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Capítulo
17: Totalmente inesperado….
Bella pov.
Los cálidos
rayos del sol me dieron de lleno en la cara, provocando que me despertara
bruscamente…
-Joder…-
susurré tapando mi cara con mis brazos, aun así sonreí por mis pensamientos…
Habíamos
estado toda la noche haciendo el amor, de todas las formas y ritmos posibles…
simplemente había sido perfecto…
Jamás
olvidaría este fin de semana, estaba grabado a fuego en mi piel…
-Buenos
días, preciosa- susurró mi lindo osito de peluche y yo lo miré con una sonrisa.
-Hola mi
amor- le besé en los labios y él me cogió y me puso encima de su cuerpo.
-¿Mal
despertar o qué?- se burló y yo le golpeé suavemente en el brazo.
-No si
estoy a tu lado- le sonreí y le besé de nuevo.
-Me alegro-
me susurró antes de besarme de nuevo.
-¿Qué hora
es?
-Joder…-
susurró y me besó antes de dejarme suavemente en la cama para levantarse. Pude
ver su cuerpo en todo su esplendor… estaba totalmente desnudo y de verdad que
parecía el “David” de Miguel Ángel… estaba perfectamente proporcionado por
todos lados…
Dios…
estaba más bueno que el pan… se supone que debería de estar súper saciada con
todo el sexo que habíamos tenido, pero no… necesitaba más y más, nunca tendría
lo suficiente de él…
-Son las once de la mañana, se supone que les
dije a mis padres que estaríamos allí a esta hora…- me cortó y me miró con una
ceja alzada- ¿Bella?- dijo mientras cogía un bóxer y se lo puso con rapidez.
-¿Si?- dije
a la misma vez que un fuerte rubor subía por mis mejillas…
Emmett
sonrió sexymente, haciendo que sus dulces hoyuelos se viesen…
-Eres
increíble…- avanzó hacia mí y me cogió por la nuca- Yo tampoco estoy saciado
pequeña- susurró con voz caliente y yo gemí por lo bajo- Pero te lo
recompensaré cuando lleguemos a casa- me sonrió y besó mis labios rudamente.
Gemí y
justo cuando iba a cogerlo por su cuello para profundizar el beso, Emmett se
separó de mí soltando un lastimero gemido…
-Bella… por
favor…- imploró y yo sonreí maquiavélicamente- No me hagas ser el bueno aquí de
la película, sabes perfectamente quién es el malo- me guiñó y se volvió para
coger una camiseta que estaba encima de su maleta.
-Te
equivocas- dije mientras me levantaba con mi cuerpo totalmente desnudo,
incitándolo a que viniera a mí…- Sabes de sobra que puedo llegar a ser muy
mala, guapo- le guiñé un ojo y pasé por su lado como si nada…
Sus ojos se
estaban oscureciendo notablemente y sus manos se dirigieron automáticamente a
mi cintura, acercándome a su cuerpo y a su sexo, ahora excitado.
-Vamos Emm
o llegaremos tarde- le volví a guiñar restregándome contra su sexo…
Ahora
estaba jugando a ser muy mala, pero el calentón que tenía era de cojones y todo
por querer dejarlo excitado…
-Vístete si
no quieres que te viole aquí y ahora- me advirtió mirando mi cara en vez de mi
cuerpo…
-Bueno… en ese
caso no sería una violación…- susurré y me pegué de nuevo a su cuerpo- Sería abrirme
para ti y que tú hicieras el resto…- le dije muy cerca de su oído y pasé mi
lengua por el lóbulo de su oreja.
Puse sentir
sus pelos de punta… al estremecerse… y su respiración agitada…
Sonreí como
una auténtica malvada al saber que yo era la causante de eso.
-¿Te das
cuenta de lo que provocas con tu lenguaje sucio?- yo sólo pude asentir a la vez
que cogía con fuerza mi cintura y me alzaba sin ningún esfuerzo- Eres mala- me
besó adentrando su lengua en mi boca, sin avisos y con una voracidad increíble.
-Chicos, ya
habéis tenido bastante con vuestro asqueroso lenguaje- gritó Rosalie, como
siempre cortando el rollo de todo…
-Oh, vamos,
no me jodas…- susurré dejando de acariciar el pelo de Emmett.
