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Capítulo 6: Sueño y pesadilla.
Bella pov.
Edward me besaba con
desesperación y hambre y cuando tuvimos que separarnos para respirar, lo miré
con cara interrogante y él sólo me sonrió forzosamente...
¿Qué le pasaba?
-Señores y señoras,
alumnos de todas las edades ya tenemos el resultado del ganador de este año-
dijo el director con voz gruesa y todos callamos y prestamos atención.
Mis chicas se encontraban
detrás de mí y la zorra de Tanya y su séquito estaban en la parte derecha de la
sala, en la tercera fila por supuesto, es lo que menos se merecían...
-Y el ganador es...- dijo
con mucha paciencia y yo estaba de los nervios...- ¡¡Wisin & Yandel- te
siento del grupo de Bella!!- cuando escuché eso salté de las piernas de Edward
y corrí como loca, al igual que las chicas, hacia el escenario.
-Enhorabuena chicas- dijo
el director con una sonrisa dándonos un trofeo a cada una en forma de bailarina
y un cheque con una cantidad considerable de dinero.
-GRACIAS, GRACIAS A
TODOS- dije primero mirando al director y después volviéndome al público. Todos
estallaron es aplausos y silbidos de admiración- ¡¡GRACIAS A TODOS!!- Yo no
podía estar más contenta y miré a mi novio para brindarle una preciosa sonrisa.
Miré a Edward y éste
estaba mirando a... ¿Rose?
¿Por qué estaba mirando a
Rose cuando era yo su novia y ahora necesitaba toda tu atención?
Puse mi mejor cara y me
volví para mirar al director.
-Chicas también hemos
elegido a la reina de primavera- dijo mirándonos cómplices y volvió su mirada
al público- Ya tenemos a la reina de primavera y por supuesto al rey de
primavera- Yo sabía y todos sabíamos quién era el rey de primavera, era mi
osito...
Lo miré y él me miraba
con ¿súplica? ¿Qué le pasaba a mi osito? ¿Qué les pasaba a todos?
-El rey de primavera es
Emmett Cullen- dijo el director mirando a Emmett y éste sonrió feliz y subió al
escenario.
Cuando pasó por mi lado
sentí una ráfaga con su deliciosa fragancia, aspiré más inconscientemente y mis
fosas nasales se llenaron de aquel olor tan espectacular...
Era algo inigualable...
-Felicitaciones Emmett-
dijo el director dándole un trofeo en forma de balón por el fútbol y la típica
corona de “rey”. Él se negó, pero yo lo miré y se la quité de las manos al
director.
-¿Me permites?- le dije
para que bajara la cabeza y él asintió con una sonrisa. Yo se la coloqué en su
hermosa cabeza llena de rizos y él me besó en la mejilla con un sonoro beso. Yo
sonreí feliz y todos saltaron en aplausos de nuevo.
-Estás preciosa y el
baile...- me susurró y no pudo terminar porque Ángela me cogió del brazo para
que prestara atención y lo que dijo el director me desconcertó...
-La reina de primavera
es...- dijo mirando a todos y después a mí...- Isabella Swan- me dijo con una
gran sonrisa y yo en vez de coger mi preciosa corona, abracé a mi osito con
unas ansias tremendas y él me correspondió el abrazo.
Todos se levantaron de
sus asientos y aplaudieron más fuertemente que antes, como si eso fuera
posible...
-Enhorabuena- me susurró
muy cerca del oído- Te lo mereces, eres mi reina- me dijo besándome muy cerca
de mis labios y yo creí enloquecer con ese simple toque... Dios... ahora era
seguro...
Emmett Cullen me
gustaba... no me encantaba, me volvía loca...
-Gracias- le dije
separándome de él, porque estaba segura que haría alguna estupidez...
Emmett cogió mi corona y
me la puso en la cabeza con mucha delicadeza.
-Estás absolutamente
hermosa- me dijo con otro beso en la mejilla y yo ya no podía soportar más los
impulsos de besarle, pero pensé en que todo el instituto estaba delante y más
aún nuestras respectivas parejas...
