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Capítulo
15: Insaciable…
Bella pov.
“Siempre he
tenido esta fantasía…”
Joder…
¿Podía ser
más erótico y sensual?
La
respuesta era no, no había un hombre más sexy que Emmett Cullen…
Cogí su
nuca y lo besé con hambre, un hambre que sentía desde antes de terminar de
hacer el amor siquiera…
Era
totalmente irresistible…
-Me
encantas- me susurró roncamente en el oído dejando caer la tela de mi bikini,
dejándome expuesta de cintura para arriba. Sus azules ojos se convirtieron en
casi negros de deseo… y eso me encendió de manera irresistible…
Mis manos
viajaron hacia su ancho pecho, acariciando esa piel que tanto me gustaba… sus
músculos se tensaron y sus bellos se pusieron de punta en cuanto mis dedos
fueron bajando por sus marcados abdominales…
Joder… no
podía estar más bueno…
-Estás
buenísimo- dije con voz demasiado grave y él dejó de besar mi cuello para
mirarme intensamente…
-Me vuelves
loco- dijo antes de darme un beso voraz, introduciendo su lengua en la cavidad
de mi boca con rudeza.
Gemí en
respuesta y él se pegó más a mi cuerpo, sintiendo su enorme erección justo en
mi sexo…
Yo ya no
estaba para más tonterías… lo necesitaba en mi interior justo en este momento…
-Emmett te
necesito…- dije jalando de su pelo para que prestara atención.
-Tranquila
nena- sonrió burlón y yo me mordí el labio inferior…
Emmett bajó
hacia mis pechos y los lamió y mordió a su antojo, mientras que yo arqueaba mi
espalda de manera casi involuntaria al sentir tantísimo placer…
-Emmett…-
apreté mis uñas en sus brazos y gemí audiblemente…
-Eres
exquisita…- dijo antes de bajar por mi torso para llegar a mi abdomen.
Me dio
besos húmedos por toda la extensión hasta llegar a la tela del bikini…
-Tienes un
cuerpo perfecto nena…- su voz cada vez era más ronca y yo estaba totalmente
húmeda…
Emmett me
retiró un poco de la encimera y me fue quitando de manera tortuosa la parte
inferior del bikini. Cuando me lo quitó completamente la pequeña tela, me miró
con mucha lujuria y se relamió los labios…
Joder…
-Estás
buenísima nena…- se acercó y me besó rudamente, cogiendo mi nuca con sus
fuertes manos…
-Te
necesito ya Emmett Cullen- le dije separándome de él y mirándolo a tan sólo dos
centímetros…
Él cogió mi
cintura y se pegó a mí totalmente, miré para su miembro y ya tenía el dichoso
plastiquito…
Vaya… no me
había dado cuenta de nada…
-Te amo- me
dijo antes de meter su miembro en mi cavidad de una estocada.
