*************************************
***********************************
Capítulo
24: Solamente, tú. (CAPÍTULO CON MUCHO LEMMON)
Emmett pov.
Miré a mi
preciosa novia frente a mí y tenía que decir que estaba radiante… la palabra
“hermosa” hacía mucho que se había ido de mi vocabulario para definirla…
-Esto está
exquisito- susurró antes de meterse un trozo de solomillo en la boca de manera
putamente sensual…
-Tú sí que
estás exquisita, nena- le guiñé el ojo y ella me sonrió a la vez que se mordía
el labio inferior.
Terminamos
de comer rápidamente y pasamos al postre…
-No me
apetece ningún postre que hay en la carta…- dejó la carta encima de la mesa y
me miró profundamente.
-¿No?- le
sonreí pícaramente y ella me guiñó el ojo sensualmente- No queremos nada más,
gracias- la amable camarera cogió nuestras cartas y se fue chasqueando la
lengua como lo había hecho cuando retiró los platos de la cena…
-Le has
roto el corazón- susurró mi picarona mujer mirando a la pobre chica.
-No es mi
problema- le sonreí y ella se levantó de su asiento sin dejar de mirarme. Yo me
levanté enseguida como buen caballero que era.
-¿Vamos?-
susurró pasando su mirada por toda mi cara hasta detenerse en mis labios.
-Por
supuesto- le sonreí con su sonrisa favorita y le cogí la mano para después
besarle el dorso de la misma- Hueles demasiado bien para tu propia seguridad,
nena- ella me sonrió sexymente y se acercó a mí.
-Quizás
quiero poner a prueba mi propia seguridad…- me susurró muy cerca del oído y
rozó el lóbulo de mi oreja con la punta de la lengua…
-¿Segura?-
mi voz estaba completamente excitada al igual que mi amiguito…
-Si-
susurró de la misma forma que antes y la cogí de la cintura rudamente.
-Quiero
enterrarme en ti ahora- vi cómo los vellos de su nuca se erizaban por mis
palabras y sonreí como un auténtico imbécil.
Sus labios
buscaron los míos y adentré mi lengua en su dulce boca a la vez que mis manos
bajaban hacia sus muslos.
-Emmett…-
gimió cuando apreté su trasero con fuerza.
La apoyé en
el barandal de la terraza y el aire salado golpeó de lleno en su pelo, haciendo
que se moviera hacia mí y oliera ese exquisito aroma tan suyo.
-Ven-
agarré su mano y cogí su bolso, que descansaba encima de la mesa, mientras me
encaminaba hacia el interior del restaurante- Que lo apunten a mi cuenta, por
favor- le dije a la chica que se encontraba detrás de la barra.
-Por
supuesto, señor Cullen- nos sonrió- Que tengan una velada perfecta.
-Así será-
susurró Bella con voz ronca y supe que estaba excitada, muy excitada…
Salimos del
restaurante ante la atenta mirada de todos, los hombres mirando a la belleza de
mujer que tenía a mi lado y las mujeres, mirándome a mí.
-Todos nos
miran- susurró Bella mordiéndose el labio inferior.
-Lo sé- le
sonreí y nos encaminamos hacia el ascensor.
Cuando
entramos, pulsé el botón de la última planta y Bella se abalanzó hacia mí a la
vez que le sonreía antes de atacar sus perfectos labios.
-Te deseo-
me susurró mientras me penetraba con su mirada chocolate.
Yo le
sonreí sensualmente y apreté su trasero para alzarla y sentirla más
profundamente.
-Joder…-
gemí sobre sus labios sintiendo mi miembro directo en su sexo…
En ese momento, se abrieron las puertas del
ascensor y tuvimos que separarnos por la tos de un camarero que pasaba por
allí…
-Buenas
noches, señores Cullen…- abrimos mucho los ojos al ver que todos nos reconocían
y sonreí de manera arrogante.
-Buenas
noches- pasamos por al lado de él y cuando se subió en el ascensor y las
puertas de éste se cerraron, soltamos una carcajada.
-Vamos o te
lo haré aquí mismo, señora Cullen- la cogí en brazos sin ninguna dificultad y
ella soltó un gritito al no esperarse mi reacción.
Anduve hasta
la puerta de nuestra suite y cogí la tarjeta de mi pantalón y la abrí.
Era
putamente perfecta…
Era tal y
como me la había descrito mamá.