-Y tú eres hermoso
igualmente- le dije besándole en la comisura de sus apetecibles labios.
-Chicos felicitaciones,
espero que os divirtáis en el próximo año con todos vuestros proyectos y todas
vuestras expectativas- nos dijo el director a modo de despedida y todos bajamos
del escenario.
El salón de actos era
ahora todo un caos, había personas por doquier y Edward y Rosalie no se veían
por ningún lado...
-¡¡¡Bella!!!- dijo Alice
corriendo hacia mí. Me abrazó efusivamente y me besó tiernamente en las
mejillas- Has estado GENIAL- me susurró en el oído.
-Gracias enana- le dije
con una sonrisa- No lo hubiera conseguido sin tu ayuda- le dije abrazándola de
nuevo- Ali...- le susurré en el oído- ¿Dónde están Edward y Rosalie?
-Edward se ha sentido mal
de repente y se ha ido a casa y Rosalie igual...- dijo con voz apagada... ¿Qué
pasaba aquí?
-¿Por qué no me ha
esperado para que lo llevase yo?- le dije dudosa...
-Decía que no quería
preocuparte...
-Ali, ¿dónde está
Rosalie?- dijo mi osito preocupado al igual que yo...
-Se ha ido enferma, se ha
encontrado mal de repente al igual que Edward.
-¿Y no me ha esperado
para que la llevase?- dijo incrédulo.
-No quería preocuparte-
dijo Alice el mismo discurso que a mí... Esto era muy, muy extraño...
-La llamaré, ahora vengo
chicos- dijo Emmett, pero antes de irse me cogió del brazo y me pegó a él-
¿Vienes?- me susurró con esa voz deliciosa para mis oídos...
-Cla... claro- le dije
aturdida por los nuevos sentimientos que agolpaban en mi corazón...- Ali ahora
venimos, yo llamaré a Edward de paso.
-Vale, Jasper y yo
estaremos aquí- me besó en la mejilla y se alejó con Jasper a la pista de
baile. Miré a mi osito y éste me miraba con adoración, yo me ruboricé al
instante y él sonrió pícaramente.
Nos encaminamos hacia el
exterior del instituto y tuvimos que esquivar a muchas personas en el camino,
pero mi osito jamás soltó mi mano y sentía un calor sobre humano... un calor
nunca antes visto...
Salimos a la cálida noche
y nos dirigimos hacia el aparcamiento, pero vimos a varios alumnos y Emmett sin
titubear en ningún segundo, me dirigió hacia un enorme árbol antiquísimo y nos
paramos cuando llegamos.
-Bella tenemos que
hablar- dijo cogiendo mis manos y mirándome con amor en los ojos... Espera...
¿amor? No podía ser...
-¿De qu...qué quiere
hablar?- no pude evitar tartamudear...
-De nosotros- dijo
acercándose más a mí y nuestras bocas estaban a escasos centímetros...
-¿De nosotros?
-Si, yo...- dijo pensando
en las palabras indicadas- Yo te quiero Bella- Vale, eso ya lo sabía, pero
nunca me lo había dicho de esa manera, ¿acaso podía...?
No, no podía... Yo era su
cuñada y jamás me miraría de ese modo, ¿no?
-Yo también te quiero
osito, eso ya lo sabes...- le dije haciéndome la desentendida... o más bien
diciendo algo cabal...
-No, no me refiero a ese
tipo de sentimiento, no me refiero a la amistad- me dijo acercando aún más su
boca a la mía y ahora tan sólo quedaban dos pequeños centímetros...
-¿Entonces a qué te
refieres?
-A...- dijo mirándome con
mucho amor en esos ojos que me volvían loca- Yo te amo Bella- dijo dejándome
helada... o más bien de piedra... ¿Qué él me amaba?
No, podía ser Isabella
Swan, ¡¡¡DESPIERTA DE ESTE SUEÑO TAN MARAVILLOSO!!!