-Joder…-
susurré sin voz casi por la fuerza de la estocada…
-¿Te ha
dolido?- dijo quedándose totalmente quieto con sus músculos en tensión…
-No digas
tonterías, quiero que me la metas hasta en fondo bebé- dije con voz sensual y
él me miró intensamente a la vez que me besaba, adentrando la lengua hasta el
fondo de mi boca al igual que su miembro en mi sexo…
-Bella-
susurró mientras cogíamos un ritmo deliciosamente placentero…
Enrollé mis
piernas en su cintura para sentirlo más profundamente… como si eso fuera
posible… y Emmett puso su cara en el hueco de mi cuello, haciendo que su fuerte
respiración diese directo en mi piel…
Su miembro
estaba llegando a mi tope y aún quedaba un buen trozo fuera…
Joder… sin
duda lloraría por lo que se quedaba fuera…
-¡Emmett!-
grité en éxtasis mientras aceleraba sus estocadas…
-Eres tan
jodidamente estrecha… Dios…- mordió mi cuello de manera que debería ser ilegal
y puso sus manos en mi espalda baja, acercándome aún más a él…
-¡¡Emmett,
más!!- dije como una puta posesa y él me obedeció…
-Bella…
¿quieres más?- dijo con voz totalmente ronca y yo asentí- Dímelo- demandó…
-Emmett,
quiero más- le grité como una pervertida y él embistió con más fuerza…
Nuestro
ritmo había pasado de ser rápido a ser errático, al igual que nuestras
respiraciones…
Sólo me
faltaron tres estocadas más para llegar a mi ansiada liberación…
-EMMETT-
clavé mis uñas en su fuerte espalda y me dejé llevar por los espasmos de mi
cuerpo…
Emmett se
separó lo justo de mí para poder mirarme a los ojos…
-Oh,
Bella…- sentí mi cuerpo apretarlo por completo y su miembro temblar en mi
interior… haciendo que gimiera de nuevo…
-Dios
Emmett…
-Bella…- su
orgasmo llegó provocando que su boca mordiera mi labio inferior de manera
pecaminosa y gemí de nuevo…
De repente
me vino un olor a quemado y lo miré inmediatamente…
La carne…
-Joder-
dije separándolo lo justo de mi cuerpo para poder bajarme de la encimera y
apagar la carne, provocando que sacara su miembro casi bruscamente de mi interior,
lo cual me encendió de nuevo…
Apagué el
fuego de la carne y lo removí todo, viendo que se había quemado un poco la
carne…
En ese
momento escuché la risa atronadora de mi osito y me giré para encararle.
-¿De qué te
ríes?- dije mostrándome seria…
-Oh, vamos,
no te pongas así bebé- me dijo mientras se acercaba a mí- No me digas que no
tiene gracia… si la tienes y lo sabes- su boca se posó en la mía y toda la
seriedad que estaba simulando se fue al garete…
De repente
me reí y él me siguió.
-Eres
increíble…- le dije negando con la cabeza y él cogió mi cintura.
-Aun así me
amas- me dijo antes de besarme nuevamente.
-Si- dije
sonriente y recogí del suelo el tanga del bikini para ponérmelo.
-Si, tápate
o no responderé de mis actos…
-Pervertido…-dije
rodando los ojos con una sonrisa mientras recogía la parte superior del bikini.
-Me haces
serlo…- dijo con su sonrisa infantil, dejándose ver sus hermosos hoyuelos…
-Te amo- le
besé ligeramente en los labios y lo miré con una sonrisa.
-Y yo a ti
preciosa- me besó en la frente y me dejó ir para terminar de hacer la comida.
Después de
“arreglar” la carne y montar las placas de pasta, le eché queso rallado encima
y la metí en el horno.
-Viéndote
así me dan ganas de pedirte que te cases conmigo- me abrazó por la espalda y me
besó en el cuello.
-Oh, vamos…
¿contigo?- dije burlona- ¿Para que se me queme la comida todos los días?
-Creo que
no te quejarías…- dijo succionando un trozo de piel de mi cuello.
-Como sigas
así pareceré un dálmata- su risa inundó la cocina.
-Bueno…
serás mi hermosa dálmata…- dijo antes de succionar de nuevo mi piel.
Pusimos la
mesa entre risas y empujones y encendimos la televisión para enterarnos al
menos de algo de lo que estaba pasando en el mundo…
Emmett me
sentó a horcajadas encima de él y me besó nuevamente el cuello.
-He estado
pensando…- mi mirada se dirigió hacia su hermosa cara y alcé una ceja.
-Me asustas
cada vez que piensas- dije con una sonrisa y él me la devolvió de manera
sensual.
-Esta vez
te gustará…- me aseguró y dejó mi cuello para prestarme atención- He pensado en
estudiar el año que viene en Dartmouth.
-¿De
verdad?- le dije emocionada y él asintió sonriente.
Emmett pov.