Sonreí como
un puto imbécil.
-Emmett…-
susurró Bella bajándose de mi cuerpo y mirando todo a su alrededor- Es… es…- anduvo
hacia el enorme balcón y salió hacia el exterior, haciendo que su suave pelo y
la suave tela del vestido se levantaran sensualmente…
-¿Te
gusta?- le dije mientras me acercaba a ella y la abrazaba por la espalda,
haciendo que mi miembro se metiera de lleno en su trasero…
-Emmett…-
gimió restregando su perfecto culo en mi miembro.
-Bella…- le
aparté el pelo de su cuello y comencé a besarle en la nuca, en esa piel tan
suave y sensible…
-Joder… te
necesito dentro de mí ahora…- susurró con voz cargada de deseo y yo no esperé a
nada más…
La giré
para que quedara enfrente de mí y ataqué sus labios rudamente, provocando un
nuevo gemido por su parte. Mi entrepierna estaba palpitante…
Bajé hacia
su barbilla y lamí y succioné haciéndola enloquecer. Sus manos bajaron hacia mi
cinturón y jaló de él de manera ruda. Gemí.
-Dios…
estás tan excitado…- joder… no iba a poder soportar más con sus palabras…
Le levanté
el vestido y comprobé que tenía puestas unas medias de encaje. Sonreí como un
puto obseso sexual y seguí subiendo sensualmente, tocando cada parte de sus
perfectas piernas hasta llegar a su centro húmedo y caliente.
-Estás tan
húmeda para mí, Bella…- retiré el tanga hacia un lado y comencé a acariciar su
delicioso clítoris, provocando que de su boca salieran incesantes gemidos…
De nuevo,
ataqué a sus labios y mordí su labio inferior, provocando que sus manos bajaran
la cremallera de mi pantalón sin más contemplaciones y sacara mi miembro de su
cárcel personal… saltó ansioso ante su liberación y Bella miró hacia abajo.
-Dios… es
tan enorme…- fue lo último que escuché antes de ponerme el puto condón
rápidamente y subirle el vestido hasta la cintura, comprobando que llevaba un
bonito tanga de encaje a juego con las medias, y la cogí con un brazo mientras
que con el otro la impulsaba y le retiraba el tanga.
-¡Emmett!-
gritó cuando la penetré de un solo golpe, haciendo que sus estrechas paredes
interiores me apretaran hasta casi asfixiarme de tanto placer…
-Eres tan
jodidamente estrecha…- gemí y ataqué sus labios nuevamente mientras que hacía
un vaivén frenético…
Sus manos
se colocaron en mis hombros y fueron descendiendo por mi pecho y por mis
abdominales, haciendo que cada trozo de piel que tocaba, se pusiera de gallina…
a pesar de que estaba la fina camisa en medio…
Era
jodidamente perfecta…
-Oh,
Emmett…- cerró los ojos cuando metí mi miembro rudamente y sacaba lo justo para
que la punta del mismo se quedara en su interior.
Sus
cuidadas uñas se clavaron en mis brazos y abrió los ojos encontrándose con mi
mirada.
-Te amo- le
dije penetrándola una vez más haciéndola desfallecer encima de mi cuerpo.
Mis manos
descendieron hasta su hermoso culo y lo apretó fuertemente, haciendo que su
cuerpo se impulsara más contra mi miembro.
-Dios… voy
a venir… venirme ya- gimió mirándome con fuego en sus ojos y yo arremetí más
contra su cuerpo.
Unas
estocadas más y los dos llegamos a nuestro tan ansiado orgasmo.
Su cuerpo
se quedo completamente flácido encima del mío y yo le acaricié la espalda a
medida que nuestras respiraciones se tranquilizaban.
-Eres un
puto Dios del sexo, Emmett Cullen- sonreí arrogantemente y la bajé con cuidado,
saliendo de su interior suavemente.
-Te sigo
deseando, nena- le susurré mirando sus perfectos labios.
Ella sonrió
sensualmente y cogió mi nuca rudamente para acercarme a su sexy boca.
Cuando ya
no pudimos respirar, nos separamos y nos miramos directamente a los ojos.
-Estás muy
excitado…- volvió a susurrar y me quitó el condón de mi miembro- Estoy deseando
no usar más la cosita esta- sonreí como un verdadero capullo ante sus palabras.