Pero el despertar nunca
llegó y lo que hizo que me diera cuenta que no era ningún sueño fue el cálido
toque que sentí en mis labios...
¡Emmett me estaba
besando! Y yo en vez de alejarme, puse mis manos en su suave cabello y me fundí
aún más en él. Emmett puso sus manos en mi cintura y me pegó al tronco del
árbol...
Me había imaginado
besarle, pero jamás se compararía con besarlo de verdad... ERA MÁGICO...
Pronto, muy pronto para
mi gusto tuvimos que separarnos por falta de aire y él en vez de arrepentirse o
alejarse de mí, pegó su frente a la mía y me miró pícaramente...
-Dios... cómo te amo
princesa...- me dijo besándome de nuevo y yo sonreí feliz, ahora notaba que
estaba completa...
Los besos de Edward no
eran nada comparado con los besos de mi osito, él era cálido y ardiente, pero a
la vez tierno y dulce...
Era una mezcla
perfecta...
En ese momento me acordé
de que estábamos haciendo algo que iba contra lo moral, estábamos siendo
infieles a nuestras respectivas parejas...
-Emmett- le dije
separándome un poco de él- Edward y Rosalie...- fue lo único que salió de mis
labios y él en vez de alarmarse, me cogió de nuevo por la cintura y me obligó a
besarle... Bueno, en realidad no tuvo que hacerlo, ya que fui yo la que
profundizó aún más el beso...
-Te amo bebé, te amo- me
dijo sin ningún tipo de pudor, como si estuviera ocultándolo desde hace
muchísimo tiempo... Y ahí decidí ser cabal, que mi cordura volviera de nuevo a
mi mente y me separé completamente de él...
-Emmett ya basta- le dije
con todo el dolor de mi alma... no podía decirle en este momento que lo amaba
porque era mi CUÑADO y yo tenía que terminar con esta locura...- Emmett eres mi
mejor amigo aparte de ser mi cuñado por el amor de Dios, esto no puede ser...-
le dije mirándolo por primera vez y en sus ojos vi desilusión y tristeza...
¿cómo era posible? Tenía a una escultural novia al lado...
-Bella lo que no puede
ser es ocultar el amor que te tengo, no puedo soportarlo más- me dijo
acercándose a mí, pero manteniendo la distancia- ¿Sabes por cuanto tiempo he
estado ocultando esto? No tienes ni idea... pensaba que amaba a Rosalie con
todo mi ser, pero me equivocaba, a la persona que más amo en esta vida eres tú
princesa, tú eres la que no sales de mi cabeza, tú eres que con tu propia
inocencia te vuelvas irresistiblemente tentadora- me dijo para besarme de nuevo
y con esa declaración yo ya no pude añadir nada más...
Dios... me quería tanto
como yo a él...
Lo besé, lo besé con toda
la desesperación que sentía en este momento y por todos estos años que creí
sólo quererlo como un amigo, pero cada día crecía más amor dentro de mi
pecho...
Necesitábamos respirar y
él me besó el cuello... Dios... si sus besos en los labios eran ardientes, sus
húmedos besos en mi cuello era el paraíso mismo...
-Emmett tenemos que
hablar- le dije soltando un involuntario gemido y ahí creí morir... Dios, ¿cómo
podía sentir todas estas emociones con unos simples besos?
No, no eran unos simples
besos, me equivocaba... eran los besos de la persona que amaba...
-Dios Bella...- dijo
besándome aún más y sus manos llegaron a mi espalda baja...
-Emmett, por favor para,
tenemos que hablar osito- le dijo desesperada, no podía volverme loca con sus
caricias y sus besos... Primero teníamos que hablar.
Emmett pareció reaccionar
y me miró con ansias contenidas.
-Emmett no podemos
hacerle esto a Edward y Rosalie...
-¿El qué Bella? ¿Dejarnos
llevar por lo que verdaderamente sentimos?- dijo seguro- ¿Piensas de verdad que
esos dos se han ido enfermos?
-Si- dije pensativa,
¿acaso ellos...?
