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Capítulo
16: La Perla, Victoria´s Secret y demás…
Bella pov.
Estaba
poniendo la bandeja de carne en la mesa del jardín cuando escuché risas en la
cocina, inmediatamente me dirigí hacia allí y la escena que vi fue simplemente
imposible…
Rosalie se
estaba mirando desde todos los ángulos posibles con el reflejo de la nevera,
mientras Edward le decía que estaba perfecta…
Ya claro…
perfectamente roja…
-¿Se puede
saber qué hacéis?- dije antes de soltar una carcajada, miré a mi osito y éste
me miró intensamente con una sonrisa burlona pintada en el rostro.
-¿Tú qué
crees?- dijo una Rosalie más roja que un salmonete, totalmente enfurecida…
-No sé…
¿mirándote las arrugas prematuras?- dije picándola y surtió efecto…
-¿Qué? No
me jodas tú también Bella.
-Te lo digo
por tu bien, rubita… esa carita de ángel pasará a ser una de demonio…- todos,
incluyendo a Edward, se descojonaron de la risa.
-Eres una
perra- me susurró tocando su “linda” cara…
-Ya… pero
aun así me quieres- le guiñé un ojo y avancé hacia ella- Anda vamos, te daré
una crema para esa piel de viejuna- le sonreí y ella sonrió dándome un golpe
cariñoso en el brazo.
-Vamos-
respondió cogiendo mi mano y todos se nos quedaron mirando.
-Chicos id
haciendo la cena, ¿vale?- dijo Alice levantándose del asiento- Vamos, chicas,
os tengo que enseñar todo lo que os he comprado- sonrió.
-Te amo-
Emmett me cogió del brazo y me besó en los labios posesivamente.
-Y yo a ti-
le sonreí y le besé una última vez antes de que las chicas me separaran
completamente de él.
Subimos las
escaleras agarradas de la mano con una sonrisa en nuestros labios.
Entramos en
la habitación de Alice y Rosalie y yo exclamamos un “oh” al ver las
innumerables bolsas encima de la enorme cama.
-Joder…
¿Qué has comprado toda la tienda o qué, enana?- le dije con una sonrisa y ella
me sonrió.
-Venga, no
os quejéis, os gustará- Alice se dirigió hacia las bolsas y Rose y yo nos
sentamos en el suelo- Toma, Rose- le lanzó una bolsa que ponía La Perla.
No era lo
que yo creía, ¿no?
-Alice…-
susurró Rosalie casi sin voz cogiendo un precioso picardías rojo pasión y
negro, era muy sexy…
-¿Te
gusta?- dijo Alice muy emocionada y la rubia se abalanzó a ella y la abrazó
efusivamente.
-Es
perfecto, cariño, gracias- dijo con lágrimas en los ojos y yo les sonreí a
ambas.
-Mira bien
la bolsa- dijo la enana sonriente y Rose miró la bolsa sin dejar el picardías.
Joder…
Cogió una
caja con el nombre de La Perla dibujado elegantemente y la abrió con rapidez.
En ella había el bikini más bonito que había visto jamás.
-Joder…-
susurró la rubia con lágrimas en los ojos.
-Sabía que
te gustaría- demandó la enana con una preciosa sonrisa y Rose le besó en ambas
mejillas varias veces.
-Qué
sentimental esta nuestra rubita- le dije con una sonrisa y Rose me sacó la
lengua, sin soltar el picardías y el bikini.
-Bella- me
llamó Alice a la vez que me lanzaba una bolsa de la misma marca.
La Perla…
Abrí la
bolsa y en ella había una caja, más grande que la de Rose y abrí mucho los
ojos… Nada más la caja podía servir para llevar los zapatos de la reina… me reí
ante mis propios pensamientos…
No es que
no estuviéramos acostumbradas a las marcas caras, más bien era las que
usábamos, pero en Forks no había nada de esto… en nuestros viajes
aprovechábamos para comprar o los viajantes de comercios que iban a Forks muy
de vez en cuando…
Conseguí
abrir la caja con delicadeza y encontré entre gasas un precioso bikini negro,
liso completamente, pero lo que me cautivó fue la parte de abajo, era de tanga
y tenía dos tiras a cada lado, pero en el lado izquierdo tenía como una especie
de cadenita plateada muy fina.
