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Capítulo 11: Gracias a ti.
Bella pov.
Me encontraba en clase, en clase de español para ser más exactos, me
encantaba esta clase pero hoy mi ánimo estaba por los suelos...
Había pasado un año exactamente desde la muerte de mis papás y estaba
totalmente deprimida… A pesar del tiempo, todavía tenía algunas heridas
abiertas, pero gracias a los Cullen- Hale y sobretodo a mi osito, cada vez estaba
más recuperada.
La niña tímida que conocieron había quedado para el olvido, ahora era
fuerte y nadie, nadie me intimidaba. Había aprendido muy bien el valor de la
vida desde que mis padres habían muerto en aquel trágico accidente de tráfico y
a pesar de ese largo año, siempre, siempre los recordaba a todas horas... Su
pérdida fue destructora, fue como si una mole de hormigón golpeara contra mi
cuerpo, como un saco de boxeo, constante y sin descanso…
Gracias a que mi dulce osito había estado para mí en todo momento, no se
había separado de mí en absoluto. Alice por más que intentaba consolarme nunca
lo conseguía y Edward también hacía todo lo posible, pero yo sólo quería a mi
osito conmigo, él me entendía y me apoyaba en todo. Rosalie y Jasper no pararon
de llamar, de visitarme varias veces al día, se los agradecía a todos, pero no
me hacía sentir mejor, sólo mi osito sabía cómo hacerlo.
En ese momento una nota cayó en mi mesa y en un rápido movimientos la cogí
para que el profesor no se diese cuenta. La abrí y no pude más que sonreír...
Mi bebé,
¿Lista para el
viaje? Yo no puedo esperar…
Tu osito.
Emmett sabía perfectamente cómo hacerme sonreír en los momentos más
difíciles. Escribí la respuesta a la nota y se lo tiré a su mesa, estaba justo
detrás de mí, en esta clase siempre nos separaban a todos y en las demás
estábamos siempre
sentados juntos.
Por supuesto,
siempre que sea contigo.
Te amo osito,
Tu bebé.
La cogió al vuelo y me dedicó la sonrisa más preciosa se todas, yo sólo
pude guiñarle.
Hoy nos daban las vacaciones de verano, al fin… y esta tarde nos íbamos de
vacaciones a una casa rural, cerca de Seattle, sería magnífico.
Había sido un curso duro, tanto emocional como físico… Los estudios me
dejaban agotada, sólo Emmett hacía que me sintiera mejor en su compañía y
físico porque mi cuerpo había cambiado drásticamente, ya no había nada de ese
cuerpo de niña, ahora mis pechos habían aumentado considerablemente y mis
piernas se habían vuelto más torneadas que antes. Y ni que hablar de mi
trasero… seguía tan respingón como antes, pero con formas maduras. Un cambio,
que al parecer, mi osito adoraba. Sonreí ante ese pensamiento…
A mí si que me gustaba su cuerpo… Dios… él sí que había cambiado…
Su ancho cuerpo, ahora estaba más ancho aún, siendo espectacular… Sus
pechos se habían definido hasta marcarse completamente, al igual que sus
abdominales… Por Dios… eso sí que era una puta tableta de chocolate… Y sus
brazos… antes anchos, ahora eran enormes… cómo me gustaba cuando me estrechaba
en su pecho, sintiendo todo el calor abrasador de su cuerpo… Sonreí de nuevo
ante ese pensamiento…
Todos los Cullen, Esme, Carliste, Emmett, incluso Edward, que ya hablábamos
como siempre, se dejaron la piel para que saliese adelante. Jamás me dejaron
sola y eso se los agradecía con todo mi corazón. Incluso, Jasper y Rosalie,
siempre que me veían me ayudaban en todo lo que podían. Mi relación con Rosalie
había avanzado para mejor, ahora nos llevábamos mejor que antes, como si eso
fuera posible. Recordé la conversación que tuve con ella justo después del
funeral de mi mamá…
Flash Back.
Estábamos todos vestidos de negro, guardando el luto y el respeto que le
teníamos a mi madre…
Todos estábamos expectantes cuando el sacerdote mandó a que bajaran la
lápida de mi mamá hacia el gran hueco para enterrarla… En ese momento solté el
sollozo más ensordecedor de todos… me había desgarrado el pecho…
Emmett me apretó más contra él y Esme me acarició la espalda en un intento
de tranquilizarme…
-Mi vida, respira- me susurró el amor de mi vida suavemente…- Tienes que
hacerlo… tranquilízate.