-Pues te equivocas Bella,
si tú confías en tu novio, yo no confío en la mía, ¿ni siquiera te has dado
cuenta de las miradas que se lanzaban?
Si, si que me había dado
cuenta, pero era muy diferente verlo a creerlo...
-Emmett, ¿acaso piensas
en que ellos dos...?- no pude terminar la frase...
-Si, Bella, no lo pienso,
lo creo y lo afirmo, no tengo pruebas, pero, ¿quieres que lo llamemos? Apuesto
que los dos están muy entretenidos...- dijo sacando su móvil de su bolsillo.
-Es que no lo puedo creer
Emmett, ¿Por qué nos harían eso?- dije triste por perder a dos amigos, no por
perder a mi novio... Ahí supe que lo que sentía hacia Edward no era más que
cariño y afecto por todos estos años...
-Quizás no lo planearon
Bella y les pasó como a nosotros...- dijo sonriéndome por primera vez con
alegría y yo le respondí la sonrisa, esos hoyuelos me hacían perder la razón...
-Pensándolo mejor, cuando
volví de bailar, Edward no estaba igual... no era el mismo- dije recordando el
reencuentro con él, en como me había besado... como queriendo olvidar algo...
-¿Ves? Cuando yo llegué
de verte, Rosalie me besó con un hambre nunca antes visto y eso me extrañó
bastante, lo que después pasó me lo dejó claro...- dijo recordando la escena-
Se estaban mirando sin ningún pudor Bella...
-Dios... esto no puede
estar pasando...- dije confundida.
-Claro que si, al fin
eres mí bebé- me dijo acercándose a mí y me abrazó fuertemente, pero con
delicadeza y yo no pude más que responderle, lo amaba con toda mi alma.
-Te amo- salió de mis
labios involuntariamente y yo me quise morir de vergüenza...
Emmett se separó de mí y me
miró con una alegría infinita.
-Princesa- susurró
besándome en mi cara caliente por el rubor- Te amo más que a mi propia vida- me
dijo besándome en los labios.
-Y yo a ti- le dije sin
ningún tipo de tapujos y le sonreí feliz, ya no estaba ruborizada, ahora sabía
que era el hombre de mi vida, a pesar de nuestros 16 años, sabía que lo amaría
toda la vida.
-Ven aquí- me cogió en
brazos y coloqué mis piernas en su cintura y él puso sus manos en mi trasero-
Si que es apetecible... – dijo recordando seguro la escena que habíamos tenido
cuando me había probado el dichoso vestido...- No se compara con tocarlo...- me
besó de nuevo ardientemente y yo el respondí gustosa.
Mis manos bajaron
acariciando sus brazos y ahí sí que creí morir...
Un fuerte gemido salió de
mis labios... Sus brazos parecían estallar por tanta musculatura y ahí perdí
toda la cordura que me quedaba...
-Dios... princesa eres
irresistible- me dijo con la voz un poco ronca... se estaba excitando y sonreí
orgullosa, yo no estaba mejor...- No sabes las ganas que he tenido de besarte y
de hacerte mía mientras estabas bailando...- me susurró y lamió mi oreja...
Gemí de nuevo y él sonrió.
-No he podido olvidar tu
cuerpo semidesnudo Emmett- le dije mirándolo con picardía- Estás para comerte
millones de veces al día- le dije pasando mi lengua por mi labios inferior,
justo como en el baile y ese fue el incentivo que necesito para volverme a
besar y gemir en mi boca...
-Eres mala Isabella Swan-
me dijo con la sonrisa más traviesa que le había visto jamás y yo sólo pude
sonreírle sexymente.
Teníamos que llamar a
Edward y Rosalie, teníamos que hablar los cuatro para aclarar todo esto y
después de eso ya sería completamente de mi osito...
-Emmett- le dije mientras
besaba mi cuello.
-¿Uhmm?- dijo sin dejar
de besarme.
-Tenemos que llamar a
Edward y Rosalie- le dije esta vez seria.
