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Capítulo
14: Amándote…
Emmett pov.
Decir que
era el día más feliz de mi vida se quedaba corto…
Mi mente
sólo procesaba una y otra vez la noche anterior…
Bella
debajo de mí, retorciéndose por el placer que le daba, mientras yo la besaba
una y otra vez, acallando los gemidos que salían de nuestras bocas…
Y lo que me
remató fue cuando me despertó acariciando mi cara… no podía tener un mejor
despertar en toda mi vida…
-Te amo- me
dijo mientras me mojaba la espalda dulcemente.
-Y yo a ti
preciosa- le sonreí y le quité la alcachofa de la ducha para mojarle el pelo.
Le masajeé
el pelo con el champú de fresas que tanto me gustaba y se lo enjuagué con
suavidad, mientras ella me acariciaba dulcemente el brazo derecho.
-Me voy a
acostumbrar a esto…- dijo con los ojos cerrados.
-No me
importaría- le dije besándole en la cabeza mientras cogía la esponja para
lavarle el cuerpo.
-¿No?- dijo
con una ceja alzada.
-No- le
sonreí y ella me devolvió la sonrisa.
Su cuerpo
era irresistible… Las curvas de su cuerpo eran suaves, pero definidas y sus
pechos estaban en todo su auge…
Joder…
tenía que controlarme para no ser un puto obseso del sexo… sólo lo había
practicado dos veces y estaba como un toro en celo…
Terminé de
lavar su precioso cuerpo y la enrollé en una toalla.
-Te amo- me
besó mientras yo me ponía una toalla en mi cintura.
-Y yo a ti
hermosa- le sonreí y le besé brevemente o si no, no saldríamos de aquí nunca…
-Por
cierto…- me dijo girándose hacia mí- ¿Cómo trajiste las velas y los pétalos de
rosa?
-Alice-
dije sin más y ella sonrió.
-¡¡¡CHICOSSS!!!-
escuchamos de repente y los dos nos miramos con diversión.
-¿Qué
quieres Ali?- gritó mi preciosa novia mientras se dirigía hacia su maleta para
coger ropa.
-YA BASTA
DE HACER COSITAS TRAVIESASSS…- chilló con voz aguda y los dos soltamos una
carcajada- OS ESPERAMOS ABAJO PARA DESAYUNAR, NO TARDÉIS- dijo esto último
amenazante.
-¿Se ha
tomado algo?- dijo Bella mientras se ponía un precioso bikini negro, y cómo no
de tanga…
-Joder
nena… tápate o te juro que no saldremos de aquí- le dije con hambre de ella y
me sonrió de manera arrebatadora.
-Quizás no
quiero salir de aquí osito…- dijo mientras avanzaba hacia mí y me miraba
intensamente.
Fue lo
único que faltó para acortar la poca distancia que había entre nosotros y coger
su culo posesivamente.
-Estás
siendo mala- le dije con voz bastante grave y sus ojos se encendieron…
-Me encanta
serlo contigo bebé- me cogió de la nuca y atrapó mi boca entre la suya.
Estábamos
en lo mejor, cuando unos sonoros golpes en la puerta se escucharon…
-Será mejor
que salgáis de ahí o Alice vendrá…- dijo la voz de Jasper.
-Llévatela
a la ciudad- dije antes de atacar de nuevo los labios de Bella.
-Me ha
dicho que le hará un “arreglo” al jeep…- dijo con voz burlona y yo me separé
totalmente de Bella…
-¡¿Qué?!-
le grité a la puerta y pude sentir la risa de Bella.
-Ya sabes
como es… como buen amigo y cuñado que soy te aviso, nos vemos abajo- dijo
alejándose de la puerta con una sonora carcajada.
-Enana
endemoniada…- susurré y Bella me dio un corto beso en los labios antes de
colocarse un vestido verde muy corto…
Cogí un
bañador de mi maleta y me lo puse ante la atenta mirada de Bella…
-¿Tienes
que hacerlo todo tan erótico?- dijo mordiéndose el labio inferior y sin dejar
de mirar mi miembro…
Joder… ahí
estamos de nuevo…
-¿Y tú no
puedes ser menos sensual y sexy?- le dije mientras le atrapaba en mis brazos y
ella sonrió feliz.