-Vete a la
mierda Rose- gritó mi bebé a la vez que me bajaba al suelo.
-Oh, vamos
Doctor Cullen Junior, tendrás tiempo de sobra semental- gritó y pude escuchar
resonar sus tacones por el suelo de parquet.
-Es
jodidamente inoportuna…- susurró mi bebé antes de darme un beso y dirigirse
hacia nuestras maletas.
-Ya le
llegará- sonreí y él me devolvió la sonrisa.
Me vestí
rápidamente y recogimos toda la habitación en un momento.
-Emm- la
voz de Alice sonó detrás de la puerta.
-¿Qué
quieres enana?- avanzó hacia la puerta y la abrió.
-Es papá-
dijo sonriente y yo rodé los ojos.
-Hola papá-
pausa- Si, ya vamos para allá- otra pausa- Se nos ha hecho tarde- aclaró y vi
cómo sonreía…
¿De qué
coño se estaría riendo con Carliste?
-Vale papá,
adiós- y colgó.
-Dice papá
que nos demos prisa, que no quiere que “sus pequeños hijitos”- hizo comillas y
provocó que yo me descojonara de la risa- Se pierdan o algo así…
-Si ya…
pequeños…- susurré totalmente descojonada.
-Ya te
digo…- dijo Emmett mientras le daba el móvil a Alice.
-Más vale
que os calléis- demandó la enana y los dos la miramos interrogantes- Yo no soy
la única que se tira a mi novio…- dijo sin más y salió de nuestra habitación
con una sonrisa radiante en su rostro.
-Eso ha
sido una golpe bajo, enana- gritó Emmett antes de cerrar la puerta de un
portazo.
Yo avancé
hasta él y lo abracé como pude, tenía un cuerpo enorme.
-No te
pongas así, cariño- sus penetrantes ojos desnudaron a los míos- Es normal que
te conteste así, tú te lo has buscado- pude ver contrariedad en su cara- Y lo
sabes.
-Pero no
tiene que decirme que Jasper se tira a mi pobre hermana…
-Bueno…
ella ha dicho que se lo tira ella, me parece que ella lleva las riendas de la
relación.
-Uhg,
cállate por favor…- sonreí ante su cara de bebé y de repugnancia.
-Eres un
bebé- dije mientras negaba con la cabeza.
-Si y el
bebé quiere que le mimen- puso cara de osito mimoso y tuve que besarle con
dulzura a la vez que me reía.
-Eres
imposible- le susurré con la respiración algo agitada por su cercanía.
-Lo sé, por
eso te encanto- me sonrió y me volvió a besar.
-¿Vamos?-
él asintió y cogió todas las maletas a la vez que yo le habría la puerta de la
habitación.
Bajamos las
escaleras y nos encontramos a todos los chicos esperándonos, las chicas encima
de sus enormes maletas y los chicos de pie.
-Hola-
saludé y pude percibir la mirada de odio que le dio Emmett a Jasper.
-Hola-
respondieron todos al unísono.
-Tú y yo
tenemos que hablar seriamente- le dijo Emmett a Jasper y éste tragó en seco.
-¿De qué?
-De nada,
¿verdad hermanito?- dijo la enana maquinando seguro una vía de escape para que
su hermano no moliera a golpes a su novio…
-No- dijo
Emmett muy serio y yo decidí intervenir.
-Emmett- le
susurré, pero él no me hacía caso- Emmett- le grité y lo zarandeé un poco, pero
nada…- Emmett Cullen, más te vale que me escuches o te quedarás sin sexo un
año- grité y todos me miraron con los ojos muy abiertos.
Al segundo
todos estallaron en sonoras carcajadas.
-Muy bueno,
así se habla- dijo Rose fuera de si, descojonándose de la risa.
Miré de
nuevo a Emmett y éste me prestaba toda la atención del mundo.
-Bien…-
hice una pausa- Vamos afuera- él vaciló- Por favor- le advertí y él asintió-
Edward- le llamé.
-¿Qué?