-Qué remedio...- dijo
molesto por no seguir con su tarea y yo no pude más que reírme de él. Lo besé y
él me correspondió gustoso.
Después me bajó y en ese momento sonó su móvil,
nos miramos interrogantes y descolgó para llevárselo a la oreja...
Emmett pov.
No podía estar más feliz,
al fin estaba con la persona que amaba con toda mi alma.
Creía que esto era un
sueño y cuando la escuché decir “te amo”, ahí me volví loco, loco por ella y
ahí me juré hacerle sonreír todos los días de su vida.
Estaba besando su
precioso cuello cuando me interrumpió...
-Emmett.
-¿Uhmm?- dije sin dejar
de besar su suave piel.
-Tenemos que llamar a
Edward y Rosalie- dijo seria y la verdad tenía razón, teníamos que solucionar
todo este lío y esperaba que todo saliera bien...
Era mi hermano y todavía
mi novia... no se merecían esto, aunque ellos lo estuvieran haciendo peor...
-Qué remedio...- le dije
molesto y provocó que Bella se riera de mí.
Cuando vio mi cara de enfado,
me besó dulcemente, como sólo sabía hacerlo ella y yo me dejé llevar. Cuando
necesitamos respirar, decidí bajarla y llamar a Rosalie, pero mi móvil sonó y
Bella y yo nos miramos interrogantes...
¿Quién sería?
Cogí el móvil y descolgué
para llevármelo a la oreja.
-¿Quién es?- le dije
interrogante.
-Emmett, soy Alice-
dijo mi hermana desesperada, ¿qué le pasaba?
-Ali, ¿qué te pasa?
-Dios... Emmett, ha
pasado algo horrible- dijo sollozando fuertemente y pude escuchar a Jasper
calmarla...
-Alice, ¿qué ha pasado?-
le dije esta vez preocupado y Bella jalaba de mi brazo para que le contase que
estaba pasando... La miré y ella me miró con tristeza...
-Los padres de Bella
han...- no pudo terminar la frase y lloró fuertemente.
-Emmett, tenéis que
volver- dijo Jasper preocupado- Los padres de Bella han tenido
un accidente mientras iban a la fiesta de recaudación- dijo mientras
calmaba a mi hermana...
-¿Có...cómo ha
su...sucedido?- le dije con voz dolida, adoraba a los padres de Bella y esto no
podía estar pasando...
-Te lo contaré cuando
nos recojas, estamos esperándote en tu coche, ven rápido y no le digas nada a
Bella todavía...- dijo antes de colgar y yo puse mi móvil en el bolsillo y
la miré con una preocupación infinita...
-Osito, ¿qué ha
pa...pasado?- dijo sin voz apenas...
-Vamos, tenemos que
irnos- le dije cogiéndola del brazo, pero ella se resistió y gritó fuertemente.
-NO EMMETT CULLEN, DIME
EN ESTE MOMENTO QUE CARAJO OCURRE- me dijo y yo me quedé con la boca abierta,
nunca la había visto así de enfadada y la verdad merecía saberlo.
-Prométeme que no saldrás
corriendo como una loca- le dije mirándola fijamente y ella asintió- Antes
quiero que me des las llaves de tu coche- le dije prevenido.
-No las tengo, le dejé el
bolso a Alice- me dijo a punto de perder la paciencia.
-Tus papás...
-Mis papás ¿qué?- me dijo
acercándose a mí.
-Han tenido un accidente
y ahora están en el hospital- le dije agarrando sus muñecas para evitar que
saliera corriendo.
-¡¡¡NO!!!- gritó fuera de
sí. Intentó zafarse de mi agarre inútilmente y me miró con mucha rabia- Emmett
Cullen suéltame ahora mismo, te lo ruego- dijo sollozando fuertemente y casi
cayó al suelo dolida, pero yo fui más rápido que ella y la cogí velozmente
antes que se golpease con el duro barro.