-Te amo
osito- me dijo con cariño y yo le sonreí.
-Y yo a ti
preciosa- le besé una última vez antes de salir de la habitación y cogerla de
la mano.
Bajamos las
escaleras entres risas y nos encontramos con cuatro pares de ojos pícaros…
-Al fin
estáis aquí chicos…- dijo con voz tranquila Jasper, mientras nos miraba con
diversión.
-Si,
chicos…- dijo Rose- Por fin habéis dejado de follar…
Los dos nos
miramos y me sorprendí al no ver ni rastro del rubor tan característico de
Bella…
-Rubita
hasta que al fin hablas…- dijo con voz maquiavélica- ¿Cuándo has dejado de
gemir como una perra? ¿Hace una hora?- dijo jalando de mi y pasando por al lado
de todos- Y es hacer el amor, guapa- dijo mientras vertía la leche en el vaso.
-Tengo
razón para gemir…y si follamos como conejos…- dijo cogiendo el miembro de
Edward sin nada de discreción…
El
gilipollas de mi hermano no hizo más que reírse…
-Joder
Rose… más tacto…- dije volviendo la mirada a mi novia.
-¿Tacto?
Vamos… no me hagas reír… ¿Tú lo has tenido?- dijo con voz burlona y Bella cogió
dos vasos con café y se dirigió hacia Rose.
-¿Te parece
que no haya tenido tacto, rubita?- dijo con una sonrisa triunfal y yo me
descojoné de la risa…
Habíamos
visto “peleas” de éstas dos en estado puro, pero ninguna como ésta…
-Y tu
Alice…- siguió mi preciosa novia, mientras yo bebía de mi café- ¿Qué carajo
hacías gritando como una posesa antes?- dijo mirándola intensamente.
-Quería que
desayunáramos todos juntos, nunca lo hacemos…- dijo con voz angelical y yo la
miré incrédulo.
-Oh, vamos
Alice… desayuno contigo los 365 días del año… no me jodas…- dijo antes de
sorber de su café y la miró de nuevo.
-Ya…- dijo
inocente…
-¿Qué está
tramando enana?
-Oh… nada,
nada…- dijo mientas se levantaba- Vamos Jasper, quiero conocer toda la ciudad-
dijo cogiendo la mano de Jasper y nos sonrió de nuevo.
¿Qué coño
le pasaba a mi hermana?
Bella pov.
En el
momento que Alice me miró supe que algo quería decirme… por eso estaba tan rara
y… Oh… joder…
-Aliii-
grité mientras me levantaba de la silla e iba hacia ella.
-Os dejo a
solas- dijo muy sabio Jasper y desapareció escaleras arriba.
-Ali…- la
abracé y ella me correspondió gustosa- Gracias por todo, gracias por lo de las
velas y los pétalos de rosa, ha sido perfecto…- dije con lágrimas en mis ojos y
ella me apretó más en su pequeño pecho.
-De nada,
quería hablar contigo antes de que nos fuéramos, por eso le dije a Jasper sobre
mi “amenaza hacia el jeep” para que os lo dijera- dijo haciendo comillas con
una sonrisa traviesa.
Yo sólo
pude reírme y seguir abrazándola.
En ese
momento me acordé del nerviosismo que tenía mientras hacía su maleta…
-Oh… Alice…
¿ya…?- ella se separó de mí y asintió sonriente.
-Ha sido
tan especial Bella… Jasper es tan dulce y delicado…- dijo mientras nos
sentábamos en el enorme sofá.
-Me alegro-
dije sonriente.
-¿Y tú?-
dijo mirándome con cara dulce.
-Simplemente
perfecto- le dije mirándola con cariño.
-¿Te ha tratado
bien Emmett?
-Pues claro
Ali, nos amamos- le dije sin más y en ese momento vimos a Jasper bajar las
escaleras vestido exquisitamente.
-Bueno
chicas… tenemos que aprovechar el tiempo- dijo Jasper antes de besar dulcemente
a Alice en la cabeza.
-Si- dijo
Alice emocionada- Bella aquí está la marca Mac, por Dios…- dijo levantándose
como un torbellino y yo me reí.