-Hija, vámonos, no tienes que estar más tiempo aquí, te causará más dolor-
dijo Esme, girándome hacia su cuerpo para abrazarme- Te quiero mucho Bella- me
susurró y estreché su cuerpo contra el mío, en un intento de apaciguar el dolor…
Pronto comenzamos a movernos y enseguida Emmett me metió en el Mercedes de
Carliste.
-Hija, ya pasó- me dijo Esme sentándose a mi lado. Yo simplemente apoyé mi
cara en el hombro de Emmett y cogí las manos de Esme.
Durante todo el trayecto, se acomodó un silencio cómodo y lo agradecía de
veras… No podría lidiar con alguna conversación en estos momentos…
Muy pronto llegamos a la mansión Cullen, la que ya era mi casa, y nos
bajamos rápidamente. Emmett me ayudó a bajar del coche y me cogió en brazos
para soltarme en el cómodo sofá del salón.
-Te traeré una tila- Esme me besó en la frente y se encaminó hacia la
cocina.
-No te preocupes por nada, siempre estaré a tu lado- Emmett me besó en el
tope de mi cabeza y se acomodó a mi lado.
En ese momento llegaron Edward, Rosalie, Jasper y Alice muy tristes.
-Bella, lo siento tanto…- dijo Edward acercándose y lo abracé por el
cuello, derramando las pocas lágrimas que me quedaban… -Shh, todo estaremos
aquí para estar contigo, siempre- me limpió las lágrimas y me besó en la
frente.
-Bella…- me dijo Rosalie avanzando hacia mí. Era la primera vez que la veía
desde el baile, había querido hablar con ella, pero los sucesos de estos
últimos días no me habían dejado para poder solucionar las cosas.
-Rose…- me levanté rápidamente y avancé hacia ella. La abracé, la abracé
como si mi vida dependiera de ello y ella me devolvió el abrazo enseguida.
-Perdóname, Bella- me susurró en el oído- Perdóname por no haber estado
contigo en estos días, pero simplemente no podía…- sollozó.
-No, Rose, no te preocupes, ahora estás aquí y eso es lo que importa- le
besé en la mejilla- No quiero que estemos peleadas, ni que nos distanciemos por
ninguna tontería, te quiero como si fueras mi hermana- sollocé y la volví a
abrazar.
-Gracias, gracias por aceptarme otra vez en tu vida- me besó el tope de la
cabeza y yo sonreí contra su cuello- Te juro que jamás me separaré de ti, te
quiero Bells- me estrechó aún más contra su cuerpo y miré a nuestro alrededor,
dándome cuenta que todos nos miraban con una gran sonrisa en el rostro.
Fin Flash Back.
En ese momento sonó en timbre, cortando todo el hilo de mis pensamientos y
Emmett me cogió por la cintura y me besó en el tope de la cabeza, era un osito
mimoso.
-Hola, hoy estás muy guapa- me susurró en el oído y yo sentí un escalofrío
de pies a cabeza, siempre me susurraba, pero no lo había sentido nunca tan
intenso como hoy.
-Gra...gracias- nunca me acostumbraría a la caballerosidad Cullen...
-¿Vamos?- me cogió de la mano y yo asentí con una sonrisa. Nos encaminamos
hacia el aparcamiento y todos estaban esperándonos.
-¡Bella!- gritó Alice corriendo hacia mí.
-Hola Ali- le dije abrazándole, cómo la quería...
-¿Qué tal? ¿Lista para un fin de semana maravilloso?- dijo muy emocionada.
-Si, claro que si- Estaba más que ilusionada con este viaje, quería tener a
mi osito para mí las veinticuatro horas del día, solamente para mí…
Además de que ya había decidido sobre mi virginidad, lo tenía claro, este
fin de semana sería el perfecto para ello, no podía esperar para decírselo a
Emmett, era una sorpresa… Y quería que saliese perfecto.
-Bella, estás guapísima hoy- me dijo Rose, tan bella como siempre, era la
perfección en persona.
-¿Verdad que si? Ya se lo he dicho yo- dijo Emmett detrás de mí.