Era
absolutamente precioso…
-Joder
enana… gracias- la abracé con fuerza y ella me sonrió y me besó en la mejilla.
-Pondrás
malo a mi hermano…- me susurró y yo solté una carcajada.
-No me cabe
la menor duda…- me separé de ella y volví a tocar la suave tela del bikini.
Me fijé más
en la caja y había algo más también enrollado en una fina gasa.
Lo cogí y
mis ojos se deleitaron con un precioso tanga, de bikini también, rosa fucsia,
era precioso…
Tenía tres
filas de volantes pequeños y minúsculos lunares blancos.
Era
perfecto…
-Es
perfecto- susurré mirando el precioso tanga entre mis dedos.
-Lo sé-
susurró Alice en mi oído y yo la miré feliz.
-Gracias-
la volví a besar y ella me sonrió.
-Aún quedan
más cosas, chicas- nos dijo mirándonos con una sonrisa, yo estaba a mi bola
mirando mis dos preciosidades al igual que Rose…
-¿Más?-
dije con una ceja alzada y ella asintió.
-Rose- le
dio una bolsa que ponía Victoria´s Secret…
-Oh, Dios
mío… no me digas, no me digas…- dijo Rose cogiendo la bolsa con una lentitud
muy poco común en ella…- Joder…- susurró cogiendo un conjunto de lencería negro
de satén.
-Parecerás
uno de los ángeles de Victoria´s Secret, Rose- le dije mientras le sonreía y
ella me guiñó un ojo.
-A Eddie le
encantará…- dijo burlona y Alice se tapó los oídos…
-No quiero
escucharlo, chicas, bastante tengo ya con escuchar vuestro gemidos…- nos miró
con cara de asco.
Yo la miré
con casa de horror… ¿de verdad me había escuchado gemir?
-Si, te he
escuchado gemir Bella… Por Dios…- dijo tapándose los oídos y yo me tapé la cara
avergonzada.
-Uhm,
nuestra Bells se desfasa…- murmuró la rubia y yo la miré desafiante.
-Ya vale,
salmonete- le dije y ella quitó su sonrisa.
-Venga
chicas, sigamos- dijo Alice aligerando el ambiente.
Alice cogió
otra bolsa de Victoria´s Secret y me la dio con una sonrisa.
La abrí con
una sonrisa y cogí todo a la vez…
Había
cuatro tangas, uno blanco, rojo pasión, agua marina y otro negro, todos de
una seda muy fina, que iban a juego con
sus respectivos sujetadores, todos con unos detalles preciosos, tanto en los
tirantes como en el centro del pecho y en la propia tela.
Si… una
puta bomba sexual…
-Son
preciosos…- le dije mientras tocaba la suave seda- Son una puta bomba sexual…-
susurré mientras me imaginaba a Emmett tocando mi cuerpo posesivamente, a la vez que me quitaba la fina tela…
Me mojé
completamente…
Joder…
tenía que controlarme… parecía una puta obsesa…
-Exacto-
dijo la enana como si fuera obvio y yo le sonreí.
-Joder
nena, tendrás a Emmett loco…- dijo la rubia mirándome sensualmente y yo solté
una carcajada.
La
siguiente hora o dos… la pasamos recibiendo todo tipo de ropa, de todas las
marcas y telas…
Sencillamente…
Alice se había vuelto completamente loca…
-Oh, Alice,
por Dios…- exclamé viendo la bolsa con una caligrafía única que ponía Mac…
Joder… era
mi marca favorita en lo que al maquillaje se trataba…
Abrí la
bolsa con desesperación y ahí había de todo…
Desde
maquillaje líquido hasta esmaltes de todos los colores que me fascinaban…
-Joder
enana… te habrá costado una pasta todo esto…
-Eso da
igual- le tendió a Rose otra bolsa igual y ésta se puso igual que yo.
