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Capítulo
escrito por Romiina.
Capítulo
6: El amor.
Bella pov.
Cuando salí
para ver a los chicos, los vi sonriendo y bromeando entre ellos.
-Hola
chicos, ¿qué tal?- dije acercándome a Emmett para darle un beso en la mejilla y
él me correspondió con una sonrisa.
-Hola
Bella- me dijo Emmett- ¿Y Rose?
-Está
arriba terminándose de arreglar- dije mirando a mi perfecto chico de ojos
verdes.
-Vale, voy
a ver a mi suegra…- dijo burlón y yo sonreí como una tonta.
-Hola
preciosa- me miró y me pidió permiso con la mirada para besarme y yo asentí
sonriente, me besó en los labios dulcemente y yo me ruboricé un poco- ¿Qué tal
estás?
-Ahora
perfectamente bien- le sonreí y le robé un beso inocente, a lo que él me
correspondió profundizándolo y abrazándome, sintiendo su exquisito olor
varonil.
-Me alegro,
te he echado mucho de menos…- me susurró y me besó tiernamente en la frente.
-Y yo a ti,
ayer me lo pasé genial- le confesé y él sonrió.
-Yo
también, me alegro mucho de que te lo hayas pasado tan bien, era lo que
esperaba- me guiñó y me volvió a besar.
-Eddie, no
perviertas a Bella o la señora renacu… Reneé está en la puerta y os puede ver…-
dijo inocente provocando que me sonrojara gravemente…
-Emmett- le
advirtió Edward y yo me acurruqué aún más en su pecho- No le hagas caso, ya le
llegará…- me sonrió y yo asentí levemente.
-Vamos- le dije empujándolo suavemente hacia
la puerta de casa y los dos avanzamos cogidos de la mano.
Mi hermana
y Emmett se estaban besando apasionadamente como si fueran los dos únicos que
existieran en la tierra y tuve que carraspear un poco para llamar su atención…
-¿Terminaste
Emmett?- dijo Edward.
-Más te
vale que no te metas conmigo, tú ya tuviste tu tiempazo para besar a tu chica,
ahora déjame besar a la mía- dijo Emmett antes de volverse hacia Rose y besarle
en la mano.
Mi hermana
me miró con los ojos como platos y yo le sonreí como si no hubiera roto ningún
plato y la verdad que a estas alturas había roto la vajilla entera… y cómo
sabía que me esperaba una conversación pendiente con ella… hasta sacarme el más
mínimo detalle…
-¿Vamos?-
dije mirándolos a todos en general y los tres asintieron.
-Chicos-
nos interrumpió mamá antes siquiera de pasar el umbral de la puerta.
-¿Qué quieres
ma?- dijo Rose mirándola con una sonrisa.
-Toma, aquí
tenéis todo lo necesario para un picnic- dijo tendiéndonos una cesta repleta de
comida.
-No hacía
falta señora Sw…- intervino Edward, pero cortó al ver la mirada amenazante de
mi madre- Reneé- esta vez mi madre sonrió- Mi madre y la de Emmett ha preparado
todo- sonrió y mi madre le tendió la cesta a él.
-Bueno… no
creo que volváis hasta dentro de unas horas… tendréis hambre- dijo segura y se
despidió de los cuatro con una sonrisa y con besos en las mejillas.
-Gracias
mamá- le dije y ella me sonrió antes de desaparecer escaleras arriba- Ahora si,
vamos.
Los cuatro
nos encaminamos hacia el enorme jeep de Emmett y, con ayuda de los chicos, nos
metimos en el enorme coche.
-Emmett,
¿no podrías haberte comprado un coche más grande, verdad?- le dije divertida y
él me sonrió desde el asiento delantero.
-Va con mi
personalidad- dijo seguro.
-Y que lo
digas…- dijo Edward y Rose y yo nos miramos y soltamos una sonora carcajada.
-Hombres…-
susurró mi hermana y Emmett le dedicó una sonrisa juguetona.
Media hora
más tarde, con risas y bromas, llegamos a un paraje hermosísimo donde el color
verde era el único existente.
Edward se
bajó del coche y me abrió la puerta con la exquisita educación de un caballero
y me tendió su mano para que bajase del enorme coche.