-Bueno, ¿qué? ¿Nos vamos a ir algún día?- dijo la insistente Alice y todos
nos volvimos a ella con una sonrisa.
-Claro que si- dijo Edward llegando de pronto, era el que faltaba. Me miró
y le dediqué una sonrisa- Estás muy guapa cuñadita- me dijo besando mi mejilla
y yo le sonreí de nuevo.
-Gracias.
-Bueno, tendremos que ir en los
coches de Bella y Emmett, ¿está bien?- dijo la enana mandando como siempre.
-A sus órdenes, mi capitán- dijo mi osito detrás de mí y todos estallamos
en sonoras carcajadas. Jamás cambiaría…
-Si, mi coronel, me has dado un rango muy bajo para mí- dijo abriendo la
puerta de mi querido Audi- Qué putada que aún no tengamos 16 para conducir…-
dijo metiéndose en el coche y todos soltamos una sonora carcajada…
-Nunca cambiará- dije divertida- Te veo en cinco minutos guapo- le dije a
Emmett y éste me cogió por la cintura.
-No tardes demasiado Swan-Cullen- me dijo antes de besar mis labios.
En este año habíamos tenido mogollón de disputas sobre mi apellido, por
supuesto todas causadas por la enana endemoniada… Según ella, decía que me
tenía que cambiar el apellido porque el apellido Cullen te abría muchas
puertas… claro que eso había sido hasta que Alice se enteró de que mi padre
poseía igual o más bienes que Carliste…
Fue entonces el día en que mi osito utilizó ambos apellidos para referirse
a mí… Era de locos…
-No podría bombón- le guiñé un ojo y me metí en mi coche con una sonrisa-
Vamos rubia, no tenemos todo el día- le dije a Rose cuando le estaba metiendo
la lengua al pobre de Edward hasta la campanilla…
Mi osito me miró divertido y me guiñó un ojo antes de subirse a su enorme
jeep.
Rosalie se montó en mi coche y nos encaminamos hacia mi casa, como ya me
acostumbraba a llamarla…
-Chicas tenemos que meter todo, no me habéis dejado arreglar las maletas
antes- dijo la enana enfurruñada en el asiento.
-Alice, si te hubiera dejado hacer las maletas hace una semana, ahora
tendríamos que llamar a una grúa para que llevara nuestras maletas…- dije
rodando los ojos y la rubia soltó una carcajada.
-Nunca cambiarás, ¿no te ha servido nada mi compañía 24/7 durante este
año?- dijo arqueando su perfecta ceja depilada.
-No- dije divertida y ella rodó los ojos.
-Aunque quizás haya metido algunas cosillas…- dijo mirando su manicura
francesa…
-¿Qué?- chillé literalmente cuando estaba cogiendo la curva para nuestra
casa.
-Si, sólo he metido unas cuantas cosas- dijo inocente- Vamos, te encantará-
me palmeó el hombro y sonrió feliz…
Esto no me gustaba nada… A saber que había metido la enana diabólica…
Llegamos a nuestra casa antes incluso que los chicos, Emmett siempre tenía
un pique conmigo que no era normal… Me retaba siempre a ver quién llegaba
primero y después teníamos que hacer lo que quisiésemos…
Antes de bajarme del coche, vi las luces delanteras del jeep de mi osito y
sonreí feliz. Me bajé del coche y me apoyé en él como toda una profesional.
Esperé a que bajaran del coche y miré a mi lado, las chicas estaban en la misma
postura que yo…
-Joder…- susurró Edward- ¿Me dejáis que os haga una foto para mi calendario
personal?- dijo mirándonos a las tres de arriba abajo…
-No lo creo- dijo la enana en un tono muy sexy. Yo miré a Rose y ésta a mí
y soltamos una pequeña carcajada, no podíamos estropear nuestra pose sexy…
-Podríais ser modelos…- dijo Jasper cayéndosele la baba.
-Lo sabemos rubito- dijo Rosalie con sensualidad y todos nos reímos de las
disputas de los hermanos…
-Ja, gané- le dije a mi osito cuando me miró de arriba abajo. Avanzó hacia
mí y me cogió de la cintura en un fuerte jalón, justo como a mi me gustaba…
-¿Qué quieres que te haga?- me susurró sensualmente en el oído, pasando su
lengua por el lóbulo de mi oreja.