-Toma- le
lancé las llaves y las cogió al vuelo- Mete las maletas en los coches- él
asintió y se encaminó, junto a Jasper, a meter todas las maletas- Tú y yo
tenemos que hablar, ahora- demandé y cogí la mano de mi querido novio y salimos
por la puerta de la cocina.
-¿Qué?- me
dijo cuando me paré en seco y lo miré atentamente.
-¿Te crees
que tu comportamiento es normal?
-Si- dijo
sin más y mi ceja se alzó hasta límites insospechados.
-No, no es normal Emmett- le aclaré- Jasper es
más bueno que el pan y lo sabes…
-¿Más bueno
que el pan? Es un cabronazo por tirarse a mi hermana- hizo el amago de salir,
pero yo me interpuse en su camino.
-Osito- le
dije, agarrando su brazo, con voz más dulce de lo normal. Él me miró
inmediatamente y me sonrió, le encantaba que le llamara de esa manera…-
Escúchame, por favor- le supliqué y él pareció parar su intento por irse.
-¿Qué? No
vas a convencerme- demandó y yo me acerqué más a él.
-No pensaba
hacerlo- hice una pausa para ver su reacción- Jasper también tiene que soportar
tus bromas con respecto a Rose y Edward- pareció pensar- ¿Piensas que a él le
gusta que hagas comentarios sobre la vida sexual de su hermana?- miré su cara
de incredulidad.
-No lo
había pensado de esa manera…- susurró mirándome directamente a los ojos.
-Pues
déjame decirte que no tiene que ser cómodo- dije seria- Por eso te pido que no
le digas nada, bastante tiene ya con soportar tus bromas- Emmett me acercó a su
cuerpo y me abrazó como él sólo podía hacerlo.
-Tienes
razón… me he comportado como el típico hermano celoso…- besó mi cuelloy
suspiró- Supongo que jamás podré ver a la enana grande…- sonreí ante su
declaración y lo apreté más contra mi cuerpo.
Por mucho
cuerpo que tuviera, era absolutamente adorable…
Parecía un
niño pequeño… y eso a mí, me volvía loca…
-Supongo
que eso le pasa a todos los hermanos mayores, cariño- me separé de él y le besé
suavemente en los labios- Edward no se da cuenta porque aún es un niño, por
mucho sexo desenfrenado que tenga con Rose- me sonrió cálidamente con sus
típicos hoyuelos y después me besó dulcemente.
-Gracias
preciosa por comprenderme y abrirme los ojos- me abrazó de nuevo y yo puse mi
cara en su fuerte pecho.
-No tienes
nada que agradecerme cariño, siempre estaremos el uno para el otro en cualquier
situación…- me separé para darle un beso en los labios y sonreírle.
-¿Vamos?
-Claro- me
cogió de la mano y nos encaminamos hacia donde estaban los chicos.
-Te digo
que has engordado Rose…- se escuchó la voz de Jasper y Emmett y yo nos miramos
inmediatamente.
-¿Qué
dices? ¿Estás loco?- se escuchó la voz de la rubia muy encabronada.
-No, no lo
estoy…
-Oh, vamos
Jasper, déjala, tiene un cuerpo estupendo- declaró Alice con su típica voz
convincente.
Llegamos
hasta la parte delantera de la casa, donde habíamos aparcado los coches, y
vimos a todos discutiendo…
-¿Qué pasa?-
dije yo mirándolos a todos con una ceja alzada.
-¡Que dice
Jasper que estoy más gorda!- mi mirada se dirigió a su cuerpo y pude notar
cierta grasilla que antes no estaba… pero al ver su cara, decidí callarme, por
el bien de mi integridad física y su estado de ánimo- ¿Te puedes creer?
-Jasper no
digas tonterías- dije con mi voz más convincente- Rose está perfecta.
-Si,
perfectamente gorda…- dijo el capullo de mi novio con su voz burlona y pude ver
la cara de Rose de diferentes tonos de rojos hasta llegar al púrpura.
-¿Eres
gilipollas?- la rubia avanzó su paso desafiante y Edward la agarró del brazo.
-Rose,
vamos, no le hagas caso.
-Si,
Rossie, no me hagas caso…- dijo más burlón aún y yo me giré para mirarle con
advertencia- ¿Qué?