Uní
nuestros labios, de nuevo, y mordí su labio inferior, provocando un gemido
delicioso por su parte. No esperé nada más y le quité la cremallera lateral del
vestido y éste se deslizó condenadamente sexy por su perfecto cuerpo…
-Joder…-
susurré admirando su cuerpo de Diosa…
Tenía un
conjunto de lencería completamente negro con encajes y mucha transparencia, no
dejando nada a la imaginación.
Sonreí.
Su duro y
plano abdomen estaba subiendo y bajando rápidamente a causa de su respiración
errática y mi mirada fue bajando y bajando, hasta encontrarme con esas
preciosas medias y esos altísimos tacones…
-Eres
condenadamente sensual, nena- cogí su mano para que saliera completamente de su
vestido y la cogí con rudeza.
Comenzamos
a besarnos y fui moviéndome hacia el interior de la suite.
-Tienes un
cuerpo tan perfecto…- susurró sobre mis labios mientras tocaba todo mi torso…-
Y esos músculos en tensión… Dios…- cerró los ojos mientras tocaba mi espalda y
mi miembro se excitó aun más, como si eso fuera posible…
Quité mi
mirada de su cara de placer y miré hacia la única puerta que había a la vista,
supuse que sería nuestra habitación y así fue.
Entré sin
dejar de besarla y apretar su hermoso culo y mis piernas dieron con el borde de
la cama, haciendo que me sentara de inmediato.
-Así mejor,
guapo- me guiñó un ojo y se levantó de mi cuerpo, dejándome con una más que
evidente erección entre mis piernas…- Ahora, disfruta- me sonrió y se alejó de
mí con su movimiento de cadera sensual.
Se giró y
me dejó ver una preciosa vista de su perfecto culo.
Y lo que
hizo a continuación no me lo esperé ni en mis mejores fantasías…
Comenzó a
moverse de la manera más sensual que había visto jamás…
Sus manos
comenzaron a acariciar sus muslos, de forma suave y deliciosa… bajando hasta
llegar a sus tobillos y subiendo, de nuevo, hacia sus muslos.
-Joder,
nena…- me senté en la cama, queriendo acercarme a su cuerpo, no quería perderme
nada…
Su mirada
se encontró con la mía y se mordió el labio inferior mientras sus manos
acariciaban su suave cuello y bajaban hacia sus pechos…
JODER.
Cerró los
ojos cuando sus dedos descendieron por su abdomen y tocaron ese pendiente que
me hacía perder la cabeza. Gimió.
-Dios…
Emmett…- abrió los ojos y se encontró, nuevamente, con mi mirada.
Sonrió
sensualmente mientras atrapaba su labio inferior y fue descendiendo más y más
hasta llegar a su centro caliente…
Lo acarició
lentamente, disfrutando como si fuera yo la que la estaba tocando… y luego
retiró un poco ese delicioso tanga e introdujo un dedo en su interior.
-JODER,
nena…- fui a levantarme para darle lo suyo, pero ella paró en su movimiento y
me miró duramente.
-Quédate
ahí- su voz era irreconocible para mí, estaba más excitada que nunca, jamás la
había escuchado así y me quedé estático en mi lugar contemplando cómo se daba
placer a la vez que bailaba…
Introdujo
un segundo dedo y comenzó a bombear como su de una actriz porno se tratase…
-Oh,
Emmett…- volvió a gemir y cuando estuve a punto de perder la cabeza, vi cómo se
venía en sus dedos, cayendo ese dulce néctar por su mano…
Sacó su
mano de su centro y comenzó a lamer sus dedos a la vez que movía las caderas
sensualmente.
-Oh, joder,
nena, ven aquí ya- le imploré y ella negó divertida.
Se volvió y
comenzó a mover las caderas más lentamente, haciendo que su culo de moviera al
compás.
Ni que
decir que mi miembro estaba a punto de explotar…
Se fue
parando poco a poco y se volvió a girar, mirándome directamente a los ojos y se
encaminó hacia mí con ese andar felino que le caracterizaba…
-Quiero que
te entierres en mí como si fueses un puto animal, ¿lo has entendido?- me
susurró sentándose encima de mí a horcajadas.
Cogí su
estrecha cintura y la empujé hacia mi miembro, haciendo que éste palpitara aun
más.
Sus labios
jalaron de los míos en un beso tremendamente provocativo a la vez que quitaba
el nudo de mi corbata y jalaba de ella hacia abajo.