-Es
precioso…- dije maravillándome con el paisaje que se reproducía ante mis ojos…
-¿Te gusta?
-Por
supuesto, mi familia y yo solíamos venir cada domingo- dije recordando mi
infancia y escuché la perfecta voz de Rose…
-Venga ya…
- dijo Rose bajando del enorme jeep con elegancia- ¿El paraje más grande de los
Estados Unidos?- dijo maravillada con tanta naturaleza y Emmett la cogió de la
cintura y le besó tiernamente en los labios.
-Exacto
nena, ¿lo conoces?- dijo alzando una ceja.
-Nuestra
familia- dijo dirigiendo su mirada hacia mí, para explicar lo que yo le había
explicado a Edward hacía tan sólo unos segundos- Solíamos venir cada domingo
para pasar todo el día- dijo emocionada- Y luego íbamos al enorme lago que
estaba siempre repleto de agua gracias a la preciosa catarata- me sonrió y
volvió su mirada hacia Emmett.
-Increíble-
le dijo sorprendido y mi hermana lo abrazó.
-Gracias,
es muy importante para mí- le susurró en el hueco de su cuello y yo miré a
Edward.
-Me encanta
este lugar, siempre me ha encantado- le sonreí y me puse de puntillas para
robarle un pequeño beso a Edward.
-Me alegro
princesa- me besó en la frente y nos reunimos con los dos tortolitos, aunque la
verdad era que éramos cuatro tortolitos…
-Edward
vamos a por las cestas- dijo Emmett mi
chico asintió.
-Vamos- se
encaminaron hacia el maletero y Rose se acercó a mí.
-Bella,
tienes que contarme sobre ese “tiempazo”- dijo recordando lo que Emmett había
dicho antes…
-Ya lo
sabes, no te hagas la tonta- le golpeé su cadera con la mía, aunque más bien le
golpeé el muslo, ya que era más alta que yo- Tú también deberías de contarme…-
dije señalándole con burla y ella me dedicó su sonrisa radiante.
-Mejor
dejémoslo así, aunque después te bombardearé.
-No me
quedaré atrás…- dije antes de besarle en la mejilla y sonreírle tiernamente.
-Vamos
chicas, sólo tenemos que andas unos…- empezó Emmett, pero mi hermosa hermana le
cortó.
-Diez
minutos exactamente- sonrió y cogió la mano libre de Emmett, ya que la otra cargaba
una enorme cesta.
-Vamos-
dijo Edward besándome en la mejilla y cogiéndome la mano, ya que con la otra
mano llevaba otra cesta igual de grande que la de Emmett, al parecer habían
juntado toda la comida en dos cestas y éstas estaban repletas…
Llegamos en
diez minutos, tal y como lo había dicho mi hermana.
-Es más
perfecto de lo que recordaba- dije separándome de Edward y contemplando el
perfecto paisaje, llenos de flores de todo tipo con un sol espléndido, algo
raro e Forks.
Los chicos
dejaron las cestas encima del mullido césped y miramos el brillante sol, tan
raro en Forks…
-Al parecer
hemos escogido el día perfecto- dijo Emmett- Hace sol- dijo mirando al cielo y
Rose le besó en la mejilla.
-Si-
susurró mi hermana y en ese momento sentí las manos de Edward en mi estómago,
me estaba abrazando desde atrás y sentía su pecho en mi espalda.
-Todo
reluce gracias a ti, es el paisaje más bonito que he visto jamás- me susurró y
yo me estremecí.
-Te quiero-
le dije confesándole mis sentimientos un poquito, él enseguida me giró para
quedar frente a él y me sonrió de lado.
-Y yo a ti
preciosa- me dijo sonriente y me besó tiernamente en los labios. Yo me separé
de él y sólo pude sonreírle como una idiota.
-Chicos,
chicos…- dijo la burlona voz de Emmett y yo me ruboricé al instante, pude ver a
mi hermana soltando una sonrisilla…
-¿Qué
quieres Emmett?- dijo enfurecido Edward y me agarró de la cintura suavemente.
-Que Rose y
yo vamos a dar una vuelta al lago, ¿venís?