-Mmmmm… más tarde te lo diré gallito- le empujé hacia atrás y las chicas me
siguieron de cerca detrás de mí. Haciendo una entrada triunfal en la casa,
dejando a los chicos con la mandíbula en el suelo…
Cómo me gustaba ser mala…
-Eres mala, zorra- me dijo la rubia guiñándome un ojo.
-Lo sé, rubita- remarqué lo último y ambas reímos.
Los motes entre Rose y yo habían surgido por haberla pillado haciendo
cositas con Edward en la habitación de éste, desde entonces nos decíamos esas
cosas de cariño.
-Vamos chicas, se hace tarde- nos cogió la enana a ambas de la mano y nos
arrastró hacia su habitación…
Tres putas horas después. Estábamos terminando de meter las “últimas cosas”
en las maletas… Según Alice las “últimas cosas” eran hace una hora…
-Enana deja de meter mierda en mi maleta, son sólo tres días- bufé
desesperada…
-Si, si, lo que tú digas, después me lo agradecerás…- dijo guiñándome un
ojo y no sé por qué pero me parecía que Alice sabía algo del plan que tenía en
mi mente…
-Enana, suéltalo- le dije acercándome a ella.
-No, suéltalo tú- me dijo sentándose en la cama y en ese momento salió
Rosalie del baño.
-¿Qué tenéis que soltar?- dijo la rubia mirándonos con intriga.
-Bella nos tiene que decir algo.
-Joder… no sete escapa ni una, ¿eh?- dije enarcando una ceja- Como sea… os
tengo que contar algo…
-Somos toda oídos- dijo Rose sentándose al lado de la enana y comencé mi
relato…
-Veréis, Emmett y yo llevamos un año saliendo y he pensado que…
-Si, que te lo vas a follar, al fin…- me cortó Rose y Alice le dio un golpe
en el brazo.
-Más tacto rubita, más tacto…- le dije desesperada, pero ella sólo me guiñó
un ojo y me sonrió- Bueno… no os tengo que decir nada más, porque la “señorita
tacto” lo ha dicho todo…- dije mirando a la rubia con ojos asesinos…
-Venga, perdón por soltarlo así, pero quería derretir el hielo, se te ve
muy nerviosa.
-¿Nerviosa? ¿Tú crees? Oh, vamos, Rose, perderé la virginidad con el hombre
más perfecto y cariñoso del mundo, ES NORMAL QUE ESTÉ NERVIOSA- grité lo último
y las dos saltaron de la cama.
-Dios… enana tráele una tila mientras le doy consejos…
-No pareces la novia de Edward… eres más bruta que un arao… joder…- dije
mirándola a los ojos- Con lo caballeroso que es Edward, reservado y tímido…
-Joder… pues menos mal que es tímido… no querría conocer a un Emmett en la
cama- soltó sin más y la enana se descojonó de la risa…
-Tú, no tengas pensamientos obscenos con mi novio, joder… y no me interesa
lo que haces con Edward en la cama…- dije exaltada.
-¿Chicas?- habló por primera vez la enana- Eh, ¿hola? Estáis hablando de
mis hermanos, MIS HERMANOS…- dijo tapándose los oídos y saliendo de la
habitación…
-Bien, misión conseguida…- dijo Rose dirigiéndose hacia su bolso- Toma- me
tendió una caja de ¿preservativos? La miré a la cara- Vamos, no me mires así,
es lo primero que tienes que tener para hacer el amor- dijo con mucho tacto.
-Gracias, supongo, “señorita tacto”- me acerqué a ella y la abracé- No sé
que haría sin ti rubita…
-Pues no harías nada morenita- dijo en el mismo tono que yo y ambas reímos-
¿Tienes ya el conjunto para esa noche?
-Si, ven- deshice el abrazo y cogí su mano para que me siguiera hasta mi
maleta. Rebusqué con cuidado y lo encontré en un compartimento aparte de la
maleta. No quería que Alice lo viera…- Es este- dije tendiéndoselo con cuidado.
-Joder… es precioso- me dijo tocando la suave tela.
-Gracias- le sonreí y escuchamos la puerta abrirse. Yo escondí el conjunto
detrás de mi cuerpo y Alice me sonrió malvadamente.
-No escondas el hermoso picardías, Bells- dijo entrando con una bandeja
llena de donuts y batidos. ¡VIVA LA GRASA!