Cada vez
que le hacía el amor a mi mujer, porque eso sería ahora y siempre, me sentía
como un puto actor porno por sacarle esos gemidos tan maravillosos de su boca…
Hoy la
había sentido más profundamente que ayer y eso me gustaba más de la cuenta…
como siguiese así le estaría haciendo el amor todo el puto día, como un puto
pervertido…
Y es que
estaba seguro de una cosa, esta niña era mi tentación…
Verla
apagando el fuego y removiendo la carne, sentí como que estábamos casados… en
una escena tan cotidiana como hacer la comida…
Cómo me
gustaría casarme con ella y tener hijos… me diría que estaría loco por pensar
de esa manera, pero era lo que sentía…
-Viéndote
así me dan ganas de pedirte que te cases conmigo- le abracé por la espalda y le
besé su precioso cuello.
-Oh, vamos…
¿contigo?- dijo con voz burlona y yo sonreí- ¿Para que se me queme la comida
todos los días?
-Creo que
no te quejarías…- succioné una parte de la piel de su cuello y quise
enloquecer… olía jodidamente bien…
-Como sigas
así pareceré un dálmata- solté una carcajada por sus ocurrencias…
-Bueno…
serás mi hermosa dálmata…- succioné de nuevo su piel, jamás me separaría de
ella, pasara lo que pasara… de eso estaba totalmente seguro.
Pusimos la
mesa y la senté en mis piernas…
Mientras
estaba succionando el cuello de mi preciosa novia y escuchando las noticias de
fondo, de nuevo me vino a le mente lo que estaba pensando desde hacía unos
meses…
Hoy sería
el día que se lo diría a Bella, no dudaba que me apoyaría, pero no quería
adelantar acontecimientos por si cambiaba de opinión…
Mi padre,
sin duda, estaría orgulloso de mí.
Dejé de
sentir el suave golpeteo del corazón de Bella al separar mi boca de su piel y
presté atención en sus facciones.
Era
simplemente hermosa…
Decidí que
ahora era el momento perfecto para hablar con ella.
-He estado
pensando…- dije sin dejar de besar su suave piel.
-Me asustas
cada vez que piensas- la miré, viendo su perfecta sonrisa y le sonreí.
-Esta vez
te gustará…- le aseguré y me separé de su cuello para poder hablar seriamente-
He pensado en estudiar el año que viene en Dartmouth.
-¿De
verdad?- dijo emocionada y yo sonreí.
Ahí vamos…
ahora diría lo que marcaría mi futuro y mi vida para siempre…
-Es la
universidad que tiene el mejor programa para estudiar medicina…- dije
estudiando todas sus facciones y su boca se ensanchó en una preciosa sonrisa.
-¿De… de
verdad?- me miró intensamente a los ojos y yo asentí sonriendo- Oh, Emmett, es
genial- me abrazó y yo puse mi cara en su pequeño hombro.
-¿De verdad
que no te importa?- dije separándome un poco de ella.
Lo que más
temía era que ella no quisiera estudiar en esa universidad y no poder verla en
mucho tiempo… Si fuera así, no iría a esa universidad e iría a la que ella
fuera, no podría estar lejos de ella en ningún momento…
-¿Importarme?
Oh, vamos, Emmett, es la mejor noticia que me podrías dar bebé- me besó
ligeramente en los labios y me miró de nuevo- Estoy muy orgullosa por ti
Emmett, sabía que al final te decantarías por salvar vidas- me sonrió y me besó
de nuevo.
-Bella,
pero hay un problema- ella me miró interrogante- No quiero separarme de ti, iré
a la misma universidad que tú.
-Emmett no
quiero que te sacrifiques por mí, si has decidido ir a Dartmouth, irás- dijo
seria y yo la miré con horror- Además…- acarició mi pecho- Yo también pensaba
ir a Dartmouth para hacer Administración y Gestión de empresas, quiero llevar
las empresas de mi padre- dijo segura y yo la abracé haciéndole saber todo el
amor que sentía por ella.
-Gracias mi
vida, gracias…- la besé de nuevo y ella sonrió contra mis labios.
-No podría
estar lejos de ti mi vida- me besó y en ese momento sonó el horno, anunciando
que nuestra comida ya estaba lista.
