...no sabes lo afortunada y lo especial que me haces sentir por ello. Por lo demás, no hace falta que me sigas dando las gracias...sabes que lo hago con muchísimo gusto. Besitosss

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    Respuestas
    1. Hola, cariño!!
      Mil gracias por haber comentado, como siempre, me has sacado una sonrisa con tus palabras.
      La verdad es q sí, creo q he tenido una buena idea al preguntaros q os gustaría q hiciera para el epílogo. Es una historia muy especial para mí, como ya sabes, y quiero q vosotr@s la recordeis de la.mejor manera.
      Dentro de unas horas, pondré la encuesta y a ver si Yess puede subir hoy el capítulo, si no, pues mañana junto con el de Mezcla.
      Bueno, nena, de verdad, millones de gracias por todo.
      Muchos besos y abrazos,
      Romiina R.

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  3. Hola guapísima!, me pasaba por aquí para ver que tal estabas, saludarte, y de paso, pedirte el favor de que te hagas eco de esta promoción, si no es mucha molestia (tus compis del club y yo, te estaríamos realmente agradecidas):

    http://elclubdelasescritoras.blogspot.com.es/2012/11/pasion-de-navidad-promocion-y-fecha-de.html

    Saludos y hasta otra!, muak!

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  4. Hola Rommi: gracias por tu palabras siempre me encanta, Nena no te preocupes que yo siempre aunque no lo pueda hacer tan de seguido, pero, soy fiel de dejarte mis comentarios y escribir en el chat. Este fue un capitúlo sensacional, que lindo esa unidad familiar en donde todos se apoyan y comparten. Me encanta el amor que hay entre Edward y Bella, es simplemente hermoso.
    Bye Nena, cu

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