-Sólo
cállate- negué con la cabeza y decidí intervenir por el bien del grupo…- Vamos,
se hace tarde- besé a mi novio en la mejilla y le susurré un “no te dirijas a
Rose” y avancé hacia las chicas- Vamos- cogí a las dos de las manos y las metí
literalmente en mi Audi.
-Qué carajo
se creerán…- susurró la rubia muy malhumorada.
-No les
hagas caso Rose, siempre están de coña- miré por el espejo retrovisor a Alice,
ya que decidí que Rose vendría a mi lado por su estado de ánimo.
Alice me
dedicó una mirada de asentimiento y yo hice una mueca.
Hicimos
todo el camino en silencio hasta que la voz de Rose me sacó de mi
concentración…
-Os tengo
que decir algo…- dejé un momento de mirar a la carretera, más bien al enorme
jeep de Emmett y la miré a ella.
-¿Qué es?
-Es algo
muy…- se removió incómoda- Incómodo…- miré a Alice a través del espejo
retrovisor y ésta se mordió el labio incómoda…
No sé por
qué… pero notaba que algo me estaban ocultando…
-Chicas,
¿qué pasa?- dije un poco asustada teniendo que prestar mi atención a la
carretera.
-Tenemos
que hablar contigo… bueno… más bien yo, Alice ya lo sabe…- dijo Rose muy
nerviosa y la miré de nuevo.
-¿Quieres
que pare y hablemos?
-No, los
chicos se darán cuenta y no quiero que estén presentes…- declaró y pude notar
una lágrima deslizarse por su mejilla derecha.
-Rose, me
estás asustando…- se limpió rápidamente la lágrima y me miró con una sonrisa
forzada.
-Ahora
hablamos…
Esas dos
palabras fueron las últimas que escuché antes de divisar la casa Cullen, mi
casa…
Nos bajamos
y los chicos ya estaban en la entrada saludando efusivamente a Esme y a
Carliste. Avanzamos y sonreí feliz por ver a mis “padres”…
Si… porque
en cierto modo era cómo los sentía, habían actuado como tal todo este largo año
y eso se lo agradecería toda la vida.
-¡Esme!-
grité y me abalancé a ella con los brazos abiertos.
-Hola,
cariño- me sonrió y me besó en ambas mejillas antes de abrazarme maternalmente-
¿Cómo estás?
-Muy bien,
¿y tú?- le dije mientras aspiraba su delicioso aroma.
-Estupendamente,
ahora mejor que os tengo en casa- se separó de mí y me besó en la frente.
-Me alegro-
le sonreí y vi cómo Carliste me miraba con una sonrisa- Hola- avancé hacia él y
lo abracé de la misma forma que había hecho con Esme.
-Hola,
cariño- me abrazó con fuerza y me separó para besarme en la frente, un acto tan
característico a Emmett…- ¿Cómo te lo has pasado?
-Muy bien,
Carliste- le sonreí y él me devolvió la sonrisa.
-Bueno,
déjame besar a mi papá, ¿no?- dijo la burlona voz de Alice y yo me giré y le
sonreí.
-Rose,
¿estás bien, cariño?- dijo Esme mirando a mi amiga con detenimiento.
-Si, no me
ha sentado muy bien el viaje…- sabía que era una excusa, pero jamás lo diría…
Esperaría a que ella me lo quisiera contar…
-Tienes los
ojos muy tristes…- Esme la abrazó y le susurró algo que provocó una de las
preciosas sonrisas de mi amiga.
-Gracias-
le susurró y luego me miró.
-Esme,
¿puede quedarse Rose a dormir?- todos, absolutamente todos me miraron como si
tuviera tres ojos, todos menos Rose, que me sonreía débilmente en
agradecimiento.
-Claro que
si- dijo sonriente Esme- Vuestros padres- miró a Jasper y a Rose- No han
llegado todavía de sus vacaciones, así que estaréis toda la semana aquí, si
queréis, claro.
-Por
supuesto- dijo Jasper educadamente y todos sonreímos, todos menos Rose…
Nos
adentramos en la casa y le contamos a Esme y Carliste todo lo que habíamos
hecho en las vacaciones, todo, excepto nuestros ejercicios nuevos… por
supuesto.