-Dios…-
gemí cerrando los ojos al sentir que desfallecía por sus movimientos.
Se separó
de mi boca y me miró con fuego en sus ojos a la vez que sus manos descendían por
mi cuerpo y me iba quitando la camisa con una lentitud tortuosa, botón por
botón hasta llegar al último…
-Tienes un
cuerpo perfecto, cariño- susurró a la vez que se le dilataban las pupilas
admirando mi torso.
Sonreí.
No lo
soporté más y me quité los zapatos y la impulsé un poco para poder bajar mis
pantalones y mi bóxer de un jalón.
-Shh, aún
no he terminado…- susurró sensualmente mirando a mi muy excitado miembro.
Sus manos
acariciaron todo mi torso, con lentitud y con suavidad y llegaron hasta mi
miembro, el cual cogió y acarició lentamente.
-Bella…-
cerré los ojos y de pronto sentí cómo se bajaba de mi cuerpo y se metía en mis
piernas.
-Relájate y
disfruta, nene- me guiñó un ojo y con su lengua limpió la gota blanca que se
encontraba en la punta de mi miembro. Gemí.
Su boca se
deslizó por toda la extensión de mi pene, dejando una gran parte fuera sin
poder meterse más cantidad en su pequeña boca. Gemí de nuevo.
-Joder,
Bella…- mis manos cogieron su cabeza y le retiraron el pelo de su cara, viendo
cómo subía y bajaba por mi miembro con mucha sensualidad.
Sus manos
le ayudaban a subir y a bajar, sincronizándose perfectamente con su perfecta
boca y yo estaba a punto de venirme.
-Bella, voy
a venir…- bajó con más fuerza y no me dejó terminar.
-Vente en
mi boca- dijo cuando tenía a mi miembro fuera de su boca y volvió a arremeter
con su boca en mi sensible pene.
No me faltó
nada más, agarré su pelo con más fuerza de la necesaria, quizás, y me vine en
su boca…
Miré hacia
su hermosa cara y ella me miraba con mucha lujuria a la vez que tragaba el
caliente líquido con sensualidad.
-Eres
perfecta…-le susurré y abrí mucho los ojos cuando ella se lamió los labios, no
queriendo dejar nada de mi manjar en la comisura de sus labios…- Ven aquí- la
cogí de ambas muñecas y la tiré encima de mi cuerpo.
Le quité el
fino sujetador y al fin pude ver esos dos perfectos pechos.
Lamí y
succioné esos dos pezones rosados y ella arqueó su espalda dándome mejor
acceso.
-Emmett…-
gimió y yo sonreí.
La subí más
a mí y besé su abdomen y me dediqué a lamer el pendiente de su ombligo,
introduciendo la lengua en él a la vez que mis dedos se deslizaban por dentro
del tanga y metía dos dedos a la vez en su húmeda cavidad.
-Estás tan
húmeda, preciosa- embestí con mis dos dedos sintiendo cómo sus paredes se
contraían avisando de un inminente orgasmo.
-Emmett voy
a…- no pudo terminar porque llegó y se derramó en mi mano como nunca lo había
hecho…
-Joder…-
susurré y ya no pude esperar más, ni siquiera me dediqué a quitarle el tanga,
se lo aparté un poco y me introduje en ella rudamente.
-Emm…- sus
manos jalaron de mi nuca y acercó sus carnosos labios a los míos, en un beso
fiero, rudo, voraz…
Mis manos
cogieron sus caderas y fueron bajando y subiendo su cuerpo con un golpe seco,
haciendo que me introdujera en ella profundamente.
Sus labios
bajaron hasta mi cuello y allí, succionó y mordió a medida que iba
embistiéndola intensamente.
Nuestras
miradas jamás de dejaron cuando se conectaron, sus manos acariciaban mi
espalda, tocando mis músculos en tensión y gimiendo a la vez que se mordía el
labio inferior sexymente.
Las
estocadas eran completamente frenéticas, saliendo completamente de ella y
entrando de la misma forma, sintiendo cómo sus paredes apretaban mi miembro de
manera deliciosa, haciendo que la sintiera más intensamente.
Cuando
estaba a punto de venirme, paré en seco, no iba a arruinarlo todo…
-¿Qué
haces?- su mirada era de total sorpresa y ¿furia?
Sonreí al
saber lo que le hacía sentir.