-Tranquila mi amor- le
dije abrazándola- Ahora iremos, pero tienes que mantener la cama- le dije lo
más tranquilo que pude, pero ella sólo quería correr para poder escapar- No
intentes escapar, no podrás, por favor Bella entiéndelo.
-¿CÓMO QUIERES QUE LO
ENTIENDA? MIS PADRES SE ESTÁN MURIENDO Y TÚ QUIERES QUE LO ENTIENDA, SUÉLTAME-
me dijo dándome una patada en la pierna que me dolió de cojones, pero no la
solté por ningún motivo.
La cogí como a una niña
pequeña y ella intentaba escaparse, pero cuando empecé a caminar para dirigirme
hacia mi coche, pareció calmarse. Ahora agarraba mi camisa fuertemente y
sollozaba que parecía partirse en dos, eso me partió el alma... Notaba mi
camisa mojada a causa de sus lágrimas y yo no podía verla así...
-Bella mi amor,
tranquilízate, ya verás como se pondrán bien- le dije intentando convencerla,
pero ella no dijo nada, sólo se escuchaban fuertes sollozos proviniendo de su
pequeño pecho...
Llegamos al coche y mi
hermana estaba destrozada, igual que Bella y miré a Jasper dolido y él me devolvió
la misma mirada...
-Bella- dijo Alice
deshaciendo el abrazo de Jasper y abrazó a mi pequeña con ternura.
-Lo siento- dijo
sollozando fuertemente.
Decidí bajar a Bella,
pero antes le advertí...
-Bella, iremos ahora al
hospital, no hagas ninguna estupidez cariño- le dije besándole en la frente y
ella asintió con sus ojos rojos empañados en lágrimas.
Abrí el coche y ayudé a
Bella a montarse delante conmigo, por nada del mundo al dejaría detrás. Jasper
hizo lo mismo con Alice y nos encaminamos hacia el hospital de Seattle.
Llegamos en menos tiempo
del requerido, teníamos que llegar lo más pronto posible y no me importaba
nada, tenía que hacerlo por Bella, ella era mi objetivo ahora.
Aparqué rápidamente y
Bella salió disparada a pesar de llevar esos altísimos tacones, pensé que se
caería, pero no fue así, llegó en menos de veinte segundos y yo me dispuse a ir
detrás de ella, lanzándole las llaves a Jasper.
Entré y me encontré a mi
madre sollozando fuertemente abrazando a Bella maternalmente...
¿Qué había pasado? ¿De
verdad que ya no se podía hacer nada por ellos?
-Mamá- dije acercándome a
ella y Bella vino hacia mí y me abrazó con una fuerza impresionante a pesar de
su pequeño cuerpo...
-Hijo tu padre está
operando a Charlie- dijo mamá con lágrimas gruesas bajando por sus mejillas y
me abrazó como pudo, pues Bella tenía agarrada mi cintura fuertemente.
-Mamá- dijo Alice
corriendo hacia ella y la abrazó fuertemente.
-Ya hija, tranquila-
intentó tranquilizar mamá.
Mamá la llevó hacia los
asientos y Jasper metió las llaves de mi coche en mi bolsillo y me palmeó el
hombro para reconfortarme.
-Osito, ¿por qué?- me
dijo Bella mirándome con la mayor tristeza que había visto jamás...
-Mi vida todo saldrá bien
ya lo verás- le besé en la frente y ella volvió a poner su preciosa cara en mi
pecho.
Decidí sentarnos y cogí a
Bella en brazos para que no hiciera ningún esfuerzo, me senté en el duro y frío
asiento y puse a Bella encima de mí, reconfortándola y diciéndole lo mucho que
la quería.
En ese momento apareció
la secretaria de papá y todos se levantaron menos yo, que sostenía a Bella.
-Señora Cullen venga con
sus hijos a la sala de espera privada- dijo Carla muy preocupada y cariñosa.
-Claro, se lo
agradecería- dijo mamá con una débil sonrisa y me miró indicándome que me
levantara con cuidado que Bella estaba dormida...