-Me alegro
por todos vosotros- dijo Carliste- ¿No habréis quemado la casa, verdad?- todos
soltamos una sonora carcajada, todos menos Rose y ahí fue cuando la gota colmó
el vaso.
-Para nada,
he tenido que hacer de madre de todos éstos…- dije mientras señalaba a los
chicos. Esme y Carliste soltaron una sonora carcajada.
-Menos mal
que hay una buena cocinera en el grupo- murmuró Esme y todos asintieron.
-Chicos
tenéis que tener cuidado con la exposición al sol- advirtió Carliste- Os podría
haber dado una insolación o algo por el estilo.
-Ya… no nos
dimos cuenta, papá- dijo Edward y Jasper y Emmett tosieron a la vez para
disimular la carcajada que estaba a punto de salir.
-Me alegro
tanto de que os lo hayáis pasado tan bien…- dijo Esme soñadora- Os tenemos una
noticia, espero que os guste- cogió la mano de Carliste y los dos se miraron con
complicidad- Dentro de dos semanas nos iremos todos a España, ¿qué os parece?-
el grito de júbilo que salió de nuestras bocas fue tal que todos corrimos a
abrazar a esas dos personas que tan bien se portaban con nosotros.
-Gracias-
dijimos todos al unísono y sentí a Rose abrazarme por la espalda.
-Ne… necesito
hablar…- susurró Rose con voz débil y supe que pronto las lágrimas que estaba
conteniendo desde hacía horas, se deslizaría por sus mejillas en breve…
-Chicas,
¿por qué no vamos a ducharnos?- dije en voz alta.
-Si, me
parece estupendo- dijo Alice y besó a Jasper en los labios antes de mirarnos a
Rose y a mí.
-Nosotros
sacaremos las maletas del coche- dijo Carliste y yo le tendí las llaves de mi
Audi.
-Sólo te
las dejo a ti- le guiñé un ojo y él me abrazó dulcemente.
-Lo sé y
está en buenas manos, hija- dijo con tanta dulzura que una pequeña lágrima se
deslizo por mi mejilla. Le besé en la mejilla y le sonreí.
-Yo
prepararé la comida- dijo sonriente Esme mientras se levantaba del sofá.
-Vamos- me cogió
del brazo Alice y con el otro a Rose y nos encaminamos escaleras arriba.
Alice nos
llevó hacia su habitación y entramos en un silencio sepulcral.
-Ahora si,
desembucha Rose- dijo la enana demandante y miré a Rose, ésta estaba ya bañada
en lágrimas mirándonos con una mezcla de pena y dolor…
¿Qué
demonios le pasaba?
-Rose-
dijimos Alice y yo a la vez y literalmente nos abalanzamos hacia ella y la
abrazamos efusivamente.
-Cre… creo
que…- susurró entrecortadamente entre sollozos y yo hice que se sentara en la
cama.
-Shh,
tranquilízate- le besé en la frente y me puse a un lado y Alice en el otro-
Primero te tienes que tranquilizar, cariño y después nos lo cuentas, ¿vale?-
pude ver a Rose asentir y de nuevo un torbellino de lágrimas recorrió su
perfecto rostro y yo miré a Alice con detenimiento.
-¿Te
apetece algo?- dijo mi pequeña amiga intentando por todos los medios
tranquilizar a Rose.
-Tranquila
Ali, ahora bajaré por un té- me levanté, pero Rose me cogió del brazo y me
acercó a ella.
-N… no me
de… dejéis, por… por favor- cogió con el otro brazo el de Alice y nos abrazó a
ambas.
-Tranquila,
jamás te dejaremos- le susurré y le besé el tope de su cabeza.
-Bella ve
por el té- dijo Alice- Yo la bañaré.
-¿Podrás tú
sola?- dije con una ceja alzada y ella me intentó sonreír.
-Claro, no
te preocupes.
-N… no tar…
tardes por… por favor- me dijo Rose y yo me acerqué a ella.