-¿Quieres
ir?- me susurró muy cerca de mi oído, yo negué automáticamente- ¿No?
-No me
apetece, quiero darles privacidad- dije en el mismo tono y él sonrió de lado.
-No vamos
Emm, id vosotros- dijo sin dejar de mirarme.
-Vale,
volvemos en un rato, tened cuidado- dijo con la misma voz burlona de antes y yo
no pude evitar rodar los ojos, Edward soltó una carcajada al ver lo que hacía.
-Si, papá-
dije dejando de mirar esos penetrantes ojos verdes y Emmett me dedicó una
preciosa sonrisa y se volvió.
Mi hermana
se quedó mirándome y me guiñó un ojo a la vez que me levantaba el pulgar en
señal de agradecimiento. Yo no pude más que reír.
-Son tal
para cual…- dije volviendo mi mirada a esas preciosas esmeraldas verdes.
-Yo espero
que nosotros dos también seamos tal para cual- dijo acercándose a mí y besándome
suavemente. Yo enseguida enrollé mis brazos en su cuello y le acaricié el suave
pelo de la nuca, mientras Edward acariciaba mis hombros y mis brazos- Quiero…
quiero proponerte algo- dijo muy nervioso cuando tuvimos que separarnos para
poder coger aire.
¿Qué me
diría? ¿Que todo había sido un error? ¿Que no quería volver a verme? ¿Que
nuestra cita había sido horrible?
-No es lo
que piensas- me dijo al ver mi cara contrariada, me sonrió y se alejó un poco para
poder mirarme mejor.
-¿Qué es?-
dije con voz dolida, no lo pude evitar y él enseguida me cogió de ambas manos y
me las besó.
-No sé por
dónde empezar…- susurró mirándome con nerviosismo y yo no podía estar más
nerviosa tampoco…
-¿Por el
principio?- dije no sé cómo…
-Muy
graciosa…- dijo un poco más relajado- Isabella…- uf… mi nombre completo… esto
no pintaba nada bien…- ¿Tendrías el honor de ser mi novia?- dijo dejándome
totalmente sorprendida…
Espera…
¿había preguntado que si yo quería ser su novia? ¿De verdad?
-¿¡Qué!?-
dije elevando mi voz notablemente. Lo miré más profundamente y pude percibir
dolor en sus ojos…
-Eh…- dijo
soltando mis manos y mirando hacia el cielo, de repente volvió a mirarme y ya
me quedó todo claro…- Quiero que seas mi novia- dijo firme y me miró
intensamente.
Vale… lo
había escuchado dos veces… y ahora iba enserio, su cara no podía ser más
sincera y seria…
-¿Quieres
que yo sea tu novia?- dije incrédula y él pareció dudar…
-Claro,
sólo… sólo si tú quieres… porque si no quieres yo no sé qué har…- acorté la
poca distancia que nos separaba y le besé, le besé demandante, dejándole en
claro todos mis sentimientos.
Él pareció
salir de su ensoñación y me correspondió notablemente, pasando su lengua por mi
labio inferior, pidiéndome permiso, yo accedí enseguida y sus manos estrecharon
mi cintura y yo acaricié ese precioso pelo tan suave.
Muy pronto
para mi gusto tuvimos que separarnos, la falta de oxígeno llegó muy pronto…
-¿Eso es un
sí?- dijo emocionado y yo no pude más que sonreír.
-¿Tú qué
crees?- dije antes de besarle nuevamente, me estaba acostumbrando demasiado
rápido a sus perfectos besos…
-Gracias,
preciosa, gracias, no te arrepentirás- me dijo besándome en toda la cara y yo
reí feliz.
Edward pov.
Ahora sí
podía respirar tranquilo, ahora podía besarla sin tener que pedir permiso y no
podía estar más feliz.
-Me haces
el hombre más feliz del mundo, gracias hermosa- le besé de nuevo y ella me
correspondió.
Ahora me
preguntaba cómo había vivido sin sus besos…
-Te quiero
muchísimo- me dijo mi preciosa novia, qué bien sonaba esa palabra…
-Y yo a ti
princesa- le besé en la frente y ella me acarició la mejilla- Iremos poco a
poco, no quiero presionarte- le dije mirándola a esos ojos chocolates que tanto
me gustaban.