-No querrás
quedarte embarazada, ¿verdad?- su cara no fue como la que me esperaba, quizás
de preocupación y arrepentimiento…
No…
Su cara fue
de no importarle nada… aun así cogí el condón que tenía preparado encima de la
cama, justo al lado mía y salí de su interior para ponérmelo y meterme en su
interior, de nuevo.
-Estoy
odiando por momento eso- lo señaló y se movió con mi miembro en su interior.
-A mi me da
igual- embestí una vez y ella cerró los ojos- Pero nada me gustaría más que
tener un hijo contigo- le susurré muy cerca de su oído y volví a embestirla
como antes.
Sólo cinco
estocadas más y ya tenía a mi preciosa novia gimiendo, liberándose de su eterno
placer.
-Dios…-
susurró con voz amortiguada al estar su boca pegada a mi cuello.
-Te amo,
preciosa- le sonreí y le besé en los labios rápidamente.
Salí de
ella y gimió cuando mi miembro salió de su cuerpo.
Nos miramos
directamente a los ojos y sonreímos.
-Ven aquí-
la agarré de la nuca y adentré mi lengua en su boca.
Ella gimió
y la alcé sólo lo justo para poder quitarle el estorboso tanga y ponerla a
cuatro patas en la cama.
-Siempre he
querido hacerte esto- acaricié su espalda y su trasero y le di una nalgada
fuerte, a lo que ella gimió audiblemente.
Le separé
las piernas con cuidado y me metí en ellas, acercando mi miembro a su excitado
centro.
-Sólo
hazlo- dijo sin más contemplaciones y yo sonreí por su ansiedad.
Le retiré
el pelo de la cara y con la otra mano le separé un poco más las piernas para
adentrarme en ella profundamente.
Bella pov.
Dios… esto
era el jodido paraíso…
No me
saciaba nunca de su cuerpo y al parecer a él le pasaba exactamente lo mismo.
Sonreí.
-¡Emmett!-
solté de golpe expulsando todo el aire de mis pulmones cuando, sin previo
aviso, me penetró sin vacilación alguna.
Si pensaba
que ya habíamos experimentado todo el placer de nuestros cuerpos, me equivocaba
de sobre manera…
Sus ardientes
y varoniles manos estaban, ahora mismo, en mi trasero, incitándome a exponerme
más a él y así lo hice. Abrí mis piernas lo máximo posible y me alcé un poco
para que mi centro quedase totalmente a su merced...
-Eso es,
nena…- susurró embistiéndome sin ninguna vacilación y de nuevo, sentí que mi
cuerpo se desmoronaba al sentir tanto placer.
Esto tenía
que ser ilegal, tenía que ser ilegal que un tío como Emmett follara como lo
hacía…
-¿Cómo
puedes fo… follar ta… tan bie… bien?- le pregunté cerrando los ojos y cerrando
en un puño mis manos, haciendo que la fina sábana se arrugara.
-Dios, nena…-
juro que llegó hasta el tope de mi cuerpo, donde ya no podía penetrarme más
porque no había cavidad suficiente y aun así sentí cómo se quedaba un buen
trozo fuera de mi cuerpo.
Gemí como
una posesa nada más imaginarme su miembro entrar de esa manera una y otra vez
en mi centro.
-Emmett, me
vuelves loca- grité hundiendo mis uñas, aun más, en las sábanas.
El golpe
sordo de nuestros cuerpos y los gemidos que salían de nuestras bocas, era lo
único que se escuchaba en el fondo de nuestro paraíso personal de placer.
Siguió
embistiendo una y otra vez, fuerte, rudo, más fuerte aún, tanto que me estaba
empujando brevemente hacia el cabecero de la cama.
-Joder…-
sabía que estaba muy cerca de llegar a su clímax y yo no estaba mucho mejor…
Sentí cómo
salía de mi interior y cómo volvía a penetrarme con el mismo vaivén frenético
de antes. Me sentí desfallecer cuando mis paredes interiores apretaron a ese
trozo de carne, dura y erguida, en mi cavidad.
-¡Emmett!-
grité con voz ronca, demasiado ronca como para ser verdad y es que me había quedado
totalmente afónica de tanto gemir…
-Dios… nena…-
su pene se sacudió violentamente en mi interior y supe que había llegado.
Me quedé completamente
extasiada dejándome caer inconscientemente en la comodidad de la cama y sentí
la dureza de su pecho en mi espalda.