Su obsesión
por el maquillaje y la moda no tenía final…
-Te quiero
mucho- le dije mientras la besaba en ambas mejillas.
-Y yo a ti-
se separó de mi y me sonrió- No vendremos a comer, ya os llamaré- dijo cogiendo
la mano de Jasper.
-Que os
divirtáis- dije mientras los miraba alejándose y me di cuenta de algo…-
Esperad- llegué hasta ellos y los miré con sorpresa- ¿Cómo vais a ir?
Ya que
Emmett y yo éramos los únicos que teníamos carnet de conducir…
-Cogeremos
un taxi, no te preocupes- me dijo Jasper con un típica voz tranquila.
-Os llevaré
yo- dije cogiendo las llaves de mi Audi que había dejado en la mesita de la
entrada.
-No, no,
tienes planes, además estaremos de un lado para otro y es mejor coger un taxi,
créeme- dijo Jasper convenciéndome…
-¿De
verdad?
-Si, no te
preocupes, cuidaros- dijo mi amiga poniéndose una elegante pamela y entrando en
el taxi que acababa de llegar.
-Adiós- les
dije mientras cerraba la puerta de la casa.
-¿Ya se han
ido?- dijo la inconfundible voz de la rubia.
-Si- dije
girándome a ella y de repente me abrazó.
-Perdóname
por haber tenido tan poco tacto con lo de antes- me susurró apenada en el oído
y yo me separé un poco de ella.
-Venga ya…
¿enserio te estás disculpando?
-Si…- dijo
con voz débil y yo sonreí.
-Uhg… creo
que Edward y Emmett te han dado caña, ¿no?
-Un poco…-
dijo mientras sonreía y yo ensanché más mi sonrisa.
-No me ha
molestado en absoluto, sabes que siempre estamos así- la abracé de nuevo y ella
me correspondió.
-Bien…
¿Cómo os ha ido? ¿Te ha hecho daño?- dijo preocupada y de nuevo me separé de
ella.
-Ha sido
perfecto Rose, ha tenido un cuidado increíble, sin duda ha sido la mejor noche
de mi vida- le dije con una sonrisa de felicidad y ella me sonrió con su
perfecta sonrisa.
-Me alegro,
ahora te convertirás en una obsesa del sexo- dijo guiñándome el ojo y
empujándome suavemente con el hombro.
-Creo que
si- dije riéndome y la abracé de nuevo.
-Mujeres…-
se escuchó a Edward en el fondo del salón- Se están matando con palabras y al
segundo siguiente se abrazan…- dijo descolocado y Rose y yo nos separamos para
mirarlo.
-Y que lo
digas…- dijo mi osito y yo le sonreí.
-Nunca nos
hemos querido matar “Eddie”- dije burlona y Emmett se descojonó de la risa al
igual que Rose…
-Joder… tú
también con eso no…- dijo abatido y yo me acerqué a él y le besé en la mejilla.
-No te
metas con dos mujeres o saldrás mal parado- dije sincera- Ni siquiera con una-
le guiñé el ojo y me acerqué a mi osito.
-¿Has
desayunado ya?
-No, te he
estado esperando- me sonrió y me besó.
-Chicos
nosotros nos vamos al lago- dijo Rose y nos separamos para mirar a la parejita.
-Vale,
¿venís a comer?
-Bella… ¿de
verdad crees que comeremos comida?- dijo la voz sensual de Rose- Comeremos de
todo menos comida- le guiñó un ojo a Edward y le besó sin ninguna dificultad
por sus altísimos tacones.
-De todas
formas llevamos comida, no os preocupéis- dijo Edward cuando Rose le dio un
poco de tregua antes de volver a besarlo…
-Vale, que
os divirtáis- dijo mi osito y agarró mi mano y me condujo a la cocina- Vamos,
tengo hambre bebé- dijo como un niño pequeño y yo me reí.
Se sentó en
la misma silla de antes y me puso encima de él.
-¿Has
preparado tú todo esto?- dije mirando maravillada la enorme mesa repleta de
comida…
-Si, Rose
me ha ayudado un poco- dijo divertido mientras me metía un trozo de fresa en la
boca- Joder… no he visto nada más sensual…- dijo mirando mi boca sin pestañear
y yo me reí de él.