-Tranquilízate,
no tardaré nada, le diré a Esme que será para una mascarilla nueva- le sonreí y
Rose hizo el amago de una sonrisa, pero le quedó como una mueca extraña- ¿Sabes
que te quiero, verdad?- la abracé y ella me agarró fuertemente mientras hacía
el amago de asentir- Ali, ahora vuelvo- le besé el tope de la cabeza a mi rubia
amiga y me dirigí hacia la puerta.
-Trate una
manzanilla y un té verde, Bells- dijo la enana y yo giré y asentí.
Salí de la
habitación rápidamente, más que nada porque no quería que nadie escuchase los
sollozos de Rose y me encaminé hacia las escaleras.
Todo esto
era muy raro…
¿Qué le
pasaría a Rose para que estuviera así? En todos los años que la conocía, jamás
se había puesto de esa manera…
Nunca…
Estaba tan
metida en mis pensamientos que ni siquiera me fijé en la presencia de mi osito…
-¿Qué pasa?-
me sobresaltó la voz de Emmett justo cuando mi pie había tocado el primer
peldaño de las escaleras.
-Joder…-
puse mis manos en mi pecho y lo miré horrorizada.
-Estabas
muy pensativa, mi amor- me cogió por la cintura y me besó ligeramente- ¿Qué
pasa?
-Nada…-
bajé mi mirada porque si lo miraba a los ojos, jamás podría mentirle- Cosas de
chicas, osito- le aclaré- Vamos a hacernos una mascarilla nueva y necesito unas
cosas- le intenté sonreír y él me miró detenidamente.
-¿Estás
segura?
-Si, no te
preocupes- le besé en los labios y me alejé de él- Después nos veremos en la
comida- terminé de bajar las escaleras sintiendo su mirada taladrarme la
espalda, aun así decidí no girarme y mirarlo…
Odiaba
mentirle, de verdad que lo hacía, pero la confianza de Rose no se vería
afectada por una tontería…
Además de
que tarde o temprano se sabría lo que le pasaba y seguramente todos lo sabrían…
lo que esperaba de verdad era que Emmett me perdonara por habérselo ocultado…
Con ese
remolino de pensamientos me dirigí hacia la cocina y pude divisar a Esme con su
impecable delantal blanco cocinando una deliciosa salsa.
-Hola- la
saludé y ésta se giró y me sonrió.
-Hola,
cariño, ¿pasa algo?- dijo siempre preocupada y yo negué enérgicamente…
-No, no-
dije nerviosa y Esme me miró con una ceja alzada- Es sólo que la pequeña enana-
Esme sonrió por mi juego de palabras- Ha visto lo último en mascarillas y
quiere hacernos ahora una…- Esme asintió y sonrió.
-Alice…
jamás cambiará mi pequeña- dijo risueña y yo asentí.
-Y que lo
digas…- dije mientras imploraba a Dios porque no se descubriera mi pequeña mentira…
-¿Y qué
necesitas?
-Pues una
manzanilla y un té verde- Esme me miró incrédula-Si… son para los poros y no
qué más…- dije rodando los ojos y restándole importancia con una mano…
Al parecer,
con eso, Esme tuvo suficiente, porque no preguntó más y sacó una pequeña olla,
que llenó con agua, y la puso al fuego.
-Estará
listo en un minuto- me sonrió y yo asentí sentándome en un taburete de la barra
que había justo delante de la enorme nevera- Estás muy pensativa, ¿pasa algo,
hija?
-No, Esme,
no te preocupes- la intenté convencer, pero el conocerme tan bien, como Emmett,
la hacía dudar, aun así no preguntó nada más…
-Ya está-
cogió dos vasos y vertió el agua caliente en ellos, seguidamente cogió el sobre
de manzanilla y otro de té verde y los puso en los vasos. Cogió una bandeja,
azúcar y dos cucharadas…
No sé por
qué, pero Esme parecía saber algo… se supone que la manzanilla y el té verde
era para una mascarilla, no para tomarlo, ¿no?
-Espero que
sirva- dijo con doble intención y yo sólo pude asentir y sonreírle.
-Gracias-
le susurré cogiendo la bandeja y saliendo de la cocina llena de pensamientos
sobre Rose…
-¿Qué están
haciendo las chicas?- dijo Jasper sentado junto a Edward y Emmett en el sofá.