-Eres
maravillosa, princesa- sonreí ante sus dulces palabras y lo miré desde mi
posición.
-Y tú eres
un puto follador profesional- susurré sinceramente, lo que provocó su preciosa
risa.
-Sólo
quiero satisfacer a mi mujer como es debido, cariño- me guiñó un ojo y me besó
por toda la extensión de mi espalda, aún sin salirse de mi interior- ¿Te
apetece un baño?- yo asentí sin ser capaz de hablar y salió de mi interior con
delicadeza, a lo que yo gemí buscando la fricción tan placentera- Vaya… parece
que la insaciable eres tú, nena- dijo con voz pícara y yo no pude más que
sonreír.
-Por Dios,
Emmett- me volví hacia él y quedé boca arriba en la cama, mirándolo
directamente a los ojos- ¿Tú has visto cómo tienes el pene?- sus labios se
tornaron en una sonrisa traviesa- Es enorme, gigante, grueso… por Dios…- su
sonrisa se ensanchó y me cogió de las muñecas para impulsarme hacia él.
-Como sigas
hablando así de mi pene, no te dejaré ir al baño siquiera sin él en tu interior,
¿queda claro?- me medio amenazó y yo sólo quería ser una niña mala, malísima…
-No me
importaría tenerlo como visitante permanente, cariño- le guiñé un ojo a la vez
que acariciaba sus labios de manera sensual y me levanté de la cama, anduve con
andar sexy hasta la puerta que había, que supuse era el baño, y sentí un
gruñido gutural detrás de mí.
Sólo pude
sonreír.
Abrí la
puerta del baño y ante mí, se presentaba el tercer baño con más lujos que había
visto jamás… el primero y el segundo se encontraban en la casa Cullen y en mi
antigua casa.
El jacuzzi,
lo que más llamó mi atención se encontraba justo en el centro, con escalones
que daban a una alfombra que prometía ser muy suave, se encontraba justo al
lado del enorme mueble que tenía dos lavabos y al lado de éste, se encontraba
una enorme ducha con hidromasaje.
-Es
precioso…- me descalcé los tacones y los dejé, con los pies, a un lado del
baño.
Anduve
hacia la alfombra y, efectivamente, era muy suave.
Gemí.
-Déjame
quitarte las medias, princesa- me giré para mirarle y el cuerpo más perfecto se
presentaba ante mí.
Su ancho y
fuerte pecho estaba totalmente mojado por el sudor, haciéndolo más irresistible
aún… Sus fuertes brazos estaban totalmente marcados aún sin hacer ningún tipo
de esfuerzo y su miembro…
Joder…
calculaba que al menos mediría unos veinticinco centímetros de largo y unos
cinco de ancho…
Me quedé
demasiado tiempo mirándolo, lo que provocó una sonrisa arrogante en sus labios.
-¿Te gusta
lo que ves?- su voz estaba totalmente cargada de deseo y yo decidí jugar un
poco más con él…
-Puede…- le
sonreí y me acerqué a él con mi típico andar felino.
Me puse
enfrente de él y me mordí el labio inferior en un claro gesto de estar
soportando mi poco autocontrol para no tirarme encima de él…
Sus manos
acariciaron todo el lateral de mi cuerpo, con un simple roce, haciendo que mi
cuerpo se estremeciera con tu toque…
Me cogió en
brazos y me puso encima del mueble, quedando tan sólo mi trasero en él.
-Tienes
unas piernas preciosas…- susurró sin dejar de mirarme y yo gemí por sus
palabras.
Comenzó a
quitármelas, lenta y tortuosamente, como yo misma había hecho con los botones de
su camisa. Al cabo de unos minutos, me sacó por completo las medias de las dos
piernas y las tiró a algún lugar del baño.
-Ahora,
vamos- me cogió en brazos, de nuevo, y subió por las escaleras hasta llegar al
enorme jacuzzi.
Nos
fundimos en un abrazo y nos sumergimos hasta los hombros en él, yo quedando en
medio de sus piernas, con su pecho en mi espalda.
-Hueles tan
bien…- susurró antes de besar mi cuello como él sólo sabía hacerlo.
Ni qué
hablar que hicimos el amor dos veces, rudo y dulce a la vez, en el paraíso y en
el infierno a la vez.