-Dios
Alice… gracias por todo esto enana- la abrazó y se puso como una completa loca
a abrir todo y a probarse todo.
Alice nos enseñó todo lo que se había comprado
y el “oh” no se fue de las bocas de Rose y mía, tenía un gusto exquisito…
-Chicas-
Emmett llamó a la puerta y dijimos “pasa” al unísono.
-Hola Emm-
le dije la enana besándole en la mejilla y éste sonrió dulcemente haciendo que
sus dos hoyuelos se vieran.
Era
completamente adorable…
-Hola mi
amor- le sonreí y me levanté del suelo para besarle en los labios.
Mis labios
se unieron a los suyos con hambre… tenía mucha hambre de él…
-Hola
cariño- me sonrió y me agarró por la cintura.
-Eh…
nosotras nos vamos- dijo la enana y arrastró a Rose hasta la puerta.
-No seáis
morbosillos y no lo hagáis en la cama de la pobre Alice…- susurró la rubia con
picardía en su voz.
-Rose…-
dije advirtiéndola y ella me guiñó antes de cerrar la puerta despacio.
-¿Qué
habéis estado haciendo?
-¿Tú qué
crees? La enana nos ha comprado toda la tienda de todas las marcas…- Emmett me
sonrió y me besó dulcemente en los labios.
-La cena ya
está lista…
-¿Si? Qué
marido más perfecto tengo…- bromeé, pero la mirada de Emmett se iluminó por un
momento.
-Ya ves-
sonrió y me volvió a besar, pero esta vez rudamente…
Mis manos
se enrollaron en su suave pelo y Emmett me impulsó con sus manos en mi trasero
para que pudiera besarme más fácilmente y para que mi cuerpo estuviera a su
merced… mis piernas se enrollaron inmediatamente en su cintura.
-Te amo-
susurró antes de atacar mi cuello con besos húmedos…
-Cuando
veas lo que me ha comprado la enana, me amarás más- le dije de manera sensual y
pasé mis dedos por el lóbulo de su oreja, muy suavemente… provocando un
delicioso gemido por su parte…
-Entonces
esperaré a esta noche…- me dijo separándose de mí con una erección más que
evidente…
-Emmett…
¿te das cuenta que me has dejado con las ganas, verdad?- le dije mirando su
delicioso miembro…
Me bajé de
su cuerpo y lo miré interrogante…
-Lo sé,
espero que después tengas más ganas que ahora…- me besó rudamente en los labios
y me guiñó de manera sexy…
-No me
hagas esto, Emmett…- jugué sucio… lo sé, pero le necesitaba…- No sabes cómo me
he mojado cuando te he imaginado quitándome esto- me agaché de forma sensual,
poniendo mi trasero en sus narices, para coger uno de los tangas de satén-
Saboreando mi piel mientras que tus manos acarician mi cuerpo…- cerré los ojos
y me mordí el labio inferior…
Muy pronto
escuché su delicioso gemido…
-Bella…-
agarró mi nuca con fuerza y me besó de la misma forma…
Ahora si…
este era mi hombre insaciable…
-Emmett… te
necesito…- le dije con urgencia a la vez que mi sexo se restregaba con su
pierna…
-Joder…-
gruñó y me cogió en peso y me empujó hacia atrás, sintiendo la dura pared en mi
espalda.