-Tengo
hambre- le confesé y ella me sonrió.
-Lo sé, has
tardado demasiado en quejarte- me dijo de manera cariñosa y yo me levanté con
una sonrisa para ayudarle.
Comimos o
más bien yo le di de comer a ella y ella a mí, estábamos comiendo un delicioso
helado de chocolate cuando mi móvil sonó.
-¿Quién
será?- le dije a Bella mientras me levantaba a cogerlo.
Miré la
pantalla y vi que era la enana.
-Dime
Alice- me senté en el sofá y Bella se sentó a mi lado.
-Emmett
estamos en una tienda de lencería…- dijo chillona y yo rodé los ojos…
-Muy bien,
¿y en qué se supone que te puedo ayudar?
-Hombres…-
susurró asqueada y yo sonreí- Quiero que elijas un color de los que te diré,
¿vale?
-¿Para
qué?- cómo me gustaba hacerla rabiar…
-Emmett
Cullen no preguntes más, me dirás el color y punto- demandó y yo asentí sin que
me viera… no podía arriesgarme a que la maldita enana le hiciera un “arreglo”
al jeep…
-Venga,
dime los colores…- Bella soltó una carcajada.
-¿Azul,
blanco, rosa o negro?
Inmediatamente
miré el cuerpo perfecto de mi diosa y supe que cualquier color le quedaría bien
a esa suave piel…
-Necesito
saber para qué es y te lo diré…
-Joder
Emmett… estas acabando con mi paciencia- dijo asqueada…- Se supone que es un
regalo para Bella, no necesito que mi hermano me diga el mejor color para
seducir a mi novio…- escuché la fuerte carcajada de Jasper… y yo me descojoné
también…- No te rías y dímelo.
-Es que
todos son sexys…- me quejé y ella soltó un suspiro.
-Vale, no
me estás sirviendo de nada…
-Bueno…
vale… el negro- dije seguro y ella soltó un suspiro de alivio.
-Lo que me
suponía… vale, gracias Emm- noté movimiento- No le digas nada, es una sorpresa…-
y colgó.
-Está completamente
loca…- susurré dejando el móvil encima de la mesa y Bella soltó otra carcajada.
-Si, pero
aun así la quieres- me dijo y me metió una cucharada de helado en la boca- ¿Qué
quería?
Joder…
¿Ahora que se supone que le tenía que decir?
-Nada… que
si habíamos comido y qué estábamos haciendo- ella me miró con una ceja alzada.
-¿Y por qué
se supone que le has contestado “negro”?
Oh… joder…
-Pues
porque… porque quería que eligiera un color para una camiseta de Jasper… decía
que tenía que saber el gusto de un chico.
-Vaya… la
enana pidiendo consejos… increíble…- dijo antes de limpiarse la boca de helado.
-Si… está
loca- Bella sonrió y yo me terminé el helado.
Miré el
reloj del salón y vi que eran las seis de la tarde…
-¿Son las
seis de la tarde?- dije extrañado y cogí mi móvil para averiguarlo.
-Si… joder…
se me ha pasado volando el día…- dijo triste- No quiero que se acaben estas
vacaciones Emm- me dijo abrazándome por la cintura y yo la acerqué a mi pecho.
-No te
preocupes, ya convenceremos a los viejos para que podamos ir a cualquier lado-
le aseguré y su cara se iluminó.
-¿Enserio?
-Si- le
sonreí y ella me besó dulcemente en los labios.
-Gracias
por ser como eres Emmett, jamás me separaré de ti- dijo antes de cerrar sus
ojos y quedarse completamente dormida.
-Te amo
princesa- le besé en el tope de la cabeza y la cogí con cuidado de no
despertarla y la subí a nuestra habitación.
La dejé con
mucho cuidado encima de la enorme cama y le quité el bikini húmedo.
Contemplé
su maravilloso cuerpo y le puse una de mis camisetas, de veía realmente sexy…
Le besé con
suavidad y la tapé con la sábana, haciendo que la fina tela se deslizara por
sus suaves piernas.
