Mis Dios@s del Crepúsculo... ¡GRACIAS!

lunes, 23 de julio de 2012

INOLVIDABLE


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Capítulo 33: Incitándome…

Bella pov.

Después de haber hecho el amor dos veces, mi sexy esposo me tendió en la cama y me tapó con la fina sábana.
-Te amo- le dije con voz soñolienta a la vez que me acurrucaba en su fuerte pecho.
-Y yo a ti, preciosa- me besó en la frente y se tapó él a la vez que me abrazaba- Ha sido increíble- susurró y mis labios se tornaron en una sonrisa arrogante al saber que yo había sido la causante de que lo hubiera disfrutado…
-Siempre es increíble contigo- lo miré a esas dos esmeraldas que tanto amaba y pude ver diversión.
-Vaya… no sabía que la complaciera tanto, señora Cullen- sonrió torcidamente y yo me tragué el puto gemido que estaba a punto de salir por mi boca…
¿Es que las malditas hormonas iban a jugar conmigo durante los cinco próximos meses o qué?
-Pues ya era hora de que lo supieras, Doctor Cullen- jugué con los vellos de su pecho y sentí que su piel se estremecía.
-Es bueno saberlo- su voz era tremendamente sensual y si no fuera porque mi hijo tenía otros planes para mí, ahora estaría encima suya, gimiendo como una loca…
-Hasta mañana, mi vida- susurró sobre mi frente a la vez que bostezaba sonoramente…
-Hasta mañana, guapo- le sonreí y le besé antes de girarme y pegar mi espalda a su pecho.
-Te amo- fue lo último que escuché antes de que mi cerebro desconectase por completo.
Hoy era 13 de Septiembre, por lo que era mi cumpleaños.
Mi amado esposo había decidido comer en mi restaurante favorito los dos solos y ahora estábamos paseando con Yuna por Central Park.
Estábamos parados frente a un parque lleno de niños pequeñitos cuando un fuerte dolor abdominal provocó que me parara en seco.
-¿Qué te pasa, mi amor?- Edward se acercó a mí con cara alerta y me cogió por la cintura.
-M… me due-le- cerré los ojos y sentí que algo líquido salía de mi interior…
-Estás rompiendo aguas, Bella- la voz de Edward era de felicidad y preocupación a parte iguales…
-¡¿Qué?!- grité.
No podía tener a mi hijo en la calle…
-Shh, tranquila- me cogió en brazos y me besó en la punta de la nariz- Iremos al hospital enseguida- me aseguró y de mi boca salió un grito ensordecedor.
Me dolía demasiado…
-Dios…- cerré los ojos nuevamente y sentí otra fuerte punzada- Edward, tengo contracciones- le aclaré abriendo los ojos y sentí cómo su cuerpo se tensaba.
-Lo sé- me besó en la frente y comenzó a moverse hacia la salida con Yuna a su lado…
Llegamos al Volvo y me sentó con mucho, mucho cuidado.
-Vale…- tironeó de su pelo en un total estado de nervios- Ahora me subiré e iremos al hospital…- susurró más para sí que para mí y a pesar de la situación, no pude más que reírme.
-Edward, soy yo la que tengo unos dolores de muer…- volví a cerrar los ojos y sentí una punzada más dolorosa que antes- ¡Date prisa!- rugí y sentí cómo metía a Yuna en el asiento trasero y cómo se apresuraba a paso ligero al asiento del copiloto.
-Vale…- arrancó el motor y enseguida inició la marcha en dirección al hospital.
Estábamos a punto de salir a la autopista cuando, de nuevo, sentí una fuerte punzada, pero esta vez fue la más dolorosa y constante…
-¡JODER!- grité clavando mis largas uñas en el asiento de piel…
-Shh, relájate- me pidió y yo lo miré envenenada.
-¿Cómo carajo quieres que me relaje con estos dolores?- no tuve tiempo a seguir despotricando, una nueva contracción me dejó sin aliento…- ¡Edward!- grité y sentí cómo se paraba el coche.
¿Ya habíamos llegado?
-Mierda…- susurró Edward y abrí los ojos por un breve segundo para darme cuenta que estábamos parados en medio de la autopista por un tráfico horrible.
-No puede ser…- eché mi cabeza hacia atrás y de mi ojo derecho salió una lágrima por los fuertes dolores que estaba teniendo.
-Mi vida, tranquila- Edward me quitó el cinturón de seguridad y me acercó a su pecho, con mucha dificultad debido a mi enorme barriga…
-No puedo estarlo, Edward, tu hijo no entiende de tiempo y ya está aquí…- otra nueva contracción me golpeó salvajemente, lo que provocó que apretara la mano de Edward fuertemente.
-¿Papá?- sentí que hablaba por teléfono- Si, ya está aquí- hizo una pausa- Estamos en la autopista 3- aclaró y escuché un suspiro de la otra parte de la línea.
-¡Dios!- dejé de escuchar la conversación y puse mis manos en mi vientre, sintiendo cómo empujaba mi hijo hacia afuera.
Joder… esto no me podía estar pasando a mí…
-Tengo que colgar, papá, sí, tendrá que nacer aquí…- cuando escuché lo último, me giré hacia él y lo miré con los ojos muy abiertos…
-¿Qué?- su cara pasó a ser blanca como el papel y se limitó a tragar en seco.
-Tendrá que nacer aquí, Bella, el bebé no puede esperar tanto…- me cogió la mano y se la apreté al sentir otra contracción.
-¿Cómo voy a tenerlo aquí, Edward?
-Ven, te tenderé en el asiento trasero y veré en qué estado estás- me besó en la frente y yo asentí lentamente, sintiendo, ahora sí, cómo mi cuerpo se sacudía violentamente por las dos contracciones seguidas…