-Tonto- le
golpeé el brazo juguetonamente y él me sonrió- Vaya… no me imaginé al enorme
oso y a la Barbie rubia en la cocina…- dije una vez había tragado el trozo de
fresa.
-Pues ya
ves lo que se hace por amor…- dijo burlón y me besó, sintiendo la mezcla de
fresa con su delicioso aliento.
Desayunamos
entre risas, besos y caricias.
-¿Quieres
ir a la playa?- dijo mientras terminábamos de recoger todo.
-Claro- le
besé brevemente en los labios y salimos de la cocina.
Emmett
cogió las toallas de playa y salimos de la casa con las llaves guardadas en el
bolsillo de la toalla.
Me quité el
fino vestido y Emmett su camiseta, pudiendo observar sus perfectos abdominales
y pectorales…
-Mmmm no
puedes estar más bueno- dije con voz intensa y sus ojos se encendieron ante mis
palabras…
-Tú sí que
estás buena- dijo con una sonrisa pícara y cogió mi trasero para impulsarme y
quedar mis piernas enrolladas en su cintura- No te imaginas lo que me provocas
cada vez que te veo…- dijo con voz ronca, se estaba excitando… eso me encendió
a niveles insospechados…
-Anoche fue
la mejor noche de toda mi vida- le dije mirándolo directamente a los ojos.
-Sin duda…-
dijo besándome en los labios tiernamente- Nunca podré olvidarla mi vida, todo
fue perfecto- me dijo con una sonrisa y yo asentí.
Acerqué mis
labios a los suyos y le besé con dulzura, muy lentamente…
-Como
sigamos así te lo haré aquí mismo…- gimió y acercó su miembro excitado a mi
vientre bajo…
-Joder… ¿te
preocupa que los hagamos aquí?- le dije fuera de mí- Estamos solos…
-Cierto-
dijo antes de atacar mis labios nuevamente y me tiró con suavidad hacia la
suave toalla- Te amo preciosa- atacó mi cuello y yo jadeé.
Mis manos
viajaron hacia su enorme pecho y toqué su suave piel, caliente y sensual…
-Estás tan
buena…- dijo mirándome con devoción y yo le sonreí pícaramente.
Me quitó la
parte de arriba del bikini y se entretuvo lamiendo, mordiendo y succionando mis
pezones de manera pecaminosa…
-Emmett…-
cerré los ojos y tiré suavemente de su pelo, deleitándome con la suavidad de
sus cortos rizos…
-Dime
pequeña lo que quieres y lo tendrás…- dijo mientras sus manos acariciaban mi
abdomen y mi cintura con delicadeza. Me miró y yo cogí su nuca para besarlo
nuevamente.
-Quiero que
te hundas en mí salvajemente Emmett, te necesito…- dije fuera de sí y él me
miró con mucho deseo a la vez que me besaba con rudeza.
Me quitó la
parte de abajo del bikini y le ayudé para quitarse su bañador.
-Tienes un
cuerpo perfecto, preciosa…- dijo mientras me miraba sin ningún pudor y eso fue
lo que me faltó para coger su cara y meter mi lengua en su boca, mientras hacía
fricción con mi sexo en el suyo.
-Bella…-
jadeó y de repente se paró en seco a punto de adentrarse en mí- Joder… pierdo
la cabeza cuando estoy tan cerca de ti…- dijo levantándose dejándome totalmente
expuesta.
-¿Qué?-
dije mirándolo con horror y él me miró por primera vez desde que se había
levantado.
-Oh,
perdóname mi vida- dijo agachándose a mi altura para besarme dulcemente- Es que
se me ha olvidado el puto condón…- dijo hastiado y antes de que se fuese lo agarré
de la muñeca.
A sí que
era eso…
-Osito…-
dije sacando uno de los dos condones que había guardado en el bolsillo de mi
vestido- Toma- dije sonriente y todo su malhumor desapareció en ese instante y
se abalanzó hacia mí.
-Estás en
todo…- dijo mientras se lo ponía y se posicionaba en mi entrada.
-Creo que
me estoy volviendo dependiente del sexo…- dije con una sonrisa y él me sonrió
burlón.