Sus dulces
y rudas estocadas sólo eran el incesante que mi cuerpo necesitaba para saber
que los dos nos amábamos y que nunca dejaríamos de hacerlo.
Sólo éramos
él y yo…
*************************************************
¡HOLA A TOD@S!
Al fin otro capítulo de esta amorosa historia :D
¿Qué os ha parecido? ¿Quién no quisiera tener un Emmett así?
Yo mataría por él, simplemente :D
Tengo que deciros que me ha costado muchísimo escribir este capítulo, no sé lo que ha pasado, pero no fluían las palabras... y acabo de terminarlo ahora mismo.
Bueno... a pesar de todo, aquí lo tenéis y espero que lo hayáis disfrutado.
El próximo será el domingo, tengo que cumplir con mi palabra de dos capítulos de cada historia por semana.
Espero subir mañana el próximo de INOLVIDABLE, mis planes de los fin de semana son bastante ajetreados, como ya sabéis y no es como si hubiera tenido tiempo durante la semana para escribirlos o adelantarlos.
Os dedico este capítulo a tod@s, sin ninguna excepción, pero con una cariño especial para Yess (mil gracias por estar ahí siempre, mi niña hermosa, no sé qué haría sin ti, espero que te haya gustado el capítulo. Te quiero^.^), Lourdes (no te preocupes por tu ausencia, todo el mundo necesita descansar, sólo espero que vuelvas con las energías renovadas y con muchas, muchas ganas de leer :D Muchos besos y abrazos, guapísima), Mari (Mi niña, gracias por seguir visitándome y seguir leyéndome, de verdad, que te lo agradezco mucho y sobretodo tus comentarios :D ¡Besos y abrazos!), Gem (Nena, gracias por tus bellas palabras, me animan mucho y es muy importante para mí que te gusten los capítulos. Miles de besos y abrazos :D), Lumy (Cariño, a pesar de que hace mucho que no te veo por aquí, te sigo llevando en mi corazón como a todas las demás :D Gracias por tus hermosas palabras y seguir leyéndome. Muchos besos y abrazos.) y Flopii (Nena, en cuanto pueda, te mandaré el próximo capítulo de el AMOR CONTRA TODO, espero que te guste :D Y espero verte muy pronto por aquí. El capítulo de NIÑA DE MI ALMA, me encantó absolutamente :D Besos y abrazos, guapísima.).
Muchos besos y abrazos a tod@s los demás,
Romiina^.^
FENOMENAL!!! Nena no sabes lo maravilloso que escribes y lo mucho que me entusiasmas con leerte día a día me arrebatas una sonrisa con este fan fic!!.
ResponderEliminar:D MUCHAS GRACIAS POR DEDICARME TAN BELLO CAPITULO, AL DICCIONARIO LE FALTAN PALABRAS PARA DESCRIBIR LAS MIL SENSACIONES QUE PASAN POR MI SER AL DEBORAR TAN ESPLÉNDIDO CAPITULO.
Millones de besos.
Todo mi cariño.
Yess*u*
Increíble y fenomenal, Romi!!!!
ResponderEliminarNení, me has esbozado una y mil sonrisas más al leer este capítulo..la verdad, es que muchas querrían estar con un Emmett así, jejejeeje :)
Muchas gracias por la dedicatoria...la verdad es que por preinscripción facultativa, me he relajado, he descansado, he leído un buen libro, he disfrutado de un gran relax y he echo ejercicio, para variar, aunque eso forma parte de la rutina...
Lo cierto, es que ya tenía muchísimas ganas de leer tus historias y vengo con las pilas cargadísimas, para empezar este nuevo mes :)
Espero que tú estés bien, que hayas disfrutado tb de la sorpresa de tu bebe y que tb tengas muchísimas ganas de seguir escribiendo, que aquí hay alguien a quien le encanta leer tus historias y seguirte.
Espero que con la historia del premio, vayas viento en popa...la verdad es que ya tengo ganas de leerla :)
Muchos besos guapísima y cuídate!!!
Lourdes
Hermosa un capí fenomenal, no sabes lo mucho que me ha encantado!!! Tanto amor me mata, este duo es insaciable, se adoran a morir. Deseo sigan tan felices y disfrutando al máximo de su amor. Mi Romi estoy casi al día en el blog, que felicidad es leerte!!! Espero ansiosa el próximo capí un abrazo. Feliz Semana!!
ResponderEliminar