-Ed-ward…- creo que de mi boca no salió nada, sólo fue un murmullo inaudible para cualquiera…
-Vamos- no me di cuenta cuando abrió la puerta siquiera y me cogió en peso, sin ninguna dificultad a pesar de mi estado y me tendió en los asientos traseros, sintiendo una manta debajo de mi cuerpo.
-¿Y Yuna?- una gota de sudor me recorrió el rostro y mi esposo la quitó con su dedo pulgar.
-No te preocupes por ella, está bien- me aseguró y la busqué con la mirada- Está con el seguridad del peaje- yo asentí más tranquila ahora.
Ese hombre nos conocía por la multitud de veces que pasábamos por aquí.
-Tengo que hacerte una pregunta…- sentí cómo me quitaba los zapatos y me besaba el pie.
-Dime- su voz parecía tranquila, pero el deje de nerviosismo que tenía no me lo podría ocultar jamás…
-¿Por qué demonios has cogido por aquí?- me miró- Podrías haber ido al hospital por la Quinta Avenida…- susurré dolorida por los latigazos de mi cuerpo.
-Bella, ¿te das cuenta de cuánto tráfico puede haber un lunes a las dos de la tarde en la Quinta Avenida?- lo pensé y la verdad era que tenía razón…
Dios… me estaba muriendo de calor.
-Edward, me muero de calor…- sentía todo mi cuerpo pegajoso, mi ropa estaba totalmente incrustada en mi piel…
-No puedo poner el aire, es malo para el bebé, hermosa- me besó en la mano y comenzó a levantarme un poco el vestido- Ahora harás todo lo que yo te diga, ¿de acuerdo?- yo no pude más que asentir a la vez que gemía de puro dolor- Recuerda las respiraciones, mi amor- si… cómo olvidar las clases de pre-parto…- Así- me hizo una demostración y si fuera en otra situación, me hubiera reído hasta cansarme…
De nuevo, sentí una fuerte contracción, pero esta vez más dolorosa que cualquier otra…
-Dios mío, Edward, haz algo, por favor…- le imploré con lágrimas en mis ojos por tanto dolor…
-Mi vida, relájate- si hubiera tenido la suficiente fuerza en estos momentos, juro que le hubiera golpeado, pero él pareció ignorar mi mirada asesina- Ahora mirare cómo está el bebé, ¿de acuerdo?- yo sólo pude asentir e intentar relajarme como me había dicho- Eso es, relájate…
Cerré los ojos y muy pronto sentí cómo me quitaba mi ropa interior y me subía el vestido con mucho cuidado.
-¿Necesitan ayuda?- sentí las manos tensas de mi esposo por mis muslos y abrí los ojos.
Era un hombre que no parecía tener muchas ganas de ayudar, más bien, tenía ganas de mirar mi parte sur…
-No, no necesitamos ayuda- el tío miró mi cara y me sonrió- ¿Qué le hace tanta gracia?- su boca se puso en una línea- Hágame un favor y ¡váyase al carajo!- Edward lo miró de manera asesina y el hombre se alejó rápidamente.
-Es increíble…- susurró mi hombre a la vez que dejaba el borde de mi vestido a mitad de mi enorme barriga.
Ahí fue cuando me di cuenta que Edward estaba en una posición demasiado incómoda, tenía la puerta trasera abierta y estaba apoyando su rodilla derecha en el posa pies del coche…
-Mi amor, estás incómodo…
-Tienes dos centímetros de dilatación- ignoró completamente lo que le había dicho y yo lo miré, por primera vez, directamente a sus ojos.
-¿Eso es bueno, no?- solté un gemido audible al sentir más contracciones.
-Joder… se supone que sí…- su voz era de total miedo y yo cerré los ojos a la vez que varias lágrimas rodaban por mis mejillas- Tienes que dilatar diez centímetros- aclaró y yo gemí al saber cuánto me quedaba…- Voy a ir a por mi maletín, ahora mismo vuelvo- se alejó y mentiría si dijese que había tardado más de treinta segundos…- Voy a palpar la cabecita de nuestro hijo, ahora tienes que estar lo más tranquila posible, será un poco molesto- abrí los ojos y me miró con esas dos esmeraldas que tanto amaba.
-Vale- intenté sonreírle y él me acarició el muslo en señal de apoyo.
-Todo saldrá bien, mi vida, te lo prometo- me sonrió torcidamente y se acercó, como pudo, para darme un beso en los labios, suave y reconfortante -Allá voy- dijo cuando se separó de mí y sentí sus dedos en mi cavidad, haciendo que mi cuerpo se sintiera a desfallecer…
-Edward…- ese gemido salió más a placer que a dolor, él sólo me miró con ojos oscurecidos, demasiado, y luego bajó su mirada hacia mi parte más íntima.
-Su cabecita está aquí- sentí que se adentraba más en mi cavidad.
-Dios… ¿está bien?- de nuevo, una contracción golpeó mi cuerpo y él puso una mano en mi barriga para que no me moviera.
-Si, relájate, mi vida, sé que no es fácil, pero tienes que hacerlo, por él- me cogió la mano y sentí el guante de látex que tenía un su varonil y delicada mano.
-Lo intentaré- él asintió y me tapó de nuevo con el vestido.
-Debemos esperar- hizo una pausa- Debería de estar motorizándote el corazón y las contracciones…
-Lo sé, pero es imposible, sólo quiero que nuestro hijo nazca bien, por favor…- me miró directamente a los ojos y se acercó a mí.
-Te juro que nacerá perfectamente- su voz no tenía ningún deje de duda y solté un suspiro de alivio, el primero en una hora…