-Me gusta-
dijo antes de penetrarme sin ningún aviso, lo cual provocó un total placer en
mi cuerpo.
-Dios…-
jadeé clavando mis uñas en sus fuertes brazos.
-¿Te he
hecho daño?- dijo haciendo el amago por separarse de mí y yo enrollé mis
piernas en su cintura.
-Deja de
preguntarme si me has hecho daño y pregúntame por el placer que me has dado…-
dije antes de besarlo y él pareció relajarse correspondiendo a mi beso con
voracidad.
Me penetró
nuevamente y sentí más placer que antes, como si eso fuera posible…
-¡Bella!-
gritó fuera de si y ahora supe cuánto se había contenido anoche para que no nos
escucharan los demás…
-Emmett,
¡más!
-Toma más-
dijo penetrándome fuertemente, sintiéndolo hasta mi tope…
-¡¡EMMETT!!-
le clavé más fuertemente mis uñas en su espalda y él cogió mis caderas para que
el ritmo fuese sincronizado.
-Bella… Oh…
-Emmett,
es… es enorme- dije mirándolo y pude ver su cara de placer ante mis palabras y
por las fuertes estocadas que estaba dando en mi cuerpo.
Me
encantaba hacerle enloquecer…
-Joder…
nena… eres tan estrecha…- embistió con rudeza mientras mordía el lóbulo de la
oreja, sin dejar de apretar mis caderas hacia su miembro.
Mi cuerpo
se estaba estremeciendo de placer en cada estocada y sabía que faltaba poco
para dejar liberar mi clímax.
-Emmett-
susurré sin fuerzas sintiendo el comienzo de mi orgasmo…
Mi cuerpo
apretó su miembro con desesperación y él gruñó en mi oído, en un sonido
totalmente erótico.
-Bella…-
susurró eróticamente en mi oído mientras mi cuerpo se liberaba con fuertes
espasmos, mientras mis ojos estaban cerrados fuertemente- Mírame- dijo mi
hombre con voz sensual y le obedecí.
Su cara
estaba ligeramente sonrosada por el ejercicio y su boca formaba una sonrisa
pícara. Sus ojos… sus ojos eran dos llamas encendidas…
-Te amo-
dijo mirándome con intensidad y sólo le faltó dos estocadas más para llegar a
su liberación…- BELLA…- dijo mientras sentía que su cuerpo se tensaba por
completo a causa de su orgasmo. Me besó suavemente en el cuello y me apretó
contra su cuerpo.
-Eres
perfecto- le dije con una sonrisa- Te amo- le besé ligeramente en los labios y
sentí su sonrisa burlona contra mis labios.
-Y tú eres
mi diosa- se separó para mirarme fijamente en los labios y me besó en la punta
de la nariz.
Pasé mis
dedos por su fuerte espalda y noté el sudor y el calor de su piel.
-¿Qué tal
si nos damos un baño? -le dije mientras le acariciaba la línea de la mandíbula.
-Por favor-
me dijo con una cara de niño bueno y tiró de mí para cogerme en brazos y correr
hacia el agua clara.
-Últimamente
estás haciendo esto muy a menudo…- le dije mientras señalábamos nuestra
postura.
-Eso es
quizás porque no puedo dejar de tocarte…- dijo con voz pícara- Ni de besarte…-
dijo antes de unir nuestros labios y mis brazos se enredaron en su cuello con
fuerza.
Nuestras
lenguas comenzaron una batalla que ninguno de los dos estaba dispuesto a perder
y sus manos acariciaban mi pelo y mi espalda de manera casi animal.
Cada vez me
estaba gustando más lo rudo…
-Te amo- le
dije cuando nos tuvimos que separar por falta de aire, estaba jadeando de
nuevo…
Sentí su
erección en mi vientre bajo y jadeé de nuevo.
-Joder
nena… como sigas jadeando así no saldremos de esta playa en años… - dijo
divertido mientras me miraba con hambre.
-La verdad
es que no me importaría…- dije trazando con mis dedos sus perfectos pectorales.
-Ven aquí-
me dijo mientras agarraba mi cuello y me besaba con un beso voraz.