-Jamás me
he sentido presionada- me dijo segura y me dio un beso en la nariz, con algo de
dificultad por su altura.
-Gracias-
le dije de nuevo y la cogí en peso, ella gritó feliz y comencé a darnos vueltas
mientras la besaba una y otra vez- Te quiero- beso- Te quiero- beso- Te quiero-
beso.
-Y yo a ti,
soy feliz- me dijo y mi pecho se hinchó de felicidad.
-Chicos, ¿y
esa felicidad?- dijo mi hermana cogida de la mano de Emmett con una sonrisa
radiante en su hermoso rostro.
-Somos…-
dije dudando y Bella se adelantó un paso y me quedé mirándola con sorpresa.
-Novios- dije alto y claro y Rosalie se soltó
de la mano de Emmett y corrió hacia Bella con felicidad.
-¿De
verdad?- susurró cogiendo ambas manos de Bella y ésta asintió- Oh, me alegro
tanto por ti- dijo besándole en las mejillas y yo sonreí feliz.
Miré a
Emmett y éste sonreía como un idiota.
-Felicidades,
tío- me dijo acercándose a mí y me dio un “suave” apretón en el hombro.
-Gracias-
le dije con una sonrisa y él sonrió burlón.
-Nosotros
también tenemos que deciros algo- dijo Rosalie separándose de Bella y cogiendo
la mano de Emmett. Se miraron con confidencia y nos miraron de nuevo- Nosotros
también somos pareja- dijo con una preciosa sonrisa en sus labios y Bella
acortó la poca distancia que había para abrazar a su hermana.
-Soy tan
feliz Rose- susurró mi hermosa novia y yo sonreí como un completo idiota.
-Y yo-
susurró Rosalie y miré de nuevo a Emmett.
-Felicidades-
le dije apretando sus hombros con felicidad y él sólo sonrió.
Pasamos
toda la tarde entre risas y charlas sin importancia, tan sólo agradeciendo la
compañía del otro en todo momento.
Apreté a
Bella más contra mí, ya que el viento comenzaba a apretar con más fuerza.
-¿Estás
cansada?- le susurré antes de besar su suave frente.
-Si-
susurró con voz somnolienta y yo le besé en la punta de la nariz.
-Chicos
vamos, hay que volver- dijo Emmett cogiendo a Rosalie, quien estaba también
adormilada.
-Vamos-
dije mientras cogía a Bella por la cintura y la levantaba conmigo.
Decidí
apoyar su cuerpo totalmente en el mío para que no tuviera que no hacer ningún esfuerzo
y avanzamos con rapidez para que el frío de la noche no nos cayera encima.
Llegamos al
enorme jeep de Emmett y metimos con mucho cuidado a las chicas en los asientos
traseros para que pudieran descansar la hora de camino que nos quedaba.
Me senté en
el asiento del copiloto y avanzamos por la oscuridad de la noche.
-No puedo
estar más feliz tío- dijo Emmett mientras nos adentrábamos en la autopista.
-Lo sé, yo
me siento igual- dije mirándolo con una sonrisa- Bella es la persona más
importante en mi vida- le dije mientras miraba a mi preciosa novia descansar
con su boquita entornada en una mueca inocente.
Era
preciosa.
-No sé que
haría sin Rose tío… es la mujer de mi vida- Rose se removió un poco y siguió
durmiendo tranquila. Yo giré mi cara hacia el frente de la carretera y lo miré
nuevamente.
-Siento que
nuestras vidas darán un giro de 360 grados.
-Y que lo
digas.
-¿Quién
diría que el galán Emmett Hale estaría coladito por una de las chicas Swan?-
dije burlón- A pesar de haberle dado calabazas…- murmuré con una sonrisa y él
golpeó mi hombro con sorna.
-Cállate
Eddie, yo no soy el que no se atrevía a decirle mis sentimientos a mi chica…- dijo
en un intento de imitar mi voz, pero fracasó estrepitosamente…
Yo sólo
pude sonreír y mirar hacia la enorme luna que se posaba con elegancia en el
cielo totalmente estrellado.