Después de dos horas, con horribles dolores y un Edward frustrado mirando el grado de dilatación que tenía, mi hijo ya estaba para nacer.
-¡Edward!- grité fuera de mí cuando sentí que mi hijo empujaba hacia el exterior.
-Bella, ahora tienes que empujar con todas tus fuerzas- me miró con un brillo especial en los ojos y yo sonreí a la que asentía.
Empujé y empujé con todas mis fuerzas.
-Así, mi vida, muy bien- su mano estaba en mi vientre, empujando levemente hacia abajo y su otra mano estaba en mi pierna izquierda.
-Dios… no puedo más, Edward- sollocé con lágrimas en mis ojos, impidiendo ver la hermosa escena que tenía frente a mí.
-Mi amor, sólo falta un poco más, empuja con todas tus fuerzas- yo asentí y apreté con todas mis fuerzas.
-¡JODER!- grité con todas mis ganas a la vez que hacía una fuerza extrema…
-Bien, así- empujé más y muy pronto escuché el llanto de mi hijo…
Miré a las dos personas más importantes de mi vida y no pude más que sonreír.
Era la escena más preciosa que había visto jamás…
-Bella…- sentí cómo me zarandeaban suavemente, pero yo sólo me quejé- Mi amor…- sentí unos labios cálidos en mi mejilla y abrí los ojos con mucha dificultad.
Lo miré y sus labios formaban una sonrisa radiante.
-¿Qué pasa?- dije soñolienta a la vez que me dejaba caer en su esculpido pecho.
 -Es la hora- me besó en la frente y me abrazó.
-Dios…- gemí- ¿Qué hora es?- le besé en el pectoral y soltó un pequeño gemido de placer.
Sonreí.
-Son las nueve- me aclaró separándose un poco de mí- ¿Cómo estás? ¿Notas alguna molestia?- yo negué.
-No, no me duele nada- me desperecé un poco y me tendí de nuevo en la cama.
-Vamos… ¿No querrás llegar tarde, verdad?- me miró con la picardía pintada en el rostro y yo mordí mi labio inferior- No hagas eso- deshizo mi agarre con su dedo y me besó en los labios con rapidez antes de salir de la cama.
-¿Dónde vas?- gateé hasta donde estaba él y mi diminuto camisón se subió, dejando ver completamente mis piernas y parte de mi trasero.
-Joder…- gimió mirando mi cuerpo con lujuria.
Volví a sonreír.
-¿Te duchas conmigo?- me incorporé sensualmente en la cama y me puse a su altura a la vez que enroscaba mis brazos en su cuello.
-No puedes seguir jugando con mi autocontrol…- sonreí y él me cogió por la cintura, haciendo que mis piernas se enroscaran en su cintura.
-Dentro de muy poco no podrás hacer esto- nos señalé y él sólo sonrió torcidamente a la vez que atacaba mis labios sin ninguna piedad.
Adentré mi lengua en su cálida y húmeda boca y me sentí desfallecer por su dulce aliento. Sus manos bajaban y subían una y otra vez por mis muslos y mi trasero, haciendo que me mojara inevitablemente…
-Bella…- gimió cuando bajé por su mentón y ataqué su cuello sin previo aviso.
En ese momento sonó mi móvil y tuve que rodar los ojos al ser tan oportuno el que fuese…
-Joder… ¿no tienen otra hora para llamar?- Edward soltó una carcajada a la vez que me dejaba en el suelo.
Me encaminé hacia la mesita de noche y cogí mi Iphone.
-¿Si?- miré a mi esposo y éste me guiñó un ojo a la vez que se dirigía a nuestro baño.
-Buenos días, hija- era Esme.
-¿Qué tal, Esme?- mi frustración por no hacer el amor con mi hombre pasó a segundo plano cuando escuché la maternal voz de mi suegra.
-Muy bien, hija, pero… ¿cómo estáis vosotros?- sonreí ante su preocupación.
-Estupendamente, Esme, acabamos de levantarnos.
-¿No os habré despertado, verdad?- dijo alarmada.
-No, no te preocupes- hice una pausa- Nos hemos levantado temprano porque tenemos que ir a hablar con el abogado- ella suspiró.
-¿Estás segura?- a pesar de que no había preguntado completamente, sabía el motivo de su preocupación.
-Completamente, Esme, es necesario.
-Lo sé, pero tienes que tener mucho cuidado, por favor, hija- asentí a pesar de que no me viese.
-Por supuesto, Esme- me dirigí hacia el baño y la vista, más hermosa y erótica a partes iguales que había visto nunca, se presentaba ante mí…
-Me quedo más tranquila porque tienes a mi hijo a tu lado…- dejé de escuchar a Esme en algún momento, sólo tenía ojos para él…
Edward estaba en la enorme ducha de hidromasaje, pero eso no era relevante… Lo que era relevante era que, su cuerpo estaba completamente erguido y cuando digo, completamente, su amiguito también entra en ese conjunto… mientras el agua de la alcachofa le caía de manera pecaminosa por todo su cuerpo… a la vez que sus finos y delicados dedos se adentraban por sus cabellos…
-¿Y qué me dices, hija?- sacudí mi cabeza y le contesté lo más formal que pude…
-Eh, sí, claro- dije sin saber a qué iba su pregunta…
-¡Perfecto!- gritó muy contenta- Entonces os espero a las tres en casa- abrí los ojos mucho cuando pegó una mano a la mampara de la ducha.
Dios… esto era más de lo que mi pobre cerebro y corazón podrían soportar.
-Vale, a las tres en tu casa- le aclaré y colgué sin siquiera despedirme…
Dejé el móvil encima del mueble, justo al lado del lavabo sin quitar mi mirada de ese cuerpo perfecto y me fui desnudando a medida que iba avanzando hacia él…
Entré en la ducha y él me miró con mucha lujuria y pasión.