Mis manos
se dirigieron hacia su torso desnudo y acariciaron esos músculos de acero que
me volvían loca… su ancho pecho cada vez subía y bajaba con más rapidez…
Nuestras
respiraciones eran ya erráticas y sólo era el pre calentamiento…
-Dios…-
gemí cuando sus labios rozaron mis pezones por encima de la tela…
-Eres
deliciosa…- me retiró con sutileza el tanga y lo hizo a un lado- Pónmelo- me
tendió un condón y yo como la experta que me estaba convirtiendo, le obedecí y
se lo puse con habilidad- Aprendes muy rápido…- yo gemí en respuesta ante su
mirada felina…
Emmett empujó
contra mi sexo y me penetró de una sola estocada, fuerte y profunda…
-¡¡Emmett!!-
gemí a la vez que cerraba los ojos con fuerza por la estocada…
Me
recompuse rápido y le miré a los ojos, ese azul había pasado a ser casi negro,
a causa de la excitación… Su mirada se dirigió hacia mis labios y lo besé con
rudeza…
Él puso sus
manos a cada lado de mi trasero y me penetró de nuevo, sacando lo justo para
que la punta se quedara en mi interior…
-Jod… er-
dije sin poder decir nada y él sonrió contra mis labios.
-Hermosa-
me besó ligeramente a la vez que me penetraba de nuevo y sus labios se
dirigieron a mi cuello, lo besó, lamió y mordió a su antojo, mientras que yo
era presa del placer que me brindaba su cuerpo…
No me faltó
mucho más, sólo unas estocadas más para que mi ola de placer que invadiese por
completo…
-Emmett…-
susurré sin fuerzas a la vez que sentía su miembro palpitar en mi interior… ahí
supe que estaba muy cerca de su liberación…
-Joder… -
me apretó más contra su cuerpo y me mordió el cuello a la vez que gritaba mi
nombre…
Yo acaricié
su espalda y puse mi cara en el hueco de su cuello, oliendo su exquisito aroma
varonil…
-Eres
perfecta…- me besó con una sonrisa sexy en sus labios y me bajó con cuidado de
su cuerpo- No pretendía hacértelo en la habitación de mi hermana… pero tú te lo
has buscado…- me dijo roncamente, provocando que mi cuerpo se encendiera de
nuevo…
Sin duda
tenía un grave problema… me estaba convirtiendo en una total ninfómana…
Emmett pov.
JODER,
JODER Y JODER OTRA VEZ…
Cada vez
que le hacía el amor a Bella me sentía completo y lleno, con un placer
infinito… ver su cuerpo disfrutar por el mío era la visión más perfecta que
jamás había visto…
Me
encantaba cuando cerraba los ojos y se mordía el labio inferior, presa del
placer que nos embargaba…
Si… me
estaba poniendo totalmente cursi…
Joder… pero
es que no tenía opción… era una mujer demasiado caliente y eso me superaba de
sobremanera… hasta en eso coincidíamos…
-Después me
enseñas lo que te ha comprado Alice, no quiero raptarte aquí toda la noche…- de
mi boca se escapó un gruñido cuando vi los pezones de Bella ponerse duros sobre
la fina tela del bikini…- Joder…- miré hacia otra dirección y ella vino hacia
mí.
-Vamos,
prometo no ser mala…- se puso de puntillas y me acercó a mi oído- De momento…-
se separó de mí y me guiñó de manera putamente sensual y se dirigió hacia la
puerta de la habitación…
-Joder…-
susurré de nuevo a la vez que ella abría la puerta con una sonrisa sensual.
-Vamos
osito, no querrás que la comida se enfríe, ¿no?- me cogió de la mano y me
empujó hacia las escaleras.
-Dile a
ésos- dije señalando con mi barbilla el piso inferior- Que mañana no
desayunaremos- ella se paró en seco y me miró interrogante.
-¿Por qué?
Encima
inocente… joder… si es que era una mezcla demasiada explosiva…
-Porque te
haré el amor hasta que amanezca mi amor- le sonreí burlón y ella se acercó a mí
y me besó en los labios rudamente.
-Eso
espero- se dio media vuelta y bajamos las escaleras.
Cuando
llegamos a jardín, todos estaban comiendo ya.
-Joder…
¿nos podíais haber esperado, no?- susurró mi novia a la vez que se sentaba y yo
me senté a su lado.
-Estábamos
muertos de hambre- dijo Rosalie antes de meterse un trozo de carne en la boca.
-Ya… me
apuesto lo que quieras a que no habéis comido nada en todo el día- señaló a
Rose y a mi hermano.