-¿Cómo coño sabes tú eso?- le inquirí al borde del colapso… Mi cuñada no
podía haber visto el conjunto con el cual seduciré a su hermano… No era cabal…
-Si, lo sé porque lo he visto cuando estaba metiendo las cosas en tu
maleta- dijo cogiendo un donuts- No te atormentes, quizás seamos dos…- dijo
ilusionada y Rosalie y yo nos miramos.
-¿Quieres tirarte al bombón de mi hermano, no es así?- dijo de nuevo la
“señorita tacto”.
-Rose controla ese tacto, por favor- me dirigí hacia Alice y la abracé-
Todo saldrá bien- le sonreí- Ya verás, Jasper es muy caballeroso y delicado.
-¿Te lo has tirado para saberlo?
-Dios… qué bruta eres…
-Qué poco sentido del humor tenéis…- dijo acercándose a nosotras- Mi
hermano te ama Ali, ya verás como todo saldrá bien- le sonrió y le besó la
pequeña frente. Alice sonrió y buscó en su maleta, al igual que lo había hecho
yo hace unos minutos.
-Esta será mi arma de seducción- dijo la enana enseñándonos un precioso
conjunto blanco de encaje.
-Es hermoso- dije tocando la tela.
-Si nena, no te durará nada puesto…- dijo la rubia con voz sensual y cogió
un donuts.
Miré a Alice y ésta asintió, nos acercamos a Rose y le hicimos un “abrazo
Emmett”, destructor y sin ninguna delicadeza…
-Joder… - dijo la rubia intentando salvar su donuts, pero después desistió.
Nos despegamos de su cuerpo y vimos que nuestro fin se había cumplido…
Sonreímos como malvadas…- ¿PERO QUÉ COÑO?- dijo la rubia tocándose su sedoso
pelo, ahora no tan sedoso…- ¡¡¡TENGO AZÚCAR GLASS EN MI PELO!!! - gritó
escandalizada- TÚ…- dijo dirigiéndose a mí y tuve que salir pitando de la
habitación…
Abrí la puerta de la habitación de Alice como tan rápido que no me percaté
de los tres cuerpos que estaban parados en mitad del pasillo…
-¿Qué hacéis aquí parados?- dije parándome en seco, sintiendo el cuerpo de
Rose chocar contra mí.
¿No habrían escuchado nada, verdad? Me moriría…
Joder… se supone que era una sorpresa…
-Estábamos, estábamos…- tartamudeó Edward.
-Estábamos aquí porque estabais gritando como locas…- dijo Jasper con su
característica tranquilidad.
-¿Estabais escuchando, por casualidad, una conversación privada de chicas?-
dijo Rose adelantándose a mi cuerpo.
-No…- dijo esta vez Emmett y yo lo miré entornando los ojos- Os juro que
acabábamos de pasar, os íbamos a avisar de que nuestras maletas ya están en el
coche.
-Espero por tu bien, Emmett Cullen, que no hayas escuchado completamente
nada- me giré violentamente y escuché cómo todos los “machitos” tragaban en
seco… Sonreí y me metí de nuevo en la habitación de Alice.
Emmett pov.
-No se te vayan a olvidar los condones, Eddie- le dije burlándome totalmente.
-Ja, Ja, qué gracioso…- susurró cerrando la cremallera de su maleta- Yo por
lo menos puedo decir que los uso…- dijo sonriéndome como un puto imbécil…
-Golpe bajo, tío…- dijo Jasper y de repente se giró para ver a mi hermano-
Estás hablando de mi hermana, gilipollas- dijo lanzándole un cojín que le dio
de lleno en la cara.
-¿Quién te ha dicho que yo no los haya usado ya?- dijo con la voz más
convincente de toda mi vida.
-Venga ya- me miró y abrió mucho los ojos- Joder… ¿ya?
-No te incumbe- le dije metiendo un par de pantalones en mi maleta.
-Joder…- susurró saliendo de la habitación con la maleta en la mano.
-No lo habéis hecho, ¿verdad?- me dijo Jasper cuando el gilipollas de mi
hermano había salido de la habitación.
-No y tampoco quiero obligarla a nada, ya sabes por lo que ha pasado Bella-
le dije un poco triste- Jamás la obligaría a nada.