-¿Te haces una idea de lo putamente sexy que eres?- susurró mirándome sin ningún tipo de pudor, lo que hizo que mi entrepierna se mojara considerablemente…
-¿Y tú te haces una idea del cuerpo tan perfecto que tienes?- me acerqué hasta él con urgencia, provocando que el agua cayera sobre mi cuerpo, y lo besé con más rapidez aún…
Sus manos me cogieron y volví a enrollar mis piernas en torno a su cintura, sintiendo, esta vez, su miembro erguido y palpitante para mí…
Sonreí como una puta posesa.
Adentré mi lengua con más profundidad y muy pronto, sentí su mano en mi parte más sensible y caliente…
-Joder… estás tan húmeda y palpitante para mí…- gimió y volvió a atacar mis labios con vehemencia…
Sin si quiera avisarme o esperármelo, me penetró de una sola estocada, haciendo que el aire de mis pulmones saliera de un solo golpe.
-Joder…- volvió a gemir audiblemente a la vez que salía de mi interior y me penetraba de un golpe seco nuevamente.
-Edward…- cerré los ojos llevándome por el placer totalmente y sentí que mis paredes estaban secas a pesar de estar húmeda por completo…
-Eres una diosa- susurró y sus manos apretaron mi trasero, haciendo que la penetración fuese más profunda…
-Bella…- su boca estaba en mi cuello, lamiendo y succionando y yo estaba completamente loca de placer…
Mis uñas se clavaron en su húmeda y suave espalda y acerqué mi boca a la suya, degustando su exquisito y cálido aliento.
-Eres tan deliciosa…- me penetró una, dos y tres veces seguidas, sacando su miembro lo justo para que su punta no saliera…
-Dios… y tú tan enorme…- mordisqueé la suave piel de su hombro y sentí que desfallecía por sus continuas y rudas estocadas.
No me faltó mucho más para llegar a mi orgasmo…
-¡Bella!- gritó antes de atacar a uno de mis pezones con maestría…
-Dios, Edward… no pue… puedo más…- cerré los ojos a la vez que clavaba mis uñas en su espalda, gimiendo audiblemente como una auténtica loca…
-¿Te gusta?- dijo mirándome a la vez que me penetraba rudamente…
-Oh, si, Dios…- mis paredes se contrajeron alrededor de su miembro y sentí el cálido líquido caer de mi bajo vientre…
-Joder… ¡Bella!- sus manos apretaron más fuertemente mi trasero y me acercó más a él, como si eso fuera posible…
Muy pronto, sentí cómo se derramaba en mí…
-Dios…- susurré dejando caer mi cabeza en su pecho.
-Joder…- susurró Edward dejando su barbilla en mi cabeza.
Estuvimos un tiempo así, sin despegarnos, hasta que mi hijo llamó nuestra atención…
-¿Ha sido eso una patada o te has movido tú?- me dijo Edward separándose de mí.
-Ha sido una patada- sonreí tocando mi pequeña barriguita con una mano.
-¿Cómo puede moverse algo tan minúsculo?- dijo dejándome en el suelo de la ducha mientras me tocaba el vientre con ambas manos.
-No lo sé, Doctor Cullen, usted es el médico- le dije pícaramente y él me besó en la frente.
-Sólo mide 12 centímetros y pesa 35 gramos…- dijo como si fuera obvio y yo lo miré directamente a los ojos.
-¿Cómo sabes tú eso?- dije sorprendida y él me sonrió.
-Bueno… le dije a Carmen que no te dijera nada, que quería decírtelo yo- me aclaró y yo sonreí como una tonta.
-Bueno… como sabrás ahora mismo, es más grande de lo normal, así que tendrá más inteligencia también- ambos nos reímos por mis ocurrencias y nos abrazamos con todo el amor del mundo.
-Tengo unas ganas enormes de cogerlo- sonreí ante sus palabras y lo apreté más contra mi cuerpo.
-Y yo, sólo quiero besar esa piel suave y rosita de su carita y de su cuerpecito- sentí su sonrisa sobre la piel de mi frente.
-Te amo- me besó en los labios y se separó de mí para coger la esponja y echarle gel con aroma a vainilla, mi favorito.
Me sentó en el banquito que había dentro de la enorme ducha y comenzó a restregar mi cuerpo con mucha suavidad, sintiendo la suavidad de sus dedos en mi piel.
Cuando terminó de enjabonarme perfectamente, cogió la alcachofa y comenzó a enjuagarme con delicadeza y atención.
-Gracias- le sonreí y le besé en esos labios que me volvían loca.
 Salimos de la ducha y Edward envolvió una toalla en su perfecta cintura y a mí, me envolvió en una toalla para cogerme en brazos y llevarme hasta la cama.
-Como sigas cogiéndome así, me acostumbraré- le dije sentándome en la cama con cuidado.
-Nada me gustaría más que acostumbrarte- me sonrió y me besó en los labios antes de dirigirse hacia nuestra cómoda y sacar mi conjunto de lencería de hoy.
-¿Desde cuando eliges mis conjuntos de lencería, Doctor Cullen?- le sonreí y él hizo lo mismo tendiéndome un precioso conjunto beige de encaje.
-Bendita sea Alice- susurró mirando el hermoso conjunto de mis manos.
-Si… aunque la mayoría a sido a elección mía, mi amor- le guiñé un ojo a la vez que me levantaba y dejaba caer la toalla, con mucha sensualidad por mi parte, sobre mi cuerpo.
-Iré… iré a hacer el desayuno…- dijo mirándome con mucha lujuria y yo sonreí como una idiota mientras me acercaba a él.
-¿No vas a vestirte?- me relamí los labios y me acerqué a él, a tal punto que sentía su respiración errática en mi rostro…