Decidí hacer un poco de ejercicio, ya que ayer
fue el primer día que no había hecho nada desde que comencé hace ahora un año y
medio…
Me encaminé
hacia el balcón de nuestra habitación, dónde estaban todas las pesas, máquinas
y demás para hacer ejercicio, porque por eso había escogido esta habitación… y
me dispuse a ejercitar mi cuerpo.
Después de
dos horas y con el cuerpo totalmente reventado, me levanté del suelo con el
cuerpo chorreando en sudor…
-Eres
completamente sexy…- dijo la voz de mi mujer y yo miré inmediatamente hacia el
enorme ventanal que servía de puerta para salir hacia el balcón.
Bella
estaba con el pelo un poco revuelto, con mi camisa llegándole por encima de las
rodillas, acariciando su cuerpo inocentemente, pero lo que verdaderamente me
mató fue su mano en el marco de la puerta, con una pose totalmente sensual, y
sus dientes apretando su labio inferior…
Joder…
-Y tú estás
demasiado buena para tu bien nena- me sequé un poco el sudor con la toalla y la
tiré a cualquier lugar.
-Es
imposible que te pongas más bueno de lo que estás guapo- avanzó hacia mí como
una gata encelo y atrapó mis labios sin previo aviso.
-Me alegro
de que te guste- le guiñé de manera totalmente vacilona y ella dejó escapar un
dulce gemido.
Atrapó mi
mano y la llevó hasta su sexo desnudo.
-Me tienes
así desde hace quince minutos… ver esos músculos en tensión y ese cuerpo- me
acarició con la otra mano los pectorales, bajando por los abdominales- Es una
tentación demasiado grande para mí…
Gemí al
tocar su sexo totalmente mojado… estaba
totalmente lista para mí y no me faltó más para cogerla en peso y poner
mis manos en su cintura. Ella inmediatamente enrolló sus finas piernas en mis
caderas.
Se sacó un
condón del bolsillo de mi camiseta y me lo puso con delicadeza… ya me estaba
acostumbrando demasiado a que ella me pusiera el condón con tanta soltura…
No esperé
ni a que sus manos tocaran la piel de mi espalda, simplemente entré en ella de
una sola estocada.
-Dios…-
susurró dejando su cuerpo totalmente lacio…
Saqué mi
miembro completamente y de nuevo la penetré fuertemente.
-Ah,
Emmett…- susurró en mi oído y me volví completamente loco…
Avancé sin
dejar de penetrarla, en embestidas secas y bruscas y apoyé su espalda en la
pared del balcón.
-Bella…-
cogí su trasero y lo pellizqué fuertemente mientras la impulsaba más arriba,
para tener mejor acceso a su cuello y su oído.
La embestí
nuevamente, y la saqué de nuevo, dejando sólo la punta en su interior…
-Emmett-
gritó y yo sonreí como un idiota al ser el causante de ese sonido que me volvía
loco…
-Dios… se
siente tan bien…- dije notando el calor de su cuerpo envolviéndome de manera casi
inocente…
Embestí con
más rudeza y ella automáticamente clavó sus uñas en mi espalda, haciéndome daño
y escociéndome por el sudor que tenía en el cuerpo, pero me dio igual, ahora no
tenía tiempo para pensar en eso…
Sabía que
estaba cerca de su orgasmo, su respiración y sus gemidos me lo decían…
-Vente para
mí preciosa…- le susurré en el oído y pasé mi lengua por el lóbulo de su oreja…
-¡¡¡Emmett!!!-
gritó como nunca y la cogí con fuerza porque su cuerpo estaba totalmente
exhausto… yo no necesité más para llegar a mi propio orgasmo…
-BELLA-
grité de manera casi gutural y apoyé mi frente en la suya, sintiendo su
respiración totalmente errática…
-Ha sido… -
dijo sin poder seguir la frase…
-Salvaje-
terminé yo por ella y me miró con una sonrisa mientras asentía.