Mi bebé estaba agotada de
tanto llorar y el efecto del tranquilizante había hecho efecto...
Le besé en la frente con
mucha ternura y mamá me miró con adoración, siempre supo lo mucho que nos
queríamos... y me levanté con el mayor cuidado que pude tener.
Nos encaminamos hacia la
sala y mi hermana Alice estaba más tranquila gracias a las palabras
tranquilizadoras de mamá y de Jasper y por el fuerte tranquilizante que
tuvieron que ponerle, al igual que a Bella... pero mi hermana era demasiado
nerviosa para hacerla dormir a la fuerza y aún estaba despierta, aunque
sospechaba que no por mucho tiempo.
Me senté en un sofá
individual y esto era otra cosa, mi espalda lo agradecía a gritos, la dura
silla de fuera era un tormento...
-Emmett, ¿qué le dijiste
a Bella?- dijo mamá sentándose a mi lado y le quitó dos mechones de pelo que se
habían puesto en la cara de mi princesa.
-Pues que sus papás
tuvieron un accidente y que estaban aquí- le dije atormentado por la agonía
que estaba pasando Bella.
-No te preocupes mi amor-
me dijo besándome en la mejilla- Ya verás que todo se solucionará.
-Mamá, ¿por qué están
operando sólo a Charlie?- le dije muy preocupado y mirándola a los ojos, los
mismos ojos que los de mi hermano Edward... en ese momento me acordé de él, más
tarde le preguntaría a mamá...
-Porque Reneé está en
coma, hijo- me dijo llorando de nuevo y a mí se me rompió el alma... No podía
verla así, como pude me acerqué a ella y la abracé con todo el amor y cariño
que sentía hacia ella, sin ella me moriría, la quería más que a mi propia vida.
Estuvimos así mientras
mamá me explicaba todo, miré hacia Jasper y éste sostenía a mi hermana igual
que yo a Bella, completamente dormida, no quería que se enterase de nada.
-Reneé estaba en el lugar
del copiloto y por eso no tuvo tantos daños como Charlie, pero se chocó
fuertemente en la cabeza con el cristal del coche y entró en coma al
instante...- dijo con la voz atorada en la garganta y sollozando...- Charlie,
también se llevo la peor parte, se rompió una pierna en el instante y muchos
cristales se incrustaron en su pecho...- dejó la frase inconclusa para sollozar
nuevamente y yo la apreté más contra mí.
-Mamá, ¿qué posibilidades
hay?- quería saber la verdad, tenía que saber la verdad.
-Tu padre no le daba ni
el 50 % de probabilidades para que saliese de la operación, hijo, pero tenía
que operarle o de lo contrario los cristales llegarían a su corazón y...- no
pudo seguir y yo no la obligué a que me contase más nada. Ya era suficiente con
saber que Bella podría perder a sus padres, a los dos...
-Tranquila mamá, ya verás
como todo saldrá bien- le dije con la voz más convincente que pude y le sonreí
débilmente.
No sé cuánto tiempo pasó,
pero sabía que mucho, mis músculos estaban agarrotados y mi espalda me dolía a
más no poder, pero jamás me quejaría, mi princesa tenía que descansar para
afrontar lo que se le venía encima y papá salió por la puerta de quirófanos...
-Carliste...- dijo mamá
levantándose muy deprisa y llegando hasta él.
-Esme...- suspiró y la
abrazó con fuerza, se veía triste y abatido, como estábamos todos, eso sólo
significaba una cosa...- Charlie no ha superado la operación...- dijo con
lágrimas rodando por sus mejillas.
-NOOOOO- gritó Bella
histérica y saltó de mi regazo para correr hacia la puerta de los quirófanos,
consiguiendo entrar y todos nos miramos con horror....
No me había dado cuenta
siquiera que se había despertado, si no, hubiera hecho todo lo posible para que
no se enterase de nada...
Me levanté rápidamente y
corrí junto a mi padre para sacar a Bella de aquel sitio, no podía ver a
Charlie muerto, sería un trauma para toda la vida...
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