-Te admiro- dijo palmeándome el hombro- Bella selo merece y por Edward no
te preocupes, se lo tiene muy subidito…
-Jajaja, ¿piensas que me preocupa?-
le dije cerrando la cremallera de la maleta- En un futuro seré yo la bomba
sexual- le guiñé y él me sonrió.
Salimos de la habitación y nos encaminamos hacia el coche para meter las
maletas.
-Perdóname tío- me dijo Edward cuando salimos de nuestra casa- Sé por lo que
ha pasado Bella y no debería haberte dicho eso, pero es que eres muy
insistente- me dijo palmeándome la espalda.
-No te preocupes Eddie- me miró mal por el apodo- En breve te daré consejos
de sexo- le guiñé y le di un “cariñoso” golpe en la espalda.
Escuché a Jasper descojonarse de la risa mientras entraba en casa.
-Muy bueno…- me dijo Jasper mientras subía conmigo las escaleras. Edward
nos seguía atrás.
-¿PERO QUÉ COÑO?-escuchamos la voz de Rosalie y miré a Jasper y a Edward.
-¿Qué coño están haciendo?- les dije y ellos me miraron con intriga.
-¡¡¡TENGO AZÚCAR GLASS EN MI PELO!!! - gritó Rosalie escandalizada.- TÚ…-
dijo con voz amenazante y en un pestañeo vimos salir a Bella saliendo disparada
de la habitación de mi hermana, haciendo que su corta falda se levantara
provocativamente…
Joder…
Dios… ¿por qué me haces esto? La carne es débil… joder…
Sus pechos estaban botando en el trascurso… fue un simple pestañeo, pero
joder… mi amiguito se había despertado con desdén…
-¿Qué hacéis aquí parados?- dijo mi preciosa novia con al respiración
agitada por la carrera… y era lo más putamente erótico que había escuchado,
además de sus suaves gemidos…
-Estábamos, estábamos…- tartamudeó el gilipollas de mi hermano…
¿Por qué carajo estaba nervioso? Ah si… su demente novia estaba
completamente sucia con azúcar glass…
-Estábamos aquí porque estabais gritando como locas…- intervino Jasper y
menos mal, este tío se merecía el pedestal al hombre más tranquilo y
comprensivo de la tierra…
-¿Estabais escuchando, por casualidad, una conversación privada de chicas?-
dijo Rose poniéndose delante de mi perfecta novia.
Tenía que decir que me hizo un puto favor, ahora no tendría que ver el
delicioso cuerpo de mi novia…
Miré a las chicas y en ese momento me fijé que todos, incluidos los chicos,
me miraban a mí… y volví a la realidad…
-No…- dije mirando a Bella y ésta entornó los ojos incrédula- Os juro que
acabábamos de pasar, os íbamos a avisar de que nuestras maletas ya están en el
coche.
-Espero por tu bien, Emmett Cullen, que no hayas escuchado completamente
nada- se giró con violencia, pero a la vez con picardía…
Joder…
Los tres tragamos en seco y vi cómo sonreía la muy perra entrando en la
habitación…
Joder… esta tía ponía mis huevos de corbata…
-Zorra…- murmuró Rose mirando a la puerta y por primera vez tuve que estar
con ella- Mirad cómo me ha puesto el pelo, joder…- dijo intentando quitar la
suciedad de su pelo- Edward Anthony Masen Cullen, YA TE QUIERO VER PREPARÁNDOME
EL BAÑO, ¡YA!- dijo histérica dirigiéndose a la habitación de mi hermano.
-Joder… qué carácter…- murmuró mi hermano con la cabeza gacha obedeciendo
las órdenes de su “querida” novia, nóteseme el sarcasmo…
-Vaya dos…- dijo Jasper mirándome burlón y yo solté una sonora carcajada.
-¿Qué habéis hecho?- dijo mi hermana sonriéndonos a los dos.
-Esa es al cuestión Ali- dijo Jasper con mucho cariño acercándose a ella-
Que no hemos hecho nada, esas dos tienen un carácter de perros… Alice soltó una
carcajada y negó con la cabeza.
-Están alteradas… ya se les pasará- nos guiñó el ojo y se adentró en su
habitación.
-Será un fin de semana de puta madre…- me sonrió Jasper palmeándome el
hombro.
Sin duda, lo sería…
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