-Te amo más
que a mi vida- me besó y me abrazó sintiendo sus perfectos pechos en el mío.
-Y yo a ti
preciosa- le besé en la frente y me separé un poco de ella, haciendo que la
camiseta se le pegara totalmente a su cuerpo a causa del sudor…- ¿Un baño?
-Por
supuesto- me guiñó y se bajó con elegancia de mi cuerpo, haciendo que mi
miembro saliera completamente de ella.
Nos
duchamos y cuando estábamos saliendo hacia la habitación, oímos unas voces en
el piso de abajo.
-Ya han
llegado los chicos…- dijo Bella mientras se ponía un bikini más diminuto
todavía que el de esta mañana, como si eso fuera posible…
Yo por mi
parte me puse un bañador rojo, que según mi pequeña diosa, me sentaba de
maravilla.
-Me encanta
ese bañador- dijo pasando sus dedos por la cinturilla de éste.
-Lo sé- le
sonreí y le guiñé un ojo.
-Gallito…-
murmuró rodando los ojos y yo la cogí de la nuca para besarla.
-Te amo- le
besé de nuevo y me separé de ella para ponerme una camiseta blanca.
Se puso un
vestido muy fino negro y las sandalias altas a juego. Después se cogió un moño
informal y me miró sonriente.
Parecía una
modelo de revista con todas las reglas…
-Vamos- me
cogió la mano y salimos de la habitación para encontrarnos con los chicos.
Cuando
bajamos la escena que nos encontramos no podía ser más graciosa…
Rosalie
parecía un puto salmonete con la piel roja por el sol y mi hermano parecía un
puto giri con la gorra y quemado por todas partes… Los dos estaban tirados
literalmente en el suelo poniendo caras de placer.
-Chicos no
es bueno daros gusto con el puto suelo…- susurré con voz burlona y la mirada
envenenada de Rose fue lo que me faltó para descojonarme de la risa…
-Rubita
como que se te ha pasado la mano, ¿no?- dijo mi preciosa novia a punto de
soltar una carcajada.
-Si, si,
ríete…- dijo mientras se levantaba y ponía cara de dolor- Joder… cómo duele…
La miré
bien y me fijé que sus ojos y parte de su sien estaban completamente blancas,
con una forma de…
-No me
jodas que te has quemado con las gafas puestas…- Bella se tiró al suelo para
descojonarse y yo solté una sonora carcajada…
-Jajajajajajajaja,
pareces un puto extraterrestre- más risas…
-Jajajaja,
si, descojónate… serás mamón…- dijo quitándose la camiseta, dejando ver su piel
al rojo vivo…
-Rose
enserio, te has achicharrado- dijo Bella todavía en el suelo.
-Joder…- al
fin se escuchó la voz de mi hermano…
-¿Qué te
pasa Eddie?
-Nada
“osito”- dijo con voz melosa y mi risa se esfumó.
-Ey, sólo
le puedo decir yo “osito” salmonete- le empujó mi preciosa novia y tuve que
descojonarme de nuevo.
-Si, Eddie,
¿demasiado ejercicio físico bajo el sol?- le piqué.
-No lo
sabes tú bien…- dijo Rose con voz malévola y yo sonreí feliz.
-Uuuu, el
pequeño Eddie se ha ido de paseo…- Bella se descojonó a mi lado al igual que
yo…
-Más bien
se ha ido a nadar- dijo Rose guiñándonos un ojo y miré a Edward y éste me
miraba con cara de asesino…
-Venga ya
Emmett, no me dirás que tú has jugado al parchís- dijo levantándose del suelo
con dificultad.
-Si y a la
oca también- dijo Bella con tono inocente y yo la miré con una sonrisa.
-Como sea…-
gruñó Edward- Voy a ducharme.
-Te
acompaño cariño- dijo melosa Rosalie y Bella y yo rodamos los ojos…
Aunque en
realidad nosotros estábamos haciendo más ejercicio físico que ellos…
-Esta noche
habrá barbacoa chicos, hay que terminar la carne para mañana- dijo mi novia
mientras me cogía de la mano para encaminarnos hacia la cocina.