-Sesión de
belleza- dije sin más y Emmett se levantó y vino a mí.
-¿Y ésa
manzanilla y ése té?- dijo mi osito señalando la bandeja que llevaba entre mis
manos.
-Es para
una mascarilla que nos quiere hacer la enana- dije convencida.
-Ya…- dijo
sin creerse ni una palabra de lo que decía- ¿Bajaréis para comer, no?
-Claro…-
dije no muy convencida y él me miró directamente a los ojos.
-¿Qué pasa,
hermosa?- me cogió de la mano y me llevó hacia un extremo del salón, para que
los chicos no escuchasen nada.
-Emmett no
te debería de contar nada…- dije apenada- Pero no puedo mentirte ni ocultarte
nada…- bajé la mirada.
-No te
preocupes- me cogió la barbilla e hizo que le mirara- Si no quieres o no puedes
contármelo, no pasa nada- me sonrió- Lo que no quiero es que estés preocupada
por nada, ¿entendido?- yo asentí y le besé en los labios.
-Gracias-
le sonreí- Te prometo contártelo en cuanto pueda.
-Está bien-
me cogió de la mano y me besó en los labios dulcemente.
-Bajaremos
en un rato- me despedí con una beso y subí las escaleras con cuidado de que no
se cayese nada.
-¿Bella?-
me llamó Alice cuando cerré la puerta de la habitación.
-Si, soy
yo- le grité y dejé la bandeja encima del escritorio.
Me encaminé
hacia el baño y me quedé en la puerta como una piedra…
Rose estaba
en ropa interior mientras Alice le secaba el pelo con una toalla, hasta ahí
todo normal, pero era Rose la que no estaba normal…
Rose estaba
ligeramente más ancha, si… ésa era la palabra exacta…
Ancha…
Sus
estrechas caderas, ahora estaban más anchas y su abdomen no tan plano… como si
se hubiera dado un atracón de comida, pero el problema estaba en que Rose no
había comido bocado en todo el día… más que nada porque ninguno habíamos
desayunado ni nada por el estilo…
-¿Cómo
estás?- me adentré en el baño
La verdad
era que no entendía nada… esta mañana nos cortó el rollo a mí y a Emmett y era
ella, siempre tan directa, llena de alegría y desfachatez, pero ahora… ahora
estaba la Rose vulnerable…
-Igu…
igual- susurró sentándose en el váter y comenzando a llorar de nuevo… bueno… en
realidad comenzando de nuevo con los fuertes sollozos, porque las lágrimas no
cesaban…
-Ey- avancé
hacia ella y la abracé con cuidado- No quiero que llores más Rose, te pondrás
enferma- le dije muy seria y ella se agarró a mi cuerpo como si su vida
dependiera de ello.
-No ha
dejado de llorar desde que te has ido- me dijo Alice apretando mi hombro- No
puedo verla así- me susurró muy cerca del oído y yo asentí.
-Vamos,
tienes que tomarte lo que te he traído- la ayudé a que se levantara y Alice me
tendió un camisón precioso y se lo puse con cuidado.
-¿te ha
preguntado mamá algo?
-No, le he
dicho que era para unas mascarillas que querías hacernos- Alice asintió y me
ayudó a llevar a Rose hasta la cama.
-Ahora sí,
por favor, intenta tranquilizarte- le dije sentándola completamente en la cama
y cogiendo de las manos de Alice la manzanilla- Tómatela- le ordené y Rose
cogió la taza con manos temblorosas y se la bebió de un sorbo.
-Vale…- le
cogí la taza y me levanté para dejarla encima de la bandeja.
-Cre… creo
q… que es… estoy emb… embara… embarazada- mis manos parecían de papel
completamente, provocando que la taza impactase contra el suelo en un golpe
ensordecedor…
Me giré y
Alice me miraba con temor y una pizca de ¿felicidad?
No… era
imposible…
-¿Qué?- le
dije sin mover ni un músculo, mi cuerpo no reaccionaba…
-Creo que
estoy embarazada- dijo sin tartamudear ni siquiera una vez…
No podía
ser…
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