Casi una
hora después, Emmett estacionó el coche enfrente de la residencia de los Swan y
bajamos del coche para despertar a las chicas.
-Bella-
susurré muy bajito y despacio cerca de su oído, inundándome de su delicioso
aroma…- Bella…- la sacudí suavemente y ella se removió incómoda.
-¿Uhmm?-
soltó como un gemido y yo sólo pude sonreír. Miré hacia atrás y pude ver a
Rosalie y a Emmett agarrados de la mano, dándose el lote…
-Bella ya
hemos llegado- le dije en el mismo tono y ella por fin abrió los ojos con
dificultad.
-¿He
dormido mucho?- dijo incorporándose suavemente y yo sólo pude arrebatarle un
beso de sus carnosos labios.
-Sólo un
poco, estabas demasiado cansada preciosa- le acaricié la mejilla derecha y ella
cerró sus ojos ante mi toque, yo sólo pude sonreír como un auténtico idiota…
-Me lo he
pasado muy bien hoy- me dijo mirándome con dulzura y yo sonreí de lado.
-Me alegro
princesa- agarré suavemente su mano y la saqué del jeep con cuidado.
-¿Te veré
mañana?- me dijo antes de robarme un inocente beso en los labios.
-Claro, no
puedo estar ni un solo segundo sin ti- uní nuestros labios y posé mis manos en
su cintura mientras ella me acariciaba los pelos de mi nuca deliciosamente.
-Te quiero
Edward- me dijo sobre mis labios y yo pegué mi frente a la suya.
-Y yo a ti
hermosa- le besé por última vez y nos encaminamos hacia la puerta principal,
dándonos cuenta de que no había rastro ni de Emmett ni de Rosalie.
-¿Y mi
hermana?- dijo con una ceja alzada y yo me encogí de hombros.
-No lo sé,
estaban aquí hace un momento.
-¿Os lo
habéis pasado bien chicos?- se escuchó la voz de mi “suegra”, sonreí ante ese
pensamiento.
-Por
supuesto señora renacua… Reneé- dijo el bruto de Emmett y yo rodé los ojos…
Iba a
llegar el día en el que se le escaparía lo de “señora renacuajo” e íbamos a
tener problemas…
-Buenas
noches Reneé, siento haber llegado tan tarde…- dije ante de darle dos besos en
la mejilla y la hermosa mujer me sonrió.
-No te preocupes
Edward, hijo, me alegro que mis chicas estén tan contentas- me dijo mirando a
sus dos hijas.
-Si mamá,
hemos estado en el hermoso lago que tanto me gustaba desde pequeña- dijo
Rosalie con una sonrisa y ésta se apretó más al cuerpo de Emmett.
-Bueno…-
dijo Reneé mirando el acercamiento de ambos- Creo que eso no es lo único que ha
pasado hoy, ¿no?
-¿Por qué
tiene que ser tan observadora?- me susurró Bella con cautela y yo la miré con
una sonrisa.
-Creo que
todas las Swan son iguales de observadoras…- susurré y ella sonrió.
-Buenos
chicos, espero veros más a menudo por aquí, siempre seréis bienvenidos- nos
sonrió y se acercó a nosotros, para darnos un beso a cada uno en la mejilla-
Buenos noches, tened mucho cuidado y descansad- nos dijo antes de desaparecer
escaleras arriba.
-Bueno…
creo que a nuestra suegra le gustamos Eddie- dijo el pesado de Emmett.
-Oh, si,
osito, claro que si…- rodé los ojos y las chicas rieron ante el mote de Emmett.
-Es mi
osito mimoso- dijo Rosalie provocando las risas de Bella y mías.
-Lo soy-
dijo el tonto de mi amigo antes de besar a su novia.
-Vaya dos…-
susurró mi preciosa novia girándose hacia mí para mirarme con esos penetrantes
ojos marrones…
-Mañana te
recogeré y comeremos en mi casa, ¿vale?
-¿A tu
casa?- dijo con horror en su voz y yo me sobresalté.
-Si, ¿qué
pasa?- dije cogiendo sus manos y besándolas.