-Vale- dijo
Edward mientras desaparecía con Rose escaleras arriba.
-Vaya dos…-
susurró Bella mirándome con diversión, yo sólo pude sonreír.
Estábamos
sacando la carne de la nevera cuando se abrió la puerta de un golpe sordo.
-¡Chicos,
ya estamos en casa!- se escuchó la chillona voz de mi hermana.
-¡¡Estamos
aquí, Alice!!- gritó Bella mientras cogía una bandeja del mueble.
Mi hermana
llegó y detrás de ella Jasper, con cara de cansado… normal…
-Hola
chicos- dijo Jasper con cara de cansado.
-¿Qué pasa
tío? ¿Te ha torturado mucho?
-Puf…
recuérdame no ir más con Alice de compras…- me carcajeé del pringado de mi
amigo…
-Si irás
Jazz, sabes que siempre vendrás conmigo…- dijo mi hermana segura y el pobre de
mi amigo asintió como un autómata…
-Qué
pringado eres tío…- negué con la cabeza y me carcajeé de él…
-Ya te
llegará osito Emm…- y ahí estamos de nuevo…
-Que sólo
yo puedo llamarle osito…- dijo mi novia en mi defensa y le guiñé el ojo
sonriente.
-La ciudad
es preciosa, chicos…- mi hermana se sentó en una silla pesadamente- He comprado
de todo.
-¿Si? No me
digas…- ironizó Bella.
-Te
encantará Bella- dijo emocionada y Bella paró en seco cuando estaba a punto de salir
hacia el jardín.
-¿Qué me
encantará?
-Las cosas
que te he comprado, tonta, son geniales…
-No
deberías de haberme comprado nada Alice…- y ahí vamos con la polémica de estas
dos de nuevo…
-Era una
oportunidad única, he comprado de Mac…- miré a mi novia y los ojos de ésta se
iluminaron de manera casi cómica.
-¿De
verdad?- dejó la bandeja en la encimera y se acercó a mi hermana con una
sonrisa.
-Si, te
encantará- dijo feliz y de repente Bella se abalanzó hacia Alice.
-Oh, enana,
gracias- le besó en la mejilla y le sonrió.
-De nada
tonta, me ha costado sudor y lágrimas casi…
-Y que lo
digas… por poco llaman a la policía porque ésta muchachita- señaló a mi
hermana- Quería llevarse un maquillaje de no sé qué exclusivo para trabadoras…
-Por
supuesto…- saltó mi hermana- Esas putas no tienen ni puta idea de maquillarse,
les he hecho un favor…
-Y
conociéndote te lo has llevado, ¿no?- le dije mirándola con diversión.
-Pues claro
hermanito… qué poco me conoces…
-Y decidme…
¿qué habéis estado haciendo?
-Ejercicio-
saltó mi querida novia- Mucho ejercicio, no queremos engordar ni un gramo…-
sonrió de manera perversa y empujó la puerta con la cadera para salir al
jardín.
-Vaya…
vaya… al parecer aquí todo el mundo se ha divertido mientras yo he tenido que
estar andando y cargando bolsas por toda la puta ciudad…- susurró cansado mi
amigo.
-Cuando
veas a Rose y a Edward, te descojonarás- dije soltando una carcajada al
imaginarlos de nuevo…
-¿Qué le ha
pasado?- dijo mi hermana mirándome con una ceja alzada y de pronto los vi en la
puerta.
-Eso…-
señalé a la puerta y me descojoné de nuevo, Alice y Jasper miraron a la
parejita feliz y se descojonaron de la risa…
-Si,
reíros… tener hermano y amigos para esto… joder…- susurró la rubia malhumorada.
-Por Dios
Rose… la piel te envejecerá al menos diez años…- susurró mi hermana con voz
perversa antes de descojonarse de nuevo.
-No me
jodas…- dijo mirándose en el reflejo de la nevera con cara de susto.
Todos
soltamos una sonora carcajada…
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