-Oh, sí que
hemos comido…- sugirió Rose de manera sugerente y todos pusimos cara de asco…
-Rose,
compórtate- le rugió su hermano.
-Vamos,
Jazzy, no me digas que tú no has hecho nada- le dio un codazo cariñoso y
comenzó a reírse maquiavélicamente.
-Joder…- mi
pobre hermana se tapó la cara avergonzada- ¿Podéis cambiar de tema? No me hace
ni puta gracia que estéis bromeando de sexo con mis hermanos, ¿entendido?-
todos la miramos sorprendidos…
¿Qué le
pasaba a la pequeña?
-Perdón-
dijo Rose mirándola como un perrito acojonado y yo no pude evitar soltar una
carcajada al ver la imponente Rosalie a punto de llorar como una niña pequeña-
No te rías, osito, también tengo para ti- me dijo desafiante y yo me reí aún
más.
-Vale, dejemos
de tocarle la fibra a la pobre rubita- dijo mi novia soportando una carcajada
con tos- Mañana nos vamos…- dijo triste y yo le apreté la rodilla para
apoyarla.
-Si… hay
que convencer a papá y a mamá para que nos dejen ir a otro sitio- recordó la
enana y todos asentimos.
-Estoy
seguro que si convencemos a papá y a mamá, éstos convencerán a los Hale-
sugirió mi hermano y todos asentimos.
-Mañana
saldremos a las diez de la mañana- les dije antes de meterme una salchicha en
la boca.
-¿Por qué
tan temprano?- dijo Jasper intrigado.
-Porque
mañana habrá tráfico y tengo que hablar con mis padres lo antes posible.
-¿De qué se
trata, Emm?- dijo mi hermana mirándome con sus ojos amenazadores.
-De la
carrera que estudiaré- todos los pares de ojos me miraron con diversión.
-¿Qué vas a
estudiar Emmy?- dijo la malvada voz de Rose- ¿La carrera de ginecología?
Apuesto que las mujeres que vayan a ti estarán encantadas.
-Conmigo le
basta y le sobra, rubita- dijo mi novia agarrando mi mano con fuerza- Lo mismo
el pobre “Eddie”- mi hermano la miró con odio ante el mote y yo me reí- Quiere
hacer esa carrera para tener una excusa y revisarte- le guiñó y después me besó
en los labios.
-Si, me
gustaría- todos pusimos cara de asco- Lo más seguro que yo me haga la de
sexóloga…- sonrió triunfal.
-Deberías
hacerte la de ninfómana- dijo la enana y todos estallamos en carcajadas.
-Golpe
bajo, tía- le codeó mi novia a Rose, ya que estaba a su lado.
-Joder con
la enana…- susurró Rose y de nuevo nos reímos.
-Bueno…
entonces… ¿qué harás hermanito?- dijo mi pequeña hermana sonriente.
-Medicina-
dije sin más y todos exclamaron un “oh”.
-Ya decía
yo… de alguna y otra forma tiene que ver a las mujeres desnudas…
-Ya te
gustaría Rossie- me cachondeé y todos nos reímos de nuevo.
-¿Y tú que
has pensado hacer, Bella?- le preguntó mi hermana, cuando todos nos
tranquilizamos por las risas y ésta le sonrió antes de responderle.
-Administración
y Gestión de empresas, quiero llevar las empresas de mi padre- dijo orgullosa y
yo le sonreí.
-Waooo, vas
a ser la mujer de hierro- dijo Jasper sonriente y todos nos reímos.
-Me alegro
por ti, Bells- mi hermana se levantó y la abrazó con mucho cariño.
Terminamos
de comer entre risas y Bella se levantó antes que todos.
-Te espero
en la habitación, guapo- dijo de manera muy sugerente en mi oído, pasando su
suave lengua por el lóbulo de mi oreja.
Miré a mi
preciosa novia con su andar elegante y felino y desapareció por la puerta de la
cocina.