Hicimos el
amor dos veces más, teniendo que salir Emmett en dos ocasiones del agua a causa
de los dichosos preservativos…
La verdad
era que ya me estaba cansando bastante de esos plastiquitos… pero de momento
era lo que había… quizás cuando cumpliese los 18 dentro de unos meses podría
tomarme las pastillas anticonceptivas sin que Carliste o Esme se enteraran…
-¿En qué
piensas?- me dijo Emmett mientras me apartaba un mechón de mi cara.
Estábamos
tumbados en la toalla tomando el sol o al menos yo intentándolo, ya que mi piel
era más blanca que la leche…
-En nuestro
método anticonceptivo…- dije mientras abría los ojos para mirar su hermosa
cara. Él puso cara de sorpresa y me incitó a que continuara- Quizás me esté
cansando de esos plásticos…
Emmett
soltó una fuerte carcajada y yo lo miré divertida.
-Sólo
llevas unas horas en el mundo del sexo y, ¿ya estás cansada de los condones?-
dijo incrédulo.
-Si- dije
mientras asentía.
-¿Y qué
pretendes? No es que ahora mismo podamos tener más opciones…- dijo mientras
apoyaba un codo en la toalla para soportar su peso y mirarme mejor.
-Bueno… no
me gustaría que mis queridos suegros- Emmett me miró divertido- Sepan que estoy
pervirtiendo a su hermoso bebé- dije con voz inocente y él me miró burlón.
-¿Pervirtiéndome?
Oh, vamos nena… sabes de sobra que soy yo el que estoy pervirtiendo a la “dulce
Bella…”- se quitó una lágrima imaginaria de la cara y me miró con picardía.
-Idiota- le
di un golpe en el pecho mientras le sonreía- Estoy pensando en tomarme pastillas
anticonceptivas cuando cumpla los 18, de ese modo tus padres no se enterarían…
-Me parece
estupendo- me dijo cogiéndome de las muñecas con delicadeza para ponerme encima
de él- Pero si llega la hora y no quieres, a mí no me importará siempre que
tenga este cuerpo serrano para mi solo- me susurró esto último en el oído y yo
me estremecí a la vez que su estómago rugía.
Lo miré con
picardía y ahora fue mi turno de descojonarse en su cara.
-Si,
vamos ríete pequeño sabandija- dijo
mientras me hacía cosquillas y yo no podía parar de reír.
-Emmett
para- dije jadeante por las risas y él no cesaba- Emmett por favor, para- dije
mientras me cogía mi tripa que ya me dolía de reírme.
-Hasta que
no digas que soy el rey del sexo no te dejaré- dijo mirándome burlón y yo me
mordí el labio- ¿Y bien?- alzó una ceja y me miró más detenidamente.
-Oh, si,
Emmett Cullen de Mc Carthy eres el dios del sexo- grité a los cuatro vientos
provocando una tronadora carcajada por su parte.
-Gracias,
tú eres mi diosa del sexo entonces- dijo con voz divertida y yo asentí.
Nos
levantamos y recogimos todo, inclusive los tres condones que habíamos usado.
-Esto es
repugnante…- dije mirando el líquido blanco en todo su esplendor.
-No dirás
eso cuando me derrame dentro de ti- dijo en mi oído y después pasó su lengua
por el lóbulo de mi oreja…
-Lo estoy
deseando- dije sintiendo cómo mi bikini se mojaba de nuevo por momentos…
Sin duda
Emmett era el dios del sexo, no es que hubiera probado nada con otro hombre,
pero su tamaño, sus caricias, sus embestidas y sus besos eran inigualables…
Hice caso
omiso a mi calentón repentino porque ahora yo también tenía hambre y sobretodo
si me dejaba llevar no pararíamos nunca… me convertiría como la ninfómana de
Rose y eso… eso estaba feo…
Sonreí por
el hilo de mis pensamientos…
-¿De qué te
ríes?- dijo Emmett mirándome desde el sofá.
No me había
dado ni cuenta que habíamos entrado en casa y que habíamos soltado todas las
cosas en la entrada.
-Estaba
pensando que pronto me convertiré en una ninfómana…- dije mirándolo con
diversión mientras pasaba por su lado en dirección a la cocina.
-No me
molestaría…- dijo cogiendo mi culo con ambas manos, provocando una risa por mi
parte.