-Bella, no me hagas esto…- cerró los ojos y yo aproveché para atacar sus labios poniéndome de puntillas.
-Eres absolutamente sexy, provocativo, sensual y tremendamente perfecto…- le susurré muy cerca de su oído, incitándolo, provocándolo…
-¿Cómo es posible que tengas tantas ganas de sexo en tu estado?- abrió los ojos y yo ensanché mi sonrisa aun más.
-Es toda tu culpa, eres demasiado para mí- le guiñé el ojo y ataqué sus labios de nuevo, adentrando mi lengua sin ningún tipo de pudor… pero decidí no ser mala por más tiempo y separarme justo cuando él iba a profundizarlo- Debemos irnos en…- miré el reloj de la mesita de noche y volví a mirarlo- En quince minutos- le guiñé y le sonreí sensualmente girándome y encaminándome hacia la cama para coger mi ropa interior y ponérmela.
Cogí la fina tela y me agaché para ponerme el fino tanga, escuché su respiración anormal como si fuera un toro.
Sonreí.
Me lo puse por completo y me abroché el sujetador con elegancia.
Sentí cómo se movía y después el sonido del cajón al abrirse.
-Iré a hacer el desayuno- su voz era ronca, absolutamente ronca, pero decidí ignorarla por completo para no hacer que mi querido esposo perdiera la cordura…
-No, desayunaremos en el bar que hay enfrente del bufete de abogados- él asintió y se giró hacia el enorme armario y sacó una camisa azul y unos pantalones beige de mezclilla- Deja que te ayude- anduve hasta él haciendo que mis enormes pechos se salieran un poco de la circunferencia del sujetador…
-Tengo que comprarte sujetadores nuevos…- dijo tragando en seco mirando mis voluminosos pechos.
-Bueno… la verdad es que si…- cogí la camisa de sus manos y se la coloqué con mucha sensualidad, y ahora era involuntariamente…
-¿Puedes ser menos sensual para ponerme si quiera una puta camisa?- gimió y yo le sonreí.
-No era mi intención, cariño- metí cada botón por su ojal correspondiente rápidamente, pero con un cuidado extremo y después miré esos pozos verdes, ahora mismo, totalmente oscurecidos…
 -Gracias, nena- me sonrió torcidamente y cuando estaba pasando por su lado, me dio una nalgada.
-No provoques, Edward Cullen o te tiraré a la cama y te haré mío hasta perder la noción- tragó en seco y yo le guiñé a la vez que sonreía.
Llegué al armario y cogí un fino vestido beige, igualando con mi conjunto de lencería y cogí unos zapatos rojos de charol con unos tacones altos.
-Ya tienes doce semanas y media, ¿no te dijo Carmen que a partir del cuarto mes no podrías usar zapatos de tacón?
-Si…- susurré y lo miré a los ojos- Te prometo que será el último día que me los ponga- le aseguré y él negó con la cabeza a la vez que sonreía.
-No lo hago para molestarte, mi vida- se acercó a mí y me abrazó- Sólo me preocupa que puedas caerte y que es malo en tu estado, más que nada por tu espalda- me besó en la frente y me sonrió.
-Lo sé, pero prométeme que el día del juicio me dejarás ponérmelos- lo miré y su mirada se entristeció un poco.
-Entonces hoy no es el último día- declaró teniendo toda la razón, pero yo le puse mi carita de carnerito a medio morir, tan típico de Alice.
-Edward…- sólo me faltaba patalear como una niña pequeña…
-Está bien, pero sólo ese día- yo asentí y lo abracé de nuevo.
-Gracias, amorcito- le dije sonriente y me separé de él para poder vestirme.
-Sólo tienes cinco minutos para vestirte- dijo mirando a su distinguido reloj de muñeca.
-Oh, Dios… ¿enserio?- Edward me miró divertido y asintió- Vale, pues terminaré enseguida- corrí con el vestido en la mano y entré en el baño.
-¡Ten cuidado!- me gritó cuando cerré la puerta del baño.
Joder… tenía que secarme el pelo, peinarme, maquillarme, vestirme… ¡en cinco minutos!
Imposible…
Me sequé el pelo en unos dos minutos más o menos y decidí cogerme una trenza informal, de ese modo, los mechones que aún estaban húmedos, no se notarían.
Me coloqué el vestido con cuidado y cerré la cremallera que tenía en el lateral izquierdo. Me senté en el taburete frente al espejo y me maquillé suavemente, acentuando mis labios de un rojo intenso, igualando con mis Prada.
Salí de baño y me encontré a Edward sentado en la cama con una revista de bebés en su regazo.
-¿Qué lees?- sonreí y cogí mis altos zapatos y me los puse sin ninguna dificultad.
-Cosas sobre bebés- su mirada se dirigió hacia mí y sonrió al ver mi atuendo- Estás absolutamente hermosa- se levantó y me besó sin ninguna dificultad en los labios.
-Al fin y al cabo, los echarás tanto de menos como yo- le declaré y él sonrió.
-La verdad es que si, echaré de menos que los demás vean tus perfectas piernas torneadas con esos zapatos- le sonreí y lo besé rápidamente para coger mi bolso rojo, igualando con los zapatos- Ya empieza a notarse el ambiente de la primavera- anunció mientras nos encaminábamos hacia la salida.
-Bueno… es Abril, la verdad que este año ha sido demasiado frío- asintió coincidiendo conmigo.
Me ayudó a ponerme una chaqueta fina y él se puso una similar.
Salimos de casa y nos encaminamos hacia el ascensor a la vez que sentía otra patada de mi hermoso hijo…