-Va a ser
una gran empresaria Emm- dijo mi hermana mientras se levantaba- Vamos, Jazz- le
cogió de la mano y se fueron por el mismo lado que Bella.
-¿Quieres
ver una peli con nosotros?- dijo mi hermano y yo negué.
-No, tengo
cosas más importantes que hacer, pero gracias- le sonreí y me levanté de la
silla- Os toca a vosotros recoger la mesa- les advertí y los dos asintieron.
-Si, Doctor
Cullen Junior- dijo mi querida cuñada con picardía- Estás demasiado maduro para
tu personalidad, Emm- me recordó mientras se levantaba y recogía los vasos y
platos con mi hermano.
-Siempre
llega Rose, siempre llega- le guiñé y me sonrió con picardía.
Me encaminé
hacia la habitación y llegué en muy poco tiempo.
Sólo quería
estar con mi novia y hacerle el amor una y otra vez.
Entré en la
habitación con rapidez y cuando miré a mi sexy novia me paré en seco…
Bella
estaba tan sólo con un precioso tanga de seda rojo sangre… deteniéndome mucho
tiempo en ese pequeño trozo de tela, que le quedaba demasiado bien…
Mi mirada
subió y pude ver su sonrisa pícara y sus ojos abrasadores…
Estaba
apoyada en el marco de la puerta del baño, en una pose muy sugerente… Sus
pechos estaban erguidos deliciosamente, haciendo que esos dos pezones rosas me
miraran con desdén y provocación.
Bajé mi
mirada y miré sus deliciosas piernas, largas y tonificadas, dándome cuenta de
que llevaba unos tacones a juego, totalmente rojos… complementando el sencillo
atuendo…
-Joder…-
susurré sin dejar de mirar su cuerpo de diosa…- Recuérdame que le dé las
gracias a mi hermana…- mi amiguito estaba palpitando de dolor al estar en la
pequeña bragueta del bañador… incitándome por su liberación…
-¿Te gusta
lo que ves?- dijo con voz excitada y mi cuerpo se dirigió solo
involuntariamente.
-Estás para
comerte…- me acerqué a ella y cogí su nuca con rudeza y uní nuestro labios de
forma posesiva…- Eres una puta tentación, Bella…
Me estaba
enloqueciendo más y más…
Sus manos
se dirigieron a mi torso desnudo y acariciaron toda la piel de mi pecho,
abdominales y más abajo…
Sus dedos
hicieron el camino de la tira de bello negro que se perdía bajo el bañador… haciéndome
gemir como un loco…
-Bella…-
gemí antes de atacar sus labios de nuevo.
Mis manos
acariciaron sus costados y fueron bajando por su hermoso cuerpo, hasta llegar a
su tonificado culo. Lo apreté y lo agarré con fuerza a la vez que la impulsaba
hacia arriba.
Podía
sentir todo el calor que emanaba de su cuerpo… tan sólo con aquella fina tela.
-Te deseo-
dijo mirándome con mucho deseo y lujuria y no me faltó más para bajarle aquella
delicada tela de un jalón. El tanga se deslizó por la suavidad de sus piernas y
yo la miré embelesado.
-Me
encantas princesa…- le susurré y ella me bajó el bañador con un jalón fuerte.
Sus manos me ayudaron a bajarlo y cuando estuvo en el suelo, con mis pies lo
saqué totalmente de mi cuerpo.
-Dios…-
susurró al ver mi miembro en todo su esplendor- Creo que nunca me acostumbraré
a su tamaño- se mordió su labio inferior y sus pupilas se agrandaron
notablemente.
La besé de
nuevo a vez que me movía con ella, Bella enrolló sus piernas en mi cintura y
acarició mi miembro con su sexo con mucha habilidad.
Cogí el
maldito condón y me lo puse con rapidez.
-Te amo- me
susurró y me besó con hambre.