-Me da… me
da mucha vergüenza…- dijo bajando su mirada mientras sus mejillas se coloreaban
de un tono carmesí precioso.
-¿Vergüenza?-
dije cogiendo su mentón para que me mirase- Esme estará encantada de tenerte en
casa- le dije con una sonrisa- Me parece que ella también se huele nuestra
relación- le susurré y posé mis labios en los suyos, en un rápido beso.
-Pero…
-Pero nada-
la miré más intensamente- No deseo otra cosa que presentarte a mi familia como
mi novia- la besé en la frente y ella pareció asentir.
-Está bien,
de todas formas… te tendrás que enfrentar al gran Charlie Swan…- yo
automáticamente tragué en seco y ella pareció sonreír- Eso me sirve de
consuelo…- dijo con picardía en su voz y yo la cogí de la cintura y la acerqué
a mí.
-Eres muy
mala- le susurré y ella soltó una risilla contenida- Pero aun así te quiero
preciosa- le besé de nuevo y ella me sonrió feliz.
-Y yo a ti-
me besó una última vez ante de separarse de mí- Mañana te veo, ¿vale?
-Por
supuesto, te dejo descansar- le besé en la frente y la miré nuevamente a los
ojos- Te recogeré a las una de la tarde, ¿está bien?
-Mmm…- su
cara estaba contrariada y bajó su mirada.
-¿Qué pasa?
¿No quieres que te recoja tan temprano? Puedo recogerte a…- puso su dedo índice
sobre mis labios y me calló.
-Quisiera
que me recogieras a las diez…- su rubor se intensificó de manera adorable.
-¿A las
diez?- dije incrédulo y sus ojos se posaron de nuevo en los míos.
-Si, digo…
si tú quieres… quizás sea demasiado temprano y…- acorté la poca distancia y
posé mis labios en los suyos.
-Nada me
haría más feliz, pensaba que quería descansar- dije sincero.
-Sólo
quiero estar a tu lado el mayor tiempo posible-susurró sobre mis labios y me
besó nuevamente.
-Vamos
chicos, vamos…- dijo Emmett detrás de nosotros- Vuestra tentación no puede
sucumbir aquí…- dijo de manera grosera y Rose soltó una risilla, mientras Bella
bajaba la mirada totalmente ruborizaba.
-Emmett- le
advertí y él besó por última vez a Rose antes de salir disparado hacia el jeep.
-Imbécil…-
murmuré y Bella cogió mi mentón para que prestara mi atención en ella.
-Sólo es un
crío Edward… sólo quiere incordiar…- dijo de manera sabia- Anda ve, no quiero
que el gruñón de papá os vea aquí a estas horas, ya sabes cómo es…- dijo
recordándome el carácter de mi “suegro”…
-Si…- le
besé una última vez y me separé de ella con mucha dificultad- Descansa y sueña
conmigo, como yo lo haré contigo- sonrió de manera angelical y yo le sonreí de lado.
-Seguro- me
acompañó a la puerta y cuando me subí al jeep fue cuando cerró la puerta
principal de la casa.
-Eres un
imbécil Emmett- gruñí cuando arrancó el motor.
-¿Ahora que
pasa? Eres un gruñón Eddie…
-Deja de
llamarme así “osito mimoso”- sonreí con tan sólo imaginarme la “tierna” escena
entre Emmett y Rosalie, cuando ésta le llamaba “osito mimoso”… Será la última
vez que digas esas burradas delante de Bella- dije serio y él pareció
intimidarse con mi mirada.
-No es para
ponerse así Eddie- lo ignoré y me sumergí en mis propios pensamientos, deseando
que pasaran estas horas para poder ver de nuevo a mi preciosa novia.
Gracias a
los cielos, llegamos muy pronto a mi casa y bajé rápidamente del jeep.
-Mañana he
quedado con Rosalie para llevarla al cine- dijo mientras bajaba la ventanilla
del coche.
-Estupendo,
así no tendré que soportarte- dije hastiado de su comportamiento.