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¡¡¡Al fin, chic@s!!!
Ya tenéis aquí el tan ansiado y esperado capítulo, tengo que deciros que ahora estoy a punto de escribir MEZCLA DE SENTIMIENTOS, no os diré mi objetivo de esta semana porque siempre ocurre algo, pero sólo os diré que esta semana estará cargada de capítulos, al menos es mi pensamiento :D
Las cosas para Edward y Bella parecen normalizarse, pero... ¿será por mucho tiempo? ¿Qué creéis que les dirá el abogado? ¿Y en el juicio...? ¿Qué pasará?
Bien... tengo que deciros que mis expectativas de hacer 45 o 50 capítulos se cumplirá, todavía queda mucha historia por delante y espero escribirla en el menor tiempo posible para seguir publicando DULCE TENTACIÓN ;)
Les dedico el capítulo a mis chicas de siempre, a pesar que también me acuerdo de todas las chicas que leen los capítulo, porque yo puedo ver las veces visitadas de cada entrada y la verdad que si entran 100 y sólo comentan 4... bueno... el esquema no es muy certero, pero bueno... espero que algún día os animéis a comentar.
Yess, cariño mil gracias por confiar en mí y contarme todo sobre tu estado de ánimo y de tu vida, de verdad, que eres una personita demasiado especial :D ¡Gracias por apoyarme y darme palabras de aliento cuando más lo he necesitado! ¡Te quiero muchísimo, guapísima!
Lourdes, siempre me sacas una sonrisa con tus palabras y lo de el error del otro día, de verdad, que me descojoné yo sola... jajajaja :D Gracias por seguir apoyándome en todo y entenderme, de verdad que eres una persona muy buena y que se preocupa por los demás :D ¡Gracias por seguir leyéndome! Me alegra mucho de que te guste. ¡Muchos besos!
Gem, gracias, nena, me apoyas con tus dulces palabras y eso me alegra en demasía :D ¡Gracias por seguirme a donde quiera que vaya! 
Lumy, nena, te agradezco de todo corazón que siempre estés ahí explicándome los motivos por los que te veo ausente, de verdad, que no hace falta que me digas nada personal, simplemente que me digas un "estoy bien" :D ¡Sabes que me preocupo por tod@s vosotr@s!
Mari, tu siempre estás ahí a pesar de todo, ¡Gracias, nena, por seguir siempre conmigo! ¡Muchos besos!
¡MUCHAS GRACIAS, DE NUEVO!
MAÑANA SUBIRÉ EL PRÓXIMO DE MEZCLA DE SENTIMIENTOS Y PROBABLEMENTE, UN PREMIO :D ¿Quién lo tendrá...?
Mmmmm... ¡PRONTO LO VERÉIS! :D