-¿Qué te
apetece comer?- dije cambiando de tema, porque sabía que si seguíamos por ese
camino no saldríamos de la habitación en todo el día… y quizás toda la noche…
-¿Pedimos
pizza y así no tienes que hacer de comer?- dijo mientras me abrazaba por la
espalda y ponía su barbilla en mi hombro.
Si… porque
nuestras vacaciones aparte de diversión eran para demostrarles a Carliste y
Esme y el matrimonio Hale que éramos bastantes maduros como para poder irnos de
viaje por ahí lejos… y eso incluía comida, limpieza y orden…
Todo era
para que pudiéramos viajar a Manhattan… era la ciudad de nuestro sueño.
-Mi amor-
me dijo Emmett sacándome de mis pensamientos. Lo miré y le incité a que
siguiese hablando- Cuando quieras pedimos o te ayudo a hacer la comida.
-Sabes que
tenemos que hacernos la comida, es lo suyo- le recordé y él asintió.
-¿Por qué
no haces la lasaña que tanto me gusta? Te prometo que esta vez te ayudaré- dijo
con cara de carnero a medio morir…
Claro… la
última vez que me iba a ayudar en la cocina se escaqueó de tal manera que se
fue con Jasper a jugar a la play…
-Estaba
pensando en lo mismo- le besé ligeramente en los labios antes de volverme y
abrir la nevera.
-¿Qué
hago?- dijo como un niño pequeño detrás de mí siguiendo todos mis movimientos…
-Puedes ir
cortando el pimiento y la cebolla para la carne- dije señalando la tabla para
cortar que estaba encima de la encimera.
-Vale- dijo
con una sonrisa dándome una nalgada en el trascurso…
Se quitó la
camiseta que llevaba y pude observar con detenimiento su tersa piel mojada por
el sudor con restos de arena de la playa…
Joder… era
putamente sexy…
-Cariño, no
me sirves de pinche si eres tan jodidamente sexy…- le dije mientras le miraba
de todos los ángulos posibles…
-Y tú estás
provocando que te suba a la habitación y no hacerte salir hasta que me implores
que te deje, cariño- me sonrió y volvió a su tarea.
Lo dicho…
el dios del sexo…
Me quedé
callada para no seguir esta conversación tan erótica y comencé a poner las
placas de pasta a hervir en el agua.
-¿Así?-
dijo cortando a la perfección los pimientos y las cebollas.
-Si… veo
que aprendes rápido…- dije con doble intención que él la captó de inmediato.
-Lo puedo
ser aún más con más práctica- dijo guiñándome un ojo y yo le sonreí
pícaramente.
Cogí lo que
había cortado Emmett y lo eché en la sartén para freírlo todo. Después de añadí
la carne picada.
-Ese puto
tanga me está matando…- dijo metiendo dos dedos en el lateral de la tela,
haciendo de nuevo que me estremeciera.
-Emmett no
puedo desconcentrarme…- le imploré antes de sacar la última placa de pasta del
agua y la dejaba escurrir en el fregadero.
-No sabes
lo que provocas en mí, Bella…- me susurró restregando su excitado miembro en mi
espalda baja…
Joder…
Si… claro
que sabía lo que le provocaba, pero lo estaba ignorando por si queríamos comer
hoy…
-Emmett
como sigas así te quedarás sin comer osito lindo- le dije con voz malévola
sabiendo que la comida era sagrada para él…
Sonreí al
ver por el rabillo del ojo su decepción… pero de pronto sonrió como un puto
actor de cine…
-Quizás mi
dieta haya cambiado… ahora tengo hambre de ti…- ahí estamos de nuevo… era lo
que me temía… que me contestara de esa manera…
Bajé el
fuego considerablemente de la carne y lo encaré.
-Yo no te
saciaré como esa rica lasaña…
-Oh, claro
que si nena, me saciarás de miles de maneras diferentes…- acercó su boca a la
mía y me besó vorazmente…
Me dejé
llevar totalmente, no podía ignorar lo que mi cuerpo me pedía…
Emmett me
cogió en peso y me subió encima de la encimera con habilidad.
-Siempre he
tenido esta fantasía…- susurró en mi oído mientras quitaba el nudo de mi
bikini…
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