-Ey tío, no
me comportaré más como un bruto, ¿estamos?- yo asentí- Joder… sí que estamos
gilipollas con esto de “novias”…- dijo esto último haciendo comillas con sus
dedos…
-No hay
quien te cambie… ya hablamos- dije mientras abría la puerta de mi casa.
-Si, como
sea, adiós Eddie- dijo con voz melosa y yo gruñí en respuesta- Sólo pude
escuchar la estruendosa risa de Emmett por encima del motor del jeep.
-Idiota…
-¡¡¡Hermanito!!!-
gritó Alice dándome un susto de muerte…
-Joder…-
susurré- Alice me has dado un susto de muerte- dije poniendo mi mano en el lado
de mi corazón.
-Si, si… ya
serás para menos…- dijo cogiendo mi mano y empujándome hacia el sofá- ¿Cómo te
ha ido?
-¿El qué?
-Vamos… no
me hagas insistir, cuanto antes me lo digas antes te podrás ir a la cama a
soñar con Bella- dijo con voz risueña y yo la miré con sorpresa- Vamos
hermanito, nada más hay que mirarte cuando hablas de ella o cuando la miras- me
golpeó suavemente en el hombro y me alentó a contarle todo.
-Estoy
saliendo con Bella- solté sin más y supe que son esa simple frase mi hermanita
dejaría el interrogatorio por hoy…
-¿Saliendo?
¿Cómo? ¿Juntos?- dijo con alegría en su voz y yo asentí- Oh hermanito, ¿ves? Te
lo dije, estoy tan feliz- gritó saltando de sofá en sofá como una loca.
-Alice,
shh, despertarás a papá y a mamá- dije cogiéndola del brazo y sentándola a mi
lado.
-¿Quién me
va a despertar?- dijo mamá encendiendo la luz del salón y mirándome con una
mirada burlona.
-Alice… es
exasperante…- le dije mientras veía a la enana refunfuñar…
-Si, pero
aun así me amas- dijo dándome un beso en la mejilla y escuché la risilla de
mamá, yo sólo pude sonreír.
-Hasta
mañana ma- le besó en ambas mejillas y corrió escaleras arriba tarareando su
canción favorita.
-Está muy
contenta, ¿no?- dijo mamá mientras se sentaba a mi lado.
-Si, está
loca…
-Yo creo
que es normal que esté contenta…- dijo cogiéndome totalmente por sorpresa y
subí mi mirada para posarla en esos ojos tan verdes como los míos.
-¿Por qué?
-Bueno…
quizás haya escuchado un poco de vuestra conversación…- dijo sonriente y yo
abrí mucho los ojos- No ha sido intencionado, solamente venía por un vaso de
agua y os escuché hablar.
Yo bajé mi
mirada avergonzado y ella alzó mi barbilla rápidamente.
-Me alegro
tanto hijo- me abrazó y puse mi cara en el hueco de su cuello, como cuando era
tan sólo un crío- Bella es la chica perfecta para ti, me encanta hijo- me besó
en la frente- Sabía desde el primer momento que os vi que estarías junto muy
pronto- me besó nuevamente en la frente y me separé un poco para poder hablar.
-Mañana
Bella vendrá a comer- ella me sonrió más ampliamente- Os la quiero presentar
formalmente.
-Por
supuesto hijo, haré lasaña, sé que es su comida favorita- me guiñó y yo le besé
en la mejilla- Siempre es bueno hablar con la madre de mi futura nuera- dijo
sonriente y yo ensanché aún más mi sonrisa.
-Gracias
mamá- le besé una última vez y me levanté del sofá- ¿Y papá?- le dije mientras cogía
su mano y la ayudaba a levantarse.
-Está de
guardia en el hospital, vendrá mañana por la mañana- dijo mientras avanzábamos
hacia las enormes escaleras.
-Descansa
mamá, mañana recogeré a Bella a las diez de la mañana- le besé en la mejilla y
avancé hasta mi habitación.
-Tú también
hijo- dijo antes de cerrar la puerta de su habitación.
Sonreí y
cerré la puerta de mi habitación, quitándome la camisa, sintiendo todo el aroma
delicioso de mi hermosa novia.
Ahora podía
decir que mi vida estaba completa, con una familia genial y la novia más
hermosa y maravillosa de todas…
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