6 comentarios:

  1. Romina,
    Muchas gracias por la dedicatoria y por el capítulo!!!! Afortunadamente, hay un remenso de paz en esta historia...aunque no se por qué pero me da que no va a durar mucho :)
    Espero que hayas podido disfrutar de tus vacaciones al lado de tu novio y que te lo hayas pasado en grande!!!! :)
    Lo cierto, es que (hablando de los planes) yo tp los solía decir pk siempre se me chafaban....me ocurría algo, un contratiempo, y todo se iba al trate...así que, por esa parte, debo decir que te entiendo como no tienes idea...aún así, tu tranquila que todo te irá bien!!! estoy segura!!!! ;)
    Lo cierto, es que yo esta semana también he estado ocupadísima...además de estar preparando los planings de estudio para el próximo examen que tengo, he estado buscando trabajo, haciendo cursos e intentando disfrutar un poquito con mi novio y con la familia...
    A veces el tiempo parece que no nos da a vasto y que necesitamos más de 24 horas....a mi me suele pasar la mayoría del tiempo!!!!
    Bueno, lo dicho: espero que estés bien, con energía y con fuerzas y que esta semana, aún estando liada, te sea muy productiva.
    Muchos besitos guapísima!!!!
    Espero con ansias de nuevo todas tus historias que sabes que me maravillan y me emocionan a más no poder!!!!
    Siempre contigo,
    Lourdes