Mis dedos
fueron hacia sus pliegues y pude sentir toda la excitación de su cuerpo…
-Estás tan
mojada…- le susurré roncamente y ella se restregó contra mi sexo, de nuevo…
Erguí mi
miembro hasta límites insospechados y entré en ella con lentitud, no quería
hacerle daño a pesar de que estaba bastante lubricada…
-Emmett-
susurró poniendo su cara en el hueco de mi cuello y yo besé su pelo con
delicadeza.
Embestí
contra su cuerpo, esta vez más fuerte, y me sentí desfallecer con tanto placer…
-Bella-
gemí y busqué sus labios. Ella me acarició la espalda con sus suaves dedos y
embestí más fuerte en su interior, sintiendo, ahora si, sus uñas clavadas en mi
espalda.
-¡¡Emmett!!-
sus piernas me rodearon más fuertemente el torso, porque se estaba subiendo
para arriba de la fuerza de mis embestidas.
-Agárrate a
mí- le susurré con la voz totalmente ronca y la respiración agitada.
Bella me
obedeció rápidamente y apoyó sus manos en mis hombros con fuerza, sintiendo sus
largas uñas en mi piel.
Embestí con
rudeza y de su boca salió un precioso gemido, caliente y sexy.
-Emmett,
¡¡más!!- me exigió con demencia y yo la penetré salvajemente.
-Bella-
susurré sobre la piel de su cuello.
Lo lamí,
succioné y mordí acallando los gemidos que salían de mi boca.
-Emmett, ya
estoy llegan…- no terminó de decirlo cuando sentí su cavidad apretarme con
desesperación.
Mi miembro
palpitó y sentí una oleada de placer enorme…
-Joder…-
fue lo único que pude decir antes de apretarla más contra mi cuerpo y dejarme
llevar por mi orgasmo- ¡Bella!- grité a la vez que ella me besaba sensualmente
en el hueco que sabía que me volvía loco… la parte lateral de la cabeza, justo
debajo de la oreja…
-Te amo-
siguió besando mi piel y yo ni siquiera la bajé de mi cuerpo.
Comencé a
besar su piel desnuda y pude notar cómo se estremecía ante mis caricias, sonreí
como un auténtico idiota…
Sus manos
bajaron por mi torso y buscaron mi miembro, ahora medio erecto, quitando el
condón y tirándolo a cualquier lugar de la habitación…
-Mmmm…-
susurró y se movió para bajarse de mi cuerpo, yo la miré interrogante, pero la
dejé en el suelo con cuidado de los altísimos tacones que llevaba…
Sin duda…
otra fantasía sexual era hacerle el amor con tan sólo unos tacones…
-Acabas de
satisfacer otra fantasía mía, preciosa- le acaricié la cara y ella me sonrió dulcemente a la vez que bajaba por mi
cuerpo.
-Me alegro-
dijo antes de volver a besarme el torso.
No iba a
hacer lo que yo creía, ¿no? O… ¿si?
Miré hacia
abajo y su boca se estaba acercando peligrosamente a mi miembro.
-Bella, no-
le dije mientras cogía sus manos y la intentaba levantar, pero ella me miró
sexymente y quitó mis manos de las suyas.
-Si, mi
amor, quiero hacerlo- dijo relamiéndose los labios y cogiendo mi miembro con
gran habilidad con sus manos.
Yo cerré
los ojos en ese instante y puse mis manos en sus hombros…
-Espero que
te guste- susurró antes de meterse la punta de mi miembro en su boca, sintiendo
calidez y humedad a la vez…
-Joder…-
gemí y pude sentir su sonrisa en la sensible piel de mi sexo.
-Jamás te
olvidarás de esta noche, cariño- susurró antes de meterse casi toda la
extensión de mi miembro en la boca, no podía con todo…
Y claro que
no me olvidaría de esta noche, sería totalmente inolvidable.
-Bella…- le
advertí y sus manos acariciaron mi miembro a la vez que se lo metía en la boca.
Me dejé
llevar… juro que no quería, pero era demasiado… su pequeña boca estaba
haciéndome sentir el tío con más placer de mundo… mordiéndome y succionando en
el proceso…
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