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    1. Lourdes!!! Q tal? Como estas? Acabo de leer tu comentario :-)
      No tienes q agradecerme nada del capítulo, la dedicatoria la hago de todo corazon ;-) gracias a ti por tomarte tu tiempo en comentar.
      La verdad es q si, como hagas planes se te estropean en un segundo, sea por lo q sea, siempre surge algo. Por eso es mejor no hacerlos y q todo surga como tenga q sugir :-)
      Me alegro mucho de q te haya gustado el capítulo, lo he escrito con muchas ganas.
      Muchos besos y abrazos,
      Romiina^.^

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  2. Romina,
    yo estoy bien, ajetreada con las tareas que tengo pendiente y con muchísimas ganas de seguir leyendo tus historias!!!! :)
    Me alegro de que estés bien y que sigas teniendo esas fuerzas y ese ánimo que siempre te caracteriza...
    No me ha gustado el capítulo, me ha encantado!!!! :)
    Muchas felicidades guapísima!!!
    Besosss y abrazos para ti tb
    Lourdes

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  3. Romi: que dulce la dedicatoria, muchas gracias. genial me encanto el capitulo, pero tengo una leve sospecha de que el jucio va a traer problema, espero q juntos puedan resolver lo q se les avecina. besos nena.

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  4. QUE ME MUERO!!!! Siento como la calma antes de la tempestad en la que todos se tranquilizan y uno se queda como con la espinita de... ¿qué irá a pasar?, ¡¡¡COMO SIEMPRE UN EXCELENTE, EXHUBERANTE Y DELICIOSO CAPITULO!!, no sabes la alegría que me da leer mi droga personal...

    Inolvidable...es tal cual lo dice el fic, lo tiene todo amor, pasión, intriga...ahhh quiero saber pronto que pasará, me tienes mordiendome las uñas cariño!!! :P

    En cuanto a tu dedicatoria, ohh mi hermosa TODO *u* sabes que el honor y placer son mios ya que vos siempre estas para escucharme y consolarme, te quiero con el alma y corazòn pequeña, ¡gracias por ser y existir!, eres una personita muy especial en mi vida y espero estes por muchos, muchos años más.

    PD/ El capi de nuestro fic, quedò de fábula, ¿lo puedo publicar ya? :D

    Besos y abrazos.
    Yess*.*

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  5. Romi un capí exquisito. De verdad que tanto amor me fasina. Son la pareja perfecta, me encanta la felicidad que irradia el capí. Sé que cuando nazca el bebe los unira muchísimo más!!! La historia se pone cada vez mejor, ansiosa por el próximo. Un abrazo!!!

    PD: Mil Gracias por la dedicación!!!

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